Advertencia: Está historia transcurre durante Amanecer, antes de que Rachel encuentre a Paul en la playa. Una conversación telefónica entre hermanas.


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-Te juro que estoy a punto de cometer asesinato…-gruñí al teléfono de casa de mis padres nada más descolgar.

Ni siquiera había dudado respecto a quien estaba al otro extremo de la línea telefónica. Simplemente sabía que era Rebecca, mi gemela . Y no me equivoque.

-¿Rachel?- sonó está al otro extremo claramente divertida.-¿Qué ha ocurrido?

-La secta a la que nuestro hermano pequeño se ha unido acaba de hacerme participe de que Jake estuvo desaparecido cuatro semanas…

La falta de reacción de Rebecca al otro extremo fue más que comprensible en mi opinión.

-¿Qué?- me pregunto al final con voz grave.

Y Becca no tenía la voz grave, nunca.

-Bueno, todo empezó hace una semana cuando volví a casa de la universidad y casi no reconozco al hombre que estaba sentado en nuestro sofá y que se lanzo hacía mi en busca de un abrazo, de hecho le golpe con mi maleta. Resulto que el gigante hormonado del sofá era nuestro hermano pequeño, que ahora mide como 3 metros y pesa 500 kg…

Becca no pudo evitar reírse ante mi obvia exageración, solo que a mi no me hacía la más mínima gracia.

-¡No es gracioso!- chille irritada- Se supone que tiene 16 años, ¡no 36!

Vale, aquello también era una exageración, pero siendo sincera, Jacob parecía estar más cerca de los 25 que de los 15.

-Vale, vale…- escuche a mi hermana tratando de calmar su risa consciente de que yo estaba preocupada- Jake ha crecido… Pero, ¿qué esperabas? Hace años que no lo veías. Es lógico que haya crecido, esta en la edad…

-¿Y también es normal que parezca que se haya tragado 200 frasquitos de metabolizantes?

Becca volvió a estallar en carcajadas.

-¿Hace ejercicio?- me respondió al final dando una explicación racional y burlona.

A veces agradecía los miles de km que nos separaban o se que habría cometido alguna clase de fratricidio. Reconozco que amo a mi familia, pero no soy la clase de mujer paciente que soporta impasible las burlas o que acepta los misterios que su padre y su hermano han decidido sembrar en su vida.

-Y no solo es un gigante de 2 metros…

-¿No media 3?- me interrumpió, decidí ignorarla.

-…sino que ahora se junta con un grupo de adolescentes hormonados como él, que andan por ahí medio desnudos y en grupo… Te juro Becca, que son como una secta. Pasa más tiempo con ellos que en casa, ¡y no hace más que desaparecer por las noches! Pero lo peor de todo es que a papa ,¡le parece bien!

-Entonces, ¿cual es problema? ¿Qué ahora tiene amigos que comparten su afición por el ejercicio físico y el nudismo?

Becca siempre había sido la despreocupada de las dos, la que restaba importancia a todo aquello que podría convertirse en un problema serio. Porque en el mundo de Rebecca las cosas nunca iban mal.

-¿Recuerdas a Sam Uley? Es un año mayor que nosotras.

-Umm… Le ofrecieron mi misma beca, pero cuando la rechazo los ancianos casi le construyen un monumento por ello… Cuando yo la rechace casi me crucificaron…

Si, todo era muy extraño alrededor de Sam Uley.

-Resulta que el héroe de los ancianos es también el cabecilla de la secta de Jake…

-¿Jake se ha hecho amigo de Uley? Eso si que es raro, ¿qué tienen en común?

-Los metabolizantes, la tendencia al nudismo y la nueva moda de raparse el pelo. ¡Oh! ¡Y también se han hecho el mismo tatuaje ritual!

-¿Tatuaje?

-Si, el que los guerreros de la tribu solían hacerse después de salir al bosque por primera vez… Ya sabes, la transición de niño a adulto.

-Eso, no es una secta Rachel, es nostalgia … - rio la ignorante de mi gemela.- No puedes estar preocupada solo porque Jake ha crecido y ha hecho amigos raros.

-¿Estas tratando de que vuelva a explicarte lo de los esteroides?

Volvió a reírse.

-¡Y no es solo eso, Becca! – la interrumpí desesperada porque comprendiese la situación- Le han roto el corazón.

Y Rebecca se calló, porque para ella no había un tema más importante que el amor.

-Al parecer se enamoró de la hija de Charlie, el amigo de papa…

-Bella…- recordó Rebecca .

-Pero ella se acaba de casar con otro y ahora mismo están de luna de miel…

El silencio al otro lado fue abrumador.

-Y entonces fue cuando decidió desaparecer…- supuso ella.

