VIOLADOR EN EL CAMPUS

Escribo mis agradecimientos a setsuna17, el único lector que me deja REVIEWS... - ... ja ja ja ja ....... por lo tanto esta historia tiene dedicación propia. Es rara la historia, digamos que tétrica y un poco injusta...


Hola mis amigos .. esta historia sólo va a tener un capítulo. En esta ocasión veremos la parte más enfermiza y malvada de un maníaco sexual ... a una pobre víctima que hizo todo lo posible para saber quien era el desgraciado que había lastimado a una de sus amigas y menuda sorpresa se llevó la pobre .... Oh .. por Dios .. les va ................


No debería estar así. Definitivamente, no debería estar en esas condiciones.

- ¡Demonios! - gritó desesperada al no poder moverse. Las cosas no estaban tal como las había planeado. Es que, se ven tan fáciles cuando se plasman en un papel, pero la realidad es tan peligrosa ¿Cómo no previno las cosas?. Debería haber considerado no confiar en quien tenía a su lado, antes de buscar el enemigo tan lejos.

Se sentía completamente perdida en estos momentos, más en los últimos cinco minutos en que había recuperado la conciencia y tenía certeza de su estado de completa inutilidad, revisó entre los alrededores algo que le indicara el sitio en donde se encontraba, pero, nada. Todo se veía trémulo, lleno de sombras, lleno de estúpidas sombras que lo nublaban todo.

- No te lo esperabas ¿O si? - escuchó en algún lugar perdido en la oscuridad.

Se le tensaron los músculos del cuerpo, uno a uno se le paralizaron hasta dejarla completamente sin posibilidad de moverse, de simple miedo. No, de simple terror.

Ahora, de pronto estaba temiendo por su integridad física. Si él le había hecho esas aberraciones a esas pobres muchachas ¿Qué le haría a ella cuando se atrevió a perseguirlo como un perro? El era un perro con rabia e imaginaba mordiéndola y asesinándola por simple gusto.

Pobres muchachas, las había dejado libres en un campo, las persiguió hasta que las cazó como presas, luego las llevó atadas hasta su enorme mansión y allí las violó hasta que perdían la conciencia. Al otro día, ellas recordaban todo, menos el rostro o algo que identificara a su atacante. No sabía a ciencia cierta cómo lo conseguía, pero así eran las cosas.

Todo en la Universidad era un caos, ya iban 9 jóvenes lastimadas, y sus amigos se cuestionaban constantemente acerca de la posible identidad del peligroso atacante. Pero cuando las cosas se volvieron personales Neji, Sasuke, Naruto, Hinata, Sai, Ino y ella, empezaron una misión independiente de las autoridades de la ciudad y el campus para ellos mismos dar con el culpable. ¿Cómo se volvieron personales? Cuando la bonita Tenten se volvió víctima de ese desgraciado, cuando se despertó en el campus completamente desnuda y llena de golpes en el cuerpo. Ese día Neji se sintió tan mal que intentó inútilmente encontrar al culpable y sólo con el compromiso de sus amigos para ayudarlo se calmó, ya que había protagonizado más de un problema en la estación de policía.

- ¡Claro que no! - respondió muy molesta tratando de soltarse, porque se encontraba completamente sujeta de pies a cabeza en un sucio rincón que olía a los mil demonios - pero que inmundicia, pensé que tu casa era mucho mejor que esta ratonera… cualquiera diría que alguien como tu tendría mejores gustos, inclusive cuando de violar mujeres se trata. Dime ¿Acaso es la única forma en que te funciona tu amiguito?

- ¿Mi casa? - soltó una gran carcajada que estuvo a punto de dejarlo sin respiración, una que cubrió la molestia que le ocasionaron sus palabras - a una perra como tú, no debería siquiera dejarla llegar a un metro de mi casa. ¿Como decirte? - y colocó su mano en la barbilla y moviendo las manos buscando una respuesta adecuada - es demasiado elegante y refinada para una puta barata.

