Advertencias: Los personajes no nos pertenecen y no sacamos ningún beneficio con esto, tan solo el placer que nos produce poner palabras a las historias que nos rondan por la mente. Hay un ligero universo alterno pues al incluir personajes a la historia hemos tenido que cambiar algunas cosas. El fic estará dividido en capítulos, cada uno de ellos narrado por un personaje diferente que sera especificado al inicio de cada capitulo a modo de titulo. ¡Y nada mas! Esperamos que os guste! :)

Capitulo 1

Lily

Los primeros rayos del sol empiezan a invadir la habitación y poco a poco las sombras se disipan mientras observo desde mi cama como amanece. Desde mi privilegiada ubicación puedo ver la ventana y a través de ella el enorme lago de Hogwarts. Me incorporo en la cama y me desperezo lentamente quitándome la morriña. Echo un vistazo a mis compañeras de habitación que duermen profundamente y entro en el pequeño baño que compartimos las cinco. Abro el grifo de la ducha y poco a poco empiezo a desvestirme, todo se empieza a llenar de vaho. Mientras entro en la ducha oigo el primer despertador; seguramente el de mi amiga Susy, pero no tarda en dejar de sonar. Sonrío pensando en que lo más probable es que tenga que acabar despertándolas como casi cada día. Pero para mi asombro, justo cuando estoy a punto de acabar la puerta del baño se abre y una de mis compañeras entra.

- Buenos dias Lily - habla tan flojito que casi me cuesta entenderla.

- Buenos días Akary. Creía que dormías - lo digo mientras paro el agua y me envuelvo en una toalla.

Cuando descorro la cortina de la ducha la veo plantada de pie, justo delante del armario del baño donde guardamos los analgésicos y las pociones antiresaca (por cortesía del señor Sirius Black). Lleva su larga melena rubia tremendamente alborotada y bajo sus ojos unas terribles ojeras empiezan a hacerse notar.

- ¿Una noche movidita?- la miro con desaprobación. Últimamente se ha excedido un poco con sus andaduras nocturnas y me preocupa que eso se empiece a notar en sus notas. Además, siempre acaba convenciendo a Susy para ir con ella.

Sonríe mientras abre un pequeño frasco y lo bebe de un trago.

- No ha estado mal. Una buena despedida de fin de curso.

- Pero si la fiesta de fin de curso es hoy - la miro extrañada y ella se encoge de hombros.

- Entonces lo llamaremos pre-despedida. Voy a despertar a Susy.

Sale del baño y yo me quedo mirando la puerta. Hace algunas semana que mi amiga se comporta de una forma extraña. Sospecho que debe tener algun lio con alguien y por lo que parece este esta empezando a durar. Pero cada vez que intento sacar el tema ella se pone en plan misterioso con lo que deduzco que no me va a gustar con quien anda, así que prefiero no preguntar demasiado, total, tratándose de Akary en un par de semanas ya no lo querrá ni ver.

Cuando salgo del baño me encuentro a Akary sentada en el borde de la cama de Susy, que se resiste a levantarse. Probablemente haya pasado mala noche, aunque no he escuchado que tuviese pesadillas. Cuando al final se incorpora Akary se levanta y se encierra en el baño.

- Buenos días Susy - le digo mientras me acerco a mi armario que se encuentra entre su cama y la mia.

- Buenos dias Lily - se estira y se levanta poco a poco. - Pensé que estarías con James - el comentario hace que me sonroje levemente. Hace algo menos de un mes que James y yo al final nos hemos decidido a intentar algo y aún no me hago a la idea. Él está encantado y yo a pesar que quererle, a veces me siento abrumada. Como si todo a mi alrededor fuese demasiado deprisa y no tuviese el control absoluto de mi vida.

- No, ayer tenía que ayudar con unos exámenes de recuperación a Martha. Hoy tiene el último.

- Seguro que le va genial con una profe como tú - me sonríe y se dirige a su armario. La observó mientras me visto. Lleva una fina camisa negra y un pantalón corto de pijama. Cuando se gira nuevamente hacia mi para pedirme prestada una camiseta me doy cuenta de que en la pierna izquierda tiene un enorme moretón.

