Desde que tengo memoria la escuela siempre ha sido un lugar no muy agradable para mi, estas encerrada todo el tiempo, y si como en mi caso eres una antisocial, no tienes muchos buenos amigos. Pero en este momento mi molestia no era por ninguno de esos motivos sino por mi profesora...La maestra Chase era muy bonita (para una mujer de su edad), cabello rubio ondeado, alta y esbelta; pero lo que más resaltaba en ella eran sus ojos grises, siempre frios y calculadores, que iban tan a juego con su personalidad, estricta y mandona. Ella siempre estaba sola y nadie sabía nada de su vida personal, si tenía esposo y/o hijos (aunque no creo que alguien la pueda aguantar XD).

¿Por qué pensaba tanto en ella? Pues porque estaba parada frente a la clase (alumnos) y me acababa de preguntar algo que si no hubiera sido porque mis nervios me traicionaron, creo que podría haber respondido bien.

-Ehh...mmm...- fue lo único que pude decir, pero felizmente para mi buena suerte alguien tocó la puerta.

-Pase- mandó ella

Un chico entró al salón y para ser sincera casi me quedo si aire. Él era muy guapo; alto, piel blanca, cabello negro despeinado y ojos verde mar...de ensueño.

-Buenos días- el chico entró - mi nombre es Ian Jackson, hoy es mi primer día en la escuela y me toca este salón-

Al parecer yo no fui la única que se quedó sin aire, la maestra Chase parecía muy sorprendida, pero pronto volvió a ser la misma.

-Muy bien señor Jackson, siéntese en una carpeta vacía - ordenó ella sin dejar de mirarlo.

Ian se sentó en una carpeta junto a mí y aunque suene a acosadora, yo no dejaba de mirarlo de reojo(no soy tan obvia :P), enserio era el chico más lindo que había visto en mi vida, aunque...¿que tantos chicos pudo haber visto una chica de 18 años con mi tan rara personalidad?

La clase transcurrió con normalidad, aunque de vez en cuando veía que la maestra le daba unas miradas extrañas a Ian. Cuando terminó la clase él se acercó a mí.

-Hola, me senté junto a ti en la clase- me sonrió

-Sí...- fue lo único que dije *mátenme*

-No sé si tú...podrías...decirme los temas de la clase- me dijo avergonzado - estoy un poco perdido-

-Claro- dije rápidamente -, sí puedo- le sonreí

-¿Me dices camino a la salida?- me preguntó.

Ok- le dije y fuimos caminando.

-Tengo taller de latín, nunca he visto un taller de esos en una escuela y eso que he estado en varias- rió.

-Lo sé, pero aquí sí hay y yo también he estado en varias escuelas-

-¿También te expulsaron de todas?- sonrió divertidito-No.

-No, claro que no- reí -muchas mudanzas, pero entonces a ti si te expulsaron-

-La verdad sí, dicen que soy muy problemático, aunque juro que los problemas vienen a mi, yo no los busco- fingió una mirada inocente, sólo reí y sin darnos cuenta ya estábamos en el portón de la escuela.

-Oh, lo siento, no te dije nada de los temas de la clase- me disculpé.

-No te preocupes, ambos nos distrajimos- me sonrió - la clase vuelve a tocar en unos días, aún tenemos tiempo-

-Por cierto...me llamo Eve- le dije.

-Adiós Eve- dijo yéndose.