Lo más Importante

-Dialogos

-Pensamientos

-Flash back—

Hola mis queridísimas lectoras :D!

Aquí estoy publicando un nuevo fic XD, el cual llevo escribiendo desde diciembre del año pasado, y que ya he terminado…

En primera instancia, quise que fuese un one-shot…pero no me di cuenta en qué momento la idea comenzó a alargarse más y más ^.^ u

Por eso decidí subirla por partes :) para que la lectura no se hiciese tan densa XD…en fin…

Como siempre, está demás decir que Naruto no me pertenece, al igual que ninguno de sus personajes ¬.¬, de haber sido así, el sasusaku y el naruhina serian el pilar del manga XD jajaa…yap…y bueno, esta historia está escrita sin fines de lucro, solo por mero espíritu creativo :)

Sin más que decir…espero disfruten la lectura… ^_^

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Sus pupilas se dilataron a una velocidad abismante al ver como el objeto que se encontraba en las ensangrentadas manos de su contrincante, caía firmando su sentencia de muerte. En aquellos momentos, los segundos se hicieron eternos al igual que sus movimientos, parecía ser que todo lo que sucedía solo era un filme pasado en cámara lenta.

Pudo ver con atención cuando la granada se estrelló contra el piso y fue en esos instantes en que todo recobró velocidad. Su cuerpo inmediatamente rodeó a la pequeña que yacía su lado; la aferró a su pecho y cerró los ojos esperando lo peor.

Solo fue consciente de un fuerte estruendo que se dejaba escuchar por toda la aldea y estremecía por completo el pequeño hospital, luego de eso… solo silencio...

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Otro día comenzaba; otro más de frío invierno se dejaba sentir en aquella pacífica aldea. Nuevamente sus habitantes se escondían debajo de pesados abrigos y ropajes que cubrían sus rostros casi por completo, y los protegían de las bajas temperaturas de aquella mañana particularmente agitada.

La gente iba y venía agrupándose en las entradas de las innumerables tiendas que estaban a portas de abrir. Podía verse a través de los cristales a los jóvenes funcionarios que observaban con temor, a quienes en esos momentos se reunían para realizar las tan conocidas compras de último minuto.

Eran días agitados, fechas difíciles debido a las incontables luchas que generalmente se producían entre los consumidores por conseguir algún presente para entregar, ya sea a hijos o familiares e incluso amistades.

La navidad, como en cualquier otra aldea, denotaba un gran acontecimiento en Konoha. Era típico ver como las madres recorrían cada rincón para encontrar los obsequios pedidos por sus hijos y los ingredientes perfectos para una exquisita y abundante cena familiar.

Una sonrisa se apoderó de los labios de la muchacha que observaba todo con detenida atención. Sus lentos pasos trataban de captar el compas de la quebrada quietud del día y el soplar de la brisa matutina, mientras que sus brazos perezosos se estiraban como intentando alcanzar las grises nubes que ocultaban el sol, a pesar del constante movimiento.

Debía admitir que las mañanas frías eran sus favoritas. Disfrutaba sentir la humedad del aire, la frescura congelante del viento golpeando su rostro y el escalofrío recorriendo su espalda cada vez que eso pasaba.

Aspiró profundamente llenando sus pulmones casi por completo una vez que se apartó lo suficiente del mar de gente que inundaba las estrechas calles de la aldea.

¡Como amaba aquel aroma a humedad que descansaba en el aire cuando una lluvia azotaba el lugar! Era algo que no tenia explicación, algo que disfrutaba más que cualquier persona y que la hacia olvidar que el tiempo avanzaba.

Le daba libertad…

Su mirada se alzó al cielo buscando quizás un leve rayo luminoso que se colara tras las oscuras nubes. Sonrió al darse cuenta que aquello no sucedería hasta quizás, en un par de semanas. Suspiró sin deshacerse de la pequeña sonrisa, para nuevamente retomar camino a su destino.

Quiso hacer el trayecto más largo de lo habitual; sus pasos eran más lentos que de costumbre…aquella mañana deseaba disfrutarla, no desperdiciar ni un solo soplo de brisa ni escalofrío recurrente…además, no estaba retrazada…había salido temprano para poder aprovechar lo más posible aquel deleite.

La brisa comenzó a soplar meciendo sus ahora largos cabellos rosas, los cuales rozaron sus mejillas con travesura, a pesar de que lo llevase recogido. Se acomodó lentamente tras su oreja aquellos mechones rebeldes que no se dejaban dominar por la fortaleza del elástico que los sujetaba en una coleta alta, sin colocar mayor atención al proceso.

Aspiró otra vez el aire cerrando los ojos en un intento fallido de querer desvanecerse de la rutina, aunque fuese solo por una vez. Los días en el hospital a veces le resultaban verdaderamente abrumadores…incluso insoportables…pero a pesar de ello, procuraba mostrar siempre una radiante sonrisa… por muy torturante que fuese…

-ya basta de lagrimitas, baka…-susurró para sí mientras sus ojos se tornaban opacos al recordar

Hubo un tiempo que sonreír no le era problema, es más, era algo tan natural, tan espontáneo que encandilaba y maravillaba a quien la viese pasar…le otorgaba un "no se qué" que la hacía verse deslumbrante, radiante… pero ahora era diferente.

Los últimos meses, aquella sonrisa sincera había pasado a ser forzada y plástica, se notaba la incomodidad de sus mejillas y la opacidad de sus ojos…no, ya no era feliz.

Quizás ese era uno de sus mayores problemas; dejar a entrever cuan vulnerable era con solo una mirada, un gesto, una mueca...

Eso sinceramente era algo que le resultaba incómodo e insoportable; un Ninja que delataba sus emociones solo con sus ojos…Ja, ¿Cómo no reírse de aquella ironía que la vida le otorgaba a cada instante?

Un suspiro escapó de sus labios casi por inercia luego de largo tiempo de trayecto. Sin darse cuenta sus pies comenzaron a declinar el paso hasta que finalmente se detuvo en medio del camino. Sus jades se posaron distraídamente en un punto indefinido, dejándose acariciar por la brisa que en esos momentos era más tenue.

Estaba cansada; sí, efectivamente eso era lo que le sucedía…estaba cansada de sentirse como se sentía, estaba cansada de seguir pensando en aquel día…porque era estúpido y lo sabía, porque esos pensamientos, precisamente eran ESOS PENSAMIENTOS los que terminaban por cansarle…

¿Pero… cómo podía sacarse aquel momento de su mente y de su corazón?

