Hola, pues es la misma historia solo que re–subida por algunas cosas que no habían quedado muy claras y unas correcciones que no quise hacer a su tiempo porque me dio pereza .-.
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Confesiones de Hielo
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Todo había regresado a la normalidad después de la última batalla de aquel gremio que a través del tiempo se había vuelto legendario. Las peleas contra gremios oscuros y enemigos casi invencibles se habían acabado para Fairy Tail, todo se había normalizado, y todos en la cofradía llevaban una vida tranquila.
Regresaron esos días antes de la llegada de la rubia a aquel gremio y todos esos momentos se quedaban en nostálgicos recuerdos revividos a base de fotografías.
Al observar la puerta se podía ver el día en que la rubia y el dragón slayer entraban imponentes, felices de estar en casa, o cuando llego la maga de agua y el dragón de metal… recuerdos de cuando Wendy llego y cuando aceptaron por fin que regreso algunas personas que habían dañado el gremio… todos eran felices ahora, solo preocuparse de vez en cuando por alguna misión difícil clase s, pero todo estaba bajo control gracias al equipo numero uno de Fairy Tail… aunque un equipo aseguraba un futuro prometedor, quizá más que el de muchos en el gremio de Magnolia. Romeo había empezado a practicar mucho para ser miembro del mismo grupo que su padre y vaya que lo había logrado se había convertido en la nueva promesa del lugar. Todos estaban muy orgullosos de él, sin duda el nombre del gremio seguiría vivo para siempre…
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—Gray...—. Resonó la vos del joven mago de fuego. Todos miraron hacia la puerta del gremio, viendo un Natsu furioso y una Juvia destrozada. Las manos del dragón envueltas en llamas daban la impresión de que se avecinaba una imponente batalla; el ¿por qué? nadie lo sabía. Mientras tanto el mago de hielo miraba de reojo la escena haciendo un gruñido en forma de respuesta, en tanto que Lucy en una mesa cercana miraba al suelo sin poder ver al dragón a la cara.
Natsu lanzo una llamarada hacia Gray, quien de inmediato reacciono contrarrestando con hielo la magia del peli rosa.
— ¡Natsu! ¿Qué ocurre?—. Pregunto una voz inocente desde la mesa donde se encontraba Lucy.
—Happy, ven.
—Aye sir— se acerco el pequeño neko.
Gray se levanto, mirando a los ojos a su amigo, pero lo que encontró no fue lo de siempre: en su interior sabía que era una batalla enserio, Natsu se preparaba para un ataque que sin duda dejaría calcinado al pelinegro.
—Detente por favor, Natsu-san— Pidió la maga de agua sollozando
—Juvia…-. Susurro Natsu deteniéndose en seco.
Él y la maga se dieron la media vuelta marchándose del gremio seguidos por Happy.
El joven mago de hielo no entendía que había ocurrido ¿Qué le pasaba a su mejor amigo?, le extraño que Juvia al verlo no hubiera corrido hacia él para atosigarlo como de costumbre ¿Qué ocurría?, la rubia se levanto corriendo de la mesa y marchándose al unisonó de las preguntas que resonaban en el gremio sobre la actitud de los magos de fuego y agua, no sin antes de que una de sus llaves por su propia magia saliera Loke. El espíritu se acerco a su amigo mientras Mirajne le serbia la bebida que siempre pedía.
— ¿Con que no recuerdas lo que paso?— Loke observaba el vaso sobre la barra, los ojos grises se posaron sobre el espíritu sin saber en realidad de que hablaba.
—Tú y Lucy…
— ¡¿Yo y Lucy qué?!— Alzo la voz el mago, haciéndola escuchar en todo el gremio mientas golpeaba la barra, todo se quedo en silencio por unos segundos, muchos de sus compañeros entendían que había pasado incluso antes de que el mismo pelinegro lo supiera, Loke puso una de sus manos en el hombro del mago quien le señalo que debían salir del lugar.
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Flashback
El día de ayer por la noche Loke y Gray habían salido a beber en un bar de Magnolia con motivo de celebrar el éxito en una misión, Natsu había preferido irse a dormir junto con Happy, mientras Lucy tenía sus propios planes con las chicas del gremio.
