Acompáñenme a leer esta triste historia.

Esta es una idea que ha rondado mi cabeza por más de 5 jodidos años, cada vez que veo algo relacionado con dragon ball me recordaba a mí mismo que debía llevar a cabo esto pero siempre se posponía. Es más, no sé por qué estoy tan loco de hacerlo ahora si en una semana tengo exámenes finales en la universidad, pero bueno, son riesgos que se corren. Eso sí, no esperen un capitulo diario.

A pesar de que la base es dragon ball, esta historia va a ser un bukake de ideas tomadas de otros lados. Comics, peliculas, series, otros animes. Todo en una sola plasta gigante de mierda. Inclusive música, pues por el titulo tanto del fanfic como de este capitulo se abran dado cuenta.

Sin nada más que decir, puchale la intro.


Capitulo 1: Another Brick in the Wall, part one.


Año 767

[1].

La tierra temblaba, resistiendo la lucha que decidiría el destino de la misma. El origen eran dos haces de luz chocando una con otra. De un lado, un niño de no más de 12 años con el cuerpo de un guerrero, cabello rubio en punta y ojos esmeraldas; del otro lado un ser humanoide mayormente de color verde, quien poseía unos ojos morados fríos.

El chico luchaba, pero tan malherido como estaba, sentía que sus fuerzas cada vez se apaciguaban más.

"Maldita sea, si tan solo hubiera acabado con Él cuando pude… Soy un jodido imbécil." Se recriminaba el chico en su mente, viendo impotente como el monstruo lo superaba cada vez más.

"Ya no te quedan energías; el sacrificio de tu padre será en vano. Morirás y lo harás con la más grande las miserias, Son Gohan." Le gritaba el ser verde con una risa burlona, obteniendo el efecto deseado, pues el chico llamado Gohan rompió en un llanto silencioso, sin embargo, seguía tratando de empujar su onda de energía con el único brazo bueno que le quedaba.

"Hijo, no lo escuches."

Una voz angelical resonó en la cabeza del joven.

"¿Papá?"

"Sí, hijo, soy yo. No debes dejar que Cell te distraiga con sus palabras sucias. Lucha, Gohan, yo sé que tú tienes el poder suficiente." Animaba el difunto padre a su hijo.

"Pero Cell tiene razón. Yo tenía el poder necesario para terminarlo, pero decidí ceder a mi orgullo. Tener el poder y no lograrlo es peor que no lograrlo sin tener el poder." Pensó Gohan tristemente, aceptando su error.

"Todos cometemos errores, hijo, pero sólo un valiente tiene la voluntad de corregirlos. Yo sé que Tú eres valiente Gohan, pero la valentía es una virtud que viene de adentro, del deseo de proteger a alguien o a un ideal." Explicó sabiamente el veterano en artes marciales a su primogénito.

Gohan se sorprendió por las palabras de su padre; aunque era muy admirado por todos, su inteligencia nunca había sido motivo de alabanza, pero ahí estaba, ya muerto y animándolo con palabras sabías. Miró a su alrededor, todos sus amigos yacían inconscientes o muy cansados para hacer algo; miró a la tierra que temblaba tratando de sobrevivir; a los animales que seguro estaban asustados; las personas que no sabían lo que estaba pasando, las familias angustiadas. El peso de esas vidas había recaído en los hombros de un niño de 11 años, y Gohan se dio cuenta que tendría que aceptarlo; quería proteger a sus seres amados.

"¡Cell! Un ser como tú, que vive sin motivos más que la satisfacción, nunca podrá derrotar a los ideales que guerreros forjaron con sangre." Espetó el joven, aplicando más poder a su técnica.

Cell se sorprendió por el aumento de poder del joven herido.

"Bah, pero qué estupideces dices. Un mocoso nunca podrá derrotarme, no a mí que soy el epitome de la perfección." Rebatió el auto proclamado ser perfecto.

"No dejaré que me arrebates todo lo que amo. Mis sentimientos son terrícolas y mi sed de sangre es saiyajin; protegeré este planeta porque es el legado de mi padre." Con estas palabras Gohan aplicó aún más poder a su Kamehameha.

Cell, ahora algo angustiado por la nueva oleada de poder de su joven contrincante, decidió atacar por lo bajo otra vez.

"¿El mismo padre que estaría vivo de no ser por tu incompetencia?" El bio androide se mofó una vez más de los errores del joven, consiguiendo que este fuese dubitativo por unos momentos.

"No lo escuches, Gohan."

Una voz llamó la atención de los dos; atrás de Gohan yacía un hombre malherido, cabello negro parecido al de su padre, pero con un largo mechón que cubría completamente el lado izquierdo de su rostro, tez blanca, ojos ébano y tres marcas en cada mejilla parecidas a bigotes; el hombre llevaba puesto un gi color negro parecido al de su padre, con una camisa roja debajo, pero a diferencia de su padre, llevaba guantes de combate rojos en vez de muñequeras.

