Villa de Erdas:seis meses después de la guerra del Dragón.
-¡Otra cerveza!- exclamó un joven hombre gato vestido con un uniforme azul marino de Zaibach
-¿Quieres calmarte Rodos? Ya llamamos suficiente la atención ¿no crees? - le dijo una persona envuelta en una capa. Apenas se alcanzaba a notar su rostro pálido y sus manos blancas pero todos en el bar ya sabían que era un hombre camaleón.
-A mí nadie me dice que me calme, ni siquiera tú Criseir- Rodos hizo una pausa mientras recibía su bebida del cantinero, un hombre lobo. Todos en la villa de Erdas eran parte de la raza de los Hombre lobo.
-Odió no hacer nada y tu lo sabes perfectamente;hemos pasado los últimos meses aquí atascados.(sin ofender)- Volteó con el cantinero que acababa de hacer un pequeño gruñido porque estaba escuchándolos- desde la batalla con Asturia y yo creo que es mejor regresar a casa-
-¡¿Y hacer trabajo forzado por ser los vencidos?! Ni pensarlo Criseir- tomó un trago y suspiró- Ya nada volverá a ser lo mismo, tienes que aceptarlo; si sobrevivimos a esa bomba del demonio fue por algo...el destino tal vez...- Los dos callaron por un momento.
Viéndolo en perspectiva habían sido muy afortunados al huir cuando soltaron la bomba;muchos habían muerto, casi la mitad del ejercito de Zaibach; además los que regresaron, fueron hechos prisioneros de guerra y varios fueron ejecutados. Rodos y Criseir se habían ganado el título de desertores y ahora, seguro, los estaban buscando. Los hombres lobo habían sido muy amables con ellos permitiéndoles quedarse en su pueblo, con la condición de no causar alboroto con su Onseides, gaimelef azul de Zaibach.
Pensaban en esto cuando alguien entró al bar. Su presencia se hacia sentir por todo el cuarto, porque no era normal que una mujer entrara a un bar, y menos normal verla portando una armadura ligera y una espada. Ella miró a todos esperando encontrar algo y sus ojos se detuvieron en el par de soldados de Zaibach que estaban sentados en la barra. Detrás de ella entró otra persona, un hombre con una gabardina café y que a juzgar por su apariencia estaba a las órdenes de la mujer. Ella siguió caminando hasta pasar cerca joven dúo...
-Mira Kony, basura de Zaibach...- Rodos se erizó, pero hacía un intento por controlar su ira, mientras que Crisier solo ignoraba aquellas palabras. Mientras que Kony, el joven hombre de la gabardina, hizo un gesto a la mujer de no sobrepasarse, las cosas de pronto se tornaron tensas en el bar y varios lobos mejor salieron ya que sabían que nada bueno iba a resultar de ese encuentro.
-Veamos qué tenemos aquí - se puso entre Rodos y Criseir- un gato y una lagartija...¿están huyendo, no?- les dijo hipócritamente.
-Eso no es asunto tuyo- le gruñó Rodos, que para esos momentos no se podía contener más.
-Ellis, no empieces...-se acercó Kony a la mujer, quien lo hizo retroceder con una mirada.
-¿Cuál de ustedes dos es el piloto del onseides que está allá afuera?- dijo Ellis, esta vez con un tono más agradable y dulce. Al no recibir respuesta de ninguno de los dos soldados, su carácter volvió a ser un poco rudo- ¿con qué el par de fenómenos se cree mucho para responderme? Yo creo que en Zaibach están felices de no tenerlos más en sus líneas...- esa fue la gota que derramó el vaso...
-¡YA ESTÁ!- Rodos golpeó con su puño la barra y se giró para estar de frente a Ellis- ¿QUIERES PELEAR?- dijo, acercándose a ella.
-Es exactamente lo que venía buscando- le respondió Ellis que ahora tenía un tono de voz como muy satisfecho- ¿no crees que sería más interesante un duelo con gaimelef?
Rodos se sorprendió por un momento, la chica realmente buscaba pelea, parecía ser que estaba muy confiada para ganar. Criseir movió la cabeza en señal de negación pero era demasiado tarde: Rodos y Ellis ya iban camino a sus Gaimelef.