- ¿Y eso? - pregunto señalándole la pierna. Ella se mira y abre mucho los ojos. Fija su vista en mi y por un momento puedo ver una pizca de asombro en sus ojos.

- No lo se, per… ¡Au!- exclama mientras se toca la zona - Tal vez me lo he hecho durmiendo.

- ¡Pues menudo golpe! - le digo mientras me siento en mi cama para atarme los zapatos. Ella me mira y asiente mientras se acerca para sentarse a mi lado.

- Otra vez se me ha colado Akary en la ducha ¡con lo tardona que es! - exclama mientras se estira en mi cama.

- Pues yo no os voy a esperar, que si no cuando bajamos a desayunar ya casi no queda nada. Ya sabes que estos comen como animales.

- Si claro, sera por eso.

Me mira divertida. Yo la miro fijamente a los ojos. Susy tiene una mirada algo inquietante, quizá sea por el hecho de que tener un ojo azul y otro verde, o por la manía que tiene de quedarse mirando fijamente a la gente sin decir nada, como si supiese cosas de ti que hasta tú mismo desconoces, pero la verdad es que pocas personas son capaces de aguantarle la mirada por mucho tiempo. Pero claro, yo hace seis años que soy amiga suya asi que no me voy a acobardar…

- ¿Sí claro, qué? ¿Qué insinúas?

- ¿Yo? ¡Nada! - la puerta del baño se abre y aparece Akary en albornoz. Susy no tarda en meterse.

Me levanto de la cama y tras colocar algunos libros en mi bolsa y despedirme de Akary prometiéndole esperarlas en el gran comedor, bajo las escaleras hasta la sala común de Gryffindor, donde para mi sorpresa me espera un ojeroso y sonriente James.

- Vaya, si que has madrugado - le digo mientras recorto la distancia entre nosotros y le beso suavemente. Cuando nos separamos le miro a los ojos y él sonríe bobamente. - ¿O es que aun no has ido a dormir?

No necesito respuesta, con una simple mirada puedo saber que no ha debido dormir seguramente preparando la tradicional broma de fin de curso y como realmente no quiero saber nada prefiero no preguntar qué se traen entre manos los merodeadores.

- Digamos que he tenido una noche un poco movidita - me lanza una mirada picara, y yo, que he decidido no preguntar intento cambiar de tema.

- ¿Ya has preparado tu baúl?

- Si, bueno… aun me faltan algunas cosas…

- Pues no deberías dejarlo para lo último que si no seguro que te olvidas algo. Yo ya lo tengo casi todo listo, aunque aun tengo que devolver un par de libros a la biblioteca.

- Si fuera tan perfecto como tú no te supondría ningún reto estar conmigo- James me guiña un ojo.

Oigo unos pasos atrás nuestros, me giro y compruebo con sorpresa que es Akary.

- ¿Qué haces levantada tan pronto hermanita?.

- Buenos días James- le da un beso en la mejilla- Hoy he madrugado porque tengo que hacer unas cosas por ahí…

- Espero que no sea verte con un chico…

- No… ¿por qué lo dices?

- Porque tienes una cara horrible Akary… ¿te has visto? Tienes ojeras, el pelo mojado y el uniforme casi del revés.

- No vas ni maquillada- apunto.

- Bueno… oye, no siempre puedo estar perfecta, el que me quiera tarde o temprano tendrá que verme así, dejadme en paz anda, nos vemos en clase.

Akary nos mira con mala cara y se marcha casi corriendo. Nosotros comenzamos a andar por los pasillos yéndonos hacia el gran comedor

- ¿Qué mosca le ha picado?.

- No lo sé la verdad, lleva un par de semanas muy rara, trasnocha más de lo de costumbre, siempre esta por ahí y cada vez tiene peor aspecto, yo creo que se ve con alguien, y sabe que ese alguien no va a gustarnos… Quien sabe, a lo mejor está enamorada.

- ¿Mi hermana? ¿Enamorada? Imposible, desde que le pasó aquello en primero no ha vuelto a enamorarse.

