Hola! Bueno, como podrán ver más adelante, estoy haciendo una remodelación a todos mis fanfics, por lo que algunos de ellos serán eliminados y reeditados para que tengan una mejor presentación y, en el caso de este, tengan un poquito más de coherencia. Bueno, a lo mejor y ya lo leyeron, y si no pues qué esperan.
Disclaimer: Los personajes de Naruto y la canción Stormwind no me pertenecen. Son propiedad de Masashi Kishimoto y Ari Koivunen, respectivamente.
Capítulo 1: No one knows where she came from
No one knows where she came from
on the night of rain and storm
They found a sleeping girl down by the shore
(Nadie sabe de dónde vino
en la noche de lluvia y la tormenta
Encontraron a una niña durmiendo por la orilla)
Llovía a cántaros; el viento soplaba con una fuerza descomunal y la arena entraba en los ojos de aquellas dos personas que corrían a la orilla de la playa. Una de ellas era una chica de unos 13 años, cabello largo, rubio, tez clara como la leche y hermosos ojos azul celeste; la otra persona que le acompañaba era un muchacho con apariencia similar: 13 años, cabellos tan dorados como el sol y ojos tan azules como el cielo. Cualquiera que los viera pensaría que eran gemelos, pero no era así. Él era un poco más alto que ella, su piel era bronceada y no tenía el cabello tan largo, aunque a ambos les cubriera parte de la cara. En fin, los dos corrían velozmente tratando de resguardarse de aquella tormenta, hasta que divisaron algo más adelante, en la orilla.
–¡Dios! –exclamó ella, adelantándose– ¡Deidara, ven a ver esto!
Él corrió como alma que lleva el diablo, pero se detuvo en seco cuando vio aquello por lo que la chica había gritado. Sobre la arena, una niña de unos 7 años dormía. Portaba una camisa color escarlata y un pantalón de mezclilla negro: sobre su corta cabellera rosada estaba atada una pañoleta de seda roja. La lluvia golpeaba violentamente su cuerpo como si fueran mil cuchillos.
–¡Hay que despertarla! –exclamó Deidara, y luego sacudió suavemente a la niña– ¡Hey, despierta!
–¡No seas idiota! –alegó la chica– ¡Está toda mojada y además hace frío!
El rubio dedujo sus intenciones.
–Ino… no podemos –espetó seriamente– No sabemos de quién sea, hmm
–Dei… ¡Está sola! –reclamó la nombrada casi gritando– ¡No hay nadie aquí!
–Sabes que antes de morir, mamá dijo que nunca lleváramos a extraños a la casa, hmm
–¡No exageres! ¡¿Qué podría hacernos ella?
–Buen punto, un… pero aun así no podemos, que tal que ya tiene familia, solo sería cuestión que vengan a buscarla y…
–¡No podemos dejarla aquí a su suerte, podría morir!
–Está bien –bufó Deidara pesadamente– Pero sólo será una noche, hmm
They never trained this trouble–child
she grew up, and she grew wild…
(Nunca se educó a esta niña problema
Ella creció y se crió descontrolada)
–¡Vuelve aquí, mocosa del demonio! –gritaba alguien
Al mismo tiempo, una niña de once años corría a toda velocidad. Llevaba consigo una enorme bolsa repleta de golosinas, y a un lado suyo un perrito color negro llevaba colgando de su hocico una enorme tira de salchichón ahumado.
–¿Y ahora qué, Yura-san? –espetó una castaña de ojos negros
–¡Esa mocosa me volvió a robar! –exclamó Yura, furioso
–Deberían castigarla
–Pobrecilla –dijo una anciana– Todavía le sigue afectando la muerte de sus hermanos
–Chiyo oba-sama
En tanto, por los callejones, una niña y su perro iban sin detenerse hasta llegar a una casita de madera, muy pobre. Esta contaba con dos sillas, una mesita y una hamaca.
–¡Eso estuvo cerca, hmm! –dijo la niña, dejando la bolsa sobre la mesita
–¡Sakura–chan! –exclamó un niño de doce años, rubio, de ojos azules y seis marcas en la cara, que entraba– ¡Mira lo que conseguí!
–¡Dangos! –contestó ella con emoción– ¡Naruto! ¡¿Cómo podría pagártelo?
–Etto… pues…
Un sonrojo apareció en las mejillas del rubio, que recibía un beso por parte de la pelirrosa.
–Gracias… –susurró, para luego decir quitada de la pena– ¡Bueno, es hora de comer, hmm!
Y se dispusieron a comer de lo que habían robado.
–¿Qué es eso que tienes en el zapato? –inquirió Naruto
Sakura miró hacia abajo, buscando aquello que le dijera el rubio, pero lo único que vio fue los dedos de Naruto formando un círculo.
–¡Shannaro! –gritó
Él cerró su puño y golpeó con poca fuerza el hombro de la pelirrosa. Una lagrimita salió del ojo derecho de ella.
