NA: En ninguno de mis fics los personajes son mios, a no ser que me los invente claro, si en alguno de ellos no lo puse, lo digo ahora no son mios, no vale demandarme si sacarme dinero (seria en vano, no tengo mucho) disfruten de ellos.
PENSAMIENTOS EN LA MADRIGUERA
Tantos
años siendo amigos y ahora no podía ocultar más
lo que sentía.
Quizás
desde el principio sentía algo muy especial por él.
Quizás...
Hermione
estaba pensando sobre esa cuestión en una silla de la cocina
de La Madriguera mientras desayunaba.
Sí,
desde el primer día se había enamorado de él.
Recordó el primer momento en el que le miró a los ojos
y sintió algo.
Fue
cuando la profesora McGonagall la llamó, la chica se acercó
a la profesora y delante de todos la puso el Sombrero Seleccionador.
Hermione
estaba muy nerviosa y entonces le vio. Un chico alto, flacucho, con
la cara llena de pecas y pelirrojo. Desde esa distancia no se le veía
muy atractivo, pero el chico aunque tenia la cara seria parecía
sonreír.
Poco
después se enteró de que el pelirrojo iba también
a Gryffindor.
Sí,
conocía a casi todos los Weasley. A unos, quizás, más
que a otros y siempre habían sido amigos.
Ellos
dos habían conectado muy bien, aunque más de una vez
hubiesen discutido " Nunca defendió mi idea del
P.E.D.D.O" pensó la chica. Pero, aun así le quería
muchísimo, todo estos años había estado
enamorada de él.
Recordó
el año en el que se acercó más de la cuenta con
esa Ravenclaw. Era una chica muy maja y simpática, pero ella
quería que sólo tuviese ojos para ella.
"Tendré
que decirle que me gusta" pensó la gryffindor mientras
terminaba de desayunar.
Cuando
el pelirrojo bajara, ella le confesaría todos sus
sentimientos, ya no podía esperar más. Si era
correspondida sería la chica más feliz del mundo si
no... sólo de pensarlo a Hermione le empezaron a brotar las
lágrimas.
Las
escaleras empezaron a sonar, luego unos pasos atropellados. Los
gemelos bajaban corriendo.
-
Buenos días Mione- dijeron los dos chicos.
-
Buenos días- contestó la chica.
Fred
y George cogieron unos bollos y desaparecieron por la puerta trasera
de la casa.
La
chica suspiró, volvía a estar sola. En ese momento se
volvieron a oír pasos por las escaleras. Hermione empezó
a temblar. Un chico pelirrojo con las insignias de "Prefecto"
y "Premio Anual" bajó hasta la cocina.
-
Buenos días Hermione- saludó Percy con una sonrisa.
-
Buenos días- dijo la muchacha.
La chica soltó todo el aire que había aguantado y cerró los ojos fuertemente, se giró y armándose de valor dijo.
- Percy. Tenemos que hablar.
&$ FIN $&