- En realidad aún no sé quien le rompió el corazón en primero.. nunca habla de ello…

- Fue Sirius…

- ¿En serio? ¿De ahí viene tanta competitividad? Vaya par de crios..

- Bueno, para ella resultó ser más serio de lo que debía ser. Pero dejemos el tema, cuéntame qué vas a ponerte esta noche, tengo una sorpresilla… así que ven bien vestida..

- Lo dices como si yo fuera andrajosa por ahí, yo sé perfectamente cómo vestirme en cada ocasión señor Potter.

Ya hemos llegado al comedor, hay muy pocas personas madrugadoras en este castillo, nos sentamos en la mesa repleta de comida humeante y me sirvo una gran taza de té.

Me pregunto que clase de sorpresa me habrá preparado James, el estómago se me encoje y siento un leve hormigueo, la probabilidad de que quiera que lo hagamos es muy alta, y yo también quiero, pero aún así no puedo evitar sentirme nerviosa, a veces me hubiera gustado hacerle caso a Akary y a Susy y haberme abierto a más chicos, pero la verdad, es que después de Severus no he dormido con nadie más... Ese pensamiento me hace ponerme aún más nerviosa, James ha estado con muchísimas chicas, y me da miedo quedar en evidencia con mi inexperiencia en ese campo. James me saca de mis pensamientos insertándome un bollo en la boca.

- ¿QUÉ HACES?!

- No estás comiendo Lily, y si te quedas en los huesos no te voy a querer.

- Estaba pensando idiota, casi me ahogo del susto.

- ¿En qué pensabas?

- A ti te lo voy a decir… Mira, por ahí vienen los chicos y Susy.

- Buenos días- Dice Remus- ¿Y Akary? Tenía que devolverme unos apuntes de Historia de la Magia.

- Apuntes de Historia... ¿para qué?- Pregunto.

- Para el trabajo que tenía para subir nota…

Susy y yo nos miramos extrañadas, Akary es un completo desastre pero de ahí a necesitar hacer trabajos para subir nota… además lo lógico es que si necesita ayuda me la pida a mi, o en todo casi si no quiere que le eche la bronca a Susy. Pero pedírselo a Remus, y sin decirnos nada... Cada vez me parece más extraño todo. Susy asiente como si estuviera leyéndome los pensamientos.

- Ya estáis haciendo eso otra vez- dice Sirius.

- ¿Hacer qué?- Le pregunta Susy.

- Hablar telepáticamente, como si tuvierais una mente colmena o algo así, da miedo. A ver, ¿qué estoy pensando ahora?.

- No hay que ser telépata para saber lo que estás pensando Sirius, siempre piensas en lo mismo…- Le contesto.

Todos me ríen la gracia, hasta el mismo Sirius. Pero la carcajada me pasa rápido, empiezo a estar muy preocupada por mi amiga asi que de hoy no pasaba que nos cuente lo que le pasa. Miro a Susy, que vuelve a asentir, realmente no se si me lee la mente o es que pensamos igual. Me quedo un rato mirándola, apenas come, ha adelgazado y se la ve algo demacrada, ha perdido brillo en la mirada, sé que para ella mañana será un día duro, y que cuenta los días que le quedan hasta cumplir los diecisiete. Definitivamente hoy toca tarde chicas, avasallaremos a Akary para que confiese, y haremos algo inolvidable para darle fuerzas a Susy para resistir estos dos meses que le quedan. Así que tras acabar mi desayuno, me deshago de James diciendo que tengo pasar por la biblioteca y con un último vistazo a la mesa, y más concretamente a Susy, me levanto.

No he cruzado más de dos pasillos cuando oigo una voz familiar y mis sospechas se confirman cuando al girar la esquina observo la escena que se muestra ante mis ojos. Sentado en un banco de piedra se encuentra el arrogante de Lucius Malfoy, con las piernas abiertas, la camisa medio desabrochada y el pelo algo alborotado. A su lado sus dos gorilas, Crabbe y Goyle que escuchan embobados las grandes hazañas nocturnas que debe haber cometido el rubio. Cuando me ven dejan de hablar y me miran con cara de asco.

