En un momento de completo ocio escribí esto que espero sea de su agrado, bueno visitantes y lectores de esta pequeña pagina, ojala disfruten de un agradable momento de lectura.

Y como es tradición…

Disclaimer: Puella Magi Madoka Magica y sus personajes no me pertenecen y por más que lo desee no lo serán.

Elegante Soledad

Ella veía a tres chicas salir de aquel instituto, mientras a las afueras del lugar había otra quien las estaba esperando para caminar juntas de regreso a sus hogares. Aquella chica tenía envidia, ¿Y cómo no tenerla?, siempre andaba sola, aun cuando ella y las cuatro chicas tenían un mismo destino, un mismo objetivo… ¿O será una misma misión?, el punto es que las cinco eran una especie de "súper guerreras"; pero había un pequeño quien simplemente las llamaba "Mahou Shoujo".

Una chica muy elegante y de hermosa cabellera rubia caminaba a unos 8 pasos detrás de sus cuatro compañeras de combate, ellas se veían muy felices, hablaban sobre muchos asuntos y esa hermosa y elegante rubia se sentía un tanto inadaptada, no sabía de que podía hablar con sus compañeras.

Sus pasos se volvieron cada vez más lentos, sus compañeras comenzaron a alejarse y ella solo agachó la mirada, sabía muy bien que nunca había sido buena para entablar una amistad, y después de aquel incidente en el que tuvo una segunda oportunidad… ese defecto empeoró. Ahora no podía tener a nadie cerca, porque posiblemente sería peligroso, bueno eso era lo que ella pensaba, sus ojos se comenzaron a humedecer al recordar aquel apartamento donde su única compañía era la soledad.

Estaba a punto de llorar cuando sintió la calidez de alguien, una persona la había tomado de la mano y le comenzó a decir:

—Mami-san, no te quedes atrás.

Esa voz la sacó de aquel trance, dirigió su mirada hacía una pelirosa quien la veía con una sonrisa, rápidamente se secó las lágrimas antes que la pequeña notara aquella tristeza. Le sonrió mientras aquella tristeza se alejaba, ella notó que las otras tres chicas también la estaban esperando, por un instante, por un breve segundo sintió que aquella soledad se fue completamente, se sentía querida… era una sensación muy cálida y que raras veces sentía, ya cuando alcanzó a sus compañeras volvió a sonreír y dijo:

—Amigas ¿No gustarían tomar un poco de té?

Todas se observaron entre si y casi de forma unísona aceptaron la invitación de aquella rubia quien simplemente deseaba un poco de cariño para así poder alejar la soledad que la asechaba constantemente…