"Tío Satoshi." Murmuró Gohan.

Este hombre era Son Satoshi, el hermano menor de Son Goku y el ultimo Saiyaju de sangre pura; separado de su familia al nacer por órdenes de Freezer y criado para la batalla, se encontraron en la batalla de Namek, y después de aquellos acontecimientos el hombre volvió a la tierra con su hallada familia, inclusive estableciéndose con una novia, quien era su futura esposa.

"Tu padre está muy orgulloso de ti, Gohan. Yo lo sé porque yo también lo estoy. Tú eres el puente de dos especies tan iguales y diferentes a la vez, tienes lo mejor de ambas. Protege el planeta que te vio nacer, querido sobrino." Con esas palabras, el hombre ascendió a Súper saiyaju, cuya única diferencia del súper saiyajin consistía en que las marcas en sus mejillas se hacían más salvajes y gruesas.

El hombre arremetió contra Cell, deteniéndose para cargar un ataque en pro de ayudar a su sobrino. Cargó una esfera densa de energía en su mano derecha.

Saiya Spirit!" Exclamó Satoshi, enviando la esfera hacia Cell, quien la recibió de lleno.

Gohan no perdió la oportunidad y usó toda la fuerza que le quedaba para lograr vencer a Cell en su duelo de Kamehameha.

"¡No, imposible, YO soy perfecto!"

Fueron las últimas palabras del bio androide, antes de ser consumido por el ataque de Gohan, llevándolo al fin de su existencia.

Y de repente hubo silencio.

Gohan, cansado, observó donde una vez estuvo Cell, como si no creyera que de verdad había vencido. Una vez confirmó su victoria, cedió al cansancio, perdiendo la transformación del Súper saiyajin fase 2.

Los demás guerreros ya estaban conscientes cuando eso, y uno a uno se acercaron al joven salvador.

"¡Gohan lo hizo!" Fue la celebración de Krillin, el mejor amigo de Goku y eterno compañero de batallas.

"Carajo, ese niño sí que es algo." Dijo alegre Yamcha.

Satoshi y Piccolo llegaron primero donde el niño, verificando que estaba bien.

Tien shinhan y una chica con un hombre muerto en brazos se acercaban. La chica respondía al nombre de Son Saori, futura hija de Satoshi. Saori es una mujer de 20 años, cabello castaño oscuro lacio y largo, ojos azules y las marcas en ambas mejillas que confirmaban su ascendencia; Traía una variante del uniforme de su padre, siendo la camisa de abajo manga larga en vez de corta. El hombre muerto en sus brazos era Trunks briefs, futuro hijo de Vegeta y Bulma, asesinado por Cell cuando regresó de las cenizas.

Justo en ese momento Vegeta se acercó al grupo, mirando con tristeza el cuerpo de su hijo.

"No se preocupe, señor Vegeta, lo reviviremos." Le dijo Saori, dándose cuenta de su preocupación.

Vegeta no dijo nada, dio una última mirada al cadáver de su hijo y a Gohan, quien ahora estaba en brazos de su mentor.

"Ese insecto de Kakaroto me supera aun estando muerto." Murmuró el príncipe de la raza muerta por lo bajo.

Todos se dispusieron a irse al templo de Kami-sama. Satoshi se dio cuenta que Vegeta seguía de pie mirando el enorme cráter.

"¿Ocurre algo?" Preguntó el ultimo pura sangre al último pura sangre.

"Nada." Respondió a secas.

"¿Vas a venir?"

Vegeta lo miró; Satoshi se dio cuenta de la mirada abatida en sus ojos.

"No."

Satoshi comprendió que el guerrero requería de tiempo a solas, así que solo asintió y se fue.

Vegeta se quedó de pie, mirando el cráter que había causado la colisión de titanes.

"¿Por qué siento… culpa?"

Con ese pensamiento, Vegeta despegó a algún lugar que solo él sabría.

Desconocido para todos, un hombre de afro excéntrico surgía de los escombros, mirando alrededor, en busca de aquellos fenómenos que habían generado tal espectáculo.

El hombre tuvo una gran idea, una que le arreglaría la vida.

Mientras tanto, en un planeta lejano. Zen-whobari.

Un planeta verde y azul, como la tierra; mares abundantes, montañas altas, valles preciosos y un amanecer hermoso. Un planeta verde y azul, con gente verde, personas que habían pasado por una crisis de escases hace algunas décadas, pero con trabajo en equipo todo el planeta logró lo que hoy en día la tierra sueña: igualdad, un sistema económico no dañino, pobreza reducida casi a la inexistencia.

Con la llegada de cuatro visitantes que aparentaban lo salvaje debido a la fama de su raza, para sorpresa de todos los zehoberei, los visitantes ayudaron en gran medida al desarrollo de su planeta. Tanto fue, que hoy en día esos visitantes habían echado sus raíces, dando nacimiento a una nueva era para su raza.

