"...Tal como lo prometí, estaré ahí, triunfante de la pelea a la cual fui asignado, mi nombre será recordado, te lo prometo! Te contare todo cuando regrese, y esta vez deberás escucharme, de principio a fin, todas y cada una de mis aventuras!
Tengo nuevos amigos... Mas de los que alguna vez creí tener en mi vida, todos nos protegemos los unos a los otros... No es como en la aldea...
Y a todo esto.. Tu como estas?... Como esta tu entrenamiento?... Ya eres mas fuerte que yo? Jeje.. No lo creo.
Espérame en la estación de Trenes a las 8:00 PM, en punto, tienes una gran costumbre de llegar tarde, o ya se te quito?...
Realmente me pregunto.. Llegare a recordar a la niña que era antes.. Ahora transformada en una hermosa dama?...
Te amo..."
Klarth F.
-...Sake por favor- Dijo una chica Pelirroja sentándose en una silla frente al mostrador, su voz sin ánimos, su mirada fija en el suelo, su cabello cubriendo gran parte de su rostro, su rostro empapada en lágrimas.
El cantinero la vio mientras secaba uno de los vasos, la observo de arriba-abajo y después negó con la cabeza, murmurando a si mismo su pena por ella.
El chico le dio su pedido, a lo que la chica sin pensarlo dos veces, le dio un sorbo, mientras mantenía su mirada fija en el vaso.
Detrás se escuchaban las risas, la música, los borrachos, los golpes, los gritos... Todo era muy animado, demasiado... A ella no le importaba.
Mientras cada uno atendía su propio festejo, haciendo cada vez más fuertes los gritos, detrás de la pelirroja se encontraba el grupo de Enanos haciendo sus competencias de "Quien toma mas, antes de caer" y como siempre... Había su Líder.
-BWAHAHAHA! NADIE! Me escuchan! NADIE ha podido vencerme! – grito el que parecía ser mayor de todos.
-MAS ESPUMA DE DRAGON()!- gritaron todos riendo estúpidamente, golpeando sus tarros en la mesa pidiendo otra "ronda".
El cantinero llevo otra ronda grande de Espuma de dragón para todos, dándole a todos y cada uno de los enanos su propio tarro, para después retirarse.
A los pocos minutos, se escucho un golpe fuerte en el suelo, seguido de mas y más risas, la chica volteo un poco su mirada hacia atrás, era un enano, en el suelo, con cara de dormido, su rostro completamente rojo y roncando a lo mas fuerte que ella había escuchado en su vida, después alzo su vista hacia los demás enanos, todos riendo, y lo que parecía ser el líder, presumiendo sus habilidades para... Beber.
La chica no había visto el lugar, solo había llegado a lo que quería y ya, así que, ya que estaba en eso, comenzó a observar cada uno de los rincones del bar, en la esquina, Bardos tocando, en otra esquina, más enanos, a un lado, hombres jugando cartas, tomando, con sus mujeres, etc...
Y así siguieron una hora.. Dos horas.. tres horas mas...
Gente entraba y salía, a lo que ella no tomaba demasiada importancia, ella sabia que no vendría, volteo a su lado derecho, contemplando dos figuras encapuchadas, de negro, misteriosos... Cuando llegaron ahí? Pero... Que importa?
-Espuma de Dragón – dijo uno de ellos, el más cercano a ella.
- Seh... Igual – completó el otro.
El cantinero los vio en shock, parecían personas normales debajo de esas misteriosas ropas, por que pedirían algo así?.
-Eh... – tartamudea el cantinero – Están seguros?... Es decir Yo... –
-No entendiste? – respondió uno de ellos.
-E-esta bien- Saco mas tarros, llenándolos de ese extraño liquido, y le dio uno a ambos.
La chica contempla la extraña bebida, pensando "que tiene de raro? Es solo alcohol"...
Mientras ella seguia perdida en sus pensamientos, fue perturbada de ellos por el grito que habia estado escuchando todo este tiempo...
- MAS ESPUMA DE DRAGON! – Grito esa voz familiar de 3 o 4 horas atrás...
-Que? Nadie se atreve a retarme! NADIE PUEDE GANARME! HAHAHAHAHA!- gritaba y gritaba el enano, retando a toda y cada una de la gente.
