CAPITULO 1

Era hermoso, lo que más le gustaba de él eran sus ojos, aunque tampoco había tenido tantas oportunidades de verlos, pero eso no le importaba. Su sueño era algo que estaba segura era eso: solo un sueño, eso que ella deseaba era que la besara, un suspiro salió de sus labios mientras lo miraba y su mente soñadora creaba una fantasía alrededor de ellos dos:

Atardecer. Un hermoso atardecer en el cual ambos paseaban a la orilla de una playa ¿Cuál? eso no importaba. Lo único importante era que estaban los dos solos. Juntos. Tomados de la mano y ella se encontraba feliz, no podia quitar la sonrisa de su rostro, la mirada embelesada que solo se producía cuando él se encontraba presente, ella sería feliz con solo una sonrisa que él le dedicara. Solo que en esos momentos le estaba dedicando más que una sonrisa, la miraba fijamente y con sus ojos transmitiéndole ternura haciendo que su corazón saltara en su pecho y en su estomago se volvieran locas las mariposas que habitaban en ella y despertaban siempre que estaba cerca de su amor. Sasuke.

-Sakura…

Se notaba nervioso al hablarle y sin saber el motivo ella se puso nerviosa. Su corazón se lleno de esperanza, una esperanza que quería crecer, pero aun no sabía de que quería hablarle y no quería darle alas, solo por eso la mantuvo oculta esperando, deseando…

-Sakura… -empezó una vez más, solo que esta vez no se detuvo- ¿quieres ser mi novia? -al ver que esa chica peli rosa que lo traía de cabeza no salía de su asombro añadió tardíamente- te quiero.

Solo eso necesito para que saliera de su trance y lo mirara con su cara iluminada por la felicidad que la embargaba en esos momentos.

-¡Yo también te quiero, Sasuke!-sin resistirlo salto a abrasarlo lo más fuerte que pudo haciendo que ambos cayeran en la arena, ella arriba de él. El peli negro solo la miraba con esa sonrisa cautivadora que lo diferenciaba del resto.

-Supongo que esto es un sí.

-¡Sí!

Ninguno de los dos podía esperar más para probar los labios del otro, así que lentamente, mirándose a los ojos en todo momento empezaron a acercarse tratando de hacer el momento mágico. Sería el primer beso de Sakura, pero no estaba nerviosa, ella llevaba mucho tiempo esperando ese beso para que le entrara el pánico en ese momento. Sus ojos empezaron a cerrarse, sus alientos se juntaban, sus labios se rosaban tiernamente, ella susurró su nombre contra sus labios…

-Sasuke…

-¿Qué sucede con el señor Uchiha, señorita Haruno?

Había caído en sus sueños una vez más, solo que ahora en media de una clase delante de todos sus compañeros, delante de él. Su rostro se tiño de rojo, se sentía avergonzada, humillada. No creía que podría volver a mirarle sin ruborizarse. Todos la miraban con burla en sus ojos esperando la oportunidad para burlarse de ella. En cambio, él, la miraba con la misma sonrisa que le dedica a todas las mujeres, esa que las hacía olvidarse hasta de su nombre, era como si les dijera: "No pasa nada, es normal que estés loquita por mi… les pasa a todas y hay Sasuke para todas." Eso es lo que ella creía que decía esa sonrisa cuando lo miro por el rabillo del ojo. Le encantaría que ella fuese especial para él para que le dedicara la sonrisa tierna de sus sueños…pero eso no creía que fuera a pasar.

Solo le quedaba enfrentarse a la mirada de la profesora y eso fue lo que hizo.

-Lo siento.

La miro con cara de inocente y rogando para que no la hiciera pasar por más vergüenza, tuvo la suerte de que al ser la mejor de la clase y predilecta la dejara en paz y siguiera con la clase, mientras sus compañeros se burlaban a sus espaldas.

Siempre buscaron alguna debilidad, algún secreto sobre ella para burlarse, era perfecta en todo lo que hacía, así que sus compañeros la envidiaban por la facilidad que tenía para salir vencedora en todo lo que se proponía. Todos estaban en su contra, si se acercaban era solo para conseguir algo, nunca nadie se le acerco esperando su amistad, solo querían su cerebro para conseguir una buena nota. Solo podia contar con sus dos mejores amigas Ino y Hinata. Las tres eran inseparables desde niñas.

Suspiro y pensó que ahora tenía que enfrentarse a su curso que en cuanto tuvieran la ocasión iban a molestarla con ese chico de ojos preciosos que la traía vuelta loca y ella no se iba a poder defender, porque todo lo que fueran a decir seria la pura verdad. Sería completamente humillante.

Trato de poner atención en clases, pero sus ojos se desviaban continuamente hacia ese chico que tanto quería. Le encantaría que él también la mirara con cara de enamorado, solo que sabía que eso no iba a pasar. Él, Sasuke, podía tener a cualquier mujer que quisiera. También sabía que nunca se iba a fijar en ella, porque entre los dos existía una barrera invisible pero a la vez tan solida como una muralla: él era popular y ella no.

Solo podía tener fantasías con el chico que le gustaba.

Sasuke Uchiha, prácticamente se consideraba la persona perfecta; era guapo, inteligente, popular, rico. Tenía todo lo que quería… o casi todo, porque como cualquier humano tenía un defecto y este tenía nombre: Sakura Haruno.

Aunque ese era su secreto mejor guardado y no estaba dispuesto a que nadie lo averiguara, tenía una imagen que mantener, tampoco estaba dispuesto a que se burlaran de él, por la simple razón de que le gustara una chica que no estaba a su nivel, ni mucho menos popular. Pero bien que sabía que tampoco trataría de tener una relación en secreto con ella. Ella no se merecía eso.

Solo que sus planes e mantenerse lejos de ella se fueron al infierno ese día. Si hubiese sido inteligente ni se habría aparecido por el colegio, pero no era adivino para haberlo adivinado, así que tendría que buscar una solución de último minuto, porque no creía que fuera capaz de hacer como que nunca había escuchado lo que si escucho.

Sakura Haruno, esa preciosa peli rosa, lo quería. O por lo menos eso dio a entender con ese suspiro en el que pronuncio su nombre, como si la fantasía que estaba teniendo fuera para mayores. Tampoco pudo evitar mirarla con la misma sonrisa con la que mira a todas, debía seguir manteniendo esa fachada en al que era un completo mujeriego que tenía el corazón de hielo.