No tengo la más remota idea de donde surgen estás ideas, pero vivo y peco por el salseo y las relaciones complicadas
Los personajes son de BNH por si a alguno no le quedaba claro (¿?) Esté fic está situado en un futuro hipotético de mi mente donde ya todos están lo suficientemente grandes como para merecer
Este es un fic yaoi, así que recomiendo discreción.
Todoroki era obtuso cuando de sentimientos se trataba, como si a él le hubiesen enseñado un paquete distinto de comportamientos, de reacciones. Por lo general actuaba sin pensar demasiado en el que dirán o en la impresión que podía causar, él era un robot en automático, con una tarea que cumplir. Y por eso, no sabía muy bien como reaccionar ante Midoriya, que por primera vez en la vida lo había rechazado.
Salió desconcertado del bar, con el corazón estropeado y las manos trémulas, sin poder controlar su temperatura, con escalofríos de pura impotencia. Paró el primer taxi que se le cruzo y tan pronto como pudo se instaló en él, con la espalda perlada de ligeras gotas de sudor frío que lo hacían sentir pegajoso y espeso, como sus sentimientos en ese momento.
-Por Dios, ¡Si es usted uno de los héroes más importantes! Que honor llevarlo, señor-
La leve reverencia del taxista hizo que sus tripas se revolcaran, la sonrisita tonta -Tonta como la de Midoriya- le trajo un montón de recuerdos que se atropellaron en su mente, sin sentido y sin forma, justo como se sentía él en ese mismo instante.
Descubrió su gusto por los hombres gracias a Yoarashi y el curso para obtener su licencia provisional, hacia ya varios años. Lo que comenzó como una rivalidad, pasó a ser una amistad y mutó en una relación de amantes primerizos excitados con solo juntar los labios de forma desprolija y brutal en los baños de la academia. Esa fue la segunda vez en su vida que Shouto se sentía tan confundido, se suponía que debían gustarle las chicas, conseguir una esposa de buen quirk y ser el padre de la progenie más poderosa jamás vista, según su padre. Pero allí estaba, aferrándose con fuerza a los brazos musculosos de un tipo rudo, sintiéndose más duro que todas las veces que intento masturbarse con la imagen de Momo en su cabeza, todo un caos. Al menos ya solo tenía que cambiar el rostro dulce de la chica y reemplazarlo por la sonrisa socarrona del Vendaval entre sus piernas para venirse copiosamente. Al final resultó aceptándolo, ya otro día le diría a su viejo que era gay.
-Disculpe, señor Shouto… ¿Podría tomarle una foto?-
Despertó de su sueño un poco perdido, como si el viajar tan lejos en sus recuerdos le hubiese dormido realmente…y, bueno, si Todoroki no sabía nada de convenciones sociales, de seguro que su taxista menos, pero él era consciente que parte del trabajo de héroe era ese, y más cuando se usaba el nombre propio y no se escondía el rostro detrás de una máscara, un rostro marcado con fuego bastante distintivo para ser sincero.
-Claro-
Cortante hizo una palomita con sus dedos mientras el semáforo volvía a darle paso al hombre, que de seguro llegaría emocionadísimo a compartir con su esposa e hijos la foto del héroe con cara neutra en la silla trasera de su auto. Al menos alguien estaba dichoso esa noche, sintió algo de envidia por el tipo que conducía, cándido y sonriente, mientras tarareaba una canción de moda… él por otro lado se mezclaba con su silla, hundiéndose, sintiendo sus puños apretados contra sus muslos, sin saber qué hacer con su ira.
Para cuando llegaron a su edificio, una ligera lluvia comenzaba a caer, empapando de a poco todo el escenario, todo, menos la sonrisa que se le había quedado al taxista, que además de encontrarse con semejante personaje le había dejado una propina jugosa… Suspiro dirigiéndose a su apartamento, un piso sencillo, relativamente pequeño y decorado al estilo oriental, todo muy austero. No pudo contener su puño para evitar que se estrellara contra la pared, dejando una marca escandalosa y sus nudillos enrojecidos, estaba colérico, un genio oscuro creciéndole en su interior, devorándole las tripas dolorosamente, haciéndolo caer de rodillas en el piso. Un grito gutural salió de su interior, y junto a él un llanto copioso que nublaba su vista y no le permitía ver.
Le habían rechazado.
No era la primera vez, de seguro no sería la última, el problema era que había sido Midoriya. Cuando sonó su móvil con la invitación de Ashido a celebrar el fin de año con los ex alumnos de la UA, Todoroki supo que había llegado su oportunidad, y sin pensarlo dos veces, escribió de vuelta a la chica rosa confirmando su asistencia. Esa noche intentó arreglarse un poco más de lo usual, incluso se perfumó y salió de casa con la convicción de quién todo lo puede, e incluso un sentimiento de alivio en el pecho; a diferencia de Kaminari, por ejemplo, que parecía enfermo de la tripa cuando se le había declarado a Jiro, él sentía que se iba a deshacer de un peso, y eso lo aliviaba.
No tardó nada en encontrar al grupo entre el gentío, Bakugou se escuchaba incluso antes de entrar al bar, por no mencionar que eran el grupo más ruidoso de todo el antro. Tuvo la paciencia para recibir saludos de todos, aunque no sonreía dada su falta de costumbre, estaba de buen humor. Se ordenó un Tequila Sunrise ante los insultos de Katsuki -Ese es un trago de señoritas, bastardo miti-miti- y se regodeo ante su sabor dulce, sin contar que le gustaba la sensación de calor en sus mejillas gracias al alcohol.
