Este fic va a estar basado en la historia de amor de Aria y Ezra de Pretty Little Liars, pero con Castle y Beckett. Dejarme reviews y decirme que os parece y si queréis que continúe.

Estábamos ya en la segunda semana de septiembre y en unos días iba a empezar el curso. Acababa de volver de pasar un año en Toronto con mis padres, por su trabajo. Ya había pasado un año desde que deje mi vida en Rivertown (un pequeño pueblo a las afueras de New York) para irme a Toronto. La verdad es que necesitaba desconectar, después de la desaparición de Michael, mi mejor amigo de la infancia. Me vino muy bien en su momento, pero ahora necesitaba estar con mis amigos, sobre todo a Madison, mi mejor amiga, que se volvería loca al saber que he vuelto.

Empecé a decorar mi vieja habitación a mi gusto, un poster de los Ramones por aquí, un poster de los Rolling Stones por allá, colocar todos mis CD's en la estantería… Unas horas más tarde termine de decorar mi habitación y solo me faltaba guardar toda mi ropa en el diminuto armario, eso iba a ser un reto para mí, así que llame a mi madre que era una experta en eso, en encontrar sitio donde no lo había. Al principio ayudaba a mi madre, pero luego me canse y deje que lo guardara todo ella sola, mientras que mis padres terminaban de ordenar la casa yo fui a buscar a Madison, que vivía dos casas más a la izquierda de la mía.

Llegue a su puerta y toqué el timbre, pero nadie lo oyó, seguro que ahora estarían todos bañándose en la piscina, no me extrañaría nada con el calor que hacía, volví a llamar para ver si esta vez me habría alguien, y así fue, me abrió Madison y casi me mata del abrazo y los gritos que pego al verme.

-¡O DIOS BECK-S ESTAS AQUÍ! ¿Cuándo volviste?

-Ayer por la tarde.

-Cuanto te he echado de menos.

-Si te cuento lo que te he echado de menos yo.

-Joder, me alegro de verte.

-Yo a ti también.

-Hey madi, ¿vamos al bar de la plaza del pueblo?

-Vale, ven sube, voy a cambiarme.

-¿Que me pongo?

-Que tal esa camiseta blanca y esos vaqueros cortos de ahí

-Genial. ¿Qué tal todo por Canadá?

-Pues bastante bien, ¿Y por aquí?

-Va bien pero desde que te fuiste nada es lo mismo, todo ha cambiado, la gente ha cambiado.

-Camarero, dos limonadas.

-Marchando

-Vale gracias.

-Aquí tienen

-Cuéntame madi con quien has salido este último año

-Con nadie importante, solo con Tom.

-TOM ¿El hermano mayor de Ali?

-Si

-¿Ese que esta tan bueno?

-Si

-Joder que suerte

-Ya pero rompimos, porque a él le gustaba otra.

-Jo, lo siento por ti.

-Bah da igual. Y tú, ¿con quién has estado saliendo?

-Tampoco he salido con muchos chicos, solo con uno rubio de ojos azules que era un arrogante, un francés, un bajista de un grupo, el batería del mismo grupo y un gilipollas.

-¿Pocos? Joder si yo no salgo con 5 chicos ni en dos años.

-Ya pero es que tus relaciones duran, no como las mías.

-Bueno ya verás cómo encuentras a alguien.

-Si ya seguro…

-Oye Beck-s me tengo que ir, me reclaman en casa.

-Okey, te llamo luego

Decidí quedarme un rato más, estaba yo sola hasta que entro él, un hombre alto, joven ojos azules, pelo marrón, dios estaba buenísimo, y se sentó a mi lado en la barra.

-Hola, soy Rick ¿y tú?

-Yo soy Kate, encantada

-Lo mismo digo Kate. ¿Alguna vez te han dicho que tienes unos ojos preciosos?

-No-dije yo sonrojándome.

Estuvimos conociéndonos un rato, hasta que al final surgió, lo que tenía que surgir. Fuimos hacia el baño mientras nos besábamos, no podíamos parar, nuestros labios eran como drogas para nosotros y no habíamos vuelto adictos en unos solos segundos, entramos en el baño y cerramos la puerta con pestillo, me estampo contra la puerta del baño mientras me quitaba la camiseta dejándome con el sujetador, mientras que me quitaba la camiseta, yo empecé a desabrocharle su camisa y cuando al fin la desabroche al completo la tire por ahí, el me cogió y me subió a la encimera de los lavabos, me empezó a quitar la mini falda y yo a desabrocharle los pantalones, cuando se los quite paso lo peor que podría haber pasado en ese momento. Sonó mi móvil y tuve que cogerlo era mi madre preguntándome donde estaba, que estaba preocupada y que tenía que volver a casa. Yo no quería irme, quería terminar lo que había empezado pero si no volvía a casa ya me metería en una buena. Me guarde el número de teléfono de Rick en mi móvil para llamarle en cuanto volviese a casa para quedar un día y terminar lo que habíamos dejado a medias. Me vestí corriendo y me fui lo más rápido posible a casa, no me dio tiempo ni a arreglarme el pelo, seguro que iba horrible.

Eran las 14:15 y llegaba un poco tarde para comer, y mis padres me esperaban un poco mosqueados en casa.

-Katherine Beckett, ¿Se puede saber dónde estabas y porque traes esas pintas?

-Estaba con madison.

-¿Y porque estas tan despeinada y con el pintalabios tan corrido?

-mmm… pues…

-La comida esta lista

Buff salvada por la campana-pensé yo, si no llega a ser por mi madre ahora estaría castigada, aunque seguro que eso no habría acabado allí.

-Subí a mi baño a arreglarme un poco y volví a bajar a comer, mi madre había hecho macarrones, me encantaba ese plato. Terminé de comer y me fui corriendo a mi habitación para que no me pudieran decir nada.

-Hola Rick, soy Kate, ¿Quedamos mañana por la tarde?

-Vale. ¿Qué te parece si vamos al cine de la ciudad?

-Perfecto, nos vemos mañana bye.

-Que duermas bien.


Hoy empezaban las clases y la verdad es que no me apetecía nada levantarme a las 6 de la mañana.

Terminé saliendo de la cama después de que mi madre me gritase un par de veces y fui abajo a desayunar, tome unos cereales y luego me fui a dar una ducha, había quedado con madison a las 7:30 para ir a clase, y no sé si me daría tiempo, eran casi las 7 y aun me faltaba vestirme, maquillarme y peinarme. No sabía que ponerme, estaba dudando entre un vestido o una mini falda, termine optando por la minifalda, me vestí y luego me peine, me hice una trenza a un lado medio despeinada, y luego me maquille. Termine de arreglarme y sonó el timbre, baje corriendo, me despedí de mis padres y luego me fui con Madison.

Estuvimos todo el camino hablando y yo le conté lo del chico que conocí ayer, llegamos a clase y ella seguía haciéndome preguntas, no sabía que responderle, ya que le conocí hace menos de un día.

Sonó el timbre y entramos a clase, nos sentamos en la última fila para poder seguir hablando y mandar mensajitos por el móvil. A los minutos de sentarnos, entro el profesor y dios no me lo podía creer, ¡Era él! Sabía que sería más mayor que yo, ¿pero tanto? Tenía que hacer algo, tenía que hablar con él, teníamos que romper, pero ya era muy tarde, me había enamorado de él.