Notas de autora.

Bueno, pues esta historia quería escribirla desde hace mucho tiempo, y aquí esta.

Os agradecería enormemente que me escribierais diciendo que os parece y si debo cambiar algo en mi forma de escribir.

Mm en general me gusta, pero a lo mejor me ha quedado algo pesado, si es así no os cortéis y decídmelo.

Acepto todo tipo de criticas razonadas.

También acepto ideas eee¡¡

Un detalle curioso, esta basada en hechos reales. Yo misma hice ese viaje espero que os guste la historia, por que muchos de los sentimientos que intento transmitir son los míos propios.

Se os quiere¡¡

CAPITULO UNO: Dichosa mochila

Ojala se acaben ya estas vacaciones.

Dentro del autobús había risas, amigos hablando de cualquier cosas, canciones y sonrisas por casi todas partes.

Casi.

En uno de los asientos delanteros había una joven pelirroja que solo deseaba que llegaran ya a donde sea que les llevaran.

No había nadie sentado en el asiento del al lado.

Pensó que era una autentica putada no haberse traído su walk man, pero había salido tan deprisa de Hogwarts que se olvidó, por tanto siguió leyendo el libro que tenia entre manos.

Era uno de sus libros favoritos, lo malo es que ya se lo sabia casi de memoria.

Aburrida giró la cabeza hacia atrás y observo el panorama.

Ahí estaba James Potter, como siempre, dando la nota.

Era algo innato en él, hacia reír con solo unas palabras.

Estaba incorporado sobre el asiento delantero, en el que estaba Remus.

Toda el autobús estaba girado mirando a los merodeadores, que amenizaban el viaje con chistes, bromas o simplemente hablando.

Por casualidad de la vida o reflejo de la realidad, los medoreadores estaban sentados mas o menos en el centro del autobús.

Al lado de James estaba su inseparable amigo Sirius Black, que en este momento tiraba de James hacia atrás para que se sentara otra vez, delante estaban Remus Lupin quien le decía a James que se sentara bien o les iban a echar del autobús, y Peter que se limitaba a dormir.

Lily maldijo interiormente.

No debería haberse apuntado al viaje, pero en ese momento no lo pensó. Era un viaje cultural importante, pero no se había parado a pensar que iba sola.

No se llevaba bien con su casa, menos con su clase.

Si bien es cierto que ella solo iba para ver las exposiciones y los museos, no se podía negar que tenían demasiado tiempo libre, tiempo en el que mientras sus compañeros jugaban, hablaban o compraban juntos, ella estaba sola con su libro.

En ese momento James Potter empezó contar un chiste mientras se incorporaba otra vez sobre el asiento de su compañero de delante. Sirius le dijo que como tuvieran que ir andando le tenia que llevar en brazos. James le ignoró.

Lily cerro el libro y escuchó lo que decían, aprovechando la excusa para mirarle de arriba a bajo.

Nunca antes se había fijado en él. Era muy popular en el colegio, pero como ella siempre iba a su bola.

En clase atendía sin que le importaran las tonterías de los demás, sino estaba en clase estaban en la sala común leyendo o haciendo deberes.

En clase se hablaba con dos o tres personas, una relación totalmente formal, hasta este viaje no se llevaba mal con nadie, simplemente no se llevaban.

A Lily le fascino la habilidad de James para hacer que todos le siguieran como burros, captaba la atención como nadie, hablaba alto y claro como si nadie se atreviera a cortarle la palabra.

Estaba en el grupo de teatro de la escuela, no tenia ninguna vergüenza y Lily por diferentes razones había visto todas las actuaciones del chico, bueno, Lily y mas del 95 por ciento del alumnado de Hogwarts.

A la pelirroja el extraño que Sirius Black, otro inmortal del colegio no estuviera subido también encima del asiento.

Sospechó que le había pasado algo y por eso estaba triste, si es que Sirius Black podía estar lo que se dice triste.

