Gatt: -Ok, se que dije que escribiría acerca de los juegos de Zelda utilizando mis propios personajes, pero tenía esta idea desde hace bastante rato… Me había prometido a mi misma que no pondría nada de mis escritos en Internet hasta que supiera de la trama de tLoZ: Skyward Sword, pero… ¡Gracias Nintendo, por siempre tratar de sacarnos canas con tus juegos, y gracias Shigeru Miyamoto, por guardarte para ti solito toda la información sólo para volvernos locos cada vez que diriges un juego nuevo, estúpido japonés loco de remate! ¡Y por cierto, quisiera saber qué demonios te fumas cada vez que vas a una conferencia a hablar de tus creaciones, porque nunca dices nada útil excepto para qué consola nueva va a salir!... Diablos, me estresé tanto que ahora me duele la cabeza… Necesito un café… Como sea, disfruten esta locura que parece que escribí bajo un puente mientras me inyectaba droga-.
Capítulo 1
La joven rubia suspiró mientras miraba por la ventanilla de la limusina y acariciaba los cabellos de su hermana menor, que dormía sobre sus rodillas. Sin darse cuenta recordó lo que le había obligado a encontrarse en tan lujoso auto, de camino a la mansión de su abuelo. La palabra "huérfanas" resonó en su cabeza una y otra vez. "Si tan solo no hubiesen tomado ese avión, si tan solo los hubiese convencido de quedarse en Año Nuevo…" se repetía a si misma mentalmente. No podía llorar… No podía quejarse… Ella era la hermana mayor: si se mostraba débil ante los demás, ante su hermana, ¿qué clase de esperanza brindaría?... Debía ser fuerte por las dos, aunque precisamente ella fuera la más vulnerable.
-Señorita Zelda, ya casi llegamos…- le dijo el chofer. Ella, despertándose de sus ensoñaciones, asintió en agradecimiento. Entonces, su hermana se removió un poco antes de abrir los ojos, levantándose con un gran bostezo:
-Diosas, dormí como un tronco y ahora me duele la espalda… ¿Pasó algo interesante?- preguntó la niña, estirando sus brazos perezosamente y frotándose los ojos.
-Nada de nada, Tetra… Ha sido un viaje largo, pero ya casi llegamos según el chofer- le respondió Zelda. Sin aviso, su hermana menor básicamente saltó sobre ella para ver por la ventanilla:
-¡Por Din! ¡Mira nada más esa casa! ¡Es enorme!- exclamó Tetra, ignorando por completo el hecho de que le estaba sacando el aire a su hermana mayor. Cuando Zelda se disponía a reclamarle, se tomó la molestia de echar un vistazo también: era realmente una mansión enorme, pintada de blanco, con jardines verdes y frondosos árboles…
-Hemos llegado a la mansión del Amo Daphnes, su abuelo…- anunció el chofer mientras detenía la limusina frente a las escaleras de la entrada principal. Con un suspiro, Zelda se quitó a su hermana de encima y abrió la puerta, para luego bajarse. Subió los escalones y tocó a la puerta antes de que el chofer pudiera decirle que no se molestase. La puerta se abrió, y de allí salió un alto anciano barbudo de cabellos canosos, vestido elegantemente; se dedicaron una mutua sonrisa:
-Mi querida nieta, Zelda… Cuánto has crecido- le saludó el viejo, abrazando a la rubia con cariño.
-Abuelo Daphnes, te extrañé mucho… Ha pasado tanto tiempo- le dijo ella, devolviéndole el gesto.
-Y miren nada más… Tú debes ser mi nieta Tetra: la última vez que nos vimos eras un bebé, así que seguro no lo recuerdas- sonrió Daphnes, separándose de Zelda para saludar a la joven Tetra, quien lo miró de arriba abajo cruzándose de brazos.
-Definitivamente mi memoria no llega hasta tanto, Abue…- fue todo lo que dijo la niña antes de ofrecer su mano. Algo confundido, Daphnes la estrechó, pero con la misma sonrisa amable de antes.
-Por favor pasen, no se queden allí en el frío: es cierto que ya se derritió la nieve, pero todavía sopla una brisa helada allí afuera- ofreció el anciano, dando paso a sus dos nietas. Ambas muchachas entraron: lo siguiente en la lista del viejo anfitrión era enseñarles su nuevo hogar. "Nuevo hogar…" pensó Zelda… otra del montón de palabras que debería recordar para más tarde, y que por ahora no significaban nada.
-… Y éste es el jardín, que al igual que el resto de la casa pueden ir y venir a su antojo- fue todo lo que escuchó la rubia antes de que su mente volviese bruscamente a este mundo. Más que un jardín, era como una pequeña pradera llena de flores radiantes y uno que otro enorme árbol, justo como en frente, pero más grande.
-¡Perfecto! ¡Jugar al escondite aquí sí que será una verdadera aventura!- se emocionó Tetra antes de salir corriendo directamente a uno de los árboles y escalarlo con suma habilidad. Daphnes no pudo evitar sonreír más ante la vitalidad de su pequeña nieta:
-Es tan llena de energía… ¿Cuántos años tiene?- preguntó animado el anciano.
-Abuelo, si yo tengo 17, y ella es menor que yo por 5 años…- le contestó Zelda, algo pendiente de que su pequeño diablillo de hermana no se cayera.
-Entonces tiene 12… Maravilloso, la edad entre ser una niña y una mujer, un verdadero reto para cualquiera ¡No puedo esperar a ver qué cosas nuevas aprenderé con ustedes!- se rió Daphnes.
