Naruto y sus personajes son obra de Masashi Kishimoto. Lo único que me pertenece es la idea y la historia, las cuales hago sin ánimo de lucro, con el fin de entretenerme y entretener a quien quiera leerla.


¡Glowitos! Hacía mucho que no sabía de vosotros y viceversa ¿No?

Nota de la autora: La verdad es que me he pasado un tiempo sin escribir porque he estado realmente ocupada con el tema de los estudios, ya sabéis trabajos, exámenes finales, exposiciones... Todas esas cosas que una tiene que hacer si quiere aprobar y después tener tiempo libre sin recuperar. ¡Y que sepáis que he sacado muy buenas notas! -glowlaempollona-

También he sufrido una pérdida irreparable; mi pequeña conejita Oreo se me fue el día 15 de Febrero y no pude levantar cabeza en una semana... Ella fue la primera mascota que tuve y, la extraño todos y cada uno de los días.

¡Pero no estamos aquí para estar tristes! Sé que ella me estará viendo y dirá... GLOW ESCRIBE YA, QUE TUS LECTORES QUIEREN SHIKATEMA. (Tenía mal genio, xD)

NOTA IMPORTANTE: Asimismo quería comentaros que he tenido un problema con autoras de WattPad, ya que me han plagiado a mí, a Nonahere y a varias escritoras más... Pero no os preocupéis, esa tipa se ha ido con el rabo entre las piernas y lo ha borrado todo; aunque os recomiendo que tengáis cuidado por si sois escritoras y denunciéis a las tipas de WattPad que se dedican a plagiar.

Nota de la autora 2: ¿HABÉIS VISTO LOS CAPÍTULOS SHIKATEMAAAAAAA? Por favor, a poco me da un derrame cerebral, estaba tan feliz que, con lo mal que lo he pasado estos meses y lo bonitos que fueron los capítulos... LLORÉ, os juro que lloré mientras lo veía de lo precioso que era y de lo mucho que echaba de menos escribir, recibir vuestros comentarios, levantarme y ver lo que me habíais escrito, si os había gustado la historia, si no... Joder, lo echo mucho de menos.

¡Y por eso estoy aquí por fin!

Porque sois mi droga, me inyectaría vuestros comentarios en las venas porque me dais vida, jajajajaja. -laexagerada-

Nota de la autora 3: Como bien sabéis, esto es un UNIVERSO ALTERNATIVO donde Shikamaru y Temari son dos completos desconocidos que por casualidades del destino, se toparán y habrá amor, mucho amor. (Ya sabéis que cuando digo amor, digo sexo, pero sexo con amor... Pero sexosfhljksa CÁLLATE)

Nota de la autora 4: -solounpoquitomás- Vale, os prometo que os dejo en paz. Pero no quería dejaros ir sin que sepáis lo muchísimo, muchísisishdsajdaskdhasdmo que me importáis y que os quiero y que me hace feliz a rabiar que os preocupéis por mi.

Anamicenas, Kyrie HawkTem, RukiaMK, Nonahere, WhiteTigerKiara, adelama3, Karina, Marcela, Nekoi... Y muchísima más gente que me apoya y me da su amor, de verdad gracias.

Jajajaja, vaya que estoy como una cabra.

Sin más que añadir;

disfrutad de mis locuras.


Sabor a coincidencia y café

Prólogo

Ángel guardián

.

POV General.

No estaba acostumbrado a los cambios.

Mudarse a un nuevo barrio le gustaba, serían nuevos olores, nuevos amigos, nuevo mundo que explorar.

Pero encontrarse de pleno en un nuevo hogar... era extraño.

No tenía claro dónde iba a estar su querida cama, dónde podía o no podía hacer sus necesidades, donde iba a estar su comida, cuándo iban a ser las horas de las siestas...

¡Todo parecía un caos!

Sin embargo, si él estaba a su lado; entonces podría con todo.

Su amo era lo único que necesitaba para ser feliz.

—¡Sombra! Vamos chico, es hora de pasear.- El pequeño can fue entre saltos y ladridos hacia su amo; Shikamaru.