- ¿Puta barata? - sintió los colores subírsele al rostro y lágrimas se le salieron de indignación ¿Cómo la llamaba puta barata cuando ella no había intimado jamás en su vida? Eso lo sabía ese hombre muy bien, si él mismo trató de acostarse con ella en más de una ocasión desde que ingresaron a la universidad y ella siempre supo como decirle que no. Aunque le gustara de una forma en que ni ella aún se explicaba. Simplemente no podía mantener relaciones sexuales con él sin tener la seguridad de amarlo. Eso le enfureció de tal manera que se volvió loco de ira, tanto que destrozó unas cosas y se marchó. Al otro día fue como si nada, las cosas se olvidaron y ella lo ignoró por el bien de los dos. Mal hecho, porque hace unos días, cuando descubrió la identidad del violador, también descubrió que precisamente luego de su negativa, hace tres años, las cosas comenzaron.

- Eres una perdida. No quieres dormir conmigo, pero en el primer intento casi te acuestas con ese imbécil - y caminando hacia ella se quitaba la camisa de seda importada que dejaba poco a la imaginación de las chicas que inocentes suspiraban por él.

- A Naruto déjalo fuera de esto, estábamos completamente borrachos y fue un error, pero hubiera preferido hacer el amor con él mil veces antes de haber tenido sólo sexo contigo - y volteó la mirada hacia un rincón en donde pudiera sacarlo de su vista - animal.

Así que piensas que solamente pensaba tener sexo contigo, pues para que lo sepas, en verdad yo estaba muy enamorado de ti zorra - y quitándose la correa delgada que rodeaba su cintura - tan enamorado que no pude soportar tu negativa - ahora se bajaba la cremallera y dejaba a la vista una erección que seguramente le estaba causando más de una molestia al joven que ahora se bajaba los pantalones.

- Entonces ¿Las violaste a todas para sacarte la pequeña espinita de una negativa de mi parte? Pero que infantil eres - y escupió hacia donde él venía - por eso violaste a la pobre Tenten ¿Cómo pudiste hacerle eso? Ella era nuestra amiga, le hiciste mucho daño pervertido - y al notar que las ropas del cuerpo del muchacho se había limitado a un 20% de su cuerpo empezó a temer lo que iba a suceder con ella.

- Ella no fue violada por mí - aseguró él atacado de risa - ella fue víctima del verdadero violador.

- ¿Verdadero violador? No entiendo - abriendo los ojos con incredulidad ante esas palabras tan decisivas.

- Yo sólo te puse un atrampa a ti. ¿Acaso crees que necesito de atacar a las mujeres para que cedan ante mis encantos? Estúpida, ellas se me regalan sin darse siquiera cuenta. Son tan accesibles - y ahora eliminando cualquier ropa sobre su cuerpo dejó a la vista de Sakura el enorme motivo que la iba a preocupar de ahora en adelante.

- Eso es mentira - replicó ella - las cosas empezaron a suceder desde que yo - iba a seguir pero una mano le cubrió la boca.

- Te voy a decir un secreto - siguió el joven - mi hermano es un poco necesitado, es un poco urgido en esos asuntos y yo he tenido que cubrirle para que él pueda tener un futuro. Mi hermano Itachi, necesita dejar salir esa energía de vez en cuando y la idea se la he dado yo, precisamente el día en que me negaste probar tu cuerpo.

- Sasuke, si tú no haz sido, por favor no me hagas daño - pero la respuesta fue una bofetada que acalló las súplicas - debes detenerlo y detenerte, él necesita ayuda. Algún día van a provocar algo peor.

- Mi hermano me ha enseñado tantas cosas, pequeña Sakura. Que después de esto, putita, no vas a querer salir de mi cama nunca - soltó como si hubiese sido el gran chiste.

Que delicia le parecía tenerla en ese rincón maloliente preparado exclusivamente para ella. En verdad estaban en su mansión y se había encargado de preparar las cosas para que lo que pudo ser algo increíble para ella, fuera todo lo contrario, por lo menos al principio.

Empezó por sus zapatos, fáciles de quitar, unas sandalias tipo romano. Desató muy despacio la derecha. Listo. Y ahora muy despacio la izquierda, fácil, era como un juego en donde despojaba de ropas a una de las muñecas de porcelana de su pequeña hermana Hinata, la única segura de los ataques del violador. Eso había sido muy fácil y le estaba excitando de sobremanera, pero lo que más le hacía doler su miembro, eran los pequeños quejidos que salían de su boca, unos que solo denotaban miedo, terror, angustia e incertidumbre pos su futuro. No se equivocaba, debía temerle esa noche en que estaba dispuesto a todo por tenerla bajo él y jadeando de placer.