-Volvió justo a tiempo para la boda… Y no se lo que paso, yo llegue a casa una semana después, pero no fue algo agradable, estoy segura. Y ahora Jake… Bien, nunca lo había visto tan destrozado… Es como si vagara constantemente sin rumbo… Estoy tan preocupada, Becca…

Casi podía sentir la preocupación de Becca desde el otro lado. Verdaderamente no había querido cargarle con el peso que cargaba, pero me había sentido increíblemente sola en el circulo de silencio al que mi familia parecía haberme destinado desde mi llegada a casa.

No había sido fácil volver, no había sido placentero pisar de nuevo el hogar paterno, sentir de nuevo como puñaladas la ausencia de mi madre y tampoco lo había sido ver en que estado esa pequeña zorra había dejado a mi hermano pequeño.

-No era su verdadero amor…- respondió al final Becca son una soltura que me puso los pelos de punta.

-¿Disculpa?

-Él se enamoro de ella, pero todos sufrimos desilusiones amorosas continuamente… Es parte de la vida. Y si ella lo abandono para casarse con otro es que no estaba enamora de él y por lo tanto no estaban destinados a estar juntos.

Su lógica me aplasto, ¿pero que otra cosa podía esperar de una mujer que todavía creía en las hadas?

Rebecca y yo podíamos ser hermanas gemelas pero lo cierto es que no nos parecíamos en nada más allá de nuestro físico.

De niñas habíamos sido las compañeras inseparables, nos habían gustado las mismas cosas y jugado a todo juntas… Habíamos sido tan similares que había sido terriblemente difícil diferenciarnos incluso entre nostras mismas, crecimos con ese sentimiento de que éramos la misma niña, la misma cosa… pero nuestros caminos tendieron a romperse y el hecho fundamental fue la muerte de nuestra madre… Mientras que el accidente me abrió los ojos a la realidad a Becca se los cerro aún más. Se encerró a si misma en un cuento de hadas eterno…

-No puedes seguir preocupándote por todos Rachel… Si Jacob es lo suficientemente mayor como para que le rompan el corazón y para sobrevivir 4 semanas completamente solo, también es lo suficientemente mayor como para elegir a sus propios amigos…

-¿Mayor?- no podía creer lo que estaba oyendo-¡Es un adolescente Rebecca! ¡Adolescente!

Pero no importaba cuan alto y claro le gritase aquello, Becca tampoco lo iba a entender, porque era la mujer que se había enamorado y fugado para casarse el verano de sus 17.

Era oficial, nadie iba a ayudarme a sacar a mi hermano pequeño de la extraña secta en la que se había metido.

Estaba a punto de colgarle a Rebecca y buscar la escopeta de Bill antes de hacer una visita a Sam Uley cuando esta pareció recordar algo de golpe y me grito que esperase.

-¿Ya hora que?- le gruñí- ¿Vas a decirme que crees que el tatuaje de Jake mola?

-¿Qué clase de persona es esa Bella?- preguntó con brusquedad.

-¡Oh! Si, ¡todo el mundo me habla constantemente de ella!- ironice- ¿Sabes lo que he tenido que hacer para saber siquiera su nombre? ¡He amenazado a Seth Clearwater! ¡Lo único que se es que se caso con un frio chupasangre!

-¿Cómo?

-Frio chupasangre.- repetí.- ¿Alguna idea de a que se refieren?

-¿Es un Cullen?- me pregunto con voz temblorosa.

La pregunta me desconcertó.

-¿Cómo lo sabes?

-¿No recuerdas la leyenda sobre nuestro bisabuelo? La de Ephraim Black… Los Cullen son los fríos de la leyenda…

-Becca,- comencé tratando de luchar contra un creciente dolor de cabeza- ¿me estas tratando de decir que crees que los Cullen de la leyenda, y hago hincapié en lo de leyenda, son los mismos Cullen que ahora amargan la vida de nuestro hermano?

-Los llaman, fríos chupasangre, ¿no? – replicó con un tono que sinceramente parecía emocionado.

No podía creer que estuviese sosteniendo aquella clase de conversación con mi hermana gemela.

-¡¿Crees que los Cullen son vampiros?- me escandalicé.

-Yo no he dicho eso, lo has dicho tu- canturreo Becca antes de colgarme.

¡Jesús! ¡Mi familia estaba completamente loca!

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Nota de la autora:

Siempre he querido escribir algo sobre las hermanas Black… Y de ellas la que siempre me había llamado la tención es Rachel, sobre todo porque fue la única de las dos que tuvo que encontrarse a su mundo trastocado al volver de la universidad y porque hasta que Paul no entra en su vida nadie pudo haberle explicado lo que estaba pasando con su hermano…

Espero que os haya gustado.

Besikos.