Hola! Bueno este es un fic que se me ocurrió hace un tiempito, tiene diferentes temáticas, así que espero que lo disfruten y esas cosas ^^
Como ya saben los nombres de los personajes no me pertenecen a mí si no a Tite Kubo ^^

Sin más les dejaré un breve preámbulo de la historia:

La vida no es fácil, todos lo sabemos, sobre todo el ser joven es difícil, muchas cosas suceden y rápido, y esto no cambia en Rukia e Ichigo, dos enamorados que se separaron a causa de su pasado, y a través de todo lo acontecido y diversas personas que se encontraron en su camino hacen todo lo posible para separarlos, atormentándolos con su vida antes de conocerse y causando grandes problemas que deberán solucionar si quieren volver. Rukia de 22 años, una chica estudiada, graduada en comunicación social, quiere vivir una vida tranquila alejada de los problemas y el sufrimiento, se encuentra con un misterioso chico, Ichigo de 26 años un arquitecto reconocido en la ciudad de Bogotá, que le hará cambiar su forma de ver el mundo y así como le dará los mejores momentos de su vida también le dará los peores.


Capítulo 1: Fantasmas del pasado

Una pequeña mujer lloraba en la oscuridad, sollozaba fuerte, disgustada, enojada, desconosolada ~¿Porqué Ichigo? ¿Porqué idiota?~ la mujer de cabello negro acurrucada en su cama no encontraba otra salida a toda su presión si no era llorando, intentaba conciliar el sueño, pero las lágrimas que brotaban de sus ojos se lo impedían.

~Horas antes - [FlashBack]

-Rukia... Debemos dejar esto así- dijo un muchacho pelinaranja con ojos inexpresivos
-Pero Ichigo... ¿Porqué?- responde la chica de ojos violeta
-Es sólo que ya no siento nada por tí, es mejor dejar así
-¿Qué estas diciendo?- decía llorando -¿Ya no sientes nada por mí? ¿Todo este tiempo ha sido una farsa?
-No, pero justo ahora no podemos estar juntos.
-Pero yo te amo ¿QUE NO ENTIENDES ESO?
-No, ahora debemos alejarnos, no me busques, es lo mejor para los dos.

~ [Fin del Flashback]

¡Ese estúpido! pensaba la muchacha ¿Porqué me hizo esto? Nunca debí haberme enamorado de él, se repetía en su mente, pero eso no cambiaba nada, su corazón estaba herido, con una herida irreparable, estaba roto en mil pedazos, en el momento en el que Ichigo había terminado con ella, su mundo se cayó al piso, se derrumbó, se destrozó en mil pedazos.

En otro lugar un muchacho de ojos ámbar estaba sentado en su sofá, reflexionando, fumando un cigarrillo, para fumar su recuerdo, Tal vez hice lo mejor, ¿o tal vez no? Estúpida enana, no me la puedo sacar de la cabeza, pensaba el chico, sumido en sus pensamientos, la única mujer que había amado se había ido, un fuerte dolor se profundizaba en su pecho, el dolor de la distancia, el dolor del amor, esperaba conseguir sentir sueño, pero no lo lograba, la imagen de una chica de cabello negro y hermosos ojos violeta se venía a su mente, impidiendo que sus ojos se cerraran con tranquilidad, la impaciencia, el sufrimiento, el desespero invadían su mente, ¿Porqué? ¿Porqué cuando todo estaba perfecto? ¿Por que tenías que aparecer Orihime?.


A la mañana siguiente, unos maravillosos rayos de sol se infiltraban por la ventana, unos ojos violetas se abrían con dificultad, estaban tan hinchados como resultado de una larga noche de lágrimas, era domingo por la mañana, Bueno por lo menos no tengo que trabajar. Decía al parecer aliviada ¿aliviada? ¿porque? la noche anterior su mundo se derrumbó, Ichigo la dejó sin ninguna razón, ella no estaba convencida de que lo hacía porque ya no la amaba, ella sabía que había una razón más profunda para que todo eso estuviera pasando, lo que no sabía era que. Sonó su celular, un mensaje.