Pero no todo puede ser perfecto, ni siquiera en una utopía.

El planeta que había resurgido de sus cenizas, ahora estaba cayéndose a pedazos por la guerra.

¿Algún bando rebelde? No.

Otros visitantes habían llegado, pero a diferencia de los últimos, estos no querían hablar.

En una de las ciudades principales del pequeño planeta azul se llevaba a cabo una batalla entre el mayor protector del planeta y el causante de las desgracias.

En medio de tanta destrucción se podían distinguir dos figuras: una pequeña en el suelo jadeante, y otra elevada en el aire con aura arrogante.

El que estaba en el aire era un hombre alto, vestido con una gabardina verde que cubría casi todo su cuerpo, y una armadura de metal cubriendo todo, inclusive su rostro, dejando únicamente agujeros para la boca, nariz y ojos. El hombre está prácticamente fresco, únicamente alguna que otra mota de polvo en su ropa.

El pequeño jadeante era un niño de no más de 12 años, cabello negro largo desordenado; ojos grisáceos, tez blanca y 3 macas en ambas mejillas semejantes a bigotes; vestía una especie de ropa tradicional que consistía en una camisa negra manga larga cuello de tirilla que se abotonaba de lado, un cinturón rojo por encima de la camisa a la altura de la cintura, un pantalón negro de combate y botas pesadas; además de una cola semejante a la de un felino salvaje saliendo de su pantalón (a); la vestimenta parecía de seda pero en realidad estaba recubierta por una exo-armadura de acero. El pequeño se notaba malherido, con cortes en toda su ropa y una gran herida en su frente.

"Eso es lo que pasa cuando las personas intentan resistirse a la muerte. No pueden huir de ella, solo aceptarla. Soy misericordioso al traerla ante ustedes." Expresó el hombre con una voz profunda.

"Trajiste guerra a un planeta que estaba alcanzando el tope de su progreso, ¿a eso le llamas misericordia?" Expresó su desagrado el joven con su voz aún algo infantil, pero con fiereza.

"¿Progreso? Tal vez. Pero si se hubieran mantenido en las sombras no me hubiera visto obligado a adelantar su destrucción; en cambio dieron posada a seres peligrosos."

El pequeño lo miro con rabia, y el hombre solo bufó.

"Obviamente sabes de quiénes estoy hablando, pequeño Saiyaju, Kazimir." Sentenció el hombre, mirando al ahora nombrado Kazimir.

"Estas personas solo nos tendieron la mano, ¿por qué eso es malo? ¿Qué derecho tienes tú para decidir el peligro de un ser si eres tan despreciable?" Espetó con rabia. A lo que el hombre solo río.

"¿Qué derecho tengo yo? Niño, aún no lo has entendido. Yo soy el emisario de la muerte, me encargo de poner en equilibrio el poder, Soy el Dr. Doom." El narcisista se presentó.

Kazimir se levantó, con rabia desprendiendo de sus ojos que ahora eran color esmeralda, y con un grito, un aura dorada lo cubrió cambiando su cabello de oscuro a dorado, poniéndolo de punta.

"Sólo eres un maldito ególatra que se cree un Dios. No te perdonaré lo que le has hecho a mi pueblo, a mi familia." Si las miradas mataran, Doom ya estaría en la inexistencia.

El autoproclamado emisario de la muerte se echó a reír.

"¿Aún no has superado la muerte de tu abuelo y tu padre, niño?" Se burló el hombre, causando una gran rabia en Kazimir, quien a gran velocidad arremetió contra Doom.

[2].

A pesar de la gran velocidad de Kazimir, para Doom fue como ver a una tortuga. Sostuvo el puño de Kazimir con facilidad, luego lo jaló hacia Él para propinarle un rodillazo en el estómago, sacándole el aire al niño quien ni siquiera alcanzó a respirar cuando el enmascarado le dio una patada en la espalda lanzándolo hacia el piso.

Kazimir se levantó lo más rápido que pudo, cargando dos esferas en sus manos, las lanzó hacia los costados de Doom a gran velocidad, deteniéndose a un par de metros de Él, luego las esferas empezaron a girar, creando un efecto cuchilla que parecía no afectar a Doom.

Kazimir trató de aprovechar la oportunidad, extendió sus brazos acumulando energía.

"Rage..."

Luego juntó sus manos por encima de su cabeza.

"Of…"

Finalmente extendió sus manos aún juntas frente a Él, lanzado una potente ráfaga de energía.

"¡GOD!"

El llamado rage of god es un potente torrente de energía pura con un efecto paralizante que además funciona como un absorbente de energía.

El torrente golpeó de lleno a Doom, quien se halló impasible ante el golpe.