La tomó por sorpresa de los hombros y la arrojó con fuerza para dejarla completamente estirada. Rompió las ataduras de sus pies adelantándose a unas seguras patadas y las amarró a unas cadenas previamente preparadas. Lo tenida todo listo para que no se librara esa noche de sus garras. Siguió por sus brazos. Pobrecita estaban muy lastimados, pero no llegaban a sangrar, no se perdonaría dañarla de esa manera, él prefería los métodos más placenteros como someterla sexualmente o convertirla en una de sus muñecas de placer, esas que le rogaban cada noche una sesión de sexo salvaje. Cómo extrañaba esas noches en que podía dejar llevarse por los brazos de una mujer hermosa y disfrutar de los placeres de la carne, pero no podía hace varios meses cuando al verla tan hermosa, las demás le parecieron basura.

- Maldita mujer, todo es por tu culpa - susurró conteniendo la necesidad de penetrarla sin algún preámbulo de estúpidas caricias, pero la venganza es un plato que se sirve frío, muy frió en el caso de hoy. No lo iba a echar a perder por sus impulsos.

Ahora estaba amarrada de pies y manos, no podía soltarse y ella, había perdido la esperanza de lograr algo gritando cuando, ya llevaba tratando de conseguir ayuda durante tanto tiempo.

Sacó su navaja, esa misma con la que le ayudó a soltar el cordón que se enredó en una raíz en la clase de deportes. Y la dirigió hasta su rostro, Sakura temblaba al pensar que no le molestaría clavársela en su estómago en ese mismo momento.

- Bueno Sakura, ahora vamos a ver lo que tanto cuidas. Te comportas como una puta, pero se muy bien que no has intimado así que esto va a ser muy divertido - terminó diciendo Sasuke ante la incredulidad de ella.

Se colocó sobre ella, completamente desnudo como estaba y empezó a moverse suavemente, frotando su cuerpo con el de ella, muy despacio, poco a poco, hasta que se detuvo.

- No es suficiente, necesito más contacto con tu piel - dijo en conclusión como si resolviera los problemas del mundo - así que con la navaja arrancó cada uno de los botones de la camisa que le había hecho su madre para navidad. Y dejó a su vista unos pechos sostenidos por un pequeño TOP deportivo. Rasgó su ropa de una buena vez y le dejó desnuda de la cintura para arriba. Ahora esa faldita tan tierna a sus ojos llena de puntos verdes y rosas, fue arrancada dejándole sólo la ropa interior de abajo, así que ahora se colocó sobre ella y se empezó a mover nuevamente, tan despacio que ella empezó a notar una pequeña picazón en esa zona en donde se frotaba el miembro de Sasuke, se empezó a mover de pronto muy rápido y la respiración se le empezó a entrecortar, pensó que iba a correrse en ese momento, pero contrario a lo que esperaba se levantó y le soltó de las cadenas. Ella pensó que se había arrepentido y que quizás la iba a dejar ir, pero en un descuido recibió una bofetada que la dejó nuevamente en el piso.

- ¿A qué juegas imbécil? - grito molesta bocabajo aplastada por el peso de Sasuke - si me vas a violar, no me pegues desgraciado .

Talvez debió quedarse callada porque lo próximo que sintió fue el contacto de las manos frías de Sasuke con sus senos, mientras él se movía sobre ella, una de ellas se dirigió a su boca. Sasuke, agarró su miembro y lo empezó a masajear, estaba tan a punto de sucumbir que no supo más, pero las sensaciones le cegaron los sentidos que decidió hacerlo de una buena vez. Lo acomodó en la entrada de la intimidad de Sakura y le dejó saber lo que pensaba a hacer, le dio tiempo para que se preocupara y tratara de patalear sólo para divertirse, una vez se sintió no poder más, la volteó y se introdujo dentro de ella sin consideración y se quedó inmóvil.

Que ojos más llenos de terror vio, se preguntó si todas las mujeres que violó su hermano reaccionaban igual, pero con ella le bastaba, estaba tomando lo que siempre había querido, no necesitaba ver a otra, le pertenecía. El era hijo de una familia muy pudiente y siempre le dieron todo, pero ella se negó. Estúpida.

Sakura gritó de dolor, reprimió los gemidos por vergüenza ante ella misma, así sasuke empezó a moverse suavemente dentro de ella, que suave era, que estrecha era, le costaba meter su falo, en su intimidad y le gustaba esa sensación. Ahora sentía el corazón de ella latir ante cada embestida suya, sus fuertes brazos le controlaban por completo, si lo pensaba, quizás no habría necesitado amarrarla desde el principio.

