Disclaimer: HP y todos sus personajes pertenecen a J.K. Rowling... pero algún día, cuando las fans dominemos el mundo... (xD)
¿ERROR?
James y Sirius habían decidido jugarle una "inocente broma" a un grupo de Slytherins, y ahora estaban pagando las consecuencias de haberlos pintado de rojo y dorado. Había sido un error no pensar en la posibilidad de las serpientes de séptimo año podrían pasar por ese pasillo, ahora ambos jóvenes de 14 años practicaban el deporte más famoso de todas las escuelas, correr por sus vidas.
Sin embargo, al destino le gusta molestar a los pobres inocentes, razón por la cual Remus, quien ahora se maldecía por no haberse quedado unos minutos más en la biblioteca, termino metido en la carrera, durante el proceso de la cual terminaron dispersos los tres merodeadores.
De pronto chocó contra algo, un armario, sin pensárselo un segundo más abrió la puerta y salto dentro. Él nunca se hubiera imaginado la cadena de sucesos que ocurrirían después de aquella desesperada acción, es enserio, él jamás subiera esperado que, al abrir los ojos, se encontraría con el sorprendido rostro de Sirius a pocos centímetros del suyo propio.
El Black estaba tan sorprendido por la repentina aparición de su amigo, que no noto cuando el licántropo, en un desesperado intento por aumentar la distancia entre ambos, resbaló y lo jaló de su corbata, bueno, no lo notó hasta que fue demasiado tarde.
Silencio, eso fue todo lo que se escucho después del golpe, silencio. Ninguno podía hablar, sus labios estaban siendo acallados por los del otro. Remus quería que él se bajara y le dejara respirar, pero Sirius no parecía estar en condiciones de pensar nada. Luego de unos segundos se separaron, lentamente, intentando no destruir el único y, posiblemente, irrepetible ambiente que se había creado. Pasaron varios minutos viéndose las caras, cada uno en un extremo del armario, sus cerebros iban a mil por hora, intentando razonar lo ocurrido hace unos momentos. Y justo cuando estaban listos para enfrentar lo ocurrido… la puerta se abrió.
- ¡Hasta que por fin los encuentro! –exclamó James- Comenzaba a pensar que los habían atrapado –
- Me decepcionas, Cornamenta –dijo Sirius con falso dolor- creíste que un grupo de serpientes inútiles podrían con nosotros –dramatizó-
- Ya, Canuto, deja el teatro, no te sale nada bien –dijo burlón James- vamos, todavía nos falta molestar a Quejicus –
Ambos amigos se despidieron del tercer merodeador y se encaminaron a continuar con sus actividades diarias, pero los dos que estuvieron en el armario todavía no habían terminado de despertar.
Remus pensaba que aquello sería olvidado, que nunca se lo mencionarían a nadie, ni siquiera James y Peter se enterarían de lo que había ocurrido en aquel pequeño armario.
Sirius pensaba en lo extraño que había sido, ya que, por mucho que quisiera negarlo, los labios de su amigo le habían gustado, le habían gustado mucho más que los de cualquier chica que hubiera besado.
Porque, muy en el fondo, el perro sentía más que una simple amistad por el lobo… y algún día se lo confesaría.
Well, sólo queda decir:
¡FELIZ CUMPLE MULLU{oka-san[mamá(xD)]}!