-Vaya, que tenemos por aquí… nuestro ratón de biblioteca preferido. ¿Vas a despedirte de los libros? Seguro que echas de menos la buena lectura en tu casucha de muggles.

- Para tu información, Malfoy, los muggles también leen libros, a diferencia de ti. - lo miro con desaprobación y odio. Y él se ríe de mi.

- Parece que hoy nos hemos levantado con ganas de pelea - se levanta y se me acerca amenazante. Noto que con su mano parece estar buscando su varita e inmediatamente me tenso.

- ¿Qué pasa aquí? - la voz a mis espaldas me hace reaccionar, y retrocedo unos pasos, alejándome de Malfoy - ¿Es que no teneis nada mejor que hacer?

Susy parece molesta, se lo noto en la voz y yo que parece que al fin he salido de mi bloqueo temporal vuelvo a clavar la vista en Malfoy.

- Intenta alzar tu varita y tu casa se quedará sin puntos. Están prohibidas las peleas Malfoy, asi que largaos de aquí antes de que avise al director.

- ¿Puntos? Esas banalidades pronto se acabaran para mi, fuera de este estupido colegio se encuentra el mundo real y os aseguro que la próxima vez no seré tan benévolo. -Nos lanza una mirada arrogante, pero por suerte le hace una señal a sus gorilas y se marchan. Yo me siento aliviada, porque una pelea era lo último que deseaba.

- Menos mal que el año que viene no vamos a tener que soportarlo más -me dice Susy.

Yo asiento y empiezo a caminar. Susy me sigue.

- Tenemos que hablar con Akary, le pasa algo. Esta tan rara... Ni siquiera yo he conseguido sonsacarle nada - es mi amiga la que habla, y parece que esta tan o más preocupada que yo.

- Si, me preocupa que sus notas se empiecen a ver perjudicadas. Además, no entiendo por que de repente no confía en nosotras. ¡Creia que no teníamos secretos!

- Si, eso es lo que más me preocupa. A saber en qué lío anda metida…Había pensado que quizá podríamos aprovechar que esta tarde no hay clase para ir a Hogsmeade. Tal vez un par de cervezas de mantequilla le desaten la lengua. Además, por una vez no te vamos a obligar a saltarte ninguna norma - sonríe y me guiña un ojo.

- Me parece buena idea, ¡tarde de chicas para despedir el curso!

- Entonces vamos a buscar a Akary antes de ir a clase.

Retomamos el camino hacia el gran comedor, charlando animadamente sobre las notas y demás trivialidades. Intento evitar el tema de las vacaciones, se que Susy no quiere volver a casa. No tiene una buena relación con su madre y su padre hace ya 5 años que murió. Se que ella esta deseando cumplir los 17 para irse lejos, pero eso no ocurrirá hasta mediados de agosto. Sirius le ha dicho en más de una ocasión que no importa que falte un mes para su mayoria de edad, que no deberia ni volver, pero el caso de Susy no es como el de él, que a sus 16 años abandonó su hogar sin que nadie fuera a buscarlo. Se bien que si Susy no volviese este verano los aurores irían a buscarla a donde fuera que fuese, algo que a mi, por muy injusto que pueda ser para mi amiga encuentro lógico porque al fin y al cabo es menor de edad. Conforme nos vamos acercando al gran comedor empezamos a oir un gran alboroto y cuando finalmente entramos veo que un montón de alumnos protestan frente a las mesa de los profesores. Miro a Susy algo desconcertada y veo que mira hacia delante intentando disimular la pequeña sonrisa que se empieza a dibujar en sus labios. Cuando vuelvo a fijar la vista al frente me doy cuenta de que los alumnos que gritan son los de la casa Slytherin y que además están… ¡calvos! La mayoría intenta ocultar su repentina calvicie con gorros pero otros les muestran su indignación enseñándoles sus brillantes cabezas. Veo a dos chicas abrazadas, llorando como si no hubiese mañana… Instintivamente me giro indignada y miro a los chicos, que charlan tranquilamente como si eso no fuese con ellos. Me acerco a grandes zancadas, tremendamente malhumorada. Esta broma es de muy mal gusto y mi humor no cambia cuando mis ojos se encuentran con los de mi novio y le veo la sonrisa dibujada en su mirada.