"Rukia, hoy hay un partido de fútbol con unos amigos, me gustaría que fueras conmigo, ya sabes, me dijiste que querías verme jugar, así que más tarde te llamo, chao. Renji :)"

Ese Renji pensó la chica, obviamente quería ir, Renji era su amigo de la infancia, siempre había estado con ella, la había apoyado y acompañado en cada momento difícil, pero ahora Rukia no quería que la viera así, demacrada con rastros de haber dormido poco, ojeras, los ojos hinchados, simplemente no quería que Renji se sintiera mal por ella, ni tampoco que supiera la razón. Rukia, debes tener cuidado con él. esas palabras se le vinieron a la mente, meses atrás Renji le advirtió sobre Ichigo, y aunque nunca pasó nada malo, la noche anterior por fín habían tenido sentido esas palabras. Inevitablemente las lágrimas se escurrieron de sus ojos. Ya Rukia no llores más. Se dijo a sí misma, limpiándose las lágrimas, decidida a ver a Renji, la idea era muy buena, pero el momento no era el más indicado, sin embargo se aplicó unas cuantas gotas en los ojos para quitar la hinchazón, ir a ver a Renji tal vez la distraería, lo llamó.

-¡Hola! ¡Renji! - Dijo alegre, hacía un tiempo que no se sentía así, no en las últimas 24 horas
-¡Rukia! ¡Que alegria!- respondió aún más efusivo el muchacho.
-Si Renji, ¿dijiste que hoy tienes partido?
-Si, ¿Quieres ir?
-¿Eso se pregunta? Tonto, claro que sí.
-Lo sabía, no puedes negarte a mis peticiones- dijo burlón.
-Si tienes toda la razón- La tenía, pero se sintió triste al momento, aunque se alegraba que Renji estuviera para ella.
-Entonces... ¿Te recojo más tarde?
-Si, puedes llegar en un par de horas, estaré lista.
-Esta bien, el partido es al medio día, paso por tu casa a las 11
-Ok, chao Renji Te quiero.
-Yo también, nos vemos más tarde.

Más que un amigo, era un hermano, siempre junto a ella, en todo momento, eso alegró instantáneamente a Rukia, haciéndola olvidar por un momento la amarga noche anterior, se metió al baño, a darse una ducha con agua caliente para relajarse, eliminando cualquier rastro de una mala noche, luego de terminar se envolvió en la toalla y se dirigió a su habitación, en el camino se encontró con su hermano.

-Rukia, ¿a donde vas hoy?- dijo Byakuya, un hombre alto de cabello negro
-Nii-sama, voy con Renji a ver su partido- respondió Rukia
-Bueno, pero llegaste algo tarde anoche, que no se repita hoy.
-Emm... si claro, no pasará de nuevo.

Ese amargo recuerdo volvió a su mente, la noche anterior, la tormentosa noche en que Ichigo la dejó. Volvió a su habitación, se vistió, una cómoda ropa, jeans blancos ajustados y una blusa esqueleto negra, se maquilló, aplicó bastante base a su rostro para cubrir las ojeras, algo de pestañina y delineador negro, un brillo rosa sutil. ¡Si! Así está perfecto. Tomó su celular lo empacó en un bolso de cuero blanco y tomó una chaqueta de cuero negro. Bajó a tomar un ligero desayuno y esperó la llegada de Renji.

Mientras tanto a esa misma hora un pelinaranja se vestía luego de tomar un baño, no tenía ningún plan para el día, pero no se quedaría todo el día en la casa, ya se le iba a ocurrir algo, bajó a la cocina, estaba solo, sus hermanas estaban en un viaje de graduación y su padre estaba en otra ciudad haciendo negocios, así que no había quien le hiciera el desayuno y optó por hacerse un sandwich. Sonó el timbre ¿Quien sera? se dirigió a la puerta y la abrió, una muchacha bien dotada, de largo cabello naranja y ojos grisáseos estaba frente a él tomada de la mano de un niño de uno años.

