Mechero: Buenas gente, aquí os traigo una historia basada en el fic "La impostora", sino lo habéis leído, leedlo porque es un fic muy entretenido, muy bien escrito pero además porque sino, no comprenderéis mi historia y de paso me gustaría agradecer a LightResurrection, creador de "La impostora," el consejo que me dio a la hora de escribir.
Machetazo: Mechero y Light juntitos en un árbol, besándose…
Mech: No, en realidad estamos viendo desde el árbol, el ridículo que haces cuando las tías te dan calabazas.
Mach: Eso ha sido muy cruel de tu parte (entonces se va corriendo de la habitación, llorando)
Mech: Espera (Mach pega un portazo al salir) creo que me he pasado con él, bueno os dejo la historia mientras voy a hablar con él. Casi se me olvida decir que Kung Fu Panda no nos pertenece y etc.
Mantis, tras acabar de contarle a la recepcionista aquella historia, volvió al Palacio de Jade justo a tiempo para cenar, porque ya tenía un hambre de muerte, pero al llegar a la cocina, sólo vio a Po que estaban ya cocinando sus archiconocidos rollitos de primavera (no, era una broma, XD. Estaba cocinando fideos).
–Buenas noches, Po.
–Buenas noches Mantis.
-¿Qué tal tu día?- dijo Mantis.
-A ver..
Bueno, tras acabar el entrenamiento; por cierto tuve que pelear con Tigresa y digamos que he salido escaldado del combate, jejeje, me fui a ver cómo le iba a mi padre en el restaurante y la verdad es que el restaurante le va muy bien, tan bien, qué cuando llegué me pidió que le ayudará a repartir los platos de fideos por la gran cantidad de clientes que tenía y acabamos casi al atardecer y justo cuando iba a volver, recordé que tenía que comprar ingredientes para hacer los fideos. Fui corriendo hasta la tienda y llegué por los pelos para comprar lo que necesitaba ya que estaban a punto de cerrar la tienda. Llegué aquí hace unos 5 minutos y empecé a cocinar.
-Y tú que Mantis ¿cómo te ha ido el día?- preguntó Po.
- Al acabar el entrenamiento, recibí un mensaje del cuentacuentos de una escuela del valle, al parecer se había puesto enfermo y me pidió que le sustituyera y como no tenía nada que hacer pues lo hice- dijo Mantis.
-¿Y qué tal la experiencia? -preguntó Po con curiosidad.
–La verdad es que me ha gustado el contar cuentos a los niños, esa curiosidad por saber cómo continúa el cuento, esas caritas que te dicen "sigue no pares" y lo mejor de todo, ¿sabes que ha sido?.
-¿El qué has enseñado algo a los niños que les servirá para toda la vida? -preguntó Po con una cara de confianza en el futuro.
– ¡NO!- negó Mantis con ímpetu- sino que gracias a esto he podido flirtear con la recepcionista de la escuela- dijo Mantis.
Ambos se rieron del comentario de Mantis pero entonces Po recordó de golpe que estaba cocinando y había dejado la olla en el fuego y a toda prisa la apartó del fuego porque sabía que para hacer una buena sopa no tenía que quemarla (obvio).
–Casi se me quema la sopa- dijo Po para sí mismo-. Ojala supiera lo que es esa sensación de que la gente toma cada una de tus palabras como si fuera agua y estuvieran a punto morir en el desierto- dijo Po un poco decaído.
Mantis sabía a lo que se refería; la verdad era que normalmente no le hacían caso a lo que decía y se sintió un poco mal por esto.
–Oye Po, el cuentacuentos aún se encuentra enfermo así que si te gustaría, mañana podrías ir a la escuela a contarles un cuento- dijo Mantis.
-¿En serio? Eso es BÁRBARO, muchas gracias Mantis- dijo Po-. Oye voy a ir a llamar a los demás, ¿vale? Así que ve poniendo platos de sopa que no tardaremos y estaremos muertos de hambre- en ese momento rugió el estómago de Po- ¿lo ves?- dijo Po y se fue a llamar al maestro y a los furiosos restantes.
Tras eso, Mantis buscó los platos para ir sirviendo la sopa. Lo cierto es que le costó mucho hacerlo debido a su tamaño pero aún así le dio tiempo a servirlos antes de que todos llegaran. A los dos minutos de que se fuera Po, volvió con el maestro Shifu y con los 4 furiosos restantes.