-Por las Diosas, Abuelo, tu sed de conocimiento nunca se seca; verdaderamente eres un erudito- le felicitó la rubia, sin quitarle los ojos de encima a Tetra. Entonces ocurrió lo que más se temía: un paso en falso sobre una rama débil que se partió. Tetra caía. Zelda corrió para tratar de atraparla, pero estaba demasiado lejos para ella. Un relámpago verde la atrapó en pleno aire, y aterrizó grácilmente sobre el césped, con la niña en brazos. Los cabellos de color paja del joven salvador se agitaron con la brisa, y sus ojos azul eléctrico se posaron en la bastante sorprendida Zelda. Por un segundo cruzaron sus miradas.
-¿Me dejas en el suelo, guapo?- se burló Tetra, rompiendo el ambiente completamente.
-¡Tetra, niña loca de remate, al menos agradece!- le regañó la hermana mayor, echando chispas.
-Le dije guapo, eso cuenta… Aunque no se necesita que me salven para verlo- le guiñó el ojo.
-Uhm… ¿Gracias?- pronunció el muchacho, confundido, mientras dejaba a la niña en el suelo.
-De nada, sexy… ¿Los buenazos tienen nombre?- se rió la jovencita, disfrutando de la cara de su hermana mayor, que básicamente la estaba decapitando con el pensamiento y se imaginaba a sí misma siendo tragada por la tierra de la vergüenza.
-Me llamo Link…- respondió tímidamente el chico, sacudiendo nerviosamente su camiseta verde.
-¿Link qué? ¿Link Colirio?- sonrió pícaramente la muchachita de doce años.
-¿Colirio? ¿Por qué Colirio, Tetra?- preguntó Daphnes, que había caminado hasta allí, y se divertía un mundo, mientras que Zelda prefería mil veces que se la tragase una tribu de pigmeos antes que esperar alguna ingeniosa pero vergonzosa respuesta de su hermana menor.
- Porque verlo me refresca la vista- contestó sinceramente Tetra, sin intimidarse por la presencia de su abuelo, y contestando como si fuera una pregunta tan sencilla como 2+2=4. "Diosas, mátenme, mátenme y acaben de una vez con mi agonía" pensaba una y otra vez la pobre Zelda mientras el color llegaba a sus mejillas casi tan rápido como a Link, mientras Daphnes se reía del ingenio de su nieta.
-En realidad, es Link Kokiri, y le he dado empleo en la mansión para ayudarlo con su situación económica, además de que asumí el cargo de tutor temporal- explicó el viejo, secándose las lágrimas que le saltaban de la cara por tanta risa.
-¿¡Es decir que nos veremos seguido?- exclamaron al mismo tiempo ambas hermanas: una portando una sonrisa pícara al notar que el joven iba a ser la víctima constante de sus bromas verbales… la otra, asustada por notar el rostro de su hermanita… ya se imaginarán de quién era cada expresión. "¡Diosas, olviden mi súplica anterior, acaben con este pobre antes de que sea tarde!" pensó Zelda.
-Así es, Link es mi empleado número uno y es multiusos… Este jovencito puede hacer de todo, se los aseguro, y es un gran estudiante, así que es seguro que tú y él se llevarán genial, Zel- aseguró el abuelo mientras daba palmadas cariñosas al muchacho y miraba a su nieta mayor.
-No nos hemos presentado formalmente: Link Kokiri, a su servicio- recordó el muchacho, extendiendo su mano: Zelda la estrechó apenada mientras Tetra le dedicaba una mirada de "Esto se pondrá bueno".
-Zelda Hyrule, un placer conocerte… Y ésta es mi hermana, Tetra- señaló la rubia a la niña con pena.
-Y ahora que todo está en su lugar y ya conocieron toda la casa, ¿Qué les parece si nos tomamos un descanso y merendamos algo? ¡Tenemos unos biscochos geniales que van perfectos con el té de limón bien calientito!- sonrió animado Daphnes, frotándose las manos por el frío de la recién comenzada primavera. Link y Zelda intercambiaron rápidamente una mirada, mientras Tetra le guiñaba un ojo a su abuelo con complicidad: algo le decía a ese par que definitivamente ese año estaría interesante.
-_-_-_Fin del Capítulo_-_-_-
Gatt: -¡Ok, se que está bien corto, pero es como una especie de prólogo, así que se la aguantan!¿Quieren más? Avisen con reviews, porque si no, ahí se queda nomás… Por cierto, quiero aclarar algo: dependiendo de mi humor, así escribo, pero podría decirse que tengo dos formas a las que cariñosamente he nombrado como "Gatt" y "Nightmare Knight", de cortito "NK". No se sorprendan si a veces escribo divertido o…-
NK: -Deprimente y oscuro como la noche sin Luna, que acongoja los corazones de los poetas con el lastimero aullido de la brisa de invierno, que silba entre las ramas desnudas de los árboles marchitos y…-
Gatt: -¡Oh, cállate NK, vas a matar a alguien con tu poesía que parece sacada de una "Guía de cómo hablar Emo para Dummies"! ¡Eres tan deprimente que provocarás suicidios masivos!-
NK: -Y tu provocarás infartos con tu comedia y situaciones extrañas, das demasiada risa, necesitas algo que llegue a sus corazones, no que les haga enseñar los dientes como caballos-
Gatt: -Y tú debes dejar de ser tan sentimental y lúgubre, o les harás llorar y no podrán leer-
NK: -Inmadura sin sentido de la poesía…-
Gatt: -Emo sin vida y medio muerto-
(Por razones de no querer aburrir a los lectores, se dejará esta discusión en este punto: por favor, no se preocupen, sí se cayeron a golpes, pero estamos seguros que podrán escribir desde el hospital… dejen comentarios, buenos o malos; a ambas personalidades les importa un pepino, pero bueeeeno…..)
