Disclamer: los personajes no son míos, le pertenecen a Naoko Takeuchi.


No acostumbran recordar las simples reglas que les han enseñado sus amigos: por ejemplo que un atizador al rojo quema si no se suelta a tiempo; o que si uno se hace un corte muy profundo en el dedo con un cuchillo, por lo general sangra. Así que de cualquier manera entrará en el jardín, y no le importará lo que suceda; aunque jamás se habrá olvidado del todo que si bebes mucho de una botella donde dice veneno, casi seguramente te sentará mal, tarde o temprano.

-Es, con mucho, lo más confuso que jamás he oído. Me gustaría que me lo explicaran -dijo la Tortuga Burlona.

-Ella no puede explicarlo -declaró el Grifo, presuroso-. Pasemos al verso siguiente…

Pero Alicia ya se había acostumbrado tanto a esperar que no sucedieran más que cosas insólitas
que le parecía muy aburrido y estúpido que la vida siguiera como siempre...


¡Ring!, ¡Ring!

-¿Alo?-

-¿Serena? Soy Lita, ¿Qué haces?-

-¡Lita!, estoy en la cama tirada leyendo-

-Ah…mm...-

-¿Por qué? ¿Qué te sucede? Te escucho rara-

-E..esss….s que…- rompiendo en llanto-

- Lita, ¿Qué pasó? ¿Dónde estás?-

-Ca…camino a tu casa…- dijo Lita haciendo ruidos con la nariz por el llanto-

- Espérame en el café de siempre, está a la mitad del camino, voy para allá-

-Ok, ahí te veo-

-Ciao-

-Ciao-

Inmediatamente tomé mi bolso, me puse zapatos y subí al coche para ir donde Lita. No requería ninguna investigación de campo para saber que el problema lo había causado el "interfecto", ósea, el imbécil en turno: el novio. El novio de Lita es un imbécil absoluto, y, es que verdaderamente por más que me esfuerzo ni una virtud le encuentro, es bajito, demasiado delgado, macho, tiene voz de pedo de Drácula, es controlador… y así podría continuar por horas; es más, me atrevo a decir que ni bonita letra tiene.

Pero bueno, así es la vida y para algo están las amigas, ósea, para decirle a uno 25mil veces lo malo que es un tipo, para consolar a la amiga en cuestión y volver a repetirle otras 25mil veces lo malo que es el imbécil, lo poco que le conviene etc.…

Después de unos 5 minutos llegué a la cafetería en cuestión, Lita ya estaba sentada en una de las mesas de afuera y su llanto la tenía tan atolondrada que se podía notar que le costaba decidir si terminar de fumar el cigarro que tenía en la mano, o tomar un sorbo de su capuchino.

Inmediatamente me bajé del coche y fui hacia ella con los brazos abiertos.

-¿Qué pasó?, cuéntaselo todo a mami Sere, anda.-

-E..es q que Jedite, me dejó plantada en la estación de autobuses, él había dicho que iba a ir por mí- y al terminar de hablar volvió a llorar.

Yo esperé a que se tranquilizara y pudiera hablar, y mientras, la abrazaba y le pasaba la mano por la espalda.

-Shh, Shh, llora todo lo que tengas que llorar cariño, sácalo todo-

Media hora y muchos pañuelos después, Lita levantó la cabeza con los ojos muy hinchados y la nariz muy roja.

-Sere, es un idiota, este fin de semana, yo fui a visitar a mis padres y no me llevé el coche, no quería conducir, el había prometido ir por mí a la estación de autobuses y cuando llegué ¡NADA! ¡Nada de nada! Lo llamé y me dijo que estaba muy cómodo haciendo no sé que en casa de un amigo suyo y que ya nos veríamos después, así, como si nada. Entonces yo fui a mi casa en un taxi, tomé el coche y te llamé, lo demás ya lo sabes-

Lita es, al igual que yo de Osaka, y ambas venimos a estudiar la universidad a Tokio, así que algunos fines de semana vamos a casa de nuestros padres de visita. Ella es un año menor que yo. La conocí desde su primer día de clases, estaba asustada y desde entonces nos hemos llevado muy bien; al principio la ayudaba con el estudio y la nueva vida en la universidad pero ahora ya está más que adaptada y le va muy bien, es muy buena diría yo. Ambas estudiamos Filosofía, y a mí sólo me faltan 2 semestres para acabar.