Era difícil…luego de todo el llanto, de todo su esfuerzo, de toda la felicidad momentánea que había logrado conseguir…ella volvía a sumergirse en ese agujero de soledad y tristeza… ¿y por qué? Pues por lo de siempre…

Negó con fuerza tratando de evitar que los recuerdos regresaran a su mente. No era sano para ella y mucho menos para su corazón, además…sentía que no tenía derecho alguno de sentirse así, al fin de cuentas, había sido ella la que dijo la última palabra. Era por eso que día con día, se convencía una y otra vez que lo mejor era tratar de sumergirse en su trabajo y en sus futuras misiones.

Asintió decidida a cumplir con su rutina; ya nada sacaba con deprimirse ni tenerse lastima, eso no haría que las cosas cambiasen, al contrario, solo empeorarían el poco buen humor que le quedaba y que tanto esfuerzo le costó volver a obtener.

En un acto distraído, se centró en el reloj. Hizo una mueca al ver que ya se acercaba la hora de comenzar su trabajo. Bueno, al menos tenía el consuelo de que aquel día era Nochebuena y para su suerte, se mantendría con la cabeza centrada en el trabajo…

Como siempre, esbozando una sonrisa cargada de tristeza, le dio nuevamente la bienvenida a la rutina…

/

Podía notarse con claridad en su rostro el malestar que le producía el movimiento de aquella mañana. No podía evitar hacer muecas cada vez que alguien pasaba a su lado cargados de paquetes que según su opinión, eran inútiles, o bien, escuchaba a todo volumen, los villancicos provenientes del interior de las tiendas, formando un alboroto de letras revueltas que no hacían más que torturar sus oídos y marear su mente.

Observaba con ojo crítico a cada grupo que se aglomeraba en las diferentes tiendas gritando, empujando y luchando unos con otros solo por un propósito absurdo… comprar un estúpido regalo…

Rodó los ojos en un acto de desprecio. La frivolidad de aquellas fiestas las detestaba.

Continuó su trayecto manteniendo su mirada al frente y sus manos en los bolsillos, sin esforzarse a ocultar su mal humor y mucho menos, el poco interés que sentía por las personas que obstaculizaba de vez en tanto su paso.

El olor a ramen, le advirtió que estaba cerca del Ichiraku's, el cual era ocultado por el aglomero de cabezas que iban y venían de una dirección a otra. Se aprovechó de eso, para tratar de pasar desapercibido pues sabía perfectamente que a esas horas, su "querido amigo el dobe" se encontraría como fiel cliente, disfrutando de un caliente plato de ramen.

-¡Kurisumasu omedetou Sasuke-teme!-chilló una voz tras su espalda que supo reconocer de inmediato.

Gruñó por lo bajo maldiciendo su suerte e intentando contener su frustración; por un momento, tenía la certeza de que pasaría desapercibido…pero obviamente, el destino que tanto lo detestaba, había querido fastidiarle más la mañana.

Aún así, no detuvo el paso; lo último que quería era hablar con alguien, muchísimo menos con el dobe.

La insistente voz de Naruto hizo que inconscientemente aumentara la velocidad de su andar, obligando al rubio a que acelerara la velocidad de su trote para poder alcanzarlo.

Sintió como la mano de su amigo caía pesadamente sobre su hombro, sin embargo, no volteó a mirarlo-¡Oe! ¡No seas grosero! ¡Te acabo de saludar! ¿Acaso estas sordo?

-hn…

Naruto hizo una mueca; como detestaba esa estúpida e innecesaria frialdad que el Uchiha profesaba al mundo prácticamente las veinticuatro horas del día -…ni siquiera en estas fiestas cambias tu humorcito endemoniado 'ttebayo…

Sasuke mantuvo su rostro serio e indiferente; en realidad, poco le importaba la opinión que pudiesen tener de sus actitudes, mucho menos si venía de él-…si tanto te molesta mejor vete y no me fastidies más…

El rubio no pudo evitar soltar un bufido cargado de irritación-…lo haría…-masculló mirándolo con resentimiento-… pero vamos al mismo lugar…

-bien podrías caminar solo…

-y tu bien podrías tratar de ser más sociable…

Sasuke rodó los ojos-…Dobe…

-Teme…-le devolvió Uzumaki con claro malestar, pero casi de inmediato una traviesa sonrisa surcó sus labios-…pero bueno, dejando de lado tu "buen humor"…-enfatizó lo ultimo con sus dedos-…¿Estás completamente dispuesto a realizarte el chequeo, verdad?

Un ligero gruñido se ahogó en su boca ante la malintencionada pregunta. No quería ni pensar en ello; Había estado toda la noche anterior preparándose para la tortura que eso significaba. No entendía por qué demonios tenía que hacerse ese estúpido chequeo…Había llegado bien, no veía la necesidad de tener que ir y que alguien lo revisase.

Naruto lo observó en silencio, logrando notar como una ligera mueca de frustración surcaba los labios de su amigo. Sonrió con cierta malicia al ver que había conseguido irritarle-…me pregunto por qué estás tan molesto por algo que sabes que es mera rutina…

-rutina que es innecesaria…no me hace gracia tener que perder tiempo valioso en algo tan estúpido como eso…

-ajá…-el rubio ladeó el rostro desviando la mirada de manera distraída-…y según tú, ¿en que podrías aprovechar ese tan valioso tiempo?

-entrenar…-respondió Uchiha de golpe tomando desprevenido al ojiazul

-vaya…podrías haberlo pensado un poco más ¿no crees?…-dijo dejando escapar una risa forzada, sobre todo al ver que el rostro de su amigo no cambiaba en lo más mínimo de expresión-…en serio teme, ¿no te cansas de andar todo el día amargadito?...-no recibió respuesta… como de costumbre.

No pasó mucho tiempo para que nuevamente una idea maquiavélica surcara su mente; todo fuese por ver si el chico en cuestión era capaz de expresar algo más que indiferencia.

-…yo tengo una teoría de porque estás más amargado que de costumbre… ¿quieres oírla?

-no…

Naruto hizo una mueca fingiendo ofensión-…no importa, igual te la diré…-el pelinegro rodó los ojos-… yo creo, que tienes miedo de toparte con Sakura-chan…

Sasuke se crispó notoriamente a penas el nombre de la chica llegó hasta sus oídos. Sin poderlo evitar, su ceño se frunció y los músculos de su mandíbula se tensaron con solo pensar en ella.

Naruto sonrió, había dado en su punto débil-…no digas tonterías usuratokanchi…-gruñó tratando de demostrar mayor frialdad e indiferencia ante el tema-… ESO…-hizo énfasis en la palabra-…no me interesa…

El ojiazul lo miró de reojo sin dejar de sonreír victorioso-…ajá, ¿por eso tienes ese tic en el ojo?-dijo apuntando su lado derecho. Sasuke se llevó inmediatamente una mano hasta la zona afectada sacando una potente carcajada por parte del rubio.

