Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, lo cual es muy triste porque yo ya los hubiera hecho canon. La historia sí.

Rei abría sus ojos entre largos pestañazos, su reloj interno le indicaba que ya era la hora de levantarse e ir a dar su recorrido matutino. Pero el calor que emanaba el cuerpo que había decidió convertirlo en su almohada y muñeco de felpa personal, era demasiado bueno como para dejarlo ir.

La masa de cabello ondulado y rubio le resoba la nariz, y dejaba una esencia a fresas. Rei rio ante la elección de aroma del champo personal del rubio.

Dejando que sus ojos vagaran por el rostro de su acompañante, se dedicó a contemplar esos grandes ojos, ahora cerrados, esos ojos que le lanzaban las miradas más adorables e inocentes, así como las más seductoras que había visto jamás. La nariz respingada en la cual, a veces, dejaba pequeños besos para sorprender al rubio, que le respondía con un leve sonrojo y muchos más besos y abrazos. Los labios, que eran más que una adicción para él. Y el pequeño, pero fuerte cuerpo que se aferraba a él como si nunca lo quisiera dejar ir. Todo acompañado de la personalidad, energética, molesta y adorable del rubio. Completamente diferente a Rei, pero, que solo lograba conquistarlo cada día más.

Rei levanto la mano que lo tenía aprisionado del estómago. Esa delicada mano, que le proporcionaba las más tiernas caricias y los placeres más exquisitos, en veces. Esa mano que estaba adornada con un anillo, idéntico al de él, de oro con líneas de plata y sus iniciales en el. Entrelazó sus dedos.

Estos momentos eran de los favoritos de Rei, estos momentos en los que no podía evitar pensar: "Una cosa tan irracional como el amor, puede llegar a ser tan bella.". El poder apreciar la tranquilidad del ser que más amaba tan siquiera una vez al día, era valioso. Aunque, nunca se compararía con los momentos en los que podía ver su sonrisa.
Esa sonrisa que era solo para él, no la que mostraba a todos, la que era solo para él. En la que veía el amor en los ojos del rubio.

Lentamente llevo la mano de su esposo a su boca y dejo un cálido beso en ella.

̶͞Rei-chan… - salió junto con suspiro y una sonrisa adormilada del rubio.

̶Buenos días.- Contestó Rei, en voz baja y dulce, como si compartiera un secreto con el rubio.

─Siempre son buenos días con Rei-chan.─ Dijo Nagisa, ya con los ojos bien abierto y una sonrisa, acercándose para dejar un beso en los labios de su esposo.

FIN.