Su expresión mientras hablaba con sus amigos hace media hora daba a entender que no estaba hablando de que harían cuando se juntaran con los Sly.

!Dios, el viaje acaba de empezar y ya me quiero ir!

Nunca le había importado estar sola, tenia pocos amigos-muy pocos-pero con ellos era feliz. Se querían y cada uno era distinto, no eran clones rubias como las cuatro tontas que tenia detrás.

Por desgracia ninguno de sus amigos había podido ir.

La única que era de Gryfindor, estaba un curso por encima, en séptimo, y este viaje es solo para los de sexto. La otra, también séptimo y de Ravenclaw.

Y Severus… es otra historia.

El viaje a Suiza era un experimento de Dumbledore.

Seria una especie de viaje muggle, visitas guiadas a museos, y diversos lugares culturales.

Incluso por las mañanas irían algunas horas a institutos muggles.

Tenían que evitar llamar la atención en la medida de lo posible, casi siempre iban con profesores, el propio Dumbledore que estaba sentado en la fila de al lado de Lily, y Mcgonagall.

Ni siquiera se le había pasado por la cabeza que no conocía a nadie.

Y no le habría importado, pero al menos, habría estado mentalmente preparada para la soledad que le encogía el corazón.

Le recordaba a sus primeros años de colegio, donde no encajaba con nadie por lo que era, donde la gente te metía con ella, la pegaban y ni siquiera los profesores le tenían algo de estima.

La situación no era tan extrema, nadie la insultaba(o casi nadie), ni se metían con ella, simplemente la ignoraban educadamente (y otros no tan educadamente).

Al menos estaban Dumbledore y Mcgonagall, que , aunque a algunos les pareciera patético y raro, a ella le gustaba estar con ellos. Era entretenido. Y la conversación fue interesante, en el viaje en avión -un trauma para muchos de sus compañeros- discutieron largo y tendido sobre la implicación de los ministerios mágicos durante la Segunda Guerra Mundial.

Se dio cuenta de que James había dejado de hablar, ella no se había enterado de lo que había dicho, pero le daba igual.

Le bastaba con mirarle y se le encogía el estomago.

Le pasaba siempre que le miraba desde que había empezado el viaje, antes ni siquiera se volvía a mirarlo, ahora siempre estaba pendiente de dónde estaba, qué hacia y con quién.

Lily se obligó a dejar de mirarle como una boba y seguir mirando hacia delante, como estaba en la primera fila de la derecha veía todo el paisaje de frente.

Y otra vez al dejar divagar su mente, en el reflejo del cristal sus ojos volvían directamente a los merodeadores, el cristal le permitía ver lo que pasaba detrás.

Los merodeadores se levantaron intentando no llamar mucho la atención, y como si los profesores no lo hubieran visto y haciendo caso omiso de las advertencias de no levantarse se fueron a la ultima fila del autobús.

El autobús era pequeño, solo eran la mitad de los alumnos de sexto de Gryfindor, tenían un autobús para cada casa. Aun podía ver que hacían.

Se sentaron los cuatro juntos, puesto que al ser la ultima fila no había separación de dos y dos.

Al segundo todos alrededor empezaron a hablar con ellos.

Y una chica salio de entre el publico que habían generado y se sentó en las rodillas de James, mientras ambos se reían, el chico empujo un poco al chico que tenia a su lado, ignorando los insultos de Sirius y puso a la chica rubia entre los dos a la vez que le pasaba un brazo por encima de los hombros.

Seria la nueva novia de Potter.

Las conversaciones se mezclaban y Lily no entendía de que hablaban, no en vano estaban en la ultima fila.

Antes de que Mcgonagall avisara de que fueran recogiendo sus cosas a Lily le dio tiempo de fijarse en la chica.

No recordaba su nombre-y seguramente James tampoco-pero su físico era mas que evidente y para un chico como Potter, suficiente.

