Ella siempre se encerraba en sus libros ajena a lo que pasara a su alrededor. No deseaba ver la realidad, una realidad muy dolorosa para su pesar.

Draco Malfoy había muerto por el beso del dementor luego de haberse encontrado culpable por todos los crímenes que había comedido siendo mortifago.

Ella lo amaba pero tarde había aceptado ese sentimiento por él.

Él se había cansado de esperar y sin más había dejado de escapar entregándose a los aurores.

Siete años había permanecido encerrado Draco Malfoy antes que se sometiera a su sentencia.

Ella lo había ido a visitar solo una vez y él le había confesado nuevamente sus sentimientos igual que antes de la guerra.

Se casó con Ron sin embargo no lo amaba, solo era un amor de amigos casi hermanos. Amaba a Draco Malfoy.

Un amor que no pudo ser, la soledad de su alma y el desamparo de su corazón.