- ¡James Potter! -exclamo alterada - Dime que no teneis nada que ver con todo esto.

El me mira sin decir nada y ese silencio no es mas que una confirmación de que mis irresponsables amigos están detrás de todo esto. Miro a Susy molesta, intentando buscar algo de apoyo pero mi amiga no parece para nada enfadada.

- ¡Os habeis pasado! Y como los profesores se enteren de esto nos vamos a quedar sin puntos.

- Venga Lils, nadie va a saber que hemos sido nosotros. Y tu no vas a decir nada, ¿a que no? - es Sirius quien me contesta divertido.

- ¡Pues debería! - estoy tan molesta que loúnicoo que quiero es perderlos de vista. Veo que Akary al fin aparece y se sienta al lado de su hermano, que me mira con cara de cordero degollado, intentando encontrar un perdón que aun no estoy dispuesta a darle. Asi que me giro y salgo del gran comedor de muy mal humor… Se que James me seguira, o mas le vale, así que en cuanto salgo me paro.

Y espero… Pero del gran comedor no sale ninguno de mis amigos, tan solo algún que otro Slytherin que intenta tapar su calvicie. Me molesto mucho mas si cabe y desando mis pasos. Cuando vuelvo a entrar en el gran comedor me encuentro con que James y Sirius han parado el paso de un molesto Severus. El pobre no tiene ni un solo pelo en su cabeza ni en su cara, lo cual hace que su enorme nariz destaque más.

- Que pasa quejicus, ¿alguien te ha tomado el pelo?- dice Sirius soltando una gran risotada.

¡

- Muy gracioso Black, ¿te han ayudado o esta ingeniosa obviedad la has pensado tú solo?.

- Mira, si se nos ha puesto gallito…parece que no tiene ni un pelo de tonto- contesta James.

James y Sirius rompen en una sonora carcajada, y veo como Snape frunce el ceño y agarra fuertemente su varita.

- Os debe parecer muy gracioso, pero mas me reire yo cuando vuestra casa se quede sin puntos. Todo el mundo sabe que estais detrás de esto - da una paso hacia delante, intentando irse, pero Sirius le barre el paso. Y contra todo pronóstico Snape saca su varita y apunta a Sirius. No le da tiempo de hacer nada, pues James se le adelanta y le lanza un destello azul. Inmediatamente Severus es cubierto por un gran moco verde. Intenta retroceder pero resbala cayendo en un charco de moco. Los alumnos empiezan a reirse y yo, que no soporto mas la escena me interpongo entre los chicos y Severus.

- Ya basta James - inmediatamente baja la varita. Me giro para intentar ayudar a Snape, tendiendole una mano. Pero este me la rechaza y se incorpora.

- No necesito la ayuda de una asquerosa sangre sucia- las palabras me hielan la sangre porque aunque no esperaba una reacción muy amigable, jamás hubiera esperado oír aquellas palabras de la boca de la persona que una vez fue mi amigo. La ira se apodera de mi, mis brazos parecen adquirir vida propia y le empujo con rabia, haciéndole caer de nuevo en el charco de moco.

Agarro a James del brazo y salimos del comedor. Caminamos en silencio hasta el aula de pociones, donde tenemos la primera clase del dia. Llegamos los primeros junto con Sirius y los demás que nos han seguido sin decir nada. Ocupamos la última fila, y yo abro los libros repasando la que será la última clase de pociones del curso. No tengo ganas de hablar, estoy dolida y mis amigos, que me conocen lo suficiente, me dejan tranquila. James se sienta a mi lado y apoya una de sus manos en mi pierna. Le miro y le sonrio para hacerle saber que ya no estoy enfadada y él parece relajarse, pues se enzarza en una animada discusión con Sirius y Remus sobre Quidditch...