Kazimir miró expectante el humo formando por la explosión, y sus ojos se llenaron de pánico al ver a Doom salir ileso, con apenas un rasguño en su ropa.

"Definitivamente se nota tu herencia. Provienes de una raza tonta llena de simios tonto y gatos flojos. Uno creería que al nacer en otro planeta serías diferente. Sabes, no deja de hacerme gracia está ironía." Doom hablaba como si de una plática tranquila se tratase.

"¿A qué te refieres?" Preguntó Kazimir, jadeante.

"Pues que tus abuelos y padres fueron recibidos por estas personas, lo cual te dio la oportunidad de nacer, y ahora tú eres la razón de su exterminio." Se jactaba el hombre disfrutando la mirada de confusión en el rostro del chico.

"Así es, Saiyaju. Verás podría decirse que yo elimino planetas potencialmente peligrosos, ¿y con qué criterio? Te preguntarás. Es simple, me baso en el nivel de poder de sus guerreros y/o protectores. Y tú, Kazimir, eres demasiado fuerte para estar vivo." Terminó diciendo Doom de manera amenazante.

Doom levantó un brazo y Kazimir se sintió paralizado, Doom empezó a mover su brazo causando que Kazimir se estrellara contra el suelo, edificios y demás objetos.

Debido a la agonía que sentía Kazimir ya no pudo mantener el estado de súper saiyaju.

"Has sido una molestia, Kazimir; tuve que venir personalmente porque mi ejército no era capaz de encargarse de un mocoso. Ahora lo pagarás." Doom atrajo a Kazimir hasta donde él, con su mano libre cargada de energía lista para atravesar el pecho del niño.

Una explosión sonó y Doom perdió su equilibrio en el aire, perdiendo el control de Kazimir quien antes de caer al piso fue atrapado por alguien.

Las salvadoras de Kazimir eran su abuela y su madre, quienes habían lanzado un ataque conjunto hacia Doom aprovechando que estaba distraído.

La madre de Kazimir se llama Pepper, una Saiyajin hija de padres Saiyajines que perecieron en batalla hace muchos años, antes de la destrucción del planeta vegeta; sus características físicas son las propias de un Saiyajin, aunque su cabello no es desordenado debido a la civilización en su nuevo planeta. La abuela paterna de Kazimir se llama Aiko, una saiyaju con rasgos típicos de su raza.

La que salvó a Kazimir de la caída fue Gamora, una zehoberei mejor amiga de Kazimir, es dos años mayor que él.

"¡Gamora, lleva a Kazimir a la nave y váyanse de aquí!" Gritó la saiyajin, en posición de pelea mirando como Doom salía de su shock inicial.

Kazimir se dio cuenta de lo que sucedía.

"Gamora, suéltame." Dijo el ojigris en casi un susurro.

"Ni creas que lo haré, maldito terco. Tenemos que irnos." Le reprochó la chica verde.

Kazimir, a pesar de estar débil, seguía siendo más fuerte, por lo que en un movimiento salió de los brazos de Gamora.

"¡No pienso irme! No dejaré que ese maldito se salga con la suya." Espetó a Gamora quien lo miraba con enfado.

"¡¿Acaso no lo entiendes?! ¡Se acabó, Kazimir! ¡Perdimos! Ya no queda nada que hacer aquí." Gamora comenzó a llorar. Kazimir la miró unos segundos, y volteó a donde estaba Doom, dándose cuenta de que todo el ejército sobrante del planeta se encontraba rodeándolo.

"¿Qué están haciendo? Se supone que deben estar protegiendo a los civiles." Se preguntó el chico saiyaju.

"Nos están ganando tiempo. Hay una nave con todos los niños menores de 15 años y algunos soldados esperando por nosotros." Le comunicó Gamora, dejando en shock a Kazimir.

"¡¿Qué?! ¿Por qué diablos-

"¡Ya no hay tiempo! Tenemos que irnos. Los ancianos decidieron quedarse para que los niños pudieran tener más oportunidades. Ahora mismo también está allá peleando con Doom para que nosotros podamos escapar y tú solo quieres desperdiciar sus sacrificios." Gamora explotó, encarando a Kazimir, quien seguía en shock por todo lo que pasaba.

Kazimir desvió la mirada hacia el campo de batalla. Sentía como las vidas de los soldados y los civiles que se quedaron se perdían a montones. Supuso que antes debieron haber estado dentro de una barrera supresora de ki para poder ocultarse, pues literalmente eran los habitantes restantes del planeta. Para su alivio el ki de su madre y abuela seguía encendido.

"Este planeta me vio nacer. Ustedes le dieron una mano a mi familia, lo cual me permitió vivir. Es mi culpa que ese hombre esté aquí. No puedo solo irme, Gamora; tengo que pelear." Respondió finalmente Kazimir.

"No puedes hacernos esto, Kazimir… Te necesitamos con nosotros." Sollozó la chica.