-Cariño, lo siento mucho, pero es que después de esto tienes que ver que tú no te mereces estar con un tipo que no mueve ni un dedo por ti, no sé si el tipo es un imbécil absoluto o si es que te tiene muy segura; de cualquier manera su cerebro no funciona bien, es un macho, te limita en todo, nos critica a todas tus amigas porque dice que no tenemos muy buena moral, eso solo lo dice un macho… déjalo antes de que el daño sea más grave-

-Ya lo sé, si es que todas ustedes tienen razón, pero creo que es el miedo a estar sola lo que me impide dejarlo, y además él tiene muchos problemas, creo que puedo ayudarlo-

-Lita, primero que nada tú no eres mamá de nadie, uno no tiene novio para cambiarlo, si lo cambias vas a acabar estando con alguien que no es él mismo, déjalo que aprenda solo. Ahora, lo de no estar sola… hombre nunca faltan, si me dijeras que lo amas o algo así, la cosa sería más grave; pero no es eso, te repito que hombre nunca faltan, si es por sexo, eso no es ningún problema para ti y lo sabes y si es por compañía también creo que debes dejarlo porque ni siquiera está cuando lo necesitas.-

-¿Qué hago? ¿Lo llamo ahora y lo cito para hablar? Quiero darle la oportunidad de que se explique-

-Tú sabes perfectamente lo que va a pasar si esperas, se te va a bajar el coraje y sólo te vas a acordad de las cosas buenas, que por cierto, se reducen al sexo.-

-Es que no estoy segura de quererlo dejar aún, no quiero arrepentirme de tomar una mala decisión-

-Ok, yo sé que estas cosas no las haces hasta que te llegan a la coronilla verdaderamente, espero que para entonces tu amor propio no esté demasiado pisado por el idiota. Piénsalo en verdad, es que ni siquiera eres tú misma con él. Él como siempre "puritano" criticando a todo el mundo por su moral, si supiera cómo eres realmente y los poco prejuicios morales que tienes, ¡le daría un algo!-

- Lita se doblaba de la risa

-¿Qué pasó? ¿Nos cambió de repente el humor?- dije sonriendo

-¿Ósea que tengo la moral distraída? Hahahahaha-

-Bueno, lo puedes poner así, pero tú sabes que es cierto y que no tiene nada de malo no jugar a la doble moral y tomar tus decisiones por ti misma- dije con tono solemne imitando a un profesor nuestro

-Ya, si es que te digo que tienes razón, ya pasará lo que tenga que pasar…-

-Lo puedes hacer pasar, si quieres-

-Ya, pero ahora se me ha pasado la tragedia griega, no es momento de hacer nada ahora, ¿Traes tu computadora?-

-Sí, está en el coche, ¿Por?

-Tráela, quiero que me leas la página de horóscopos aquella de la que me hablaste el otro día-

-Haha hahaha, ok, con tal de tenerte alegre voy por ella-

Y diciendo esto me fui al coche a buscar la computadora, he de decir cada día soporto menos a Jedite, cada día se esmera más es hacerle algo a Lita y me enfada verdaderamente porque me veo reflejada, hace dos años cuando salía con Neflite. Y es que verdaderamente, horas y horas de charlas y de llanto no sirvieron para nada, cuando logré terminar con él fue un día que ya no pude más, simplemente ese día no me detuve a hablar con ninguna de mis amigas ni a pedir consejo, le llamé, nos vimos en la universidad y hablé tan claro y tan fría que yo no me reconocía y él no lo creía. De cualquier modo, pasando a otro tema, la astrología se ha convertido en nuestro tema para todo, yo siempre he sido gran fanática y las chicas del círculo de confianza que al principio de burlaban, han acabado siendo igual de fanáticas que yo.

-Ok Lita, te leo Sagitario- comencé a leer, luego de un rato estábamos muertas de risa, haciendo gestos y especulando sobre nuestra personalidad, había estado hasta ese momento tan sumida en nuestra tonterías que nunca noté al chico que estaba en la mesa de al lado. Cuando volteé y lo vi, mi vista se centró en el libro que él estaba leyendo y sin darme cuenta dije;

-Also sprach Zarathustra, von F. Nietzsche... Lita...-

Lita se giró y respondió,

-Mmm… Así habló Zarathustra, tú como siempre ves a Nietzsche en todas partes, estás obsesionada jajaja-

-Lita, ese tipo lee a Nietzsche en idioma original, eso es muy raro de ver, ¿Sabes cuanta gente lo hace?- dije sorprendida-

-Sí, tú, él, y los alemanes- dijo riendo nuevamente.

-No te burles- dije volteando nuevamente a verlo, mientras Lita se volvía a concentrar en la computadora- y menos este semestre que por fin consiguieron alguien en la universidad que de una clase de Nietzsche, ¡No puedo esperar a que sea Lunes para empezar el semestre!