-dobe…-siseó acertando un golpe en la cabeza del kitsune, acallando su risa

-¡Itte!...-chilló sobando la zona golpeada-…ya, ya lo siento, tampoco era para que te pusieras así ´ttebayo…

-cállate…

-¡Ja! como si fuese hacerlo solo porque tú me lo ordenaras, T-E-M-E…-A pesar de sus deseos por hacerle tragar uno de sus Chidoris, trató de permanecer en paz e ignorar completamente sus palabras. Naruto al verse ignorado suspiró con cansancio-…pero ya enserio, yo aún no entiendo porque fue que terminaste con ella…

Terminaste con ella…

Esa frase le quedó flotando cruelmente en la mente. No pudo evitar que una sonrisa irónica se deslizara por sus labios en esos momentos al recordar aquel día…si el dobe supiera realmente quien había terminado con quien, estaría riéndose a carcajadas.

-ya te lo dije Naruto…no voy a hablar de eso, mucho menos contigo…

-eso es injusto, Teme…-gruñó mientras dirigía sus manos tras la nuca al mismo tiempo que una mueca de fastidio desfiguraba su rostro-…ninguno de los dos me ha dicho nada del porqué de su quiebre tan repentino…¡y eso que soy su amigo!-Sasuke mantuvo la vista enfrente sin esforzarse a responder sus reproches, eso solo provocó que su irritación aumentase-…¡tienen que contarme todo dattebayo!...

-ya te dije que a ti no tengo nada que contarte…

-¡pero yo te cuento todo!

Uchiha lo miró irritado-…nunca te he pedido que lo hicieras…dobe…

-¡ahh!-Uzumaki le entregó una mirada ofendida-… p-pero lo hago porque te tengo confianza y porque eres mi mejor amigo, teme…

-no por eso me tienes que dar cada detalle de lo que haces o dejas de hacer con Hyuga, usuratokanchi…

Eso bastó para que el rubio dejase de molestar. Es más, un poderoso sonrojo se apoderó de sus mejillas a la vez que una tos nerviosa aparecía para tratar de disimular su incomodidad. Porque sí, sabía perfectamente que había sido indiscreto en muchos sentidos respecto a su relación con Hinata, tanto, que ahora le resultaba sumamente vergonzoso cuando le hacían mención de sus impertinencias, que eran bastantes.

-bien tu ganas teme…no me digas nada…-dijo con un tono derrotado que no convenció al Uchiha en lo más mínimo. Sabía que solo era cuestión de tiempo antes de que retomase el tema, con muchísimas más insistencia.

Se mantuvieron en silencio, siendo acompañados solo por el sonido de los pasos apresurados de los aldeanos, los cuales iban desapareciendo a medida que avanzaban y reducían la distancia hasta su destino. Por un momento Sasuke rogó por que el rubio continuase hablando, admitía que sus estupideces e imprudencias lo ayudaban a distraerse y no a seguir divagando en lo incómodo que sería la situación si llegase a toparse con la Haruno.

Bajó la mirada al sopesar que ya iban tres meses en los cuales no cruzaban palabra alguna, ni mucho menos se veían, al menos, no de manera directa; porque sí, a veces la veía a lo lejos en compañía de Yamanaka o Hyuga, otras, simplemente la veía pasar hasta perderse en el mar de gente, y había oportunidades en que la veía corriendo por los alrededores de los campos de entrenamiento, hasta que finalmente se cansaba y se iba de regreso a la aldea.

Muchas veces se dio cuenta que intentaba acercársele, o simplemente topársela en alguno de los lugares que solían frecuentar. Pero luego, cuando estaba por armarse de valor se arrepentía, repitiéndose una y otra vez que era ELLA quien no deseaba su cercanía…había sido ella, no ÉL como todo el mundo creía, quien había dado termino con la relación.

Gruñó por lo bajo tratando de ignorar esos pensamientos Eso ya había terminado y sabía perfectamente que no habría vuelta atrás...

- ¿Eh? ¿Qué estará pasando allá?

Sasuke miró a su acompañante interrogante, para luego dirigir su atención en la misma dirección que él. A lo lejos podía vislumbrarse un costado del hospital, al igual que a un grupo de personas dispersas y un montón de escombros regados por el suelo. A pesar de la distancia pudo reconocer una cabellera rosa que inmediatamente lo hizo tensarse. Hizo una mueca…lo último que deseaba era toparse con ella, y era lo primero que ocurría.

-¡LARGO DE MI HOSPITAL SI NO QUIEREN QUE LOS SAQUE A PATADAS, SHANNARO!

Solo ese grito bastó para hacerlos reaccionar de inmediato; La chica solo actuaba así cuando colmaban de sobremanera su paciencia, algo había sucedido... Con una rapidez impresionante se dirigieron al lugar, justo en el instante que una silueta emergía de la tierra y se situaba tras la espalda de la desprevenida medic-nin…

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Iba caminando por los largos pasillos del hospital, concentrada totalmente en leer un expediente en particular. A pesar del gran flujo de enfermeras y shinobis que atestaban el lugar, esquivaba con gran maestría cualquier objeto o persona que se encontraba a su paso. Mantenía su atención fija en el historial que parecía crecer día con día, complicando cada vez más su labor…aun no podía creer que hubiesen más de cuatro diagnósticos distintos, y que ninguno lograse convencerla al cien por ciento.

Suspiró intentando releer el expediente, intenta una y otra vez encontrar algo que la ayudase a por fin encontrar la solución.

Sin darse cuenta y solo guiada por la inercia de la costumbre, ingresó a uno de los pasillos que dirigían al ala oeste. El sonido de sus zapatos hacían eco a medida que se iba adentrando para dirigirse al último cuarto de ese lugar, que a diferencia de otros días, estaba prácticamente desierto; eso le daba un aspecto más lúgubre y desolador.

-para estar a portas de celebrar noche buena, este sitio se ve demasiado deprimente…-pensó al mismo tiempo que centraba sus ojos en la luz que se colaba desde una de las puertas.

Esbozó una media sonrisa y cerró la carpeta amarilla, colocándola a su lado para evitar concentrarse en ella. Con lentitud se asomó para dar primeramente un breve sondeo del sitio, el cual como siempre, estaba en completo orden y limpieza. Después sus ojos se dirigieron a la pequeña que yacía recostada, como siempre en su camilla. Sus cortos cabellos castaños caían con gracia sobre sus hombros, ocultando levemente el color lechoso de su piel y el rosa de sus mejillas tan características de las pequeñas de seis años.