Kazimir acercó su mano a su rostro, acariciando su mejilla.

"Eres la mejor amiga que nunca hubiera podido tener. Te quiero." Finalmente se expresó.

"Yo también…" Dijo sollozante la chica, mirando a Kazimir, esos ojos grises que le dieron esperanza a su planeta.

Y luego oscuridad.

Kazimir noqueó a Gamora con un golpe rápido.

"Estoy seguro de que tú serás capaz de protegerlos…" Susurro el ojigris.

En eso se acercó un hombre. Kazimir lo conocía, era el Capitán Sergei, uno de los más fuertes del ejército.

"Llévatela." Le dijo Kazimir, acercando a Gamora al Capitán, quien la tomo en brazos.

"Hay una capsula de escape en el contenedor 9-a, por si cambias de opinión y deseas seguirnos. Fue un honor, hijo de la paz." Se despidió el soldado yéndose con la chica.

Kazimir se lanzó a la batalla. Y cuando llegó solo pudo ver su pesadilla echa realidad.

De 50 mil Zehoberei que había sentido hace 10 minutos, ahora solo quedaban 20, quienes estaban frente a Doom.

La rabia lo estaba llenando a niveles que nunca había imaginado. Pero nada lo preparó para lo que vio.

Su abuela, su querida abuela Aiko, frente a Doom, mientras este incrustaba su mano en donde estaría su corazón.

La mirada en sus ojos; los gritos de su madre; la frialdad de Doom al tirar hacia un lado el cuerpo sin vida de su abuela.

Kazimir se quedó ahí, a 10 metros de donde estaba Doom. Mirando el cuerpo de su abuela, quien por la posición en la que cayó, pudo ver a Kazimir a la distancia.

Recuerdos de cuando era pequeño y abuela le daba dulces a escondidas de sus padres; los días en el parque; los entrenamientos; las noches donde se quedaba con sus abuelos y jugaban juegos de mesa.

"Ah, Kazimir, volviste. Creí que ya no querías jugar conmigo. Esa era tu abuela, ¿no? Qué cosas, ya he matado a dos miembros de tu familia. Qué lástima que fuera mi ejercito el que acabó con tu abuelo." Se regocijaba Doom.

Kazimir ya no pudo soportarlo más.

"¡AAAAAH!"

La tierra temblaba ante el poder despertado de Kazimir. Sus ojos parpadeaban entre completamente blancos y unos iris amarillentos. El aura a su alrededor se volvió verdosa y sus músculos se expandieron (no demasiado); las marcas en sus mejillas se hicieron aún más negras y salvajes que como súper saiyaju, y su cabello parpadeando entre amarillo y verde se movía salvajemente con el aura.

Los pocos supervivientes y la saiyajin miraban con asombro a Kazimir, inclusive Doom estaba sorprendido.

Y los temblores pararon. [3]

Frente a ellos estaba Kazimir, con el aura verde aún a su alrededor. Su cabello color verde estaba de punta, sus pupilas desparecieron y sus colmillos y uñas se alargaron; el pelaje de su cola también se volvió verde y ahora estaba libremente ondeando.; ya no contaba con su camisa pues la expansión de sus músculos, aunque no exagerada, fue lo suficiente para romperla.

"Pagarás por eso…" Kazimir gruñó por lo bajo, mirando a Doom como un animal mira a su presa.

Sin previo aviso, Kazimir gritó como un animal y en un estallido de velocidad le dio un puñetazo a Doom mandándolo a volar.

El saiyaju desenfrenado le lanzó varias esferas de energía, y luego procedió a ir por él a gran velocidad, sacándolo de los escombros de una patada para luego propinarle una gran cantidad de puñetazos.

Abrumado sería una exageración para describir como se sentía Doom en estos momentos; el niño lo había tomado por completa sorpresa y ahora estaba teniendo problemas para responder.

Harto de los golpes salvajes y el hecho de que sentía como partes de su armadura se agrietaban, Doom aumentó su poder creando como pudo un campo de fuerza su alrededor, consiguiendo que el chico golpeara el campo de fuerza.

Para sorpresa de Doom el campo de fuerza también se estaba agrietando, por lo que cargo energía en su mano derecha.

"Ondas del cementerio." Doom expulsó unas ondas abrumantes de su mano, obligando a Kazimir a protegerse con sus brazos en forma de equis.

Doom aprovechó esa oportunidad para lanzar más ataques, cargando energía en sus brazos, un ataque llamado pulso umbrío.

Al verse atacado repetitivamente, el saiyaju desenfrenado grito harto y expulsó una gran cantidad de poder en forma de barrera, obligando a Doom a protegerse.

Kazimir salió a toda velocidad golpeando el campo de fuerza repetidamente, consiguiendo romperlo, dándole a Doom un combo que lo mandó hacia el suelo.