Fue hasta entonces que me fijé un poco más en el chico, tendría unos treinta años, tenía una pierna cruzada sobre la otra en un gesto de comodidad y leía despreocupadamente su libro, fui subiendo la vista para descubrir que era realmente guapo, se notaba que era alto, piel blanca y pelo oscuro hasta la barbilla. Me pareció interesante desde el principio, y leer filosofía en alemán le daba punto extras; entonces, de repente levanto la vista y me vio. Tenía los más maravillosos y profundos ojos azules que yo hubiera visto jamás, tanto, que no fui consciente que no le dejé de ver descaradamente como boba. Se quedó un momento mirándome y me sonrió, bajó la vista y volvió a leer. ¡Oh por todos los dioses! Cómo odié en ese momento haber estado tan poco arreglada…

-Lita…- le dije susurrando- mira al chico del libro-

-¿A ver?, es guapo, ¡Oye! Volteó a verte!-

Yo sólo sonreí.- Lita, me encanta-

Pero yo estaba muy mal arreglada y muy centrada en mi mundo para siquiera atreverme a acercarme a él. Después de un rato de estar volteando a verlo y de sonreírnos, Lita y yo decidimos irnos a nuestras respectivas casas, antes de irme volteé a ver al chico una vez más, él sonrió nuevamente y su sonrisa se grabó en mí mente.

Conduje a casa esperando que Ami, mi compañera de piso, hubiera preparado algo rico de cenar. Ami también era parte del círculo de confianza, éramos cinco en total, Lita, Mina, Rei, Ami y yo. Todas nos conocimos en la universidad, aunque tenemos distintas edades y en general somos muy diferentes.

Cuando entré a casa Ami estaba tirada literalmente en el sofá, con botes de comida vacíos a su alrededor y muerta de la risa viendo Friends, ella ama Friends y los ve todo el tiempo.

-Ya llegué amor mío, ¿Qué hay de cenar?- pregunté haciendo voz de hombre

-Tu puta madre en escabeche, cariño- respondió riendo.

-Ya veo, siempre cocinas cosas que no me gustan- dije riendo también-¿Qué tal? ¿Qué capítulo ves?-

-En el que sale Brad Pitt… ¡Qué hombre!-

-Ya, pues hoy en el café, vi a un chico guapísimo, que además lee filosofía en alemán-

-Ohhm, interesante, que se cuide, porque suena que te encendió el radar- dijo burlona

-Ya cállate- dije mientras le lanzaba una almohada a la cabeza y ella la esquivaba- ¿A ti qué te dio por tener todo hecho un desorden?

-Ya déjame… sólo quería tener un momento de relax absoluto antes de entrar a clases, oye y por cierto ¿Qué le pasó a Lita?

-Lo de siempre, el tarado metal del culo ese, pero acompáñame a que me haga de cenar y te cuento bien… ¿Si?- dije parpadeando muy rápido

-Está bien, bebé necesitado de compañía, todo sea por el chisme- y se levantó con pereza del sofá.

El resto del fin de semana transcurrió tranquilo, Ami y yo fuimos a comprar los libros que nos hacían falta, hicimos limpieza del piso y vimos muchas películas tontas, no queríamos pensar en nada, ya que a partir del lunes tendríamos que quemarnos los sesos. Ami es de la misma edad que yo, y tomamos casi todas las clases juntas, es de lo más divertido ya que al conocernos tanto nos burlamos de todo el clase con sólo vernos.

Finalmente llegó el lunes, como siempre me levanté antes yo, aunque Ami era por mucho la más responsable, yo me había vuelto extremadamente puntual, y siempre tenía que sacarla de la cama con tirabuzón, como corcho de botella de vino. Después de vivir 3 años en Alemania se me pegó ser puntual.

Caminamos tranquilamente a la Universidad, yo estaba ansiosa por tener mi primera clase, ya que sería la de Nietzsche, Ami iba un poco más tranquila, íbamos con tiempo de sobra para fumar un cigarro antes de entrar al salón.

Llegamos, saludamos a la gente, y nos encontramos con Lita que también llevaría esa clase y que, por cierto, parecía de mejor humor. Después de algunas broma y quejas por tener que madrugar nuevamente entramos al salón y nos acomodamos las tres juntas en la fila se adelante, esperando por el profesor.

Un par de minutos después entró un chico joven con mucha energía y muy ligero al salón y se puso en el lugar del profesor, cuando dejó sus cosas y volteó a dar la cara a la clase, quedé en shock. ¡Era el chico del café!

Nos miró a todos y me sonrió, no lo podía creer, me recordó. Lita en ese momento volteó a verme con cara de incredulidad abriendo mucho los ojos para resaltar su gesto.

-Buenos días, mi nombre es Darien Chiba, soy nuevo en esta universidad y voy a ser su profesor en esta asignatura- dijo con un acento marcadamente extranjero-

Al oírlo desfallecí, su voz... y se había acordado de mí... en dos segundos recobré la consciencia y me obligué a pensar; no importaba que me hubiera recordado…

Es mi profesor, ¡CARAJO! Es mi profesor… tan lejano… un profesor…..


Hola desde el lejano Asgard!

Aquí estoy nuevamente con historia.

Pues bueno, antes de despedirme quiero agradecer a los que han leído mis otros fics y mencionar que la cita de hasta arriba es de Alicia en el País de las maravillas.

Saludos y hasta la próxima