Hola, bueno esta es la primera vez que escribo algo RinHaru así que espero les guste nwn

-Debemos dejarlo.

La voz de Sousuke resonó por todo el dormitorio de Samezuka inundándolo de un sentimiento de desesperación que crecía con cada segundo que pasaba volviéndolo tormentoso y dotándolo de una extraña incomodidad, el aire se había vuelto pesado de un momento a otro. Los ojos rojos que lo miraban desde la cama se habían abierto en señal de sorpresa y Rin Matsuoka entreabrió un poco los labios para responder a eso pero se había quedado mudo completamente observando como el chico más alto le regresaba una fría mirada desde la puerta como si fuese a escapar de un momento a otro y en el fondo Rin deseaba que así fuera. Luego de unos instantes de vacilación por fin pudo coordinar sus ideas con sus cuerdas vocales para poder hablar.

-¿Por qué?- contesto. Su voz temblaba, además de que su expresión de sorpresa se había convertido en una mueca de tristeza, sus ojos ahora tenían ese inconfundible brillo de lágrimas luchando por salir de su pequeña prisión.

-Siento que esto simplemente ya no funciona, lo siento Rin pero por ahora no quiero pareja… solo quiero a mi amigo de vuelta.- El pelinegro estaba visiblemente deprimido, no había sido una decisión fácil la que había tomado, conocía al otro a la perfección como para saber que no se lo iba a tomar ni remotamente bien de hecho no creía que ninguna persona reaccionaria bien ante una ruptura, especialmente el romántico de Rin al que acababan de destrozarle el corazón con solamente dos palabras. Bajo un poco los hombros como restándole importancia al asunto y desvió la mirada hacia otro lugar, no podía soportar que un par de gemas vidriosas lo miraran de esa manera tan destrozada. Era doloroso. –Cuando empezamos con esto tú prometiste que si terminaba todo volvería a ser igual y espero que sea así

-…Solo que siento que no va a ser igual.- Dijo el pelirrojo en voz baja, había bajado la mirada y parte de sus cabellos ocultaban su rostro. Su respuesta había sido rápida, directa, él sabía perfectamente la promesa que había dicho hace ya tiempo atrás completamente confiado en que nunca le vería el final a su relación pues después de todo ¿Salir con tu mejor amigo no es lo más genial del mundo? Acababa de descubrir que no. -No creo que pueda ser igual.

Rin se puso rápidamente de pie evitando todo contacto visual con el otro, tomo su chaqueta y se dirigió directamente hacia un aturdido Sousuke quien no esperaba esa reacción. Matsuoka pasó a su lado sin hacerle el mayor caso atravesando la puerta y dejando al chico solo en la habitación preguntándose si había tomado la decisión correcta o si acababa de arruinarlo todo.

El pelirrojo se alegraba de haber hecho su huida a tiempo, quizá esa no era la mejor manera de afrontarlo y sabía que en cualquier momento tendría que regresar y enfrentarse a todo lo que estaba dejando atrás de la manera más cobarde que se le pudo haber ocurrido. Tenía que reconocer la valía de su ahora ex novio por atreverse a decirle lo que había estado flotando entre ambos desde hace algún tiempo atrás, él mismo se había dado cuenta que las cosas entre ellos ya no funcionaban más allá de tener sexo casual y ya, tanto su amigo como su ex pareja se habían esfumado hace algún rato a pesar de sus desesperados esfuerzos por mantener a flote una relación que había dejado de tener sentido. Pero ahora sentía que esa no era la peor parte.