Doom, ahora ya bastante enojado, procedió a aumentar más su poder.

Kazimir se dirigía a él a toda velocidad, pero fue detenido en el aire por Doom quien tenía su brazo extendido frente a él, para luego atraerlo y darle en la boca del estómago con una esfera de energía densa que mandó a Kazimir volando.

A pesar de su increíble poder, Kazimir estaba empezando a sentir toda la fatiga acumulada, y Doom a cada segundo aumentaba más su poder. Sin embargo, aún estaba cegado por la ira, por lo que se lanzó varias veces por Doom, obteniendo el mismo resultado.

"¿Qué pasa, bestia? ¿Ya se te acabó la ira? Tal vez deba matar a tu madre para que esto vuelva a ser interesante." Se burló el hechicero de la muerte.

Ante tal insinuación Kazimir no decepcionó y se enojó más, rompiendo el control de Doom volvió a propinarle puñetazos.

El emisario de la muerte no creía que fuese a funcionar su amenaza, lo cual le molestó porque esta criatura inferior lo seguía tocando.

Después de unos golpes, Doom logró sujetar el puño derecho de kazimir, para luego clavarle dos dedos en el pecho, quitándole el aire haciendo que se arrodillara.

"Creo que ya jugamos demasiado." Dijo Doom con frialdad mirando al peliverde a sus pies.

Kazimir recuperó un poco de aliento y volviendo a intentar golpear al hechicero con su puño izquierdo, siendo detenido de nueva cuenta.

"Me voy… a vengar…" Gruñó Kazimir.

"Veo que te gusta dar puños, señor vengador." Expresó fríamente. Cargó energía en el brazo que no sujetaba a kazimir, y luego tocó el brazo que sí.

Lo siguiente fueron solo gritos.

Doom desintegraba poco a poco el brazo izquierdo de Kazimir, quien ante el dolor solo podía gritar y gritar. Tanto fue la agonía que perdió el estado descontrolado. Para cuando su cabello volvió a ser negro, su brazo izquierdo ya no estaba.

"Voy a disfrutar mucho rebanándote pieza por pieza."

Antes de que Doom pudiera hacer algo, bombas de humo y una explosión perturbaron su visión.

"¡¿QUÉ MIERDA?! ¡¿OTRA VEZ?!" Grito el hechicero, pero era demasiado tarde. Kazimir estaba en brazos de su madre escapando.

Antes de que Doom pudiera pensar en perseguirlos, literalmente 4 edificios le cayeron encima.

"¡BOMBAS, ¡EXPLOSIONES, TIRENLE DE TODO! NO DEJEN QUE LOS PERSIGA." Grito uno de los soldados.

Mientras tanto, a las afueras de la ciudad, Pepper con su hijo en brazos abría los contendores de emergencia, todos vacíos debido al escape de los más jóvenes. Quedando únicamente algo en el contenedor 9-a. Una capsula de escape, una versión mejorada de los modelos con los que llegaron ellos hace 30 años.

Sin embargo, era solo de una plaza.

"Madre…" Susurró Kazimir. Su madre lo miró con ternura, pero con dolor al ver el estado de su hijo. Lleno de heridas y sin un brazo.

"Estarás bien, cariño…"

Su vida se vino abajo en media año. Casi 30 años de paz donde solo pudo sentirse feliz y dichosa destruidos por la ambición de un loco con complejo de Dios.

Pero no era momento para estar triste, tenía que salvar a su hijo.

Llegó a donde estaba la capsula, y sabiendo lo limitado de su tiempo, dejó a su hijo en el piso suavemente y se dispuso a configurar la capsula. La configuro para que siguiera la energía más alta, esperando que el poder de Gamora, Sergei y los demás soldados y luchadores de la nave fuera suficiente. Debido a que no querían que ningún tipo de información se filtrara, nunca decidieron a donde iban a ir los niños, decidiendo que lo mejor sería alejarse lo suficiente y luego ver a dónde ir, por lo que ella no tenía coordenadas de un lugar.

"Madre… lo siento…"

Pepper escuchó a su hijo susurrar.

"No hay nada de qué disculparse, mi amor." Le dijo la saiyajin con una sonrisa materna.

Kazimir al fin estuvo lo suficientemente consciente para notar que la capsula era de un solo asiento y no había otros a su alrededor.

"No…" Su mente pensó en negación.

"Madre… no me iré sin ti…" Kazimir trató de levantarse como pudo, siendo detenido por su madre quien lo miraba con una expresión dura.

"Te irás en esa capsula y no quiero discutir, jovencito."

La mujer pudo ver como los ojos de hijo, esos ojos tan extraños en su raza, se quebraban ante la idea de perder a su ultima familia.

"No… si te quedas, te matará…" Jadeó el niño. Su madre le dio una sonrisa triste y procedió a abrazarlo.

