Sinopsis: Una muerte es difícil de superar… un amor es fácil de concebir y de él puede nacer la luz, la luz capaz de romper al enemistad entre dos mundos… Los sueños son los deseos y miedos más recónditos del alma.
Disclaimer: Estos personajes no me pertenecen, todos son propiedad de J.K. Rowling y afiliados, solo los uso para diversión, sin fines de lucro.
(¯·..·´¯·.·•» Entre dos mundos «•·.·´¯·..·´¯)
"Si muere una persona¿se ama a otra?"
CAPÍTULO 1
Recuerdos
¿En dónde se encontraba, su cabeza no lo sabía¿Qué pensaba¿Qué sentía¿Qué quería, a ninguna pregunta halló respuesta, simplemente se sentía vacía, sola… a pesar de estar acompañada. Caminaba porque sus pies lo hacían con mecanismo, porque era guiada por aquellos seres que existían junto a ella.
Las calles vacía de Londres tenían la paz que su alma necesitaba, nuevamente volvía a su inicio, al lugar que pertenecía antes… al mundo que abrió nuevas puertas y después las cerró. Su mirada divagaba perdida y triste por el parque que una vez fue refugio de sus juegos infantiles, pocas cosas recordaba de su niñez, pero unas las tenía tan grabadas como si las viviera en esos momentos, Las dos personas que caminaban a su lado se preguntaban mentalmente si aquella jugada del destino sería suficiente para dar fuerza a algo que jamás debió nacer… comprendían, pero no sabía si podían soportarlo.
Una casa pequeña se situaba por entre otras y fue llevada por sus pies hacia ella, La puerta se abrió con un chirrido que jamás llegó a sus oídos, simplemente la oscuridad que hubo por un momento delante de ella pudo contestar a una pregunta y dejó a muchas sin respuesta.
Su máscara ante el dolor ya había sido colocada en su cara al sentir el suelo de porcelana de la entrada de su antigua casa. Sabía que necesitaba más que valor y resignación para soportar lo que en el futuro venía. Sus ojos se cerraron y evitó llorara dando un gran suspiro.
"Hermione" – llamó su madre, su voz aún delataba pena y eso era lo menos que quería tener en ese momento – "¿porqué no vas a descansar?"
Ella en silencio asintió y fue a la recamará que años antes no había visitado. Abrió la puerta tan despacio como pudo y la contemplo por un momento. Los mismos estantes, las mismas cortinas, los mismos objetos… todo estaba tal cual ella lo había dejado. La maleta levito junto a ella y se posó sobre su cama, sentándose ella a su lado.
El más triste ambiente se posó en sus hombros, el más horroroso silencio inundó sus oídos y no pudo más. Sus ojos ámbar comenzaron a llenarse de lágrimas. Con aquella vista de agua reconoció un objeto sobre su velador. Temblorosa llevó una de sus manos y recogió el portarretratos…
Aquella foto era mágica, pudo ver la blanca nieve tapando el suelo y tres jóvenes colegiales jugando con ella en aquel invierno. Cada uno tenía una sonrisa diferente, pero el sentir era el mismo, recordó perfectamente que aquel retrato fue tomado un 25 de Diciembre en la Madriguera.
De seguro sus padres la colocaron en ese lugar, cuando las mando por el correo de las lechuzas.
Unas gruesas lágrimas caían por sus sonrojadas mejillas ahora, y su mirada rodeo la foto.
Distinguió un chico de cabello negro, alto, airoso, con una cabellera despeinada, que trataba de ocultar con un gorro color negro, con una mirada esmeralda juguetona y divertida. A su lado una joven de castaños cabellos, sonrisa despreocupada, ojos miel y un poco más pequeña que su amigo, reía golpeando levemente el hombro del chico, hasta que llegó al último sujeto, fijo su mirada en aquel pelirrojo alto, y sobre todo alegre con unos hermosos ojos verdes, que decían todo solo con una mirada, tratando de colocar sobre su cabeza más nieve de la que ya tenía. Y otra vez se volvía a repetir la misma imagen, y otra vez y otra vez, tan cruel era aquella repetición que sintió más presión en el pecho.