–Baka –chilló en voz baja– eso dolió, hmm
She seems to be searching for something more
something worth dying for
(Ella parece estar buscando algo más,
algo por lo que vale la pena morir)
Pasaron 7 años. Aquellos niños se habían transformado radicalmente. Él se había vuelto todo un hombre: alto, bronceado, el cabello un poco más crecido, cuerpo digno de un dios, y muy apuesto. Ella también se renovaba: esbelta, tez aún clara, ojos del color del jade más vivaces que nunca, aunque su cabello seguía igual que siempre. No había duda: los años habían sentado bien a aquellos dos chiquillos hijos del pueblo de Suna, que sobrevolaban los cielos sobre una gigantesca ave de color blanco.
–¡Uf! –exclamó el rubio, que traía su mochila de viaje, el protector con la insignia de Suna, la porta kunai y algunas provisiones– ¡Eso estuvo cerca, dattebayo!
–Finalmente, Naruto –habló ella, fríamente– finalmente podré vengarme, hmm…
–Sakura-chan –espetó Naruto, turbado– Ya habíamos hablado de esto… eso no traerá de vuelta a Ino y Deidara si eso es lo que piensas
–Lo sé… pero… en cuanto encuentre a ese Akatsuki, vengaré la muerte de mis hermanos y dejaré de ser una carga para sus almas, hmm
Her name is Stormwind
She's the daughter of the raging sea
every night you hear her lonely song
from across the bay
(Su nombre es Ventormenta
Ella es la hija del mar embravecido
Cada noche se escucha su canción solitaria
Desde el otro lado de la bahía)
Dos shinobis de Suna habían aterrizado, y ahora combatían contra algunos ninjas de Konoha. Algunos de ellos eran de ANBU, con grandes habilidades: entre ellos se encontraban leyendas como Kakashi Hatake o Asuma Sarutobi, Kurenai Yuhi o Anko Mitarashi, entre otros, que habían derrotado a toda una organización de criminales de rango S, muy peligrosa, llamada Akatsuki. A pesar de ello, Sakura y Naruto peleaban con pasión y entrega: necesitaban entrar a Konoha para acabar con la vida de quien le había arrebatado la suya a Ino y Deidara Yamanaka hace 11 años.
–Hmp– espetó Sakura, con voz de satisfacción– Unos cuantos blancos más y al fin lograremos nuestro cometido, hmm
–¡Sakura–chan! –gritó Naruto, apuntando con el dedo –¡Atrás de ti!
La pelirrosa volteó: un joven ANBU de unos 19 años, de cabellos tan negros como la noche, había aparecido de la nada. En su mano derecha empuñaba un sable y corría en dirección a ella, pero esta lo evadió. Luego, un chackra de color verde empezó a arder en ambas manos de la de Suna, y sin dar tiempo a nada, empezó a atacar. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, los ojos de ambos contrincantes se tornaron carmesíes y la pelea comenzó: ella lanzaba varios golpes, todos esquivados por el joven, pero que terminaban por impactarse en algún edificio y lo hacían añicos. Por su parte, él también hacía uso de su sable, pero esta lograba evadirlo. En tanto, Naruto luchaba contra los otros, venciendo a algunos de ellos. Aunque todavía no había ganadores, Konoha salió perdiendo: casi la mitad de la aldea quedó destrozada a causa de los golpes de Sakura, así como de algunas figuras de arcilla que habían explotado. Pasaron las horas lentamente, hasta que él hizo acto de presencia: alto, joven, tez no muy clara, cabellos largos del color de la noche, y ojos del color de la sangre, enmarcados en medio de dos líneas faciales, que dibujaban un símbolo extraño. Los dos shinobis de Suna se desvanecieron apenas miraron aquellos ojos, terminando así el combate.
–Sasuke –habló el recién llegado– Tardaste demasiado
–Itachi –masculló el aludido, guardando su sable, molesto– No tenías por qué intervenir… ya iba a acabar con esa molestia de pelo rosado
–Sasuke –habló la llamada Kurenai– Deberías tener un poco más de respeto para Hokage–sama
Los dos shinobis derrotados fueron llevados al calabozo, pero ella fue confinada a uno en especial: este constaba de cuatro cadenas que suprimían su chackra, ya que Konoha había visto el control tan impresionante que tenía sobre el mismo. Mientras estos reconstruían todo lo que había sido destruido, los dos de Suna abrían los ojos.
–¿Dónde estoy? –espetó Sakura, abriendo lentamente los ojos
Un alarido llenó todo el lugar: si algo odiaba Sakura Yamanaka era quedarse quieta. Luchaba con todas sus fuerzas para quitarse esas cadenas, pero solo terminaba haciéndose daño. Fue entonces que, resignada y viendo que su amigo no estaba con ella, entonó una canción en voz baja, pero que, paradójicamente, llegó a oídos de su compinche y amigo de toda la vida.
–Sakura–chan –habló él, escuchando el canto– Estás llorando
Her heart is trembling
like a leaf from a maple tree
waiting fall the autumn rain
wait it to fly away, fly away
(Su corazón está temblando
Como una hoja de un árbol de arce
Espera que caiga la lluvia de otoño
Espera a volar lejos,
Volar lejos)
Bueno, eso es todo. Los otros dos capítulos los subiré dependiendo de la respuesta de los lectores. Chaito.