Era baja, mas de lo normal, pero una cara angelical acompañada de un cabello largo y rubio platino, cuerpo perfecto y no parecía demasiado tonta.

Poco a poco fueron bajando del autobús, y otra vez Lily volvió a fijarse que ella era la única que esperaba en silencio y sola a que bajaran los profesores para decirles que hacer.

Todos caminaban en parejas , tríos o incluso de mas de siete personas, y ella aunque las primeras veces había ido distraída, empezaba a darse cuenta de esos detalles que a veces conseguían hundirle un poco la moral.

Dumbledore los separó en dos grupos, al azar.

Uno iba con él a ver lo que iba a ser su nuevo colegio durante la semana siguiente, y el otro grupo iba a conocer quienes les habían acogido.

Al parecer Mcgonagall considero oportuno separar a los merodeadores, puesto que James y Remus iban con ella y Sirius y Peter con Dumbledore.

El grupo de Macgonagall- entre ellos Lily-emprendieron el camino.

Durante el camino varios se quejaron de que por que no podían ir con escoba o con trasladador y la profesora les recordó que era un viaje para aprender de los muggles, y que los muggles iban andando a muchos sitios.

Lily se abstuvo de comentar que incluso los muggles cogian un coche o autobús de línea para ir desde las afueras al centro de la ciudad.

Estaba de mal humor, la mochila le pesaba una barbaridad. Estaba casi a reventar, no les dejaban usar conjuros en las maletas de mano, por que los muggles al entrar a museos y sitios así registras y seria muy raro encontrar un lavavajillas en un bolso de piel.

Mientras Lily se preguntaba de nuevo por que demonios habría ido, algo le golpeo por el costado.

-¡Pero que haces! ¿Dónde aprendiste a caminar?¿En la escuela de invidentes?-dijo Lily antes de mirar con quien había chocado

-Lo sentimos Evans, es que James es idiota- Explicó Remus

-¿Qué yo soy idiota?¡Eh! Oye no huyas cobarde-James se rió mientras Remus se iba fingiendo estar enfadado. Antes de irse detrás de su amigo se volvió para disculparse.

-Perdona el empujón Evans, es que Remus debe tener problemas de coordinación, porque ha interpuesto su pie entre los míos.-Al parecer Potter nunca perdía la sonrisa-Creo que es él el que aprendió en una escuela de invidentes.

James le guiñó un ojo y recogió la cartera de Lily del suelo:

-¡Ostias Evans!-gruño mientras la recogía del suelo-¿Puedes con ella?

Recuperada ya de la impresión de haber mandado a la mierda a James Potter, se repetía mentalmente que no era la primera vez que hablaba con Potter, no entendía el nudo en el estómago.

-Bueno, mas o menos-Bromeó Lily extendiendo la mano para que le devolviera la mochila.

James se colgó la mochila al hombro, y antes de que Lily preguntara dijo guiñándole un ojo.

-Ya la llevo yo- al ver que Lilian iba a protestar añadió-Tómatelo como pago por el golpe.

-¿y tu mochila?-Preguntó la pelirroja al ver que James no tenia mochila propia.

James se carcajeo como si acabara de recordar algo y mientras empezaban a caminar para no quedarse rezagados dijo:

-Remus se ha ofrecido voluntario a llevarla-

Lily sonrió y alzo una ceja :

-¿A si?

James fingió ponerse depre y contesto:

-¿Te atreves a dudar de mi palabra?, ¡Pues haces bien!-Dijo contestándose el mismo- Porque apostamos cuantos Slytherin vendrían al viaje, y el amablemente te ofreció a llevarme la mochila toodo el camino. Bueno Evans voy a buscar al tránsfuga de mi amigo. ¡Nos vemos!

Lily estuvo a punto de decirle que le devolviera la mochila, que no era tan frágil, que podía llevarlo sola perfectamente, peor al final decidió agradecérselo en silencio, ya que el peso de la mochila era un enorme incordio, un engorro y le daba tanto calor que se ponía de mal humor.