Luna Fantasma, Tokio, Japón...
-¡Hitomi!- exclamó Yukari desde las escaleras del pasillo de la escuela- ¿a dónde vas? Todavía nos falta la clase de Filosofía, la de Historia Universal y el entrenamiento..no porque de pronto exentas todas las materias significa que ya no tengas que entrar a clases- le dijo preocupadamente a su amiga, que desde aquél pequeño incidente hace 6 meses no había sido la misma. Como ya había dicho, Hitomi pasaba todas las clases sin proponérselo, como si ya supiera toda la ciencia; Yukari incluso había pensado que usaba sus poder para ver el futuro y conocer las respuestas del examen y las tareas, pero Hitomi, ni siquiera había vuelto a tocar su mazo de cartas...
-Estoy cansada Yukari, quiero irme a casa, eso es todo- dijo sin ganas- te veré en la tarde si tengo tiempo ¿bien?- Se puso al hombro su ya distintiva mochila y salió del plantel- "¿qué me pasa?"- se preguntaba a sí misma- "desde que tuve ese sueño al regresar de Gaea no he vuelto a ser la misma"- Hitomi recordó que pocos días después de ver a Van en el puerto, tuvo un sueño…¿ o sería una visión? Soñó con Atlantis, pero no destruyéndose; la soñó cuando estaba en todo su auge, podía ver toda la tecnología que tenían, la ciencia que utilizaban y sus ideales... "me pregunto qué quería decir".
-Espero que estés preparado, porque no soy alguien fácil de vencer- le dijo Ellis desde su Gaimelef a Rodos.
-Ten cuidado Rodos, ese gaimelef no es normal...- dijo Crisier observando el gaimelef de Ellis- no estoy seguro pero me parece que...que es de...Hispano- Criseir estaba muy preocupado por su amigo; ya habían tenido la oportunidad de ver al gran Escaflowne una vez durante la última batalla y temía que este gaimelef fuera del mismo tipo.
-¿Les gusta Falcon?, tu amiguito tiene razón, Falcon fue Hecho en hispano hace poco...-
-¡ Deja de hablar y comienza a actuar!- gritó Rodos mientras le lanzaba a Falcon un disparo líquido de su Onseides. Ellis hizo saltar a Falcon esquivando el ataque y luego se abalanzó sobre Rodos. Este perdió el equilibrio por un segundo pero se incorporó dándole un golpe en la coraza a Ellis.
-¡Muy bien!- le dijo Ellis- ¡Pero no lo suficiente!- de su brazo salió lo que parecía una espiga de hueso pero al terminarla de sacar se vio claramente que era una espada. Con ella golpeó a Rodos repetidamente y luego lo tumbó dejándolo a su merced- Gane.-
-maldición!- gruñó en voz baja Rodos.
-Te dije que tuvieras cuidado, pero nunca haces caso de nada- se acercó Criseir hasta llegar junto a la cabina del Onseides. Esta se abrió y dejó salir al frustrado gato.
-Espero que no haya resentimiento, pero necesitaba ver qué tan bueno eras-le dijo los dos soldados-Verán, Kony y yo fuimos asignados para encontrar a pilotos de Zaibach- decía esto mientras bajaba con pequeños saltos de su gaimelef y se recogía su cabello castaño en una cola de caballo- nos harían un gran favor si vienen con nosotros-
-Un momento...¿para qué quieren pilotos de Zaibach?- Preguntó Criseir
-Eso lo sabrán a su debido tiempo; pero créanme, es mejor que quedarse en un bar sin hacer nada- Les dijo Kony, que se había quedado en la puerta del bar observando todo- vengan con nosotros a las Tierras Desiertas y lo averiguarán. No se preocupen por el transporte, yo los llevaré en una nave hasta la ciudad de Hikeda, la nueva capital de las Tierras Desiertas...-
Rodos y Criseir se observaron por unos momentos.
-¿tu que dices?- Le preguntó Rodos a Criseir.
-Que tal vez es el destino...- le respondió Criseir. Luego los cuatro se dirigían a una nave con rumbo a Hikeda...