-No lo puedo creer... – murmura ella.
La pelirroja se levanto de su asiento, cansada de escuchar lo mismo una y otra vez, y de su vanidad hacia los tragos, es decir... Cualquiera podria hacerlo, no?.
-Yo quiero intentarlo – Dijo ella firmemente, estando de pie al lado del Enano.
-Huh? –
El enano miro hacia arriba, el silencio de todos invadió el bar, uno de los bardos dirigió su mirada hacia ella, contemplándola de arriba abajo, lo mismo que hizo el "Líder".
-T..TU?... – la miro sorprendido por un momento, para después, repentinamente, echarse a reír.
-Tu! Con ese cuerpecito que tienes! JAMAS ME GANARIAS! – dijo el enano, estudiando el cuerpo de la pelirroja, claramente era un cuerpo que muchas de las chicas en ese bar desearían tener, su traje ajustado, una falda corta, dejando mostrar su escultural cuerpo.
La pelirroja enfureció notando la mirada del enano, tomando el tarro que tenia el,y al acercarlo a su boca, oliendo la tan dichosa "Espuma de dragón", preguntándose al mismo tiempo que maldito efecto podría tener...
WHAM!
La pelirroja cayo al suelo inconsciente justo antes de tomar el tan extraño liquido, a lo que el bardo, sin pensarlo ni un segundo, se acerco a ella y la examino.
-No esta tan mal...- dijo él, dibujando una sonrisa pervertida en su rostro.
Las risas y los festejos continuaron en el bar, ignorando a la chica en el suelo, total.. El bardo estaba ahí, no es así?
-Esta bien.. No esta tan Mal.. Me podría servir – dijo el Bardo unos segundos antes de tocarla.
-Haste a un lado!- dijo uno de los encapuchados al mismo tiempo que le daba un fuerte golpe en el rostro dejándole inconsciente, mientras el otro hombre misterioso la tomaba en brazos delicadamente.
El chico se levanto, con la pelirroja en brazos dirigiéndose a la puerta empujándola con su hombro para abrirla, dejando entrar un poco la luz del día al bar y mostrando el pueblo. Un pueblo que extrañamente parecía deshabitado, solamente pocas personas paseaban por ahí, todas tenían miedo, estaban apenas terminando una guerra, todos se ocultaban en sus casas, esperando a que "ellos" volvieran...
El encapuchado llevo a la chica a un Inn(), mientras el otro le seguía sin decir ni una palabra, mientras él cargaba a la chica, el otro pagaba, y cada uno se apoyaba en el otro en cuanto a acciones.
Estando frente a la habitación, el otro encapuchado abrió la puerta y dejo pasar al hombre con la chica, a lo cual, el camino hacia la cama y la dejo suavemente sobre ella.
El otro cerro la puerta, se sentó afuera recargándose en ella y cerro los ojos esperando a que todo pasara, con un suspiro de molestia.
Mientras que el hombre se sentaba en la otra cama, la miraba fijamente, estudiando su rostro, sin quitar la mirada de ella, la vigilo, toda la noche...
A la mitad de la noche, el hombre miro en su mano una nota, parecia estar rota, acercándose un poco comenzo a examinarla, alcanzando a leer solamente "Te amo"
Se inclino de nuevo hacia atrás, sentándose en la cama, y su mente comenzo a pensar en posibles razones por las cuales ella podria haber estado en ese tan "peligroso" bar para ella, al menos, sola.
De nuevo dirigio su mirada hacia el rostro de la chica, una hermosa pelirroja, su rostro parecia en agonia, mientras la chica se movia de un lado a otro, murmurando cosas que sin la debida atención no se podrían entender.
El suspiro, bajando la cabeza y negando con ella, y mientras lo hacia, memorias comenzaron de nuevo a llegar a el, entendiendo la pena de la chica, como si fuera la de el.
Mientras tanto, el otro encapuchado, abre la puerta sin decir ni una sola palabra, dejo en la mesa al lado de la cama un vaso y unas tabletas, dirigiendo su mirada a la pelirroja y echando de nuevo un suspiro de molestia, se dio la vuelta despacio y volteo hacia el hombre, lo miro por un solo segundo y de nuevo retomo su lugar afuera, sentado, esperando.