James echó a correr detrás de su amigo, pero antes de recorrer dos metros se volvió y le dijo:

-Además Evans, yo soy mas fuerte que tu-le guiñó el ojo -Búscame luego y te la devuelvo.

Lily vio como se acercaba por la espalda a Lupin que estaba hablando con otro alumno y le gritó algo al oído, con lo que Lupin saltó y le echo a su compañero la bebida encima.

Lily sonrió embobada mientras Carter intentaba darle a James con un paraguas.

De nuevo, Lily se dio cuenta de que se había embobado otra vez mirando a James Potter.

No sabia que le pasaba, ni por qué ahora le seguía a todas partes con la mirada. Nunca habían tenido mayor relación que dos desconocidos, ella hacia su trabajo como prefecta y el lo hacia como gamberro juvenil.

Nunca se había fijado en él, aunque por todas partes las chicas le idolatraban, nunca se había fijado en su disponibilidad de ayudar desinteresadamente a cualquiera, su sonrisa siempre en su rostro, su lealtad, sentido de la amistad..

Lo único que, hasta ahora, sabia de él era su alta estima, por no decir prepotencia, era demasiado impulsivo, no respeta las normas.. Y aun así, al descubrir que casi no podía con su mochila se la cargaba al hombro como si no le importara, incluso después de haber conseguido que su amigo cargara la suya propia.

Su humor mejoró notablemente incluso para ella misma, y se fue hasta donde estaba Mcgonagall, al menos tendría algo de que hablar.

Por el camino descubrió el por qué les estaban haciendo caminar, entraron en un parque que era del tamaño de casi un pueblo entero o puede que mas, montículos de hierva, caminos de piedrecillas entre estanques, perros corriendo mientras sus amos se relajaban en el césped.

Era increíble, incluso se podía ver el lago, el famoso lago de Ginebra.

-¡Qué maravilla profesora!

Ya no le importaba caminar, la tarde se cernía sobre ellos, no hacia calor y venia un aire que refresca los sentidos. Cerró los ojos y dejo que el viento la hiciera sonreír.

-Si que lo es. De hecho algunos consideran el lago como mar interior, tardaremos cerca de media hora en barco.

Lily asentía descuidadamente sin escuchar del todo, estaba demasiado relajada disfrutando de sus propios sentidos.

..media hora en barco..

-¿Barco?¡¡-pregunto Lily sorprendida.

Lily guardara este momento como la primera vez que vio a su profesora sonreír de verdad.

-Os hemos separado para poder hacer algo de provecho hoy, tus compañeros están visitando un museo muggle que vosotros visitareis mañana, mientras ellos vienen al parque y suben en barco.

Lily se limito a pestañear, no es que se quejara, cuanta menos gente hubiera mejor se sentía ella, le daban fobia las reuniones con demasiada gente, tendía a ponerse nerviosa, a hablar poco y, las pocas veces que hablaba parecía transmitir a los demás su frustración.

Era demasiado transparente le habían dicho a menudo.

Cuando estaba cabreada, todo el mundo le caía mal, y si no estaba cabreada simplemente no le interesaba conversar sobre la ultima moda en faldas.

Eso normalmente no era un problema, ella era feliz, tenia dos o tres verdaderos amigos, los que te preguntan qué tal y esperan escuchar la respuesta.

Había vivido sin amigos muchos años y sabia que se podía vivir sin ellos, pero ahora era mucho mas alegre, en su propia casa o en Hogwarts nunca se sentía sola, tenia sus libros, sus amigos, si se aburría se iba al lago, a la biblioteca, a las cocinas o simplemente paseaba por los terrenos, algunas veces sin compañía y otras veces acompañada, pero nunca se sentía sola.