La peor parte ahora que todo se acabó sería tener que enfrentarse a todo SOLO, desde el inicio sabía que ese tipo de relaciones no eran "socialmente aceptadas" por lo que ambos habían pactado por no decirle a nadie que no fuera estrictamente necesario que supiera lo cual hasta ahora solo incluía a sus familias, Gou había estado encantada y eso ahora era un problema, cómo se supone que iba a decirle a ella o a su madre que tanto le había costado asimilarlo, el hecho de que ahora todo había terminado entre ellos. Estaba molesto por pensar en el irremediable alivio que sentiría su progenitora, en cuanto a su hermana todavía no imaginaba el cómo se sentiría o si sería capaz de decirle algo al respecto para tratar de consolarlo o animarlo. No podía contar con su familia para salir de la inminente depresión a la que estaba cediendo con cada paso que daba, los pasillos de la escuela que recorría rápidamente se hacían más oscuros y más estrechos dándole una sensación de sofoco que poco a poco comenzaba a marearlo. Llego a la piscina casi sin darse cuenta, era de noche y no había estudiantes alrededor del lugar, ni siquiera se había topado con nadie cuando salió lo cual agradecía. Recorrió el lugar con la mirada haciendo que sus ojos se detuvieran en el agua reluciente de la alberca que lanzaba destellos bajo las luces artificiales que rodeaban todo el lugar, el agua se notaba vívidamente azul y fue cuando Rin comenzó a pensar en sus amigos, en que quizá había sido algo idiota el hecho de haberles ocultado cosas siendo que no había personas en las que confiara más, especialmente en Haru. Varias veces se había visto tentado a confesarle su secreto sabiendo que su amigo lo aceptaría y comprendería, quizá solamente asentiría calladamente y seguiría comiendo su caballa de manera pacífica sin hacerle preguntas ni darle vueltas al asunto, pero ese panorama ahora no existía más que en la mente de un deprimido Rin que lloraba frente a la alberca de su escuela sin pudor algún, sintiéndose solo y abandonado por todos aquellos a los que quería pero sabiendo que él era el único culpable, los demás no tenían por qué preocuparse por eso.

Cuando regreso a su habitación Sousuke estaba dormido (o fingía estarlo) por lo que el pelirrojo simplemente se acostó a hacer lo mismo, era tarde. Había llorado hasta cansarse y luego tuvo que esperar a que se le pasara un poco el sentimiento de soledad además de una ligera hinchazón en los ojos que no tardo en desaparecer. Miro a su celular y muy a pesar de la hora le mando un mensaje a Gou sin esperar respuesta.

"Si te dijera que me voy mañana a Australia yo solo ¿Qué pensarías?"

La respuesta de la chica no tardó en llegar, Rin se sorprendió de que aún estuviera despierta, le había mandado el mensaje con esperanza de que lo viera hasta mañana en la mañana, además de que solo era una idea vaga sin nada en concreto.

"Diría que algo anda mal con Sousuke"

Una respuesta breve y concisa, tal parece que ella lo conocía mejor de lo que su hermano creía. Tecleo rápidamente.

"Quizá no vaya mañana a Australia pero estas en lo correcto"

Escucho un ligero movimiento en la otra cama haciéndolo apagar la luz del celular rápidamente, a estas alturas no debía importarle si o veía escribiendo algo en el celular pero se sentía incomodo de que alguien lo observara en ese momento, a mitad de la oscuridad.

"¿Algo en lo que pueda ayudar?"

Llego el mensaje volviendo a hacer que la pantalla del aparato se iluminara, Rin maldijo en su mente y espero a que el ruido cesara antes de responder.

"Nada por ahora"

Apago el celular y lo dejo debajo de su almohada, no quería tener que darle detalles a Gou, no por el momento, de hecho sería bastante fácil evitarla con cualquier tipo de excusa además de que siempre podía mandar a Momo a entretener a su hermana a pesar de lo mucho que le desagradaba la idea. Cerró los ojos deseando despertar y darse cuenta que todo había sido un mal sueño, una última y solitaria lágrima descendió por la curvatura de su mejilla cayendo sobre la suave superficie de la almohada que se humedeció, pero nadie de los presentes lo noto pues habían caído con en un sueño intranquilo momentos antes.

Rin había pasado todo el día esquivando a Nitori y a Momo cuando estos habían tratado de acercársele en los dormitorios o en el club de natación, por su parte Sousuke desde muy temprano salió de la habitación porque "estaba ocupado" A causa de todas estas cosas el pelirrojo había pasado solo toda la mañana y parte de la tarde en completa tranquilidad dándole tiempo para pensar, se le hacía difícil actuar como si nada frente a los demás, asistir a clase y a la práctica se trasformaron en una lenta tortura que agradeció al que terminara desde el primer momento en que sonó la campana que anunciaba el fin del martirio.