Justo en ese momento, Izuku se asomó entre la multitud, son su característica mueca de felicidad, saludándolos a todos. Al verlo los ojos heterocromos, el corazón de Todoroki dio un ligero brinco, allí estaba el héroe número 1 de esa generación, el nuevo símbolo de paz, la sonrisa brillante que los mantenía a todos con esperanza. Era extraño como había pasado de ser una sombra a la espalda del bicolor a ser la espalda que le daba sombra, había pasado de ser un niño gritón y llorón para convertirse en un hombre valiente, carismático, cargado con una energía que le hechizaba, sentía como su pecho se inundaba de lava pura cada vez que lo miraba.
No siempre había sido así, de hecho, cayó en cuenta de que lo estaba mirando más de la cuenta cuando ambos ingresaron en la misma oficina de héroes, a su primer trabajo como graduados de la Academia. Y es que Midoriya era el único que se había comparado con algo de compasión ante él, que había buscado entenderlo, hacerlo entrar en razón antes de juzgarlo solamente por su apellido. Siempre a su lado, siempre dándole motivos, llenándolo de valor, para finalmente superarlo, sin dejar de ser su amigo, de mirarlo con el mismo amor que lo hizo el día de su batalla el primer año de la academia. Al verlo pelear algo en su interior había comenzado a arder, y esa gratitud que Shouto sentía por él, comenzó a volverse en admiración, para rayar ligeramente en lo que sería un terrible enamoramiento.
Como pudo, entre risas y silbidos alejó al de cabellos verdes del resto del grupo, al fondo aún se podían escuchar los gritos de poseso de Bakugou, y las risas aún más explosivas de Ashido. A pesar de que no consideraba a sus excompañeros sus mejores amigos, le alegraba su compañía, le alegraba que Midoriya luciera tan feliz con ellos reunidos y le llenaba de orgullo ver al niño de los brazos rotos ser la fuente de toda esa alegría.
-Todoroki… ¿Todo bien?-
Midoriya sonaba algo preocupado, no era usual que un tipo como el que tenía al frente se tomara la molestia de sacarlo del grupo para decirle algo, si tenía que decir algo, lo hacía sin reparos, sin importar lugar, hora o público presente. Todoroki negó con la cabeza, seguía sin sonreír, pero sus ojos tenían un brillo inusual en él.
-Midoriya, me gustas- Se inclinó ligeramente -Se mi pareja, por favor-
Aunque no estaba bebiendo nada, el menor se atoró de la impresión que le habían provocado esas palabras, tosió un poco, poniéndose rojo como un tomate, en parte por la tos, en parte por lo vergonzoso que se le hacía la situación. Y el problema no era la declaración de Todoroki, el problema era que era demasiado bueno para sentirse mal por la negativa que debía darle. Midoriya no se hallaba, sus ojos sorteaban la mirada heterocroma, su mano rascaba con algo de desesperación su nuca, y sus pecas parecían querer salirse de sus mejillas incendiadas. Todoroki taladraba sus ojos oscuros, esperando que el chico abriera sus dulces labios.
-Veras… Todoroki yo…-
Midoriya tomó una buena bocanada de aire y apretó los ojos con fuerza, el peliverde era incapaz de enfrentarse a la expresión ajena cuando hablara, soltó todo más rápido de lo que esperaba.
-LosientoTodorokimegustalguienmas…-
El número 1 se desinfló como un globo, mientras su interlocutor lo miraba con algo de confusión, girando la cabeza en ese gesto extraño de perro grande, entornando ligeramente los ojos…
-Disculpa… no entiendo-
Si, sí que lo había entendido, lo que pasaba es que en su mente daba por hecho que el otro le iba a decir que sí, de todas las personas en el mundo, Midoriya Izuku era incapaz de negarle algo al chigo ígneo, muy dentro de su pechó comprendió por fin la cara de intoxicación de Kaminarí en ese entonces. Apretó sus puños y su ceño se puso rígido sobre su cicatriz, que con la evidente molestia del chico parecía extenderse aun más sobre su rostro
-Todoroki, lo lamento-
Titubeaba, Midoriya no sabía cómo afrontarlo, no esta vez. Intentó posar su mano en el hombro fuerte del chico, que lo rechazó con un movimiento automático, empezaba a sentirse realmente mal, por lo que de un empujón apartó al contrario para marcharse
-No, Todoroki, espera por favor-
-¿Cambiaste de opinión?-
-Lo siento… pero me gusta alguien más, aunque me sienta alagado con tu petición, debo negarme-
Lo miró con ojos duros, pero justos, después de tantos años Midoriya había aprendido que no podía complacerlos a todos, que no podía hacerlos felices a todos y que eso estaba bien, porque a pesar de su fuerza y su carisma, y toda esa aura de grandeza que lo rodeaba no dejaba de ser humano. Vio al héroe derrotado marcharse, se le hizo un nudo en el corazón, no por la declaración, ya que lo sospechaba, más bien por haberle roto el corazón así. -Todoroki es un hombre fuerte, se recuperará pronto- se dijo para sus adentros, sin saber que con su inocente respuesta había desbocado la ira de Shouto.
Gracias por leer, si les gustó dejen sus comentarios que me dan años de vida (¿?)
En teoría creería que saldrán 3 capítulos, pero cuando comencé iba a ser un one shot, así que quién sabe