El grupo con Mcgonagall y Lily a la cabeza volteó una casita rural siguiendo el camino de piedrecillas del suelo acabaron en un puente desde el que se veía el mar menor (como lo llamaban allí) y muchísimos árboles y montañas.

Lily pensó que a Laurie y a Lucy les gustaría ver esto, y sintió una terrible nostalgia al imaginar como seria el viaje si fueran las tres juntas.

Unas voces provenientes de atrás la sorprendieron, a ella y a la profesora ambas se dieron la vuelta por su deber como prefecta y profesora.

Al ver la escena puede que ambas pensaran lo mismo, pero decidieron no intervenir, no tenían que fastidiarle la tarde a los chavales.

Un chico se había caído accidentalmente al un estanque asustando a los peces, y la razón de que dudaran en intervenir o no era que, James Potter estaba cerca.

Lily reconoció al chaval al que Remus le había tirado la bebida por culpa de James, si se lo dijera a Mcgonagall se verían obligadas a intervenir y a hacer la respectiva investigación y el correspondiente castigo.

Es lo que debería hacer.

Pero no lo hizo.

Cuando iba a abrir la boca para señalar el hecho que, había visto a Potter pelearse con Carter, vio a James paseando tranquilamente con su mochila al hombro, su expresión de inocencia no engañaba a nadie, había sido el. Lily estaba dispuesta a jurarlo, como también admitía que lo que había hecho Potter no estaba bien, por su culpa le habían echado encima algo sospechosamente parecido a la cerveza, Carter solo se defendía y James lo tira al lago.

Lo mirara por donde lo mirara estaba mal.

Pero ya no había remedio, Mcgonagall había decidido que era un accidente y no tenia nada para pensar que era lo contrario, y ella, aunque le pesara, no pensaba decir nada, no era mentir, nadie le había preguntado, así que podría seguir durmiendo tranquila.

Siguieron caminando tranquilamente observando el paisaje. Lily se dio la vuelta para comprobar lo que le decían sus oídos, se habían puesto a cantar, a cantar como niños, veía a Remus y a James llevar la voz cantante, era una canción famosa de las chicas del caldero, Lily decidió pasar por alto también que estuvieran infringiendo la norma de no hacer alarde de nada extraño.

Entre risas, ruidos de patatas, conversaciones James gritó:

¡HOLA FONDO NORTE!

Los jóvenes de alrededor de Lily contestaron también gritando.

¡HOLA FONDO SUR!

Como estaba suficiente lejos como para que nadie lo notara se paro a mirar a Potter otra vez.

Puede que fuera extraño, pero le bastaba con mirarle, se había vuelto su pasatiempo favorito en aquel viaje del infortunio.

Vio como Remus y el se separaban un momento del grupo, dejaba la mochila en el suelo y le pedía agua a Remus, al parecer estaba ya un poco cansado y Lily se sintió culpable.

Ella correteando como una liebre entre árboles, puentes y montañas, sin ningún peso y Potter cargando con su mochila y, además, no sabia cuanto iba a durar el viaje.

Al bajar del autobús les dijeron que era cuestión de l0 minutos pero como Mcgonagall le había contado en confidencia, tenían que llegar hasta la orilla y eso seria mas de media hora.

Mcgonagall había insistido en que era una sorpresa que les había costado mucho esfuerzo conseguir, que por eso habían tenido que dividir el grupo, por que el dueño del barco no estaba dispuesto a subir tanta gente al barco.

Total que desando el camino hecho y llego hasta donde estaban Remus y James, hablaban muy bajito y por raro que pareciera el dúo calavera estaba alejados de los demás, como estaban muy concentrados no se enteraron de que Lily estaba detrás y logró escuchar una parte de la conversación.

-Que no te preocupes Cornamenta, Dumbledore me dijo que estaríamos de vuelta antes de luna llena.

Lily se preguntó de que estaban hablando, cuando se acerco a ellos lo hizo con la intención de que Potter le devolviera la cartera.