No pudo evitar reír por lo bajo al ver su lindo pijama celeste, el cual estaba adornado con motivos de pequeños y esponjosos ositos que cubría perfectamente su pequeño torso, mientras que sus piernas se mantenían abrigadas por unas blancas y gruesas sabanas que la protegían del frio del ambiente. La niña tenía su cabeza ladeada, centrando su mirada en el gran ventanal que llenaba de tenue luz su cuarto…luz que nunca llenaba sus ojos.

-Miyuki-chan…-llamó la mujer adentrándose al lugar. La pequeña volteó de inmediato buscando su voz, un tanto desorientada al principio-… ¿Cómo amaneciste hoy?...-volvió a hablar provocando en la niña una amplia sonrisa al instante en que la reconoció

-…¡Onee-san…!

Haruno sonrió con ternura mientras se sentaba a su lado. Inmediatamente, de manera instintiva, las pequeñas manos de la niña comenzaron a buscar su rostro. Sakura se mantuvo inmóvil esperando a que sus dedos rozaran su mentón. Cuando eso ocurrió, la niña comenzó a deslizarlos sobre este para poder así recorrer cada rincón de su faz. Era la manera en que la pelirosa le había enseñado a "mirar" el mundo, para así alivianar su tristeza.

Los pequeños dedos recorrieron sus mejillas, su nariz y su frente, tratado de no perder detalle alguno de sus expresiones.

-Onee-san…-rió la pequeña sonriendo-…te estaba esperando…

Sakura posó su mano sobre la pequeña de la niña, la cual aún se mantenía acariciando su mejilla. Acarició su cabello mirando fijamente los ojos castaños que la miraban sin mirar-… lamento la tardanza, hoy ha habido mucho movimiento en el hospital y eso me quitó tiempo…

La pequeña negó levemente-…no, no importa Onee-san, lo importante es que viniste…

Antes de que la mujer pudiese responderle una voz hizo eco en el pasillo. No supo porqué, pero inmediatamente su oído se agudizó para intentar escuchar lo que decía.

Miyuki, al ver que la pelirosa no decía nada se inquietó-… ¿Sucede algo, Onee-san?

Sakura con delicadeza posó un dedo sobre sus labios-…shhh, solo dame un minuto…

La pequeña asintió y mantuvo silencio, escuchando también el eco de una voz, pero por más que lo intentase, tampoco podía entender que era lo que decía.

La medic-nin se inquietó sin saber el motivo. Sabía que algo estaba pasando; tenía que ir a ver de qué se trataba. Miró a la pequeña que mantenía los ojos cerrados y mordiéndose el labio, como conteniendo sus ganas de hablar; no puedo evitar reír por lo bajo ante eso. Esa niña realmente era muy inquieta y habladora…

-Miyuki-chan…-la niña alzó la cabeza buscando su voz-…necesito que me esperes un segundo, volveré enseguida…

Miyuki hizo un pequeño puchero-…p-pero acabas de llegar…

-lo sé pequeña pero…creo que me necesitan allá afuera…

La voz se hizo más y más fuerte, como si estuviese acercándose; eso terminó por inquietarla. Sakura acarició el rostro de la niña y besó su frente con dulzura en un intento por convencerla.

-te prometo que no tardo nada, y apenas regrese pasaré toda la tarde contigo haciendo lo que tú quieras…

Miyuki sonrió radiante-… ¿de verdad?

Sakura asintió-…de verdad…

-de acuerdo…

A penas recibió la afirmación la medic-nin se levantó rápidamente y salió de la habitación para dirigirse hasta el lugar en donde aún podían escucharse los gritos de ahora un par de mujeres que ella supo reconocer de inmediato.

Frunció el ceño al ver a tres hombres que observaban a sus compañeras con clara altanería y soberbia; parecía ser que en cualquier momento se lanzarían a atacarlas, pero sabía que ellas no se dejarían amedrentar así como así.

-¿Qué está sucediendo, Ino…Hinata?

Las aludidas voltearon a ver a la recién llegada, la cual no apartaba su mirada de quien se suponía, era el líder de aquel trío de shinobis que hacia un rato insistían con ingresar a esa ala específica del hospital.

-Frentezota, estos hombre vinieron por…

-ya lo sé Ino…-gruñó colocándose en medio de ambas kunoichis demostrando una postura desafiante-…pero ellos saben perfectamente que se irán con las manos vacías…

Uno de los hombres rió-…tenía razón jefe, es una fierecita…

El aludido torció una sonrisa y se acercó a la pelirosa; los jades le otorgaron una mirada cargada de frialdad e indiferencia, expresando toda la repulsión y la ira que l producía que estuviesen allí, insistiendo en lo mismo.

Una vez enfrente, tomó su barbilla obligándola a alzar el rostro-… ya me cansé de tus juegos bonita, cada vez que vengo me he tenido que ir de aquí sin esa mocosa, pero esta vez será diferente…me entregas a la niña ahora o…

-¡¿O qué?-escupió deshaciéndose del agarre de un manotazo. La ira era visible en sus ojos, estremeciendo a los otros dos hombres que inevitablemente comenzaron a temblar-… ¡¿Quién demonios te has creído en venir aquí, a MI hospital a amenazarme?

Hinata e Ino observaban la escena, atentas a cualquier movimiento que les alertase de que debían intervenir. Sabían que eso ocurriría en cualquier instante, ya sea para ayudar a su amiga a deshacerse de ellos o ayudarlos a ellos a evitar que la chica los matase a golpes.

Los oscuros ojos del hombre brillaron ante la rebeldía de la mujer. Admitía que su carácter le resultaba bastante divertido y atrayente. Sonrió de medio lado fingiendo coquetería-… ¿sabías que te ves bastante atractiva cuando te enojas?

Ino rodó los ojos e hizo un gesto simulando asco-…este tipejo es bipolar…-murmuró por la bajo mirándolo con fastidio

Sakura se mantuvo impávida-tus alabanzas no me alagan Ryosuke, creo habértelo dicho antes…-el hombre entrecerró los ojos-…no te lo volveré a repetir…lárgate de aquí, si no quieres tener problemas…

-ya te dije que de aquí no me moveré sin l-…

Un brutal golpe se estrelló en su rostro interrumpiendo sus palabras y mandándolo hasta una de las murallas lejanas, provocando que se destruyera por completo. Los dos hombres observaron con notorio temor como su jefe emergía de los escombros luego de unos segundos, para luego centrarse en la pelirosa que avanzaba con lentitud hasta su víctima.

-te lo advertí…-masculló iracunda; ya se había cansado de su insistencia absurda

-S-Sakura-san…e-espera…-dijo la Hyuga tratando de detener lo que podría ser una masacre segura.