Más y más lágrimas nublaban la vista de Hermione, solo recordar aquella noticia, la noche anterior, en la cual le informaban que su esposo, Ron Weasley... había muerto. La tristeza llenaba totalmente su cabeza y solo ella podía entender aquel sentimiento, solo ella sufría, solo ella pensaba que la vida se empecinaba en hacerla miserable… solo era a ella y eso deseaba pensar…
- - FLASHBACK - -
Aquella noche, los truenos la estremecían aún más, solo el refugiarse en los brazos de aquel chico de ojos verdes hacía que no tuviera tanto miedo.
"No te asustes, es normal en esta época, todo estará bien" – le susurró Ronald Weasley, hombre dueño de todos sus sentimientos. Aún más aferrada a sus brazos, busco un refugio. Ella yacía medio dormida en los brazos de su esposo, mientras este jugueteaba con los enroscados mechones castaños de la chica.
Después de un tiempo sin conseguir éxito para dormir, Hermione dirigió una mirada a su esposo, este al sentirla, la miró un poco extrañado… aquellos ojos mieles no expresaban más que duda.
"Ron" – dijo al fin, para cerrar aquel cruce de miradas.
"Dime, mi amor" – dándole un tierno beso en la frente.
"No vayas por favor, no vayas, quédate aquí, no quiero que te pase nada" – dicho esto se aferró al bien formado pecho del pelirrojo.
El, lo único que atinó fue a sonreír, ya que le encantaba que su esposa se preocupara, alzó con delicadez el mentón de la chica y cruzaron nuevamente miradas.
"No te preocupes" – le dijo a modo de tranquilizarla – "estaré bien"
Hermione todavía tenía esa mirada suplicante, provocando que tomara el mismo color de sus cabellos y su decisión flaqueara.
"Por favor..." – este posó uno de sus dedos en su boca carnosa, ella entendió y dio por perdida la suplica.
"Ya te lo dije, estaré bien, regresaré, de eso no te quepa la menor duda" – terminado de decir esto, se situó encima de la castaña – "Pero antes…"
Esta que ya estaba un poco más tranquila preguntó con disimulo.
"¿No me digas que tienes ganas de jugar?"
"Si te diría que si" – expresó de igual manera.
"Pues" – dijo rodeándole el cuello con sus brazos – "juguemos" – y con una última sonrisa de parte de los dos, se fundieron en un beso sensible y apasionado, disfrutando, lo que ninguno de los dos sabía, sería la última noche para demostrar el amor que se tenían el uno por el otro.
- - FIN FLASHBACK - -
Cada recuerdo que provenía del pasado hacía más grande aquella pequeña fisura que comenzaba a formarse en su máscara dispuesta exclusivamente para aplacar el dolor. Necesitaba fuerzas, ansiaba olvido y buscaba abrigo entre los tantos recuerdos vividos, pero ninguno lograba lo que anhelaba, ninguno podía hacerla olvidar que ya el cuerpo de su esposo descansaba bajo tierra, que jamás podría volver a tocarlo.
Nuevamente otras pero ya más profundas lágrimas surcaban cada lado de su rostro. No podía apartar de su mente los tres maravillosos años al lado de un hombre fantástico, un hombre respetuoso, responsable, detallista y sobre todo amoroso.
Hubiera preferido dar su vida por detenerlo aquella mañana e impedir que se fuera. Así, él todavía estaría con ella. Y era el destino, cruel destino, que le gusta jugar con las personas como plumas que lleva el viento. Olvidar era aún más difícil…
Como olvidar cada palabra, cada gesto, cada susurró, cada caricia, sería como arrancarse la piel en vida y tratar de depositarla nuevamente en su lugar, olvidando el dolor que causó al sentir como se desprendía, fingiendo que nuca hubo dolor. Recordaba aquella mañana, aquel estruendoso día… estaba grabado a fuego en su recuerdo.