No quería dirigirse a su dormitorio pero las opciones se le acababan a cada minuto que pasaba, estaba comenzado a divagar en ese detalle cuando escucho que lo llamaban.

-Hey Matsuoka-

No reconoció la voz, sonaba demasiado genérica en su mente y cuando levanto la mirada hacia el lugar de donde provenía no pudo reconocer al muchacho que se le acercaba, viéndolo un poco más cerca podría jurar que era de su clase de inglés pero no le dio importancia.

-¿Qué sucede?

-Alguien te busca, un chico que no es de aquí lleva un rato en la entrada y cuando le pregunte que quería dijo que hablar contigo.

-Gracias.

No hacía falta ser un genio para saber que estaba sucediendo, el muchacho maldecía en voz baja mientras caminaba hacia el lugar señalado deseando encontrarse con que solo era una mala broma por parte de su compañero, pero no se trataba de eso.

Haruka Nanase estaba afuera esperándolo, quien sabe cuánto tiempo llevaría ahí parado en silencio pues su expresión no denotaba nada que no fuera su habitual despreocupación e indiferencia por todo aquello que lo rodeaba. En cuanto lo vio el mayor avanzo unos pasos hacía él, aun llevaba el uniforme de Iwatobi pero no parecía importarle.

-Rin.- Dijo a modo de saludo cuando estuvo frente al chico.

-Haru…- El menor se encontró momentáneamente sin palabras, no tenía ni idea de porque de repente su amigo lo buscaba. Definitivamente esos días sucedían cosas extrañas.- ¿Qué estás haciendo aquí?

-Solo sígueme.- dijo el pelinegro dándole la espalda y comenzando a caminar sin voltearlo a ver.

Matsuoka lo siguió sin hacerle ningún tipo de preguntas, se sentía como si estuviera en un sueño, sentía esa sensación de irrealidad flotando a su alrededor, una pesadez en el aire que lo aria caer en cualquier momento. Durante todo el día no había hecho nada más que divagar tristemente pero ahora algo se notaba diferente. Viendo la espalda de Haru caminar delante suyo regreso a su mente el recuerdo de la noche anterior, la alberca brillando de un hermoso azul igual a los ojos del muchacho frente a él.

No tardaron en llegar a un parque cercano a Samezuka, estaba casi desierto. Nanase se detuvo y haciéndole a Rin un gesto con la cabeza le indico que se sentara en una desolada banca en un rincón del lugar.

-¿Qué sucede?- Pregunto el pelirrojo aún sin tener muy claro a que venía tanto misterio.

-Ya se lo que te pasa, Gou me lo dijo.

Un cumulo de emociones comenzaron a hervir dentro del más alto, de repente se sentía traicionado por su hermana, ella había revelado su secreto a sin consultárselo y a la última persona que podría entender algo sobre el amor. De repente noto que había tensado todo el cuerpo, acción que no pasaría desapercibida por el pelinegro. Trato de relajarse un poco antes de responder.

-Así que… ¿A qué vienes? ¿A consolarme?

-¿Ayudaría en algo?

-No lo creo.

-…

-…

-Haru…- comenzó a decir Rin de manera vacilante.- escucha, no creo que…

-No tienes que fingir conmigo, por algo estoy aquí.

El pelirrojo podía sentir como algo se destrozaba dentro de él, no sabía lo transparentes que eran sus emociones para su amigo, fue en ese momento que se dio cuenta de lo tonto que había sido al no haber querido confiar en él desde el principio, siempre dicen que el amor ciega y él había estado tan ciego por Sousuke que no había querido ver a Haru que siempre había estado ahí para ayudarlo. Las lágrimas que habían luchado por no derramarse repentinamente comenzaron a fluir por el rostro del menor quien recargo el rostro en el pecho de su amigo y lloró todas las emociones que lo habían estado torturando.