Corría, corría, no podía parar de correr. Mis oídos habían escuchado una de las peores noticias de mi existencia, estaba en un gran shock,
no quería aceptarlo, jamás; mi mamá había fallecido. Ese vacío en mi pecho me estaba matando, el miedo empezó a apoderarse de mi cuerpo y escape, ¿Qué será de mi?, ella era la única que me quedaba, no lo aceptaré tan fácil. no.
estaba tan distraída en esos pensamientos y corría con una rapidez, que sin darme cuenta me tope con una morocha, que justo la fui a votar muy lejos, pero caímos al mismo tiempo.
-¡lo siento!- dije tratando de levantarla, me dio un poco de miedo porque me miro con furia, pero al mirarla a los ojos se le cambio la cara, tenia unos ojos divinos.
-n-no te preocupes, no fue tu culpa, venia tonteando por ahí, así que fue mi culpa- dijo ella haciéndome sonreír por un momento.
-Enserio, yo venia corriendo desde... -sentí el valde de agua fría por mi cuerpo, al recordar el porqué venía corriendo, que no solo me cambio la cara a un blanco más pálido, si no que me hizo romper en llanto enfrente de aquélla morena- de... -dije en un casi suspiro-
-¿Estás bien? ¿Porqué lloras?, ven, siéntate- dijo llevándome a una banca cercana- ¿Qué te ocurre?- pregunto con rapidez mientras ella limpiaba mis lágrimas con su suéter-.
-todo, todo me pasa, todo- dije con la voz entrecortada, no podía ni siquiera decirlo, me dolía demasiado- mi... mi... mamá -suspire aumentando mi llanto, ella me abrazo con una ternura, yo correspondí el abrazo, aunque creo que casi la asfixiaba-.
-¿Q-Qué tiene?- me dijo muy preocupada.
-falleció- dije cerrando mis ojos muy fuerte.
-lo, lo lamento tanto, enserio, yo no conocí a mi madre, pero hace dos años falleció mi padre, asi que te comprendo, bueno algo- dijo mirandome con sus hermosos ojos negros.
-¿y con quien vives?- la miré confundida
-con mi papi- dijo mirando el suelo- mis papás son gays- dijo con una sonrisa acomodando un mechón rebelde atrás de su oreja derecha.
-wow- dije alzando una ceja calmando ya mi llanto.
-eh... mucho gusto, soy Rachel, Rachel Barbra Berry, ¿tú?- dijo algo nerviosa, creo yo para cambiar el tema de conversación.
-me llamo Quinn Fabray, mucho gusto Rachel- sonreí - mira, nos acabamos de conocer y de una manera muy peculiar-dije pensando en el pequeño choque- pero, necesito regresar a la sala, a ver que aré ahora- suspiré y ella solo asintió con la cabeza.
-si gustas puedo acompañarte, odio estar en el hospital sola, como mi papá es doctor, yo no hago nada -bufó.
-e-esta bien- dije sonriendo.
-te conozco desde hace cinco minutos y ya me caes bien - rió algo escandaloso y yo solo me reí por su risa
-rara amistad amiguita- dije sonriendo caminando a aquella sala donde olía a tristeza, era el comienzo de algo nuevo, lo presiento.