- - FLASHBACK - -
En la mañana despertó abrazada por la cintura, su esposo la había aprisionado, no quería que ese momento terminara nunca, así que ahí se quedó, pero no todo dura para siempre, ya que un despertador sonó. Hermione se maldecía así misma por haberlo traído del mundo muggle, quiso levantarse a apagarlo, cuando las manos que la presionaron la atrajeron hasta sí, ella dio la vuelta y se encontró con aquel chico pelirrojo, sin más lo besó, este que a su vez respondió y de reojo miró el despertador.
"¡Por Merlín! Pero que tarde es, tengo que estar a las 8 en Hosmeade, y aún tengo que ir por Harry en media hora" – sin más salio de la cama, enredándose en una sábana para cubrir su cuerpo desnudo, se metió al baño y empezó a ducharse, dejando a una Hermione sorprendida.
"Buenos días" – dijo esta – "a mi también me da gusto verte"
Se levantó, fue hasta su armario, escogió cualquier ropa ligera y se vistió. Luego se ducharía ya que su esposo necesitaba con más urgencia el baño, y sin más fue a la cocina a preparar el desayuno a Ron.
Tardó varios minutos en bajar, miró un reloj que descansaba en la parte superior del marco de la puerta, el que marcaba las siete y veinte, y después como Ron ingresaba a la cocina como alma que lleva el diablo y fue a Hermione, la quiso besar pero esta se negó.
"¿Bueno y ahora que hice?" – preguntó con inocencia.
"Talvez si no te acuerdas, solo un beso y luego me ignoraste totalmente"
Este sonrió y tomándola delicadamente de la cintura, le dio un suave beso, al que esta no se negó.
"Con esto" – dijo Ron de una manera inocente – "¿podrá su majestad perdonar a este plebeyo que lo único que ha hecho es adorar y amar a su reina?"
Hermione sonrió.
"Déjame pensarlo... mmmh... claro que te perdono y te dejo algo claro, esta es la manera de decir buenos días"
"Gracias su majestad, para recompensarla por perdonarme, voy a traerle algo, cuando vuelva de mi misión"
La sonrisa que tenía ella en el rostro despareció y se torno seria.
"No hay forma de que te convenza de lo contrario ¿verdad?" – preguntó Hermione angustiada.
"No, no la hay" – Hermione suspiró – "creo que ya se porque nos casamos"
"¿Por qué?" – preguntó muy intrigada.
"Porque soy tan testarudo como tú"
Ella solo sonrió, Ron tomo su desayuno rápidamente, y después fue hasta la chimenea de la casa.
"Bien… es hora de irme y no te preocupes, volveré" – fue hasta ella y mientras la besaba extrajo de su cuello una medallita que tenía.
"Oye, eso es mío" – le reprimió a Ron tratando de quitársela.
"No, no te la daré hasta que vuela" – informó sonriente – "adiós, mi reina" – diciendo esto se metió a la chimenea.
"Ron, tengo un presentimiento, por favor cuídate…"
Ronald le guiño el ojo.
"Callejo Diagon" – pronunció y las llamas verdes lo envolvieron hasta resumirse en simples destellos.
Desapareció y Hermione no pudo evitar que dos lágrimas fugitivas cayeran por su cara. Tenía miedo de no verlo nuevamente.
"El lo prometió, volverá" – pensaba y se fue nuevamente a la cocina
- - FIN FLASHBACK - -
Dejo que su mente se despejara… talvez dormir le haría bien. Fue hasta su maleta y solo sacó una poción para el sueño, se limpió las pocas lágrimas que quedaban en su faz. Quería dormir sin sueños, sabía que él siempre estaría en ellos, no podía seguir atormentándose.