"Morir por sus hijos es lo que los padres hacen… Lamento todo esto, lamento que tuvieras que pelear y ver toda esa sangre derramada." Se disculpó la mujer de ojos negros con su hijo de ojos grises.

Desde que empezó la guerra, Kazimir se lanzó a la batalla desobedeciendo a sus padres, salvando a un pueblo pequeño debido a ello. Desde aquel día Kazimir se volvió el frente de batalla, tuvo que madurar en cuestión de semanas. Se había vuelto la esperanza del planeta.

Lo estaban haciendo bien por casi 6 meses, hasta que hace cuatro días el señor de señores apareció y todo empezó a caer en picada.

"Estás hecho para cosas grandes, hijo. Debes vivir por ello. Lo que hiciste hace unos minutos me lo confirmó. Eres el súper saiyaju legendario." Expresó su orgullo aun abrazando a su hijo, luchando para no llorar.

"Eres la esperanza, mi pequeño ojito de luz." Ella ya no pudo soportarlo más y empezó a llorar.

Kazimir, en sus hombros, también lo hizo.

Sin embargo, Pepper sintió el ultimo ki de sus hombres caer, y sabía que tenía que hacer algo rápido.

"Te amo mucho, mi cielo." Susurró a su hijo, antes de dejarlo inconsciente. Lo metió rápidamente a la capsula y la activó, en seguida la capsula salió disparada hacia el cielo y ella la escoltó.

Y antes de que se diera cuenta la capsula estaba fuera del planeta y un ki maligno estaba a su espalda.

"Así que tú piensas que él estará a salvo solo porque lo enviaste lejos." Doom se acercó poco a poco a la madre desconsolada.

"Él es el que traerá paz a este mundo tan corrupto, estoy segura de ello. Y cuando llegue el momento, él acabará contigo." Dijo Pepper confiada.

Doom se echó a reír.

"Una madre orgullosa por lo que veo. Bueno, creo que sabes lo que sigue, eres la última en pie."

Esta vez fue Pepper la que empezó a reír.

"No soy la última en pie, Doom. Un día te encontrarás con aquel que dentro de sí carga con el recuerdo de los caídos." Pepper se puso en posición de pelea.

Doom solo bufó.

"Entonces supongo que esperaré. Pero por ahora, disfrutaré matando a su madre."

Pepper se lanzó a la batalla que sabía que iba a perder.

Con el único pensamiento en su familia caída y su hijo que ahora iba a un lugar seguro.

Unas horas después, cerca del sistema solar.

Un error en los cálculos ocurrió. Pepper no esperaba que justo ese día, en un pequeño planeta en un pequeño sistema solar se estuviera llevando a cabo una batalla de titanes por el destino del planeta.

La energía se sintió en gran parte de la galaxia, y justo en el momento en el que el sensor de la nave donde yacía un inconsciente Kazimir detectó dicha masividad, cambió el curso y se dirigió al origen de la energía.

Debido a los saltos y a la increíble velocidad de la pequeña nave (aproximadamente 10% de la velocidad de la luz), fue cuestión de horas antes de que la nave llegara al sistema solar.

Mientras tanto, en la tierra. Mirador de Kami-sama.

El cielo estaba oscuro y un gran dragón yacía frente a los guerreros que combatieron contra el bio androide Cell. Habiendo deseado que todos los asesinados por Cell volvieran a la vida, Mirai Trunks volvía a ponerse pie, recibiendo un abrazo de su compañera del futuro, Mirai Saori. El segundo deseo estuvo en disputa, pero finalmente Krillin pidió que las bombas en los cuerpos de #18 y #17 fueran eliminadas.

"Mi padre no fue revivido, supongo." El autor de la muerte de Cell dijo con lastima.

"No te preocupes, Gohan. Iré a New Namek y les pediré el favor para que Goku pueda volver a la vida." El tío de Gohan, Satoshi, lo alentó poniendo una mano en su hombro; a lo cual Gohan emocionado lo miró.

"Muchas gracias, tío Sato." Dijo emocionado el chico, quien vio su culpa aliviada ante la idea de que su padre sí podría volver.

"Lo siento, chicos, pero Goku no podrá volver."

Gohan nunca antes había deseado no escuchar la voz de alguien cercano a su familia, pero en este momento lo hizo.

Todos, impactados ante las palabras del Kaiosama del norte, no podían estar más confundidos.

"¿A qué te refieres, Kaiosama? ¿Por qué Goku no puede volver?" Preguntó confundido Piccolo.

"La razón se escapa de mis manos, Piccolo, sólo sé que son órdenes del supremo kaiosama; ni siquiera Shenlong puede ignorar su mandato. Lo siento mucho, ni siquiera lo dejan hablar a través de mí." Explicó finalmente Kaiosama.

El mundo se vino abajo para todos, pero especialmente para Gohan.

