Hola a todos, de nuevo traigo conmigo un fandom Shikatema, está escrita con todo el amor del mundo para aquellos que amamos esta bellísima pareja, espero y sea de su agrado. Los personajes que aparecen a continuación no me pertenecen, todo es obra e inspiración del maestro Masashi Kishimoto. El título de la historia es auténticamente del director Tim Burton, protagonizada por Johnny Depp.

SOMBRAS TENEBROSAS

Conocí al príncipe Naruto desde que éramos solo unos niños, lo conocí por mi padre ya que es el estratega de guerra del rey Minato. Para todos en el país del Fuego era su real majestad, para mí solo era Naruto, un tonto descerebrado, pero el tonto más terco y obstinado que he conocido.

Cierta noche el príncipe escapo tal y como solía hacerlo a veces, por otro lado, yo había salido a dar la vuelta, estaba algo aburrido así que fui a casa de Chouji, a mi regreso vi demasiada movilización, con mi mano derecha di un ligero masaje sobre mis cejas, era el colmo exhale, ese inconsciente debe andar por ahí entre las calles sin protección alguna, de seguro la reina debe estar de lo más preocupada, conociéndolo puedo darme una idea del dónde puede estar, Naruto es demasiado predecible, y si efectivamente, estaba en lo cierto, el muy necio estaba en Ichiraku Ramen, desde que Sai y yo lo llevamos a conocer ese restaurant se las ha ingeniado una y otra vez para escapar y regresar de nueva cuenta a su nuevo lugar favorito.

Me lo llevé a rastras hasta el palacio, cuando los soldados me vieron inmediatamente abrieron las rejas sabían que el sujeto que llevaba conmigo era el príncipe quien gritaba inconsolablemente por haber dejado su tazón a medias, apenas entramos al palacio y la reina Kushina lo petrificó con la mirada, antes de retirarme la reina extendiendo una invitación para quedarme a cenar con ellos, no me extrañé para nada, a menudo solía hacerlo, durante la cena los reyes hablaron de un viaje el cual Naruto debía hacer al país del Viento, motivo de su escape, pues varías días sin ramen sería una tortura para su alteza , fue así como el rey me asignó ser su compañero de viaje, de esta forma el muy tarado no se metería en problemas mientras yo estuviera con él, genial, otro bendito viaje con Naruto, que fastidio, intente negarme pero no conseguí nada, el rey no solo me eligió por ser su amigo, también lo hizo por aquella habilidad que poseo, un maldito don del cual prefiero no hablar.

A la mañana siguiente, ya estaba sobre un carruaje con destino al país del Viento, mendokusai, si tan solo hubiera dejado a Naruto en la entrada no estuviera aquí, involucrado en su patético viaje.

-Vamos Shikamaru anímate por Kami, de vez en cuando es bueno salir. – habló agradablemente el rubio.

-Viejo, no tengo intención de ir al país del Viento solo a escuchar un absurdo discurso, a no ser porque tu padre lo ordeno, yo no estuviera aquí. – dije en tono aburrido mientras veía por la ventanilla.

- Pero no es cualquier discurso, ok bueno si lo es, los discursos del tío Rasa son bastantes difíciles de entender, pero en realidad no voy eso, voy por la supermegafiesta que dará Kankuro en honor al regreso de su hermana mayor, quien acaba de volver del país del Rayo después de varios años, vamos será divertido, sus fiestas son las mejores dattebayo.

- ¿Ese es tu motivo? ¿Una supermegapeda?

- Hai, - atinó gustoso el rubio.

- Bien me largo, me regreso a Konoha. – De pronto el carruaje se paró.

- ¡Espera! ¡Espera! ¡Rayos, acompáñeme no te vas arrepentir, solo estaremos unos cuantos días! Te propongo algo, quédate hasta el discurso del tío Rasa, si te sientes incomodo, te regresas, le puedo decir a mi padre que te sentiste mal durante el viaje y listo, de veras.

Y de nuevo termine en las travesías del príncipe tarado y su holgazán compañero. Llegar hasta allá serán los tres días más largos y aburridos de mi vida; Tomaba una breve siesta hasta que fui sonoramente interrumpido por los gritos elocuentes de Naruto, habíamos llegado al palacio de Suna, ya era hora, comenzaba aterrarme de solo ver arena por doquier , fuimos recibidos por los reyes de Suna, primos lejanos del rey Minato y Kushina, pronto nos asignaron una habitación, los sirvientes llevaron consigo nuestro equipaje, al príncipe Naruto le asignaron la misma habitación del príncipe Gaara, pues fue deseo de ambos compartirla ya que eran muy buenos amigos.

En lo que a mí respecta, me preparaba para salir de la habitación, tomé una ducha, era cierto que Naruto solía ser algo insoportable, pero él había sido el primero en aceptarme tal y como soy me decía a mí mismo, mientras sentía el roce del agua sobre mi cara, mis hombros, sobre todo mi cuerpo. Rápidamente me cambie, me puse una camisa blanca de manga larga, encima de ella un chaleco negro, pantalón y botas negras, y sobre mi cadera coloqué un tali de cuero para enfundar mi espada, apresuradamente salí de la habitación, caminaba por el pasillo lo bastante distraído, en ese lugar tuve el más maravilloso de los encuentros, accidentalmente choque con una hermosa rubia de cuatro coletas, el cual vestía un ligero vestido blanco a media rodilla, tenía puesta una corona hecha de puras flores, en sus manos tenía consigo sus zapatillas pues ella venía descalza y por si fuera poco era poseedora de los ojos más hermosos que haya visto en mi vida. Me quedé sin habla por un buen momento contemplando su belleza, de seguro parecía un reverendo tonto ante ella, pero en verdad que esa mujer me tenía hipnotizado, estaba por disculparme cuando, se adelantó y tomo la palabra.

-Ten más cuidado, niño. – dijo graciosamente. Y me sonrió dulcemente, alejándose por uno de los pasillos, cuando pasó a un lado de mí pude respirar su perfume, olía a jazmines, todavía me quedé estático por unos segundos, admirando su delicado rostro, hasta que alguien tocó mi hombro y me hizo salir de aquel trance.

-Shikamaru quiero presentarte al príncipe Gaara, mi primo y mejor amigo.

Aún estaba algo nervioso por lo anterior, no hice más que mostrar la reverencia correspondiente de manera corta, pero cortes. - Es un placer, dije, - mi nombre es Nara Shikamaru, hijo del Duque Nara, de las tierras del Bosque. Mientras ambos nos presentábamos lance una discreta mirada hacia la dirección por donde había desaparecido aquella joven de ojos aguamarina.

Había cambiado completamente de opinión, estaba intrigado por conocer a esa hermosa mujer, y estoy decidido en no irme de Suna hasta saber quien era ella.