Estaba dispuesta a tomársela, cuando la maleta cayó al piso, asustando notablemente a Hermione, que dejo la botellita en su mesa de noche, recogiendo cada cosa que había caído al suelo y colocándola en la cama vio algo muy conocido para ella… la gabardina favorita de Ron. Se sentó nuevamente en la cama, olió aquel perfume que su esposo y nuevamente las gotas caían sin ser detenidas. Se recostó en la cama apretando hacia ella aquella prenda de Ron…
- - FLASHBACK - -
Esa noche de lunes, estaba totalmente angustiada, Ron no daba rastro. Caminaba de un lado a otro esperando su llegada, revisó nuevamente su reloj de muñequera, eran las 7 en punto, pensaba lo peor, tenía miedo, se sentía mal al no saber nada, hasta que el sonido del timbre la hizo despertar de sus pensamientos. Fue corriendo a la puerta, abriéndola con una sonrisa.
"Ya era hora de que llegarás" – dijo – "me tenías preocupa..." – pero no encontró a su esposo sino a su gran y mejor amigo, Harry Potter.
"Harry" – le dijo sonriente abrazándolo – "gracias a Dios estas bien y no te pasó nada, pero pasa, no te quedes ahí parado"
Harry mostraba un semblante serio y muy diferente al que ella conocía
"Harry, me asustas ¿qué sucede?" – y se dio cuenta que estaba solo – "¿Dónde esta Ron? De seguro esta, por ahí escondido" – salió un poco de la puerta y gritó – "¡Ron¡Sal gracioso!"
Harry agarró a Hermione de los hombros.
"Mione, por favor, acompáñame"
"Pero Harry, tengo que esperar a Ron, el debe llegar muy pronto" – pero su cabeza ya imaginaba lo peor.
"Es sobre él, vamos" – sin más Hermione entró a la casa por un abrigo, su varita y se fue con Harry.
Al llegar al lugar, Hermione pudo divisar a varios integrantes del Ministerio, Harry la llevó hasta llegar a una pequeña enfermería.
Hermione se detuvo y Harry la observó.
"Harry ¿qué sucede¿Por qué vamos para allá?" – preguntó ya angustiada, el la tomó por los hombros y tomando aire le dijo.
"Esta noticia tienes que tomarla con mucha calma" – sus ojos empezaron a hacerse vidriosos.
"Dios mío, Harry, no me asustes¿qué pasa, dímelo de una vez" – ya estaba totalmente asustada.
"Hermione, hoy tuvimos un enfrentamiento con los mortífagos, todos estábamos parejos en la batalla, hasta que Ron…" – al mencionar el nombre de su amigo la voz tembló lo que hizo que Hermione, derramará una lágrima¿sabía el por qué? – "fue a enfrentarse al que pareció era el jefe, no pude ayudarlo, porque otros mortífagos me atacaron hasta que..." – sus ojos ya comenzaban a llorar.
"Harry..." – ella también lloraba –"que..."
"Mione… Ron... murió" – Al decir esto, Hermione se quedó quieta, tenía que entender.
"No" – negó mientras lágrimas surcaban cada facción de su cara – "es mentira" – tomado los hombros de Harry y sacudiéndolo – "¡ES MENTIRA¡RON NO ESTA MUERTO¡ÉL ME PROMETIO QUE VOLVERÍA!"
Harry solo tenía la cabeza agachada y era incapaz de mirar a su amiga.
Hermione que ya tenía todos sus ojos llenos de lágrimas, miró a la pequeña enfermería y corrió hacia ella. Harry trató de tenerla pero fue demasiado tarde, al entrar, grito con todas sus fuerzas.
"¡DONDE ESTA MI ESPOSO!" – Lo que hizo que varias enfermeras se sobresalten e hicieran caer cubetas. Harry llegó a su lado y trato de tranquilizarla, pero fue inútil, aquella mujer era otra, no era su amiga, era una mujer desesperada, angustiada, llena de dolor y rabia.
Recorrió cada lugar de la enfermería hasta que dio con una camilla, que tenía un cuerpo cubierto por una sábana, tomo fuerza y se acercó a esa persona, estaba a puntó de destaparlo cuando alguien le agarró la mano.
"¡Déjame!" – se soltó bruscamente de este y se dio la vuelta furiosa, pero al ver quien era se tranquilizó. Albus Dumbledore, el director de Hogwarts estaba parado detrás de ella.