Shikamaru Nara y su precioso perro llamado Sombra -debido a su oscuro y largo pelaje- eran nuevos en uno de los barrios de Monterrey. Con 26 primaveras, Shikamaru se había graduado en Astronomía teniendo ahora muy en mente sacarse el máster en Astrofísica pero, para ello necesitaba dinero, y qué mejor forma de conseguir dinero que trabajando.

El joven Nara; debido a su radiante aspecto físico, pronto encontró trabajo en el sector de la hostelería, -lo que le hizo poder independizarse con Sombra- concretamente en un pequeño local que era cafetería por las mañanas y por las noches se convertía en un local de alcohol, fiesta y descontrol.

Por suerte; a él casi siempre le tocaba el turno de mañana.

A Shikamaru le encantaba sacar a pasear a Sombra y dejar que él fuera libre; pero siendo un nuevo barrio y no conociendo aún a los vecinos, mejor ser precavidos.

El Nara y su amigo fiel salieron con paso firme, la correa de Sombra era de un color rojo intenso, lo cual hacía que su pelaje resaltara mucho más. Shikamaru sabía combinar mejor a su perro que su propia ropa; incluso se privaba de comprarse algún nuevo pantalón para que él pudiera tener una chaqueta a juego con su pelo.

Sombra estaba mimado, y encantado.

—Quizás haya algún parque bueno para pasear...- Comentó mirando hacia su can, sonrió; sabía que podía entenderlo.

Sombra ladró en señal de alegría y movió su cola; estaba feliz y nervioso por encontrar un parque y correr libre, Shikamaru podía notarlo.

Suerte la de ellos que encontraron una enorme avenida llena de árboles, césped y verde, mucho verde.

—¡Increíble!- Shikamaru se quedó maravillado por la inmensidad del lugar; parecía de cuento.

Sombra estaba impaciente; saltaba y mordía los dedos de Shikamaru -sin llegar a apretar-, quería correr, oler, jugar, revolcarse por el césped; quería ser un perro.

El joven castaño rió y apoyando una de sus rodillas en el suelo; se acercó a Sombra y le susurró.

—¿Preparado?- Desenganchó la hebilla. —¡Corre!- Y el pequeño salió escopeteado. —¡No te vayas muy lejos!- Gritó, pero sabía que Sombra jamás se iría de su lado.

Shikamaru comenzó a caminar a paso lento disfrutando de la vista que el nuevo barrio de Monterrey le ofrecía, podía oler el césped recién regado; pues eran cerca de las siete de la mañana y al parecer los jardineros habían pasado hacía poco por ahí.

Miró su reloj de muñeca. —Aún me queda tiempo antes de ir a trabajar.- Se dijo a sí mismo.

Sin embargo, al alzar la cabeza, su cerebro no tuvo tiempo de procesar lo que estaba a punto de pasar; sus piernas se paralizaron y su corazón parecía haberse congelado.

—¡SOMBRA!- Cuando por fin pudo reaccionar, iba a ser demasiado tarde.

Sombra había cruzado la carretera y se había quedado estático del miedo; los flashes de las cámaras siempre le habían asustado.

Pero esto no eran flashes, ni cámaras... Eran las luces de un coche.

Trató de no caerse al correr; pero estaba demasiado lejos.

Corre.

Corre.

CORRE.

El coche parecía no tener intención de parar.

—¡SOMBRA, MUÉVETE!- Shikamaru estaba al borde del colapso; correr no era su fuerte, ni su nada, porque él nunca corría.

Tropezó y cayó de boca contra el duro suelo de tierra haciendo que su labio comenzara a sangrar.

Cerró los ojos y esperó escuchar lo peor.

Pero no escuchó nada.

Nada excepto una respiración exhausta y un ladrido que lo hizo reaccionar.

—Ten más cuidado la próxima vez.- Una voz algo agitada de mujer le llamó la atención e hizo que quisiera levantar la mirada.

