Sakura peino su cabello una vez más, aquella mañana había sido muy larga y agotadora, sus sensei les habían hecho varios exámenes y su cabeza iba a estallar.

Ino estaba sentada junto sus amigos Shikamaru y Chouji, los tres comían mientras hablaban de algo. La pelirrosa no quiso acercarse. Era amiga de Ino, sí, pero aún le daba vergüenza hablar con ella.

Decididos sus planes se quedó sentada bajo aquel cerezo esperando que el recreo acabara pronto. Estaba tranquila hasta que escucho unas risas conocidas. Alzo su cabeza para encontrar a Naruto Uzumaki, hijo del cuarto Hokage, hablando con Sasuke Uchiha, hijo del líder del Clan Uchiha y líder de la Policia Militar de Konoha, y Neji Hyuga, hijo del líder del Clan Hyuga.

Esos tres niños siempre se habían llevado bien. Mikoto Uchiha y Kushina Uzumaki eran amigas y sus maridos Minato Namikaze y Fugaku Uchiha se llevaban bien con Hizashi Hyuga. Por lo que sus hijos habían compartido tardes juntos varias veces haciéndose así amigos.

-Hola Sakura-chan –saludo Naruto. La niña de tan solo cinco años sonrió devolviéndole el saludo. Los otros dos niños también la saludaron. Sakura los conocía bien. Siempre habían ido a la misma clase y su madre conocía a Mikoto y Kushina.

No compartieron más palabras y ellos se fueron. Sakura volvió a quedarse sola hasta que vio a Hinata Hyuga entrar a clase, al siguió para así hablar con ella.

Hinata era la sobrina de Hizashi, por lo tanto prima de Neji. Su padre Hiashi había muerto años atrás dándole el liderazgo del clan a su hermano. Hinata era hija única y muy inteligente.

-¡Hinata! –la pequeña se giró y sonrió al reconocerla.

-Hola Sakura

La mañana paso con rapidez, la última clase fue entretenida, Iruka sensei coloco a los niños en agrupaciones de tres dejando a Sakura con Ino y Hinata. Hicieron una ronda de preguntas en las que su grupo ganaba fácilmente sabiéndose todas las respuestas.

-Es todo por hoy niños, podéis iros

Todos salieron corriendo, sus padres los esperarían fuera con la merienda esperándolos. Sakura, Ino y Hinata salieron las últimas.

-Esta tarde podéis venir a mi casa, ya sabéis a hacer los deberes y a pasar un poco de tiempo juntas… -dijo Hinata mientras caminaban por el pasillo.

-¡Si me parece una buena idea! –dijo Sakura- Aunque tengo que pedirle permiso a Kushina.

-Sí y yo a Yoshino –dijo Ino.

-¿Vuestros padres no han vuelto aun? –pregunto Hinata sorprendida- Ya llevan tiempo en la misión…

-Sí, bueno supongo que es lo normal –dijo Ino restándole importancia.

Los padres de Sakura eran ninjas reconocidos y por lo tanto la mayor parte del tiempo estaban en misiones importantes. Esta vez sus dos padres habían partido con el padre de Ino y otros ninja.

Cuando sus padres se iban de misión Sakura solía quedarse en casa de los Uzumaki o de los Uchiha. Ino también se quedaba en casa de los Nara.

Cuando salieron al patio encontraron a algunos alumnos yéndose. Allí de pie esperaban Yoshino, Kushina y Mikoto hablando. Sus hijos estaban con ellas.

-Yoshino-san –Ino se acercó a la mujer- Hinata-chan nos ha invitado a su casa a pasar la tarde, haremos los deberes ¿Puedo ir?

-Está bien, pero a las siete Shikaku ira a buscarte –Ino sonrió y asintió.

Sakura se acercó a las otras dos mujeres y con una mirada de conejito y sus mejillas sonrojadas consiguió el permiso de ambas mujeres.

Las dos chicas corrieron a reunirse con Hinata, Neji y un hombre que solía recogerlos del colegio.

Llegaron a la mansión Hyuga donde allí se encontraron a Hizashi. El hombre saludo a su hijo y después a las tres niñas con una sonrisa.

-Pediré que os lleven la merienda –dijo Hizashi.

Las tres chicas permanecieron en una habitación con su merienda, hicieron sus deberes y después se dedicaron a hacer unas coronas de flores. La tarde paso rápido y mientras estaban jugando a jardín vieron a Neji salir del Dojo donde los Hyuga entrenaban.

Entonces Sakura hablo.

-¿Tu nunca vas Hinata?

-Mi tio entrena con mano dura a Neji porque es el heredero, pero además por ser de la rama principal.

-¿Tu eres de la rama principal?

-Por deseo de mi difunto padre, realmente tendría que ser de la segunda rama…

-Nunca entenderé eso… -murmuro Ino, mientras su mirada era dirigida a Neji.

La tarde termino y a las siete Shikaku e Itachi aparecieron en la Mansion Hyuga para llevarse a ambas niñas. Una vez llegaron a casa Fugaku recibió a los dos niños.

-Itachi sube a tu habitación, Sakura ven conmigo al salón –la joven asintió y siguió las órdenes del mayor. Al llegar al salón se encontró con una sorpresa. Kushina y Mikoto se abrazaban la una a la otra mientras lloraban un mar de lágrimas. A su lado Minato con la cabeza agachada.

Sakura camino despacio hasta situarse frente las tres personas. Kushina alzo su mano y le hizo un gesto para que se acercara, la joven niña corrió a sus brazos y la abrazo.

-¿Por qué lloras tía Kushina? ¿Tía Mikoto?

-Cariño tienes que ser fuerte, muy fuerte pequeña Sakura –murmuro Kushina mientras acariciaba su cabello.

-No entiendo…

-Sakura –la voz de Minato llamo la atención de la joven, él siempre estaba trabajando en su despacho y era extraño verlo- Llegaron noticias de tus padres –la cara de Sakura se ilumino- Sakura no ha salido bien. La misión fracaso, tus padres… están muertos.

Supongo que fue entonces cuando cambie. Perdí mi infancia y deje de sonreír. Solo estudiaba y entrenaba, quería superar a todos. Quería ser la más fuerte.

Los Uzumaki y los Uchiha no eran mi familia y aunque me costara aceptarlo mis padres siempre se verían reflejados en ellos.