"Hermione, por favor no lo haga, no querrá ver de esa forma a Ronald¿no es verdad?" – preguntó con aquella voz tranquila, tan calmada que llegaba a desesperarla
Hermione solo alzó la mirada, pero no le respondió. Solo fueron unos segundos.
"Quiero verlo por última vez" – y sin permiso, quitó la sábana blanca del cuerpo, al verlo sus lágrimas empezaron con más y más fuerza a caer, ahí estaba... su Ron, muerto. No daba crédito a lo que sus ojos veían, estaba pálido, tocó su mano y aún estaba caliente, se agacho y la besó.
Sin voltear le preguntó a Dumbledore.
"¿Hace cuanto murió?"
"Hace media hora" – contestó Harry.
Hermione ni se tomo la molestia de voltear, solo veía a aquel pelirrojo que le había robado el corazón, se maldecía las veces en que habían peleado, que se le había burlado, o de otras veces que lo ignoró, hasta que Harry la sacó de sus pensamientos.
"Hermione" – reteniendo en su mano la medalla que el pelirrojo le había retirado esa mañana – "Ron sabía muy bien el riego de esta misión" – Hermione lo volteó a ver al igual que ella, él lloraba – "me dijo que lo sentía mucho, y que te dijera que te amaba con toda el alma" – en ese momento Hermione no resistió más y se abalanzó contra Harry para abrazarlo, este la correspondió y seguía con el mensaje que le dejo su amigo antes de morir – "también que te adoraba" – los dos se abrazaron un momento más.
Había pasado tantas cosas junto con Ron. Aquellas batallas contra Voldemort, aquellos veranos cuando era salvado de Privet Drive, sus juegos de ajedrez, sus chistes, sus peleas. Despacio se fueron separando.
"Toma, aquí esta la cadena" – la tomó con mucho cariño y la besó, luego Harry le dijo otra cosa – "jamás en su cabeza había habitado el pensamiento de lastimarte, si él…" – ella solo lo miró y lo abrazó nuevamente.
"Gracias, Harry" – susurró.
Luego fue hacia Ron, se inclino y lo besó, aún sus labios estaban un poco tibios.
"Siempre te voy a amar" – susurró sobre su labios – "eso tenlo por seguro, mi amor, descansa… ahora seré yo quien vele tus sueños y cuide de ti"
No soportó más y apoyada en su pecho lloró hasta sentir que el alma disminuía y el dolor crecía..
- - FIN FLASHBACK - -
No aguantaba… lo amaba tanto.
"¿Por qué?" – se interrogaba a sí misma – "¿Por qué¿Por qué me sucede esto a mí¿Qué he hecho?" – mientras decía esto golpeaba con todas su fuerzas la cama, se levantó, tomo la pócima y se tapó con la gabardina de Ron – "mañana, mi amor, mañana, será tu funeral y será el último adiós... mañana... mañana... ya no te veré más... mañana te enterrarán y contigo toda mi vida" – lanzando un grito de dolor, se desmayó y se dispuso a tener un sueño tranquilo y sin fantasmas que la acosen, ni la perturben… sin ver su cara entre sueños.
– MeT –
Las grandes copas de los árboles eran alumbradas por el reflejo de la luna, las aguas de aquel tranquilo lago oscilaban de vez en cuando debido a las brisas suaves y el frío en el interior de la mansión jamás podría desaparecer aunque las chimeneas estuvieran encendidas.
Un joven se encontraba sentado en el sillón cercano a la ventana, en donde, sus rubios cabellos adquirían un color platino por las rayos de la luna y sus ojos grises se esclarecían más, mientras observaba el vino que había en su copa. Ese sillón siempre había sido su favorito, le daba un ambiente cómodo a pesar de estar rodeado de tanta suntuosidad. Su habitación era realmente amplia, una cama matrimonial en la que solo dormía él, candelabros en cada esquina de esta, persianas verdes y tras de ella un amplio ventanal que dejaba ver el horizonte y todos lo terrenos de la familia.