El Nara tuvo que entrecerrar los ojos pues, la luz del amanecer que comenzaba a abrirse paso; le cegaba.

Pudo ver a Sombra, pero más arriba había otra figura; una figura de mujer. Su cabello era rubio y sus ojos verdes resaltaban entre tanto brillo.

Como mirar directamente al Sol.

Tuvo que ponerse una de sus manos entre aquella chica y él para poder abrir los ojos con algo más de facilidad; de verdad parecía que estuviera brillando.

—¿Lo has... salvado tú?- Trató de hablar Shikamaru, maravillado aún por la visión que había tenido.

Mientras, tomaba en brazos a Sombra y la calmaba -aunque estaba él más asustado que ella seguramente-.

—Sí.. ¿A quién se le ocurre dejar a los perros sueltos?- La joven rubia puso sus brazos en jarra y frunció el ceño.

Shikamaru tragó saliva y bajó la mirada; esa chica imponía demasiado.

—T-tienes razón, Sombra no se conoce la zona y se habrá asustado...- El Nara lo observó cerciorándose de que no tenía ningún rasguño o golpe.

Pero él estaba más calmado y miraba en todas direcciones queriendo bajar de sus brazos y seguir correteando por ahí.

Shikamaru suspiró pesadamente.

La rubia, notando la tensión del momento y pensando en lo mal que debía estar pasándolo aquel chico, se mostró más amable.

—Es un perro muy bonito, cuídalo bien.- Sonriendo, acarició la cabeza del can; éste la lamió en respuesta. —¡Oye!- Rió la rubia apartando la mano.

—¡Perdona! Es muy cariñoso...- Shikamaru rió y bajó a Sombra al suelo volviendo a ponerle la correa.

La chica bajó la mirada y se tocó el brazo, parecía nerviosa.

—¿En qué estoy pensando? No te he dado las gracias.- Shikamaru se dio un golpe en la frente con la palma de su mano. —Por favor, trabajo en el Glow's Café, te invitaré a lo que quieras como agradecimiento.- El castaño le ofreció amablemente que se pasara por el establecimiento donde el trabajaba; no sabía bien si porque había sido la salvadora de su adorado Sombra, o porque...

—Creo que primero deberías curarte esa herida del labio.- Rió la rubia ofreciéndole un pañuelo. —Pero sí, gracias por la oferta. ¿En qué turno trabajas?- Preguntó agradecida.

—Por las mañanas, cuando es un café, no cuando es un ambiente un poco más...- No supo bien cómo terminar la frase.

—¿Fiestero?.- Acabó la chica y ambos rieron asintiendo. —Me pasaré entonces.- Confirmó con una sonrisa. —Seguiré haciendo la ruta, cuidaros.- La joven rubia se despidió del pequeño Sombra acariciándole la cabeza y emprendió su marcha de nuevo.

Shikamaru se quedó mirándola hasta que dobló la esquina; parecía que su cerebro se había ido con ella.

—¡Bauf!- El sonoro ladrido de Sombra hizo que Shikamaru se despertara de su estado de trance.

—¿Qué pasa?- Preguntó con el ceño fruncido. —Anda, será mejor que vayamos a casa...- Presionó con fuerza el pañuelo en el labio tratando que dejara de sangrar.

Sombra y Shikamaru emprendieron el camino a casa con ligereza y ganas de llegar y descansar aunque fueran unas horas.

Por el paseo de vuelta se obsesionó con que la correa de Sombra estuviera bien sujeta; las palabras de aquella chica resonaban en su cabeza "Ten más cuidado la próxima vez".

Analizando bien la situación, aquella chica había recorrido una larga distancia corriendo debido al ajetreo en su respiración. Seguramente vio la escena desde el otro lado del parque y corrió tanto como pudo para salvar a Sombra. También tuvo que enfrentarse a un choque casi seguro con el descerebrado de aquel coche que, seguramente, iría conduciendo mirando el móvil o algo por el estilo.

Shikamaru apretó los dientes con rabia; si tuviera en frente a esa persona, le daría igual si hombre o mujer, le partiría la cara en dos por haber puesto en peligro la vida de su perro y encima; la de aquella chica.