-¡ESO FRENTEZOTA, ASÍ SE HACE!-chilló por otro lado Yamanaka con clara emoción, lanzando puñetazos al aire

El bullicio y el estruendo, provocó que tanto las enfermeras y doctores se agruparan en los diferentes pasillos que conectaban con el lugar. Vieron como la medic-nin se acercaba hasta el hombre el cual aun no lograba levantarse, por más que lo intentase. Sakura lo alzó desde sus ropas para luego lanzarlo hasta un árbol, todo ante la atónita mirada de los espectadores.

-te lo advertí…-gruñó-…te dije que te largaras de aquí, sino querías salir malherido…

Ryosuke escupió la sangre que se acumuló en su boca debido a los brutales golpes. Con ayuda del árbol comenzó a incorporarse sin dejar de observarla y maldiciendo por lo bajo su descuido.

-maldita zorra…-masculló sin apartar su mirada ocre de la mujer-… ¡Hideki! ¡Temaki! ¡Desháganse de ella!

Los dos hombres se observaron breves segundos, pero obedecieron de inmediato. Se lanzaron hacia la kunoichi atacándola por la espalda, confiados de su habilidad y velocidad. Con un rápido movimiento, la Haruno esquivó los ataques y se alejó de ambos shinobis de un salto mostrando y luciendo su agilidad.

-en serio que son patéticos…-De entre sus ropas sacó unas finas agujas-…pero hasta aquí llegan…- las lanzó directo a sus cuellos, con la intención de paralizarlos y acabar de una vez con toda la situación.

Hideki se deshizo de ellas lanzando una kunai que la chica atrapó sin dificultad alguna con sus dedos. Sonrió soberbia al mismo tiempo que le devolvía el arma con rapidez, hiriendo su brazo.

-es rápida…-masculló el hombre presionando su herida

-hn…y eso que ni siquiera me estoy esforzando…

Su imagen desapareció de pronto en una pantalla de humo, dándoles a entender que quien los había atacado todo ese tiempo había sido un simple clon.

-se acabo el juego…

Antes de que pudiesen reaccionar, Sakura apareció tras sus espaldas concentrando chakra en su puño impactándolo en el suelo, generando una gran grieta que se deslizaba rápidamente hasta sus pies; los hombres se vieron atrapados entre los grandes pedazos de tierra que se habían desprendido por brutal golpe, dejándolos completamente a su merced.

Una pantalla de polvo cubrió el lugar, provocando que los espectadores no pudiesen ver lo que sucedía con claridad. Apenas si podían vislumbrar una tenue y esbelta silueta que se deslizaba con lentitud por entremedio de la nube. La tierra comenzó a disiparse por la fuerte brisa, mostrando a los shinobis quejándose e intentando incorporarse con torpeza y dolor.

Haruno frunció el ceño-…no se los volveré a repetir…¡LARGO DE MI HOSPITAL SI NO QUIEREN QUE LOS SAQUE A PATADAS, SHANNARO!

Fuertes aplausos comenzaron a resonar a su alrededor a penas su grito colérico se desvaneció. Todos los que allí trabajaban, silbaban y gritaban palabras de apoyo hacia la pelirosa a la cual admiraban con devoción, por su gran entereza y valor, tanto en su trabajo como en el campo de batalla. Ese amor que profesaba día con día por el hospital, los hacía sentirse seguros, pues sabían que ella defendería con garras y dientes a cada uno de los que se encontrasen en su interior; realmente Haruno Sakura era una mujer digna de admiración y respeto…al igual que su gran maestra, la Hokage Tsunade-hime.

Ante toda la algarabía, nadie notó como los hombres intercambiaron miradas para luego esbozar una media sonrisa; cuando la ojijade reparó en ello se sintió desconcertada. En ese instante un escalofrío recorrió su espalda estremeciéndola casi por completo, paralizándola de manera casi agónica. Su cuerpo reacciono de manera lenta y pausada, como si en esos instantes el reloj hubiese disminuido su andar. Giró maldiciendo su descuido tratando a la vez, de idear alguna forma de contraatacar sin salir lastimada

-¡mierda! ¡Me confié demasiado!-se reprochó mil veces, tratando que sus manos se deslizaran lo antes posibles hasta una de sus armas

El destello de una kunai le alertó que ya era tarde para reaccionar, estaban por apuñalarla. Sus ojos se cerraron de manera instintiva al mismo tiempo que su brazo se antepuso a su rostro para protegerse del golpe…que nunca llegó…

-que táctica tan baja…-dijo una voz que la estremeció por completo-…dejar que otros arriesguen el pellejo para tú encargarte del trabajo sucio…-siseó el hombre apretando más el brazo de su contrincante-…eres un cobarde…

La kunoichi abrió los ojos con lentitud. Sus ojos inmediatamente, sin siquiera pensar, se dirigieron a la espalda de quien sería su salvador. Tragó con dificultad, sin asimilar por completo el hecho de que quien la estaba protegiendo era él

-S-Sasuke…-su nombre escapó de manera involuntaria a través de un tenue susurro-… ¿q-qué…que está haciendo aquí?

El Uchiha mantuvo su mirada clavada en el desfigurado rostro del hombre, el cual no podía apartar su mirada de los penetrantes ojos rojos que lo observaban con frialdad. Sasuke sujetaba sin mayor esfuerzo la mano en donde se encontraba el arma, sabía que aquel sujeto estaba aterrado con su sola presencia. Sonrió provocando que Ryosuke comenzase a temblar ante lo sádico de aquel gesto.

.¡Sakura-chan!-chilló una voz al lado de la chica, la cual estaba atenta a la situación-… ¿estás bien?

Haruno asintió sin apartar sus ojos de la espalda de su defensor, en donde el símbolo del clan Uchiha reposaba con claridad-…soberbio presumido…-pensó haciendo una ligera mueca de fastidio. Sabía a la perfección que esa sería otra anécdota de la aldea, protagonizada por el ególatra vengador.

Naruto observó primero a su amigo y luego a los otros dos hombres que se comenzaban a incorporar.

Ryosuke se deshizo del agarre y se alejó del Uchiha de un solo salto, tratando de recuperar la compostura-…esto no se queda así bonita…-gruñó centrándose en la ojijade, la cual simplemente lo escuchó atenta-…la próxima vez no tendrás a tus guardaespaldas para protegerte…

Sakura frunció el ceño ante su comentario. Al parecer el hombre se había olvidado que perfectamente le hubiese dado una paliza de no haber sido tan confianzuda-…yo no necesito a nadie que me proteja…-masculló apretando los puños iracunda-…¡AHORA LARGATE AQUÍ RYOSUKE!

El hombre desapareció en compañía de sus subordinados dejando a los tres shinobis observando el lugar en donde segundos antes se encontraba. Todos los que observaron la situación, comenzaron a retomar sus labores las cuales se habían retrasado bastante. Ino y Hinata se acercaron, tratando de no trastabillar con los escombros del muro y suelo que se encontraban deformando lo que alguna vez fue, un lindo jardín.

