Bleach no me pertenece, es propiedad de Tite Kubo.


~Hair Issues

Lo detestas.

Es largo, negro y se enreda por cualquier cosa. Pasas eternidades frente a tu espejo desenredándolo y terminas con un gran dolor de cabeza.

Has encontrado pequeñas hebras oscuras esparcidas por la casa: en la regadera, en la almohada, en la cocina.

Incluso en tu comida.

Te vuelve loca.

Cuando sales no hace más que provocarte un calor insoportable que a duras penas se calma si lo atas en una coleta.

Te pica los ojos, se mete en tu boca y en más de una ocasión se te ha atorado con puertas, ramas, personas…

No estas acostumbrada.

Recuerdas la libertad, la facilidad de no tener que cuidarlo, el viento tocando tu nuca, levantarte, cepillarlo una vez –o ninguna– y estar lista.

Pero cuando él te mira, cuando pasa sus manos entre esos largos mechones y te susurra un suave: «Eres hermosa», sabes que vale la pena.

Después de todo, te ves más que increíble con el cabello largo.

Aunque mantienes un par de tijeras cerca… sólo por si acaso.