Pero se calmó.

En parte se sentía culpable de lo que había pasado. Sombra estaba en un lugar nuevo y él lo dejó suelto sin conocerse si quiera la zona... Negó con la cabeza y unas pequeñas lágrimas salieron de sus ojos; las cuales dispersó en seguida con la manga de su camiseta.

Miró a Sombra y sonrió; él iba tan feliz a su lado y mucho más seguro atado con la correa.

Siempre estaría agradecido a aquella joven, siempre.

Al entrar por la puerta, Shikamaru paró un segundo, miró a su perro y se arrodilló en el suelo comenzando a llorar con fuerza abrazándolo.

—¿Qué haría yo sin ti? Nunca más me des estos sustos...- Pegó su frente a la del can; el cual le miraba con la lengua fuera, tratando de lamerle toda la cara.

Shikamaru rió; siempre reía cuando Sombra se mostraba tan alegre y despreocupado.

Lo dejó suelto y el pequeño se fue directo a su cama.

El Nara se sentó en el suelo; a su lado y lo observó dormir durante unos minutos, luego sonrió y mirando la hora, pudo ver que aún tenía unas dos horas antes de que su turno comenzara; así que no dudó en dirigirse a la ducha.

El agua tibia resbalaba por su cuerpo con delicadeza, contorneando sus músculos, sus brazos, sus piernas; dejando que su cabello fino y largo cayera por sus hombros haciéndolo ver tan... increíble.

Suspiró y apoyó la cabeza en las baldosas frías de la ducha, pensó en el momento que creía que había perdido a Sombra para siempre y después pensó en cuando lo vio en brazos de aquella joven.

Su rostro tenía similitud con el de un ángel, pero sus palabras le cortaron como el hielo.

No sabía porqué, pero esa mujer le llamó la atención.

Y de repente se percató...

—¡Su nombre! No... ¡No se lo he preguntado!- Se dio un pequeño cabezazo contra las baldosas. —Mierda...- Suspiró resignado.

Aunque se alegró de haberle dicho dónde trabajaba porque quizás algún día, en algún momento, volvería a ver a aquel

ángel guardián.


¡Hey! Bueno, hasta aquí un poquito la introducción de esta nueva locura.

La verdad es que no sé cuántos capítulos tendrá ni qué me deparará el futuro... Pero lo que sé es que ahora que tengo inspiración y ganas, no voy a dejar que mi alma se decaiga. :D

Quería comentar que, como habéis visto, no he elegido Japón como lugar para que ocurran los acontecimientos; sino México. ¿Por qué? Pues veréis, porque México es un lugar al que siempre he querido ir; siempre me ha encantado la cultura de Sudamérica y sobretodo sus gentes, su hospitalidad, su comida... No sé, todo. Si tuviera dinero me encantaría ir allí y visitar cada rincón de Sudamérica... ¡Es tan preciosa!

Si algún alma caritativa me deja hospedarme en su casa, yo encantada, jajajaja.

Bien, y ahora hablando un poquito de la historia... Habréis notado mi amor incondicional por los animales y la obsesión que tengo con comprarles cosas.

(Cuando Shikamaru se priva de comprarle pantalones para comprarle cosas a Sombra... pues esa soy yo con mi perrito llamado Seven xD)

Están las locas de los gatos, pues yo soy la loca de los perros.

Bueno... Espero que os haya gustado éste inicio y de verdad espero que nos leamos muy, muy pronto.

Dejadme vuestras opiniones aquí o también en mi página de Facebook ¿Vale? :D

Muchísisisisimas gracias a todas las personas que estáis ahí, que os preocupáis por mi y que encima me enviáis mensajes para saber cómo estoy y si volveré pronto.

De verdad, sois mi vida.

-nótese mi inspiración para el nombre del lugar donde trabaja Shikamaru xDD, sois libres de reíros de mí.-

-laqueestudiapublicidadymarketing-

¡Besitos de chocolate con leche para todos!