Hola a todos, aquí Anju, les presento una viñeta de mi hermosa pareja YuuYu. Hoy celebrando el cumpleaños de mi amado Yuri.
Fanfic dedicado a mi linda partner que me aguanta un montón Mizu.
Sin más preámbulos, espero disfruten.
¿Acaso se olvidó?
…
No sabía ya cuántas veces había mirado su celular, esperando. Nada. La impaciencia por la que era conocido estaba presente en cada poro de su piel, si alguien se atreviese hablarle en ese momento seguramente lo enviaría de una patada a volar. ¿Por qué todo lo que estaba relacionado con ese maldito cerdo lo ponía tan ansioso? Pensó soltando un sonoro bufido, mientras se echaba a su cama. Maldito, mil veces maldito. Cerrando sus ojos, alejó un poco su celular, tratando de apaciguar ese pequeño dolor que comenzaba a instaurarse en su pecho. ¿Acaso se había olvidado de su cumpleaños? No podría ser posible… miles de escenarios pasaron por su mente, todos en los que aquel cerdo estaba con el idiota de Victor, los mataría a golpes, tal vez solo así se sentiría mejor, apretando su mano en un puño, le propició un golpe al colchón tratando de acabar con la frustración. El sonido de una notificación en su celular llamó su atención y se sintió algo tonto al emocionarse, esperando que fuese él, sin embargo solo era una maldita publicidad, mandaría todo a mierda, llevaba esperando casi toda el día que apareciese pero no lo había hecho, se supone que ¿eran algo? Sí, y justo por esta razón era por la que se encontraba tan inquieto, no quería ser abandonado y mucho menos por el viejo de Victor, el cual siempre buscaba acaparar a su novio, porque aunque habían acordado no hacerlo público por cuestiones legales, era su novio, y quien fuera que se atreviera a tocarle un solo cabello se verían con él y sus golpes. Sin poder evitarlo dejó escapar un pesado suspiro, podía sentir las lágrimas venir en cualquier momento, le dolía, le dolía mucho, porque para él no eran importantes los cientos de mensajes que había recibido durante el día, lo único que quería y necesitada, era a Yuuri. Su labio inferior comenzaba a temblar levemente a causa del llanto que se aproximaba, se sentía patético, llorando el día de su cumpleaños, pero antes de siquiera dejar caer la primera lagrima, el timbre de su casa lo despertó de aquel trance depresivo en el que se encontraba, no iba abrir la puerta, quizás era alguna fan. Sin embargo, la insistencia con la que seguían tocando terminó por desesperarlo, de un salto, se paró de su cama decidido a insultar a fuese quien fuese, no estaba para visitas, a grandes zancadas atravesó la sala de estar hasta llegar a la puerta. ¡Deja de tocar el maldito timbre! Gritó exasperado sin mirar al visitante, pero con quien se encontró terminó por dejarlo estático, era el maldito cerdo, su cerdo. Yo… siento tocar así, pero no me abrías y… ¿Estaba alucinando? Ahí estaba Yuuri balbuceando, mirándole con esos ojos chocolate, notablemente sonrojado, no le importaba lo que estuviera diciendo, lo importante es que estaba ahí para él, vino por él. Una mano en su mejilla lo sacó de sus pensamientos, aquella leve caricia le fue suficiente para estremecerlo, con los ojos aún llorosos le miró. ¿Me estabas escuchando? Le oyó decir con una sonrisa, pues él sabía perfectamente que no lo hacía, en aquel momento de intimidad, se permitió sonreír con levedad posando su mano sobre la del mayor, ahora que estaba aquí todo estaba bien. Eres un idiota, afirmó mientras se colocaba de puntitas para besarle apasionadamente, después de todo, su cumpleaños no terminaría tan mal a partir de ahora, puesto que aún deseaba recibir el regalo de su amado cerdo.
Gracias por leer.
.••.•.Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Anju-chan Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ.•.••.
