Julia iba paseando tranquilamente por la calle cuando se encuentra a dos chicos muy conocidos por ella hablando.

-Díselo.

-Me da corte.

-Ricardo.

-¿Y si no le gusto?

-¿Todavía dudas eso? Vamos si no lo intentas jamás lo sabrás.

-Vale tú ganas me declararé.

Julia estaba sorprendida. A ella le gustaba Ricardo y que él estuviera enamorado de otra le partía el corazón. Decidió irse a casa y consultarlo todo con su almohada.

Por su parte, Ricardo iba a casa de Julia pensando qué le diría. Cuando llegó tocó la puerta y esperó un rato pero nadie le abría. Cuando iba a irse, se oyó una voz desde dentro:

-¿Quién es?

-Soy Ricardo.

La chica abrió la puerta. Se veía que había llorado pero le regaló una sonrisa al chico.

-¿Podemos hablar?

-Claro pasa.

Una vez dentro, subieron al cuarto de Julia y se sentaron en la cama.

-¿Vives aquí sola?

-Pues sí. Mi padre viaja mucho por negocios. Se fue ayer y no vuelve hasta el mes que viene. Bueno, ¿de qué querías hablar?

-Ehh, sí, bueno... yo... verás... tú...túmegustasmuchoJulia – lo dijo todo seguido, tan rápido que la chica no se enteró.

-¿Podrías repetirlo? No me he enterado de nada.

-¿Otra vez? Bueno etto... tu me gustas mucho Julia – dijo agachando la cabeza.

Julia estaba tan sorprendida que no podía ni hablar. Pero decidió que le contestaría rápido a sí que le besó en los labios. Ricardo le correspondió y empezaron a besarse más apasionadamente. Julia dejó que la lengua del chico entrara en su boca y la recorriera. Las dos lenguas empezaron a juguetear entre sí. Cuando vieron que les faltaba el aire se separaron.

-Te amo Ricardo di Rigo.

-Y yo a tí Julia Blaze.

Tras decir esto la tendió en la cama y él se colocó encima. Empezó a besarle el cuello mientras que Julia le desabrochaba la camisa. Cuando hubo acabado, Ricardo paró y se quitó esa prenda. Le levantó los brazos a la chica y le sacó su camiseta. Con los pies empezó a tirar de la corta falda hacia abajo haciendo que se quedara en ropa interior. Mientras tanto Julia le desabrochaba el cinturón y lo tiraba a un rincón. Ricardo paró de besarla y se quitó el pantalón dejándolo en boxers.

Le dio la vuelta a su amada y le desabrochó el sujetador. Éste se le cayó completamente dejando ver sus pechos. Ricardo estaba rojo pero prefirió seguir. Empezó a masajear uno de los pechos mientras Julia gemía de placer y con la otra mano le tocaba la nuca. Paró de besarla y llevó su boca al otro pecho, el cual comenzó a chupar como si se le fuera la vida en ello. Mientras, Julia intentaba quitarle la única prenda que le quedaba con los pies, hasta que lo consiguió. Se incorporó sorprendiendo a Ricardo y empezó a lamerle esa parte al chico. Éste la sentó encima de él y le quitó la parte que le quedaba a la chica. Entonces la colocó boca abajo en la cama y comenzó a meter su miembro en la entrada de su ahora novia, que gemía de placer y se agarraba a las sábanas. Cuando llegaron al climax, el chico paró, cogió la sábana y la echó por encima de ambos. Empezó a besarla y se abrazaron. Tras esto se durmieron.

Cuando despertaron a la mañana siguiente, recordaron que había clase y que le tendrían que contar una historia sobre lo que pasó aquella noche a Gabi.