Pero no contaba con el nerviosismo de su estomago que empezaba a volverse doloroso. Era una tontería, no era la primera vez que hablaba con el, que le reñía o le echaba el sermón por alguna travesura, no entendía porque ir a darle las gracias y pedirle que le devolviera la mochila le costaba tanto.

Como siempre, nadie se dio cuenta de que estaba cerca, oyó algo mas acerca de la luna llena.

Estaban muy concentrados hablando solos, así que Lily se dio la vuelta y volvió a donde estaba antes, ya le buscaría el para librarse del peso de la cartera.

En una media hora llegaron hasta una especie de orilla, totalmente parecido a una orilla de cualquier playa paradisíaca, entre empujones, gritos, y algunas pocas protestas fueron subiendo al barco.

De nuevo volvió a sentirse fuera de lugar, Mcgonagall estaba con el conductor en la cabina se sentó al lado de quien tenia delante, pero antes de que el barco partiera les dijeron que no se podían quedar en esa parte del banco porque las aguas estaban agitadas y seguramente les salpicaría demasiada agua y corrían peligro de caerse.

Entre el caos que produjo la posible caída Lily acabo arrinconada en un lateral, como no podía sacar el libro por las salpicaduras del agua se dedico a mirar el mar, mientras no tenia mas remedio que oír lo que hablaban a su alrededor.

Con gran sorpresa y presa de un reciente nerviosismo se dio cuenta de que tenia a la derecha a James Potter, ni siquiera la había reconocido, como de costumbre nadie la notaba, y puede que haberse puesto el abrigo negro que le llegaba hasta media pierna, con la capucha echada encima de su mal peinada coleta influyera en su potenciada invisibilidad.

Aprovechó la oportunidad para prestar toda su atención a James sin que se notara, escuchaba cada palabra, veía cada gesto.

Alice Merring y Cecily Mcnaugh, hablaban y Lily sonrió , eran tan evidentes, su expresión corporal, la forma de inclinarse ante James y Remus, delataban un creciente interés en los chicos.

Por supuesto les daba igual que ya tuvieran novia, si podían conseguir algo mas de popularidad les importaba poco todo lo demás.

Las horas muertas dedicadas a observar a los demás le habían dado una especie de sexto sentido, la expresión corporal es un libro abierto, alguna ventaja tenia que tener que te consideraran invisible bromeo para sí misma.

Se recoloco la capucha otra vez para que no le molestara el agua que salpicaba y miro a su alrededor dejando que la belleza del paisaje la hiciera sentirse mejor.

Después de bajar del barco Mcgonagall les informo de cómo irían las cosas y con quien vivirían durante una semana, ahora llegarían al colegio, se supone que sus correspondientes suizos les recibirían allí.

Les recordó que tenían que actuar como muggles, las familias era muggles, sabían de la existencia de la magia pero les recordó que tenían que adaptarse ellos a su familia adoptiva.

Durante el camino Lily decidió evitar a James Potter.

No sabia por qué pero al estar encerrada tanto tiempo en el mismo espacio que él se le estaba reblandeciendo su muy querido cerebro.

No había estado nunca tan cerca de él, nunca le hablaba si podía evitarlo, nunca se había fijado en su maldita sonrisa y no iba a empezar ahora.

James Potter nunca mais.

Vio que ya habían llegado, muchos ya habían encontrado a sus suizos y se preparaban para irse, busco a Potter para coger su mochila, SOLO para recuperar su mochila.

Y le vio hablando con un chico muy alto, rubio, pálido, con una sonrisa amable en la cara, Potter y el se daban las manos.

Lily se acercó y al estar a menos de un metro abrió la boca de par en par.

James Potter y el chico rubio hablaban en un perfecto francés. Muy pocos alumnos de Hogwarts hablaban otro idioma aparte de ingles, no era necesario en su mundo, un simple hechizo y entendíamos todos los idiomas.

Lily trago saliva al pensar que ella no sabia francés y que no podía usar magia.