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Espero que les haya gustado a ustedes este fanfic, pronto subiré el siguiente en la próxima semana. Cualquier comentario a yoskimx@yahoo.com
-¡Otra cerveza!- exclamó un joven hombre gato vestido con un uniforme azul marino de Zaibach
-¿Quieres calmarte Rodos? Ya llamamos suficiente la atención ¿no crees? - le dijo una persona envuelta en una capa. Apenas se alcanzaba a notar su rostro pálido y sus manos blancas pero todos en el bar ya sabían que era un hombre camaleón.
-A mí nadie me dice que me calme, ni siquiera tú Criseir- Rodos hizo una pausa mientras recibía su bebida del cantinero, un hombre lobo. Todos en la villa de Erdas eran parte de la raza de los Hombre lobo.
-Odió no hacer nada y tu lo sabes perfectamente;hemos pasado los últimos meses aquí atascados.(sin ofender)- Volteó con el cantinero que acababa de hacer un pequeño gruñido porque estaba escuchándolos- desde la batalla con Asturia y yo creo que es mejor regresar a casa-
-¡¿Y hacer trabajo forzado por ser los vencidos?! Ni pensarlo Criseir- tomó un trago y suspiró- Ya nada volverá a ser lo mismo, tienes que aceptarlo; si sobrevivimos a esa bomba del demonio fue por algo...el destino tal vez...- Los dos callaron por un momento.
Viéndolo en perspectiva habían sido muy afortunados al huir cuando soltaron la bomba;muchos habían muerto, casi la mitad del ejercito de Zaibach; además los que regresaron, fueron hechos prisioneros de guerra y varios fueron ejecutados. Rodos y Criseir se habían ganado el título de desertores y ahora, seguro, los estaban buscando. Los hombres lobo habían sido muy amables con ellos permitiéndoles quedarse en su pueblo, con la condición de no causar alboroto con su Onseides, gaimelef azul de Zaibach.
Pensaban en esto cuando alguien entró al bar. Su presencia se hacia sentir por todo el cuarto, porque no era normal que una mujer entrara a un bar, y menos normal verla portando una armadura ligera y una espada. Ella miró a todos esperando encontrar algo y sus ojos se detuvieron en el par de soldados de Zaibach que estaban sentados en la barra. Detrás de ella entró otra persona, un hombre con una gabardina café y que a juzgar por su apariencia estaba a las órdenes de la mujer. Ella siguió caminando hasta pasar cerca joven dúo...
-Mira Kony, basura de Zaibach...- Rodos se erizó, pero hacía un intento por controlar su ira, mientras que Crisier solo ignoraba aquellas palabras. Mientras que Kony, el joven hombre de la gabardina, hizo un gesto a la mujer de no sobrepasarse, las cosas de pronto se tornaron tensas en el bar y varios lobos mejor salieron ya que sabían que nada bueno iba a resultar de ese encuentro.
-Veamos qué tenemos aquí - se puso entre Rodos y Criseir- un gato y una lagartija...¿están huyendo, no?- les dijo hipócritamente.
-Eso no es asunto tuyo- le gruñó Rodos, que para esos momentos no se podía contener más.
-Ellis, no empieces...-se acercó Kony a la mujer, quien lo hizo retroceder con una mirada.
-¿Cuál de ustedes dos es el piloto del onseides que está allá afuera?- dijo Ellis, esta vez con un tono más agradable y dulce. Al no recibir respuesta de ninguno de los dos soldados, su carácter volvió a ser un poco rudo- ¿con qué el par de fenómenos se cree mucho para responderme? Yo creo que en Zaibach están felices de no tenerlos más en sus líneas...- esa fue la gota que derramó el vaso...
-¡YA ESTÁ!- Rodos golpeó con su puño la barra y se giró para estar de frente a Ellis- ¿QUIERES PELEAR?- dijo, acercándose a ella.
-Es exactamente lo que venía buscando- le respondió Ellis que ahora tenía un tono de voz como muy satisfecho- ¿no crees que sería más interesante un duelo con gaimelef?
Rodos se sorprendió por un momento, la chica realmente buscaba pelea, parecía ser que estaba muy confiada para ganar. Criseir movió la cabeza en señal de negación pero era demasiado tarde: Rodos y Ellis ya iban camino a sus Gaimelef.
Luna Fantasma, Tokio, Japón...