-S-Sakura-san, ¿e-está bien?

La ojijade asintió-…sí, no te preocupes Hinata-chan…

Hyuga suspiró-…que alivio…

Ino sin embargo se acercó hasta ella con otras intenciones. Sonrió de manera maliciosa, mientras se apoyaba sobre su hombro ante la desconfiada mirada de su amiga-¿Qué?...

Yamanaka negó levemente, fingiendo decepción-…de verdad, que mal te viste frente de marquesina…

La aludida entrecerró los ojos fulminándola con la mirada. Eso había sido un golpe muy bajo-…cállate puerca…

-¡ey, no te enfades conmigo!, no fui yo la que se las dio de súper heroína, se confió y casi le cortan el cuello…-Sakura enrojeció-… ¿Y sabes qué?, en vez de ponerte roja como tarada, deberías agradecerle a Sasuke-kun por salvarte esa Frentezota que tienes…

Un incómodo silencio se posó entre los presentes a penas la rubia dejó de hablar. A pesar de estar en terrenos amplios y abiertos, podía sentirse la tensión entre ambos, provocando que el aire se hiciese pesado y escaso.

Naruto carraspeó, en un intento fallido de ignorar la situación, al mismo tiempo que se acercaba hasta la Hyuga para abrazarla por la cintura, haciéndola sonrojar.

-¿N-Naruto-k-kun…?

-jeje, Hinata he venido a que me hagas el chequeo…

Los ojos perlas de la chica se abrieron atónitos-… ¿y-yo N-Naruto-k-kun?

-¡Por supuesto!...pero tú sabes a qué tipo de chequeo me refiero…-espetó de pronto guiñando un ojo utilizando un tono sensual, provocando que la Hyuga enrojeciera por completo

-¿q-qué cosas d-dices…N-Naruto-k-kun?

La mandíbula de Ino se desencajó por completo, sintiendo sus mejilla arder al escuchar semejante propuesta tan fuera de lugar. Frunció el ceño furiosa, haciéndose tronar los puños con gran crueldad…a falta de Sakura que lo pusiese en su lugar, siempre estaba Yamanaka.

-¡NARUTO, ERES UN PERVERTIDO!

Un sudor frío recorrió las sienes del kitsune quien con pasos lentos y temblorosos, comenzó a retroceder en un intento por escapar de la gran aura asesina de Ino-…p-pero, y-yo…n-no…jeje jeje…

Antes de que pudiese decir más, o pudiese escapar, la rubia lo sujetó del cuello de la chaqueta y comenzó a arrástralo hacia el interior del hospital, sin importar que trastabillara en el camino, sin dejar de vociferar a toda voz lo pervertido que era.

Hinata rió con nerviosismo y vergüenza ante la escena; sabía que su novio no se caracterizaba por ser muy ubicado, y eso siempre, le traía consecuencias.

Miró de reojo a la pareja que también observaba la situación con una ligera sonrisa de burla sobre sus labios. Hinata sonrió de manera casi imperceptible…habían cosas que nunca cambiarían.

-i-iré a a-ayudar a N-Naruto-kun…s-sumimasen…-se excusó mientras otorgaba una ligera reverencia para adentrarse hasta el hospital y correr por el pasillo donde la voz de Ino aun se escuchaba.

Ambos observaron como la fina silueta de la Hyuga se perdía por los pasillos, hasta que finalmente desapareció. Y nuevamente el silencio se apoderó del ambiente; ya ninguno contaba con la presencia de sus amigos que pudiese hacer de esa situación, algo un poco más llevadero. La tensión entre ambos shinobis era palpable y desesperante, pero ninguno se atrevía a romperlo ni a marcharse de allí.

Sakura agachó la cabeza para disimular el ligero sonrojo que se apoderaba de sus mejillas, al recordar las palabras de Ino. De verdad había sido una tonta al confiarse; de no haber sido así, quizás no estaría en esa situación tan incómoda y vergonzosa. Apretó los puños intentando liberar el creciente nerviosismo que sentía de alguna manera…jamás se le había pasado por la cabeza que volvería a toparse con Sasuke Uchiha, al menos, no en circunstancias como esas.

Suspiró por lo bajo, sintiendo torpe e insegura. Todos sus intentos por mantenerse lejos de él, por no caer en la tentación de llamarle y corregir todo, habían sido totalmente en vano.

Tragó con dolor intentando buscar alguna excusa que la dejase escapar y evitar una situación más incómoda que esa. Aspiró aire disimuladamente y se dispuso a enfrentarle y fue allí que notó que sobre su brazo descansaba una herida. Sus ojos se abrieron ligeramente al ver que el hilillo de sangre que se deslizaba por su mano, ya había dejado un charco bastante considerable en el suelo.

-estas herido…

Sasuke observó la herida distraídamente. No había reparado en ella en lo absoluto-…no es nada…

Sakura se acercó hasta él con la intención de examinarlo con mayor cuidado. Al principio, Uchiha mostró resistencia a su contacto, pero luego dejó que la mujer hiciese su trabajo. La conocía, y sabía a la perfección que no lo dejaría en paz, hasta que le permitiese revisar la dichosa e incómoda herida. Sintió como sujetaba su mano delicadamente, tratando de no pasar a llevar la piel dañada para así evitarle dolor. Frunció el ceño al notar que era bastante profunda y que necesitaría un par de cosas para poder curarle, solo con su chakra no bastaría...

-déjame tratarla…

-ya te dije que no es nada…

Los ojos jades le entregaron una mirada severa que le hizo entender que no aceptaría un no por respuesta-…lo haré de todas formas…

Sasuke mantuvo la mirada en son de desafío, hasta que finalmente suspiró derrotado y asintiendo con levedad. La medic-nin no pudo evitar esbozar una ligera sonrisa al recordar un par de escenas iguales a esa, al igual que tampoco pudo evitar sentir ese regocijo que se depositaba en su pecho, cada vez que ganaba uno de esos pequeños encuentros.

Negó con levedad, intentando distraerse de aquellos recuerdos; eso ya era cosa del pasado. Haciendo acopio de su indiferencia recién aprendida, sacó de entre sus ropas un pañuelo con el cual cubrió momentáneamente la herida-…sígueme…

Se adentraron al hospital para dirigirse a la pequeña oficina de la kunoichi. Uno de los doctores se acercó a preguntarle algunas cosas, a lo que ella respondió sin detenerse. Antes de que se marchara, le dio indicaciones de avisarle a la Hokage lo sucedido, a lo que el doctor asintió y se marchó rápidamente a realizar lo que se le había ordenado.

