Érase una vez una Hermione de veintitres años, un matrimonio fallido, una historia incoherente con Remus Lupin y un Snape que no ha muerto en la batalla de Hogwarts.
Hermione se casó con Ron a los diecinueve años y se divorciaron a los veintiuno.
Hermione, dejó a Ron por Remus. Y si, Remus si se casó con Nymphadora.
Esta Hermione, se enamoró mucho de Lupin, lo dejó todo por él. Pero este Lupin, no tenía las cosas claras, y decidió seguir con Tonks.
Érase una vez, una Hermione que se encontró divorciada, sola y con dos palmos de narizes por haber sido tan estúpida.
Érase una vez un Severus. Un Severus que estaba bastante igual de deshubicado. Érase una vez una tarde en que ambos se encontraron.
Una Hermione, algo borracha, que invitó a Sev a una o diez copas, y un Severus y una ex-señorita Granger, que acabaron en la cama.
Dicen que el hombre es promiscuo por naturaleza pero que la sociedad lo corrompe.
Érase una vez, dos personas, que fueron un poco naturales, una noche loca.
La mañana ya fue más antinatura, o más social, y ambos pusieron el grito en el cielo.
Había también una Ginny, que estaba liada con Hermione. Sí, Ginny se casó con Harry, y ahí siguen, pero estaba liada con Hermione.
Nuestra Hermione estaba con Ginny, con Severus, con encuentros fugaces con Ron, y con un odio/odio hacia Remus Lupin, que había conseguido, con saña y dedicación, desenamorarla.
Érase una vez una Hermione promiscua pues, qué cosas. Eso sería culpa de su lado Ravenclaw, los Gryffindors van más con pies de plomo, aunque en esta historia, ninguno lo demuestre. El que más se anda con pies de plomo en este batiburrillo, es el Slytherin, y eso, amigos y amigas, me hace bastante gracia.
Hoy lleva el día entero comiendo chocolate, chocolates distintos, claro, no será ella quien se repita. Se acostó con Ginny después del desayuno, con Ron por la tarde noche, y ahora está entre los brazos de Severus. Un día, va a hacer un trío con Harry y Ginny, porque a la pelirroja le pone, y puesto a estar locos, ¿Por qué no?
Ella, Hermione, los liaría a todos. A Ron, a Severus, a Ginny y ella misma. Todos con todos. Érase una vez, una Hermione, que estaba caliente entre los brazos de su exprofesor de pociones y se imaginó un cuarteto.