Y Potter, por primera vez en su vida, le dio envidia por algo referente a estudios.

Carraspeó.

-Potter, gracias por llevarme la mochila, ya me la puedes devolver.

Mierda. Muy brusca.

Potter se giró como si le fastidiara.

-Ah, hola Evans, toma -Dijo a la vez que le entregaba la mochila- Ha sido un placer, la próxima vez no lleves tanto peso, no siempre habrá un chico fuerte y guapo para llevarte el equipaje.

Antes de que Lily contestara que donde estaba ese chico fuerte y guapo el rubio habló

-Pagdon, señorina, vostre nombre es Evans? ¿Lilian Evans?

Potter enarcó las cejas, Lily pensó que tal vez ni siquiera Potter supiera su nombre. Ignorando el inexplicable dolor y la angustia estupida que le había producido el que Potter no supiera ni su nombre de pila.

-Si, ¿Por qué lo pregunta?-Dijo Lily

El rubio que era extraordinariamente alto, se giro y grito:

-¡Elodie! ¡Elodie! -se volvió a Lily y dijo- Emm, veras mi amiga Elodie es tu tandem.

-¿mi qué?-Pregunto sorprendida

-Tu chica suiza, Evans, significa que es con ella con quien vivirás el resto de la semana-Explico Potter traduciendo las palabras del joven suizo.

Elodie Savary llegó junto con otro chica suiza y Remus Lupin.

Total, Lily quedó encerrada en una conversación que no entendía, Remus y ella se miraban mientras los tres suizos y James hablaban.

En cuanto pudo Remus dijo:

-¡Tío! Corta el rollo, ¿Qué pasa?

-Oh nada, estábamos hablando, Remus tu vivirás con la familia de Geraldine, yo con Alexandre y tú Evans con Elodie.

Oh no, ¡que mala suerte Lily! pensó para ella misma.

Mientras James y Remus hablaban como si ella no estuviera presente, le dio tiempo a mirar a su chica y a la de Potter y Lupin.

Eran muy amigos, no entendía la conversación, pero se les notaba. Lo que indicaba que cada vez que Elodie, Alex y Geraldine quedaran, ellos tendrían que acompañarles.

Una extraña sensación de vértigo se apodero de ella y no le costo ningún esfuerzo fingir que no existía y estar camino todo el camino en autobús, les dijeron en un imperfecto ingles que iban cada uno a su casa a merendar y que después irían a una fiesta a un pub, hasta la una o las dos de la mañana.

Remus y James lo celebraron con bromas y alegría, por fin verían a Sirius y a Peter, y al resto de sus compañeros.

No irían todos, porque cada ingles tenia que hacer lo que hiciera su chico/a suiza, pero Elodie les dijo que llamaría personalmente a los tamden de sus dos amigos para convencerles de que asintieran a la fiesta.

James y Alex se fueron en otro autobús, al parecer Alex vivía lejos, Remus y Geraldine se fueron andando y Elodie y Lily también se fueron andando.

Elodie intentaba mantener una conversación con Lily, pero ella no ponía mucho de su parte, estaba pensando en la fiesta de esa noche.

Tendría que aguantar durante horas a sus compañeros bebiendo, dándose el lote, y gritando sin parar.

Y ella mirando a las musarañas, ya que no bebía nada. Le parecía algo ridículo y además, un reciente estudio muggle aseguraba que beber mataba neuronas, y ella tenia mucho cariño a todas y cada una de sus neuronas.

Eran lo único que tenia.

No era una belleza, aunque tampoco era un cardo borriquero y no era el alma de las fiestas, mas bien lo contrario.

De lo único que estaba orgullosa y completamente segura era de su aguda inteligencia. Hacia todo lo posible por mejorar, la información es poder se repetía una y otra vez. Cuanto mas sabia de todo, de la gente, de las ciudades.. De todo, cuando mas sabes mas poderosa eres.