Caminaron uno junto al otro, entregándose disimuladas miradas, que ninguno notó hasta que llegaron al lugar. La kunoichi entró primero encendiendo la luz en el proceso e indicándole que se sentara.

Sasuke obedeció de mala gana, dejándose caer en la camilla que inevitablemente le trajo recuerdos, y no precisamente de chequeos. Sonrió de manera arrogante… vaya, esos sí que habían sido muy buenos momentos.

-lamento lo que sucedió…-dijo de pronto la tenue voz de la mujer sacándolo de sus pensamientos. La vio acarrear un pequeño mesón con todos los implementos que necesitaría para curar su herida y sentarse en un pequeño taburete que la dejaba a una altura ideal para trabajar sin problemas-…me tomó desprevenida…

-hn…-como siempre, esa seria toda su respuesta

Sasuke siguió con detenimiento cada movimiento que Sakura realizaba, desde como con delicadeza sacaba el trozo de tela que cubría su herida, hasta como deslizaba las tijeras que terminaron por cortar la manga de la camiseta negra que cubría sus perfectos brazos.

Nuevamente ella colocó su rostro serio y analítico, ese que solo aparecía cuando se encontraba trabajando o realizando su labor como medic-nin en alguna misión, dándole a entender que en esos momentos él solo era un paciente más.

Le hizo colocar el brazo encima de una bandeja de acero para comenzar a lavar la herida con agua destilada. Sasuke fruncía levemente el ceño debido al ardor que producía el contacto del agua con su piel, pero procuraba que ella no lo notase.

-tendré que colocar un par de puntos antes de poder curarte por completo…-nuevamente no obtuvo respuesta-…eso facilitará la cicatrización…

Sakura sacó una aguja y deslizó con habilidad el hilo quirúrgico. Comenzó su labor a sabiendas de que no había aplicado anestesia, pero sabía que con el dolor de la herida se podría disimular perfectamente la incomodidad de aquellos puntos.

Los minutos pasaron, hasta que finalmente terminó. Sus ojos se posaron en el Uchiha el cual la observaba con detenimiento y sin menor vergüenza; ante eso no pudo evitar sonrojarse, logrando que el aludido esbozara una media sonrisa cargara de arrogancia.

-b-bien…ahora voy a aplicar chakra y habremos terminado…-dijo en un susurro, aflorando su tan conocida timidez, sobre todo cuando él estaba cerca

Sus manos comenzaron a emanar chakra acercándose hasta su brazo, deslizándose lentamente por toda la zona afectada. Sasuke cerró los ojos dejándose llevar por la agradable calidez que aquel era capaz de transmitir. Había olvidado cuanto disfrutaba esa sensación…

Solo pasaron unos segundos hasta que la herida cicatrizó casi por completo-…he terminado…

Uchiha abrió los ojos viendo como la medic-nin comenzaba a recoger todos los implementos que había utilizado y los colocaba sobre la bandeja llena de agua, la cual tenía un tono rojizo. Ella corrió el mesón para llevarse todo hasta a un pequeño lavabo y procedió a desinfectar y a lavar cada cosa, tratando de concentrarse solo en eso y no en la insistente mirada que prácticamente perforaba su nuca.

-ya puedes irte…-dijo en un susurro lo suficientemente alto para que él le oyese

No obtuvo respuesta. En cambio el sonido de los zapatos de Sasuke tocando el piso la hizo ponerse alerta; un sentimiento de tristeza la embargó por completo, tal como ella le había dicho, él se iría, y entonces volverían a tratarse como un par de extraños. Ese pensamiento logró que sus ojos se cristalizaran, otra vez…volver a el infierno que ella misma había buscado, de verdad le resultaba doloroso.

Sus pasos se hicieron escuchar, pero al contrario de lo que creía en un principio, no se dirigieron a la puerta.

Ella continuó con su labor, ignorando el hecho de que cada vez, el culpable de sus pocas horas de sueño estaba más y más cerca, maldiciendo por lo bajo aquellos sentimientos de emoción y ansiedad que hacían que su corazón comenzase a latir desbocadamente.

Su mano se deslizó hasta la llave del agua para cerrarla, sintiendo en ese instante como las manos del pelinegro se deslizaban desde sus hombros, recorriendo con lentitud sus brazos hasta dejarlos caer sobre la orilla del lavabo, aprisionándola como tantas otras veces lo había hecho.

Su respiración se agitó un poco, pero intentó calmarse, a pesar de que por dentro gritaba con desesperación. Pudo sentir como Sasuke acercaba su rostro hasta su cuello, rozando a penas su piel expuesta, provocando que se erizase. Sakura cerró los ojos sin poder evitar que un suspiro escapase de sus labios que no pasó desapercibido, causando una ligera risa de parte del vengador.

Ella frunció el ceño-…te dije que te fueras…-dijo en un intento de aparentar fortaleza

-sabes que no quieres eso, Sa-ku-ra…

La medic-nin volteó con lentitud para encarar la intensa mirada negruzca del Uchiha, la cual mostraba esa maldita arrogancia y autosuficiencia que a ella tanto le molestaba-… ¿Qué te hace pensar eso?

-hn…-Sasuke sonrió-…te conozco más de lo que crees…

Sakura desvió la mirada incómoda. Hizo el intento por liberarse de la situación, pero el mantuvo sus manos inmóviles, evitando cualquier vía de escape.

-déjame pasar…

-¿Por qué huyes?

-no digas tonterías…-nuevamente hizo el intento por huir, sin éxito alguno-…yo no tengo motivos para huir…

-pues tu actitud dice todo lo contrario…

Haruno bajó la mirada sin atreverse a enfrentarle. Sabía que tenía razón. Un resignado suspiro escapó de sus labios-… ¿Qué quieres de mí?

Sasuke guardó silencios por algunos minutos. Realmente no sabía qué responder…había actuado por mero instinto, ni siquiera sabía el por qué se encontraba en esos momentos actuando de esa manera.

-si lo sabes…solo no te atreves a decirlo…-susurró una voz interna que lo hizo reaccionar-…quiero que me expliques el por qué…

La medic-nin lo miró sin entender-… ¿el por qué de qué?

-el por qué terminaste conmigo…-respondió con su habitual careta de tranquilidad que la enervaba

-ya te di mi explicación aquella noche…

-sí, la diste…-dijo sin poder evitar que sus ceño se frunciese al ver como ella seguía en su intento absurdo de evadir el tema-…pero quiero que esta vez me lo digas a la cara…

Los ojos jades se abrieron con sorpresa ante su petición, al mismo tiempo que un ligero temblor se apoderó de su cuerpo. El solo hecho de pensar en repetir esas mismas palabras, las cuales recordaba con detalle…era realmente una tortura. Si había logrado "vomitarlas" en ese entonces, solo fue porque en ningún momento volteó a verle, no había tenido valor alguno para encararle...