-Ah, eres tu Orihime.- Dijo alegre .
-Si, Ichigo, me alegro que hayas tomado mi llamada ayer, ¿Puedo seguir?
-Eh, si claro, sigue, pero ¿porqué me llamas así?
-¿Así como?- dijo confundida.
-Ichigo... eh, tu no me llamabas así.
-Pues como verás hemos cambiado, igual, ahora me llamas Orihime.
-Si, tienes razón, sigue, y también Tobi, me alegro de verlo.

Habían cambiado, Orihime era mucho más madura y centrada, había cambiado bastante.

-No has cambiado mucho Ichigo.- Dijo la pelinaranja divertida.
-¡Claro que he cambiado! Ya no soy un niño.
-Cierto, no lo eres.- añadió burlona.
-Pero, tu si has cambiado mucho, ¿qué es de tu vida?.
-Bueno como te dije, Ulquiorra salió a Estados Unidos por negocios, y le comenté que vendría a visitarte, aunque al principio no le agradó la idea, luego aceptó.
-Ah ya veo.
-Si, además que Tobi quería conocerte.
-Que bueno, en serio me alegra que me digas esto, pero aún no entiendo porqué te tardaste tanto tiempo en decirme.
-Es que hace 9 años todo era distinto, hemos crecido, y en el momento no creí que debía decirtelo.
-¡Pero como no! ¡Si soy su padre! - dijo exaltado Ichigo
-¡Si lo eres! Pero éramos unos niños, en ese momento no sabía que hacer, así que irme fue lo mejor que se me ocurrió.
-Si, pero...
-Nada, ahora no tiene caso discutir eso, lo hecho, hecho está- interrumpió la muchacha.
-Bueno si...
-Ichigo, Tobi está cansado del viaje, podrías decirme donde lo puedo acostar.
-Si quieres llevémoslo a mi habitación.
-Si, claro vamos.

Dejaron al niño durmiendo en la cama de Ichigo y se dirigieron al comedor.

-Iba a desayunar, pero bueno... tu llegaste.- dijo Ichigo distraido.
-Bueno, en ese caso, déjame prepararte el desayuno.
-No es necesario, en serio.
-Claro que si, tu me estás recibiendo en tu casa, es lo mínimo.
-No, mira estaba haciéndome un sandwich.
-Entonces déjame terminarlo.
-Pero no...
-Que si te lo voy a hacer, y punto.
-Bueno, eres autoritaria, Ulquiorra te hizo ser así- agregó el pelinaranja divertido.
-Si...- su expresión cambió -No sólo eso, también es ser madre, luego de conocer a Ulquiorra todo se me hizo más fácil.
-Hubiera podido serlo si hubiera estado ahí, pero te fuiste sin decir nada.
-Dejemos así, mira tu sandwich- dijo limpiándose los ojos los cuales ya estaban aguados.
-Si, por cierto ¿vamos a almorzar por la tarde? - dijo cambiando de tema.
-Buena idea, Tobi no conoce esta ciudad, podemos ir, y así lo conoces.
-Claro, entonces al rato lo despertamos.


-¡Rukia! Te ves muy linda, ¿estas lista?- dijo un pelirrojo
-Si, vamos Renji- respondió alegre la muchacha.
-Bueno, sube al auto, por cierto... ¿Hoy no ibas a salir con Ichigo?
-Renji... ahora no quiero hablar de eso.- dijo cambiando drásticamente su estado de ánimo.
-Ups, lo siento, si quieres después hablamos de eso... sólo si quieres- Renji si que sabía como tratar con Rukia la conocía bien.
-Um bueno, lo importante es que te veré jugar.- dijo con una sonrisa de tranquilidad en su rostro.
-Verás que juego muy bien, luego podemos ir por una pizza o algo ¿te parece?
-Seguro que juegas bien- dijo sarcástica -Si, buena idea, hace rato no me como una.
Renji rió.
-Gracias Renji... de verdad.

Renji le sonrió, el estar con él cambiaba el ánimo de Rukia, era su mejor amigo, siempre estaría bien con el pasara lo que pasara.


Espero que les halla gustado, en verdad me interesa saber que piensan, este fic ya lo había subido antes en un foro de Ichiruki, aunque no lo he terminado, aspiro hacerlo. GRACIAS POR LEER ^^

HASTA LA PROXIMA!