Con cuidado deposito la copa en la mesa de cristal y se paró, acomodando su capa y saliendo al balcón… pensaba en los acontecimientos sucedidos la tarde pasada.
- -FLASHBACK - -
Su madre, Narcisa Malfoy, entró a su habitación.
"Hijo, es hora, te esperamos abajo" – dicho esto cerró la puerta y dejó solo a Draco.
Fue hasta la ventana y la abrió recibiendo la brisa de aquella noche…. ¿Por qué tenía que hacerlo¿Por qué no negarse¿Era por miedo? Si, eso era lo más seguro, al ser parte del grupo de mortífagos seguidores de Voldemort, podía recaer varios aurores y encerrarlo junto con su padre en Azkaban. Sin embargo tenía otra razón para ir a esa colonia muggle y matar a alguno de ellos, y esa razón era porque el grandioso Harry Potter estaría ahí.
Se enteró que Harry Potter jamás asistió al sexto año en Hogwarts. Tal vez para él eso era ya sabido, pues sin Dumbledore él no podría tener la misma protección. Sus dos amigos inseparables habían ido con él, no sabían donde, pero Voldemort sabía que él iría algún alboroto, más si se inmiscuía con muggles. No sabía el porque aquella actuación de dos miembros del trío de oro… solo lo llenaba de llenaba de rabia.
Pero al que más quería ver muerto era a Ronald Weasley, ya que al estar casado con la sangre-sucia Granger, tenía claro que sería un golpe duro para ella, pero más aún… quería acabar con aquellas sensaciones que lo recorrían desde que supo del matrimonio entre los dos
¿Era rabia acaso?…
Tonterías, el no podría sentir ninguna emoción si se trataba de Hermione Granger. Claro que no, el era Malfoy, Draco Malfoy, un hombre poderoso y sin sentimientos. Pero aunque fuera así, en su cabeza podía sentir aún aquella llaga que había nacido en cuarto curso, aquella llaga de atracción hacia Hermione Granger al verla tan distinta en el baile del Torneo de los Tres Magos en su cuarto curso.
Movió la cabeza para alejar esos pensamientos, se colocó la capa negra de mortífago, tomó su varita y su máscara. Nuevamente volvió a ser el mismo y en el recibidor de su casa… algunas personas lo esperaban.
- -FIN FLASHBACK - -
Se acercó al barandal del balcón y miró las estrellas¿por qué no se sentía contento? Ronald Weasley estaba muerto y la mañana siguiente serían los funerales¿Quería que muera? Claro que quería que muera, y lo que más quería era ver con sus propios ojos lo que tanto había deseado hace años… el sufrimiento de Hermione Granger cuando enterraran a su esposo y ese momento lo iba a disfrutar, ese momento sería su gloria.
Un Malfoy siempre conseguía lo que quería, no importaban los medios; un Malfoy siempre era el primero; no importaba cuanta gente hubiera sido humillada detrás… un Malfoy no tenía corazón, eso solo estorbaba; un Malfoy jamás sentía nada, era de piedra.
Y lo más importante… solo hacía lo que su señor quería.
"Mañana será un gran día" – dijo con una sonrisa cínica en sus labios – "mañana te veré nuevamente Granger y disfrutaré verte entristecida por la muerte de Weasley, mi segundo enemigo"
Entró nuevamente se cambió de ropa, estaba dispuesto a dormir, cuando distinguió su varita en su mesa de noche…
- -FLASHBACK - -
Ya se adentraba la noche y los Aurores habían llegado para impedir la matanza de aquellos pobres muggles. Draco que estaba escondido tras un árbol, reía con gusto al ver como cada auror caía desplomado por alguna maldición, hasta que este se paró frente a alguien.
"Hijo, ahora es tu turno, es hora de aniquilar a los impuros, y así la sangre limpia reinará en el mundo mágico" – este asintió con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
De pronto un pelirrojo se le enfrentó.