Cerca de las 2 de la mañana, el espíritu y el mago estaban en total estado de ebriedad, les fallaba el sentido común y hacían tonterías, incluso varias veces Gray estuvo a punto de desnudarse por completo, sin embargo de un modo u otro se controlaba la situación y solo quedaba con su pantalón negro.
—Hey Loke, tu siempre estas rodeado de muchas chicas— Sonrió el azabache mientas su bebida
—Tú podrías hacer lo mismo, las mujeres gustan de ti— Sonrió el espíritu con una risa burlona al final de sus palabras.
—Aunque tú tienes a Juvia, quien te ama locamente— Concluyo casi como un susurro. Gray solo hiso un quejido y negó con la cabeza. Un par de chicas se acercaron a la barra tratando de conquistar a Loke que gustoso no se negaba a las provocaciones.
—Bastardo— Mascullo Gray al mirar la escena con una sonrisa burlona. Se puso de pie y se propuso recorrer el bar, lo cual hiso tambaleando por algunos rincones sin dirección aparente. A la cercanía pudo ver a Loxar.
—« ¿Por qué mi corazón late tan rápido?»― Se pregunto llevando una de sus manos al pecho. ―«Amor»— Se dijo, recordando lo que muchas veces Mirajne le insinuó que él sentía por la maga de agua, mas sin embargo él como un lobo de hielo frio y solitario no podía comprender.
El pelinegro se dirigió a hacia la maga de agua, su juicio estaba nublado; probablemente la tomaría por la cintura y la besaría apasionadamente, al ver esa escena Loke sabía que su amigo estaba en buenas manos.
Todo hubiera resultado favorable para ambos, pero en un arranque de negación, Fullbuster salió corriendo hacia la puerta.
—Gray ¿Qué haces aquí?— Hablo la maga de espíritus celestiales.
—Lucy…— Susurro el alquimista acercándose lentamente a ella, la maga se quedo inmóvil, si bien se había hecho muy fuerte con el tiempo y ya no era la misma niña temerosa que llego un día al gremio, su debilidad era un hombre guapo que se acercara a ella… El mago la tomo de la cintura y la coloco contra la pared.
—Gray— Dio un suspiro ahogado la rubia, Gray la sostenía por la cintura pegándola su cuerpo mientas la besaba como si tuviese miel por toda la boca.
« ¿Acaso no le bastaba a Lucy con el dragón?» Natsu estaba totalmente enamorado de ella, además había salido con sus amigas esa noche para decir a todas que por fin ese dragón era suyo, que después de tanto le había confesado sus sentimientos y que ella posiblemente por la mañana le diría los suyos, pero esto iba en contra de todo lo que la rubia había planeado, ¿Qué aria?. Esas dudas no pasaron por su mente, las copas de más sobre los dos los traicionaron haciendo que cayeran en la pación del momento en un motel cercano.
Al no encontrar a su mejor amiga la maga de agua salió en su busca, algunos ebrios indicaron que la chica había entrado a un motel hacia ya un par de horas con un Joven y apuesto mago.
—«Juvia no debería molestar a Lucy, pero Juvia ya quiere irse»— Se dijo la maga de agua a sí misma entrando al motel, pero lo que vio la destrozo por completo; vio a su mejor amiga y al hombre que ella amaba besándose.
—Juvia…— Lucy se atraganto con su propia saliva al verla y Loxar no necesito muchas explicaciones para salir corriendo lejos de la presencia de aquellos dos.
El cielo empezó a ponerse gris anunciando una tormenta. Lucy salió corriendo tras su amiga y Gray cayo exhausto en la calle, en tanto del otro lado de la cera Loke presenciaba incrédulo lo que acababa de pasar, levanto al mago de hielo y lo llevo a casa.
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—Juvia espera— Suplico la rubia con la esperanza de que su amiga se detuviera. Juvia se detuvo y justo en ese momento algo dentro de ella se rompió como cristales que le recorrían las mejillas cual tristeza liquida.
