El celular comienza a vibrar sobre el velador. Saiko despierta, confundido y medio atontado. Se incorpora y cae en la cuenta de que lo están llamando.

-El único que llamaría a esta hora es…-comenta Saiko mientras presiona el botón de aceptar llamada.

-¡Saiko, ya lo tengo!-gritó Takagi emocionado, con ese tono de triunfo que Saiko conocía a la perfección.

-¿Se te ocurrió para el nuevo manga?

-Encontré la idea perfecta, mezcla batallas al estilo shonen y de tipo moral que estaba buscando. ¡Con esto es seguro que destrozamos al tramposo de Nanamine y conseguimos nuestro anime!

-¿Quieres que vaya al estudio para que me cuentes tu idea?-preguntó Saiko con voz somnolienta.

-No te preocupes, aprovecha las horas de sueño que te quedan porque a partir de mañana vamos a trabajar el triple de duro para conseguir por fin ese maldito anime. ¡Saiko te lo digo, esto va a ser mejor que Dra.- La voz de Takagi se esfumó en la noche al cortar Saiko el teléfono.

-Mañana ya tendrá tiempo de explicarme-suspiró Saiko cansado.

Cuando Saiko apoyó la cabeza en la almohada, supo que no podría volver a dormir.