-¡Hitomi!- exclamó Yukari desde las escaleras del pasillo de la escuela- ¿a dónde vas? Todavía nos falta la clase de Filosofía, la de Historia Universal y el entrenamiento..no porque de pronto exentas todas las materias significa que ya no tengas que entrar a clases- le dijo preocupadamente a su amiga, que desde aquél pequeño incidente hace 6 meses no había sido la misma. Como ya había dicho, Hitomi pasaba todas las clases sin proponérselo, como si ya supiera toda la ciencia; Yukari incluso había pensado que usaba sus poder para ver el futuro y conocer las respuestas del examen y las tareas, pero Hitomi, ni siquiera había vuelto a tocar su mazo de cartas...
-Estoy cansada Yukari, quiero irme a casa, eso es todo- dijo sin ganas- te veré en la tarde si tengo tiempo ¿bien?- Se puso al hombro su ya distintiva mochila y salió del plantel- "¿qué me pasa?"- se preguntaba a sí misma- "desde que tuve ese sueño al regresar de Gaea no he vuelto a ser la misma"- Hitomi recordó que pocos días después de ver a Van en el puerto, tuvo un sueño…¿ o sería una visión? Soñó con Atlantis, pero no destruyéndose; la soñó cuando estaba en todo su auge, podía ver toda la tecnología que tenían, la ciencia que utilizaban y sus ideales... "me pregunto qué quería decir".
-Espero que estés preparado, porque no soy alguien fácil de vencer- le dijo Ellis desde su Gaimelef a Rodos.
-Ten cuidado Rodos, ese gaimelef no es normal...- dijo Crisier observando el gaimelef de Ellis- no estoy seguro pero me parece que...que es de...Hispano- Criseir estaba muy preocupado por su amigo; ya habían tenido la oportunidad de ver al gran Escaflowne una vez durante la última batalla y temía que este gaimelef fuera del mismo tipo.
-¿Les gusta Falcon?, tu amiguito tiene razón, Falcon fue Hecho en hispano hace poco...-
-¡ Deja de hablar y comienza a actuar!- gritó Rodos mientras le lanzaba a Falcon un disparo líquido de su Onseides. Ellis hizo saltar a Falcon esquivando el ataque y luego se abalanzó sobre Rodos. Este perdió el equilibrio por un segundo pero se incorporó dándole un golpe en la coraza a Ellis.
-¡Muy bien!- le dijo Ellis- ¡Pero no lo suficiente!- de su brazo salió lo que parecía una espiga de hueso pero al terminarla de sacar se vio claramente que era una espada. Con ella golpeó a Rodos repetidamente y luego lo tumbó dejándolo a su merced- Gane.-
-maldición!- gruñó en voz baja Rodos.
-Te dije que tuvieras cuidado, pero nunca haces caso de nada- se acercó Criseir hasta llegar junto a la cabina del Onseides. Esta se abrió y dejó salir al frustrado gato.
-Espero que no haya resentimiento, pero necesitaba ver qué tan bueno eras-le dijo los dos soldados-Verán, Kony y yo fuimos asignados para encontrar a pilotos de Zaibach- decía esto mientras bajaba con pequeños saltos de su gaimelef y se recogía su cabello castaño en una cola de caballo- nos harían un gran favor si vienen con nosotros-
-Un momento...¿para qué quieren pilotos de Zaibach?- Preguntó Criseir
-Eso lo sabrán a su debido tiempo; pero créanme, es mejor que quedarse en un bar sin hacer nada- Les dijo Kony, que se había quedado en la puerta del bar observando todo- vengan con nosotros a las Tierras Desiertas y lo averiguarán. No se preocupen por el transporte, yo los llevaré en una nave hasta la ciudad de Hikeda, la nueva capital de las Tierras Desiertas...-
Rodos y Criseir se observaron por unos momentos.
-¿tu que dices?- Le preguntó Rodos a Criseir.
-Que tal vez es el destino...- le respondió Criseir. Luego los cuatro se dirigían a una nave con rumbo a Hikeda...
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Espero que les haya gustado a ustedes este fanfic, pronto subiré el siguiente en la próxima semana. Cualquier comentario a yoskimx@yahoo.com