"Maldito mortífago, deja en paz a estos pobres muggles, no han hecho nada"
El eco de aquella sonrisa maligna resonó en sus oídos.
"¿No me digas?" – Preguntó con sarcasmo – "pero si solo su existencia hace que el mundo se pudra"
Ron, abrió sus ojos, sabía de quien era esa voz, ya que había estado con el siete largos años, propenso a insultos y humillaciones por parte de aquel joven, Draco Malfoy, aquel que había logrado que su estancia en Hogwarts no sea del todo placentera.
"¿Malfoy?" – preguntó el pelirrojo, sabiendo la respuesta.
"Bingo… Weasley" – susurró con peligrosidad – "pero es una lástima que nadie te pueda ayudar, ya que el-niño-que-vivió esta muy ocupado"
"Maldito seas, Malfoy, maldito seas" – sin más quiso abalanzarse contra Malfoy, pero algo lo detuvo. Malfoy había efectuado el Flipendo en su cuerpo y se acercó muy sonriente.
"No te preocupes Weasley, yo voy a cuidar a tu esposa de ahora en adelante, como nos vamos a divertir la Sangre Sucia y yo" – Ron se paró y pudo evitar otro hechizo.
"Eso si que no Malfoy, primero muerto antes de dejar que le toques un cabello a Hermione"
Draco sonrió fríamente, quería antes divertirse un poco, hasta que una voz interrumpió su diversión.
"Deseo cumplido" – y con esto la persona que interrumpió mandó al cuerpo de Ron el Avada Kedavra; la maldición asesina, dejándolo muerto en un momento.
"¿Por qué hiciste eso Zabinni?" – le reprochó Draco a su ex compañero de Hogwarts.
"Draco, se ve que poco me conoces… quería evitarte que lo mates, además, de que te arrepintieras" – dijo sonriendo maliciosamente aquel joven de estatura igual a Draco y con una mirada penetrante y demencial.
"Felicitaciones, estupenda puntería, claro aunque hubiera querido ser yo el que lo mate" – dijo Draco tomándolo por un hombro y dejando el cuerpo sin vida de Ron.
"No te preocupes, tendrás otras oportunidades y lo mejor... podrás torturar a Potter para que le Señor Oscuro tenga el placer de matarlo"
A este le dio una gran satisfacción y se alejaron de aquel lugar, pero Draco regresó su mirada y vio como Potter se acercaba a Weasley, mientras en sus labios se podía leer las blasfemias que mandaba a aquellos dos chicos, sonrió y todos los mortífagos huyeron del lugar.
- -FIN FLASHBACK - -
Eso era lo mejor… Weasley muerto a manos de Blaise Zabinni, su querido amigo. Al fin un meigo menos en su vida. Pero a pesar de todo… Harry Potter siempre ocuparía el primer lugar en cada una de sus venganzas, ese fue su objetivo cuando juro lealtad a Lord Voldemort
Mañana tendría que ir a aquel cementerio, observar le daño que había causado, inyectar más odio en el ambiente.
Sus párpados empezaban a cansarle y fue cerrando lentamente los ojos, para caer en un largo y profundo sueño, no antes prometiéndose que el día siguiente iría al funeral de su compañero de Hogwarts,Ronald Weasley.
Solo con aquel pensamiento, sin sentir remordimiento alguno, durmió placidamente.
◄ ░ B – MME ░ ►
Hola. Un Fic nuevo expuesto en la página.
Esta nueva historia se desarrolla cuatro años después de Hogwarts, cuando los protagonistas tienen ya 21 años y aún Voldemort, a pesar de haber sido debilitado por el-niño-que-vivó, sigue con fuerza, con tal de recuperar su ansiado poder.
La trama en sí es un poco… extraña, pero trataré de hacer lo mejor que pueda, ya que es un tanto interesante e intrigante.
Espero su apoyo en este proyecto y espero no defraudarls... Ah, y un RR no le hace mal a nadie ;), y así sabré si les gusta o no
Bewitching Mía Malfoy Errelot