—Lucy, Juvia pensó que eran amigas, Juvia pensó que Lucy la quería— La portadora de las llaves no pudo decir ni una sola palabra al ver esos ojos azules sumergidos en la más profunda tristeza, esos ojos eran las puertas al alma de Juvia que sin duda estaba totalmente destrozada, la lluvia cada vez caía más fuertemente como su mismo dolor.
—Gracias por haberme aceptado en el gremio, y por haber sido tan buena con Juvia, Juvia aprendió a querer a Lucy y Juvia acepta que perdió contra mi rival de amor…— La maga de agua dio un último abrazo a la rubia.
—Juvia— La voz de Lucy era áspera y raspaba dejándole arañazos en el corazón, antes de que la rubia encontrase el valor para corresponder al abrazo, Loxar desapareció en la lluvia….
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Ya era medio día y Juvia no había aparecido — ¡Juvia!— Se escuchaban los gritos de los miembros del gremio temiendo que algo le hubiese pasado a la maga pues no había llegado a dormir. Mirajne estaba realmente angustiada pues su amiga había prometido ir al gremio muy temprano para ayudarla con algunos pendientes.
—Juvia-chan nunca ha faltado a una promesa— Dijo la peli blanca a Natsu.
—Descuida Mira, yo la traeré de vuelta— Hablo el dragón sonriéndole a su amiga, tratando de aliviar su angustia.
El joven dragón salió corriendo en busca de la hermosa maga de agua, algo parecido a una intuición lo llevo a un bosque a las afueras de Magnolia.
— ¡Juvia! ¡Juvia!— Gritaba el mago sin cesar hasta llegar a una cascada —Juvia…— Susurro al verle mientas corría rápidamente a su lado encontrándola herida.
—Debemos llevarte con Wendy de inmediato.
—Natsu-san… no por favor.
— ¿Qué dices? Si te dejo en estas condiciones morirás… ¿Quieres que Gray se ponga triste?— Le dijo regalándole una sonrisa.
—Juvia quiere elevarse al cielo y caer como lluvia, tal vez así logre estar sobre Gray-sama.
— ¿Qué te hiso ese idiota?— Gruño Dragneel
—Nada… Juvia al fin entendió que Gray-sama ama a Lucy y que Lucy lo ama a él, Juvia ya no tiene nada— Esas palabras le dolieron en el alma al mago de fuego, sonrió un poco con una de esas sonrisas vanas que solo repartía por demás.
—«Vaya tu mejor amiga y el hombre que amas, mi mejor a migo y… y bueno ya no tenía caso»— Pensó, alzo a la maga en sus brazos para llevarla con Wendy
—Juvia… esto no se queda así.
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Después de escuchar la historia Gray no podía creer la estupidez que había hecho, había lastimado a dos de las personas más importantes para él… entendía cuan grave era la situación pero aun no sabía los alcances que tendrían las decisiones que él y la rubia tomaron esa noche, Loke se despidió de él marchándose a su mundo de inmediato. Acto seguido Fullbuster corrió buscando a Lucy.
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— ¿Tu lo sabías?—Cuestiono a la maga con un la voz carraspeando, queriendo culparla a ella más que a sí mismo.
—Sí, recuerdo algunas cosas— Dijo la chica mientas una lagrima empezaba a brotar.
—Tenemos que arreglar esto.
— ¡Gray, Lucy!— Como si hubiera sido un mal chiste ahí estaba Mirajne interrumpiendo aquella charla tan importante, o cuando menos eso pensaban.
—Natsu se ha ido y también Juvia.
—Irse, ¿A dónde?— Pregunto desesperado el mago de hielo
—Natsu se marcho con Happy y Juvia, ambos fueron a dos misiones casi suicidas— La albina hablaba al borde del pánico, temía por sus amigos los cuales se marchaban sin garantías de regreso.
— ¿A donde fue Juvia? tengo que ir a buscarla— La desesperación se apodero del azabache recorriendo sus pupilas con un deliro de poder recuperarla.
— ¿La amas?— Pregunto la peliblanca con una mirada desaprobatoria para todos sus actos del pasado, sin duda aquellas apalabras a su tiempo les habrían ahorrado mucho daño.