- Sasuke - dijo en un susurro - por favor me duele mucho - pero la respuesta fue que la volteó y siguió penetrándola sin cuidado. Olía sus cabellos, un aroma especial, suave, cuidadoso y embriagador. Así de espaldas no le veía el rostro y menos llorar, pero podía apreciar una escultural espalda y unas nalgas muy provocadoras. Ahora que lo pensaba, el podría soportar unas tres sesiones más, ¿Por qué contentarse con tan sólo un lugar? Podría invadir dos agujeros más de su cuerpo, pero no, se conformaba con uno más, ella, él sabía no era una zorra por más que se lo gritara y tampoco podría correr el peligro de una mordida en esa zona tan delicada.

Sintió que no podría más, pero ahora ¿debía salirse de ella? No lo haría, que mejor manera que atarla a él que con un embarazo, luego vería cómo repetir esa sesión de sexo y convencerla que fue en ese momento en que él le dio el honor de ser su amante y su mujer.

Terminó aún dentro de ella y sacó su miembro, para descansar encima. La respiración de ella se sintió muy suave y supo que había conseguido lo mismo que su hermano. Hacerla desmayar de placer ante las sesiones de amor, pero a él que le importaba seguiría aunque ella no lo notara.

Humedeció sus dedos y empezó a masajear su ano, que pequeño estaba, mas estrecho que su vagina. Allí sería al gloria, así que empezó a reanimar a su amiguito como ella decía, que graciosa, hasta buen humor tendría, se llevarían bien luego que lograra amarrarla a él por siempre. Cuando estuvo a punto, la volteó y la vio allí, dormida inocente de las aberraciones que él le haría, allí fue la pérdida total para sus sentidos.

- Duerme Sakura, mañana no recordarás nada - susurró él - te lo aseguro.

Levantó sus piernas y las acomodó en sus hombros y acomodó su miembro en la entrada del pequeño ano, que difícil, pero poco a poco pudo introducirlo, ella, inconciente, perdida en sus sueños y allí en un mete y saca violento y mortal se dejó llevar por sus impulsos ya sin cuidado, ella estaba medio anestesiada de lo dormida. Terminó en ella y se acostó sobre su pecho.

- La más excitante sesión de sexo, Sakura - y tocando los senos con delicadeza - si, contigo me basta mi querida y virginal niña.


Las 7 am, el sol alumbraba uno de los mejores sectores de Nueva York, los exclusivos sitios en donde solo vivían las familias mas pudientes.

- Ahhhh, gritó una pelirrosa en una enorme habitación. Estaba rodeada por el abrazo de un apuesto de cabellos negros que se aferraba a ella.

- Querida, despierta - le dijo su marido preocupado.

- Sasuke - respondió agitada - lo lamento, fue una pesadilla horrible contigo. Oh, por Dios soñé algo tan absurdo - sonrió incrédula ante las cosas.

- ¿Dime qué soñaste? - le replicó el algo curioso.

- ¿Recuerdas las violaciones de la época universitaria? - incriminó ella - hace diez años.

- Si, por esa época, nos emborrachamos una noche y terminamos haciendo el amor en mi mansión cerca de la universidad - logrando que su esposa se sonrojara - cuando al fin te decidiste por mi y quedaste embarazada de mi pequeño Sasuke.

- Si, pues, soñé que tu me violabas. Sasuke - siguió ella apenada - es horrible - y lo empezó a besar, con pasión hasta que terminaron en esas sesiones de sexo mañanero que a Sasuke tanto le divertían y disfrutaba. El era insaciable y ella le correspondía.

Luego de una hora, al fin Sakura se desprendió del agarre de su marido, hoy era Sábado y no trabajaría. Ella llevaría al pequeño de compras, necesitaba zapatos nuevos, era tan travieso ese pequeño, igual que su padre.

- Querido voy a llevar al pequeño Sasuke, nos vemos para la cena con tu hermano Itachi.

- Si querida - y un brillo malvado se le adueñó de los ojos - aún no se la razón para que se mude tan seguido.

Aunque Sasuke sólo forzó a Sakura, su hermano seguía haciendo de las suyas, a él le bastaba con hacerla suya cuantas veces deseara. Por su parte Itachi debía satisfacerse cuando necesitara. Eso no le molestaba, para eso estaban los hermanos.