La cena transcurrió con normalidad entre charlas y alguna que otra risa. Al final de la cena, Po y Tigresa se quedaron limpiando los cacharros (en realidad la tarea le tocaba a Po pero Tigresa se ofreció a ayudarle)
-Bueno cariño (si os leísteis el relato que dije al principio sabríais que están juntos pero ojo: no lo sabe nadie excepto Mantis) ¿te ha pasado algo interesante hoy? –preguntó Tigresa.
–Pues mira, al volver de comprar me puse a hacer la cena y unos pocos minutos después apareció Mantis, nos contamos nuestros días y hoy ha estado en una escuela como cuentacuentos.
–¿En serio? ¿Mantis con unos niños? - dijo Tigresa con un tono de sorpresa- ¿Y por qué lo hizo?
-Al parecer el cuentacuentos se había puesto enfermo y le pidió que le sustituyera pero lo mejor es que está aún enfermo y Mantis me ha pedido que si podía ir mañana a contarles una historia, a lo cual acepté ya que el cuentacuentos aún está enfermo- dijo Po muy emocionado.
–Si quieres hacerlo muy bien, ya sabes que siempre te apoyaré en lo que decidas- dijo Tigresa.
-Gracias, mi amor- dijo Po y le dio un beso a Tigresa, el cual no duró mucho por peligro a que alguien pudiera descubrirles.
–Bue.. bueno ya hemos fregado los platos, creo que deberíamos irnos a dormir- dijo Po un poco sonrojado, pero se le remarcaba debido a su pelaje.
–Sí, tienes razón, ya es tarde, deberíamos irnos a dormir- dijo Tigresa un poco sonrojada, pero a ella no se le notaba por su pelaje.
El resto de la noche transcurrió sin percance alguno y a la mañana siguiente todo siguió su rumbo normal: sonido del gong a las ocho, gritos del maestro a Po porque no se ha levantado a la hora indicada, desayuno de fideos, rutina de entrenamiento, pero después del entrenamiento Mantis llevó a Po a la escuela donde contaría su cuento. Po estaba embargado por la emoción, no podía esperar para contarles su asombroso relato.
Al entrar en la escuela, Mantis saludó a la recepcionista y le explicó que Po sería quién contaría el cuento de hoy. Nada más entraron en la clase, los niños se volvieron locos al ver, no solo al maestro Mantis, sino también al Guerrero Dragón. Lo cierto es que le cogieron mucho cariño a Po muy rápido, pero había tal griterío que Mantis tuvo que hacer que se callaran para que le hicieran caso.
–Bien niños, como sabréis hoy tocaba que os contará un cuento pero si no os importa, hoy os lo contará Po ¿vale? -dijo Mantis tras lograr que se calmaran.
–Siiiiiiiiiiiiiiiii- dijeron todos los niños.
–Al ver que todos quieren pues os voy a dejar con Po que creo que lo tiene todo bajo control así que disfrutad –dijo Mantis mientras salía de la clase, dejando a Po con los niños.
–Guerrero Dragón ¿de qué trata el cuento? –dijo un niño que se hallaba en primera fila.
–Lo primero de todo es que lo que les voy a contar no es un cuento sino una historia de yo junto a los 5 furiosos pero créanme, esta historia es mil veces mejor que cualquier cuento.
–WOW- dijeron todos los niños al unísono.
–He llamado a esta historia.
La historia de la asombrosa moneda mística.
Mech: ¿De qué tratará esta historia? Si quieres saberlo, tendrás que leer nuestro próximo capítulo ¿verdad Mach?
Mach: Puedes apostar tu culo a que el siguiente capítulo va a ser genial.
Mech: Si pero hasta entonces dejad vuestras reviews(que siguen siendo gratis hasta que llegué el gobierno y nos cobré por ellos también) los cuales nos ayudan a ser mejores escribiendo y perdonad si ha sido un poco largo el capítulo.
Mach: Tú no tienes que pedir perdón por haber hecho este capítulo así de largo y si ha alguien no le gusta que vaya a la cocina de su casa, coja un calabacín y que lo meta…(Entonces Mechero le tapa la boca)
Mech: En la olla, que los calabacines hervidos están muy ricos los calabacines venga hasta la próxima adiós.