-no tengo porqué hacerlo…-dijo denotando falsa seguridad, liberándose por fin de su agarre-…yo ya dije todo lo que tenía que decir…

-eso no es verdad…-La chica no respondió, en vez de eso se dirigió hasta el amplio ventanal que permitía que la poca luz de aquel día nublado, entrase al lugar-… ¿Por qué huyes? ¿A que le temes?

-yo no estoy huyendo de nada y mucho menos tengo miedo…-Sakura luego de algunos segundos frunció el ceño para encararlo-…además, no sé por qué te interesa tanto que te lo repita…al fin de cuentas, la primera vez bastó para que lo entendieras…

Uchiha suspiró con irritación-…no estamos hablando de eso…

-pues si no quieres que me refiera al tema, entonces lárgate de aquí y déjame en paz…-había claro resentimiento en sus palabras, pero aun así él siguió insistiendo

-sabes perfectamente que la culpable de eso fuiste tú…

La kunoichi le entregó una mirada atónita-… ¿Cómo dices?

-lo que oíste…sabes perfectamente que nada de esto hubiese ocurrido si no…

-¡no digas tonterías…!-le interrumpió abruptamente a la vez que se acercaba a él con rápidos pasos. Aquello había terminado por colmar su paciencia-…¡además si no lo recuerdas, yo no fui la única culpable de que todo se fuese a la mierda…!

-…-Sasuke guardó silencio sin despegar su mirada de sus ojos. Podía ver la ira y la tristeza entremezclándose en ella

Sakura inspiró tratando de calmarse; de nada servía alterarse, mucho menos por algo que según su parecer, no tenía remedio-…es cierto, puede que haya sido yo quien decidió terminar, pero ambos sabemos que era algo que tenía que suceder más temprano que tarde...-Uchiha continuó en silencio, escuchándola con atención animándola a continuar-…aunque no por eso tenias que meterte con la primera que se te cruzara por la calle a las pocas horas…

Esa acusación caló hondo en su orgullo. Frunció el ceño y casi de manera inconsciente dejó a entrever más su frustración-… ¿y que querías que hiciera? ¿Que actuara como el idiota de Naruto, llorando en los rincones?...-Y fue luego de esas palabras, que una necesidad por lastimarla se apoderó de sí-… Ni que fueses tan importante…

El dolor en su mirada no se hizo esperar. Unas traviesas lágrimas inundaron sus ojos al mismo tiempo que ella mordía su labio, en un intento de ahogar sus sollozos. Volteó para evitar que el viese su reacción, parpadeando a cada instante para tratar de contener las lagrimas que escocían más de lo habitual.

Sasuke se mantuvo en silencio, maldiciendo su estúpida reacción. No podía entender esa maldita necesidad de dañar cuando se veía arrinconado. Un suspiro ahogado escapó de sus labios tratando de animarse a avanzar hasta ella. Cuando por fin su pie derecho hizo el ademan de reaccionar, la chica habló…

-…no te entiendo…si realmente no fuese tan importante como dices, no estarías aquí exigiéndome explicaciones que ya te di…

-si lo hago es porque siento que no fuiste sincera conmigo…

-¿En serio crees que no fui sincera?...Sasuke, esa noche te dije tal y como me sentía…-su voz se volvió un susurro apenas audible-…y también te deje en claro que no termine porque hubiese dejado de amarte…

Uchiha relajó sus facciones, regresando a su máscara de tranquilidad e indiferencia. Por su mente, regresó la pregunta que tantas veces le había quitado el sueño-… ¿y ahora?

-¿ahora qué?

-¿has dejado de amarme…?

Sakura le otorgó una mirada desconcertada; la había tomado desprevenida-…de verdad que tu actitud me confunde…el Sasuke que yo conozco no hubiese actuado de esta manera…al contrario, a él no le interesa en lo más mínimo los sentimientos de los demás…-nuevamente sintió sus ojos escocer-…y mucho menos los míos…

El silencio inundó la habitación por completo, dejando escuchar solo el tictac del reloj. Sasuke se pasó una mano por encima de los cabellos gruñendo por lo bajo, intentando mantener a raya la intensa rabia que comenzaba a invadirle. Miró a la pelirosa que otra vez hacia el intento de ignorarlo por completo, fingiendo observar lo que ocurría tras el amplio ventanal. Decidido se acercó a ella, dando verdaderas zancadas. La sujetó de los brazos con brusquedad, pero la chica se mantuvo altiva e incluso desafiante.

-Dímelo Sakura…dime que no me amas y te aseguro que nunca más me cruzaré en tu camino…

Los labios de la chica comenzaron a moverse, intentando de modular lo que él le estaba exigiendo. Era lo mejor, no podían estar juntos-…y-yo…

La puerta se abrió de golpe dando paso a la imagen de una de las enfermeras, pero a pesar de eso Sasuke no se separó de ella. La recién les entregó una tímida mirada, comprendiendo que había entrado en mal momento.

-S-sumimasen Sakura-san, pero Hokage-sama la busca…

La medic-nin asintió-…voy de inmediato…

Con sutileza se deshizo de su agarre. Sus miradas se mantuvieron fijas en el otro por breves segundos, intentando expresarse mudamente lo que en esos momentos sentían. Los labios de la mujer modularon un silencioso "lo siento" para luego pasar por su lado sin mirarle, saliendo de la consulta dejando a la enfermera atrás.

La mujer observó al pelinegro con tristeza…a pesar de que el gran Sasuke Uchiha era conocido por su frialdad, en esos instantes transmitía todo lo contrario.

-con permiso…-se disculpó con respeto y salió del lugar, cerrando la puerta tras su espalda, dejándolo inmerso en sus pensamientos.

Luego de varios minutos sus piernas reaccionaron. Manteniendo su rostro sin emoción, su altivez y orgullo, salió de la pequeña oficina, convencido que ya no había vuelta atrás…y por ende…

Tendría que continuar con su vida, tal como lo había hecho durante esos largos meses…

/

Biiien aquiii termina un capi…

Que les pareció?

Ojala y de todo corazón, haya sido de su agrado :)

De antemano agradezco el tiempo que se dan de leer y comentar mis historias…cada vez que leo alguno de sus comentarios me hacen verdaderamente feliz y me inspiran para continuar y esforzarme aún más :D

Ahora, sin mas que decir…

Les dejo un beso gigante a cada una ^^ y pasen una excelente semana…a por cierto, puede de mañana o pasado, suba la conti de este fic…

Ahora si…

Se despide atenta y afectuosamente

_NinfaOscura_