— ¡Como un loco!— Respondió el mago casi de inmediato aceptando por fin sus sentimientos hacia la peli azul, quizá muy tarde, quizá no tanto…
— Solo el maestro sabe el paradero de esos dos, y no se lo revelara a ninguno de ustedes, por petición de Natsu y Juvia— La rubia cayó de rodillas llorando sin cesar y un grito desesperado escapo de su garganta:
— ¡Natsu!
El mago por el contrario, con un nudo en la garganta, susurro el nombre de su amada con una vos entre cortada, ambos pensaban que quizá nunca los verían de nuevo.
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Pasaron los días y Lucy miraba siempre por la ventana con la esperanza que su dragón regresara gritando su nombre y proponiendo una misión divertida. Gray cada mañana corría al gremio en busca de Loxar, pero cada vez Mirajne daba una respuesta negativa al regreso de la maga, todos en el gremio no lo podían creer, por fin aquella maga había hecho lo imposible, derretir el hielo del corazón de Fullbuster hasta la absoluta desesperación.
Pasaban las semanas y todos en el gremio cada mañana veían al joven de ojos grises con un semblante que reflejaba que no era ni la sombra de lo que una vez fue, muchos lo veían con pena, quizá hasta lastima de haber perdido a la única que amo y a su mejor amigo, otros lo veían culpándolo de la ausencia de ambos, lo mismo era para Lucy; la miraban como la responsable de que dos de los magos más poderosos del gremio tuvieran un paradero desconocido y peligroso.
Erza trataba de animarlos pero sabía que lo que habían hecho ambos fue una estupidez, pero en lugar de reprochar, callaba, pues sabía que su verdadero castigo aun no llegaba… podían no regresar, o regresar odiándolos más que nunca.
Pasaron tres meses y una nota llamo la atención de todos, el dragón slayer y la poderosa maga de agua habían salvado mucha gente en dos países lejanos, derrotando a su paso demonios que destruían la vida de muchas ciudades, el nombre de Fairy Tail ahora resonaba más que nuca como un gremio poderoso, muchos se quedaron anonadados pues se encontraban realmente lejos de casa… por el contrario Lucy y Gray recobraban fuerzas al saber un indicio de donde se encontraban.
No pasó mucho tiempo para que Gray y Lucy decidieran marcharse en busca de los magos en compañía de Wendy y Erza, el viaje fue largo pero al fin habían llegado a una de las ultimas ciudades donde habían estado Natsu y Juvia, pero, no lograban encontrarlos.
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Al paso de unos días desistieron de su búsqueda, y prefirieron marcharse de ese lugar.
— ¡Chicos!
— ¿Qué ocurre Wendy?— Pregunto la pelirroja.
—Unos niños me hablaron de Natsu y Juvia-san.
— ¿Qué te contaron?— Tomo la palabra Lucy mientras se acercaba a ella.
—Este… me contaron una historia. Según parece Natsu y Juvia les hablaron sobre varias cosas, Natsu conto a algunos niños las historias sobre el gremio los villanos que hemos derrotado. En cuanto a Juvia— Se detuvo la pequeña maga
—Juvia…— Susurro el pelinegro pidiendo casi a gritos que continuara.
—Lo que ella les relato seguro los deja tranquilos; ella le conto a un grupo de niñas que siempre hasta el mago más poderoso como Natsu tiene una debilidad, el amor… Les conto que Natsu estaba perdidamente enamorado de una joven muy hermosa que además era su amiga, que esa chica era una maga muy linda y agradable— En cuanto dijo esto Lucy sonrió y a la vez lloro de felicidad, su Natsu aun la amaba, aun tenía la oportunidad de encontrarlo…
—También les conto su propia historia, una maga de agua que esta perdidamente enamorada de un mago de hielo, un apuesto príncipe de hielo— Termino Wendy de decir sonriendo, como respuesta obtuvo un suspiro y una sonrisa cálida de Gray. Sin más regresaron a casa.
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Habían transcurrido ya nueve meses desde que habían ido a buscarlos, pronto seria un año de la ausencia de los dos magos en el gremio.
Una mañana como cualquier otra Lucy y Gray se habían reunido en el gremio con la esperanza de que ese día volvieran sus seres amados, pero no sabían que lo que deseaban les iba a costar muy caro…