"Yo… lo maté… por mi culpa, mi padre murió y ahora no puede volver a la vida." Los pensamientos de Gohan eran certeros. Era el peor día de su vida.

El hibrido cayó de rodillas y golpeó con sus puños el suelo, lagrimas comenzaron a salir de sus ojos.

"¿Por qué? ¿Qué hizo mi hermano para que le prohibieran volver a la vida?" Espetó Satoshi, no soportando ver a su sobrino en tal estado.

"Ya se los dije, los motivos se me escapan. Goku manda saludos y dice que lo perdonen, que él tampoco tiene idea de por qué no lo dejan volver. Te dice que por favor cuides de tu familia y que trates de encontrar tu felicidad. A Gohan le dice que lo ama y que cuide de su madre. Adiós, lo lamento una vez más." Y con eso el kaiosama cortó la comunicación.

Krillin, abrumado por la muerte definitiva por su mejor amigo, se acercó al chico pelinegro tratando se consolarlo.

"Es mi culpa que mi padre muriera…" Sollozó el hibrido.

"Nadie te culpa Gohan, porque no fue tu culpa. Es culpa de Cell que muriera y es culpa de ese tal supremo kaiosama que no podrá volver. Por favor deja de decir eso." Trató de consolarlo el monje.

Gohan no pudo soportarlo más y se fue volando a toda velocidad.

"¡Gohan!" Gritó el namekiano, queriendo ir por él, pero fue detenido por el ultimo saiyaju sangre pura con vida (según ellos).

"Yo me encargo." Dijo simplemente y fue tras Gohan.

"También iré con él, no me importa si es su tío." Dijo simplemente Piccolo y siguió a Gohan también.


Mientras Satoshi seguía a Gohan no pudo evitar notar algo extraño en un bosque que sobrevolaba; es como si un avión se hubiera estrellado.

Satoshi se detuvo en seco.

"Siento un ki débil… tal vez sea el de un animal herido." Pensó el azabache. Sin embargo, el ki no se sentía como de un animal.

Con curiosidad decidió acercarse, habiendo notado que Piccolo iba tras de Gohan también.

Sus ojos se abrieron en shock al ver que al final de todo, había un cráter con una capsula muy similar a la que usaban los del ejercito de freezer.

Con algo de cautela se acercó a la nave.

A través del cristal pudo ver a un niño, de la edad de Gohan más o menos. Se notaba malherido, con mucha sangre seca en su piel y muy magullado. Pero lo que lo animó aún más a abrir la capsula y ayudar al niño fueron las marcas en sus mejillas. El chico es un Saiyaju.

Rápidamente abrió la capsula, tomando al niño en brazos dándose por fin cuenta de que al chico le faltaba su brazo izquierdo. Notando que la herida estaba cauterizada, no se preocupó por ello.

"¿Cómo demonios llegó este niño aquí?" Pensó el adulto, despegando hacia el mirador.

El chico adquiría cierto grado de consciencia, abriendo levemente los ojos. Satoshi se dio cuenta de esto y también lo miró.

"Tranquilo, chico, estarás bien." Le dijo con voz seria.

El niño saiyaju no entendió nada, puesto que no estaba completamente consciente y además hablaba un idioma diferente.

Sin embargo, la vista es universal, y cuando vio las marcas en las mejillas del hombre, se sorprendió.

"¿Un saiyaju…?" Susurró el chico.

Satoshi a duras penas entendió la palabra "Saiyaju" confirmándole que el chico conocía su herencia, aunque su acento e idioma le eran desconocidos.

Recuerdos llegaron a la mente del joven guerrero, dándose cuenta de que, si estaba en otro planeta, debía ser lejano puesto que los planetas cercanos al suyo no tenían saiyas viviendo en ellos; por lo tanto, su madre estaba definitivamente muerta, y no sabía ni donde estaba él ni donde estaban los niños que escaparon.

Estaba solo.

Con ese pensamiento en su mente, una lagrima solitaria cayó de su ojo derecho, antes de sumirse una vez más en la inconsciencia.


Bueno, fue un inicio algo duro. Le di más palabras a Kazimir porque al ser un personaje creado por mí necesitaba generar más empatía hacia él y que conocieran su historia; con el tiempo se Él mismo irá contando sus experiencias en la guerra.

Gohan y Kazimir tendrán el mismo grado de protagonismo, se notará una dualidad a futuro debido a las actitudes que tomará cada uno.

(a) Es una ropa tradicional rusa masculina.

[1] Gohan vs Cell.

Gohan (11 años): 30,000,000- Ssj: 1,500,000,000- Ssj2: 3,000,000,000- Ssj2 (herido): 2,200,000,000

Cell perfect: 1,300,000,000- S perfect: 2,600,000,000

Satoshi: 20,000,000- ssj: 1,000,000,000

[2] Kazimir vs Dr. Doom.

Dr. Doom (1% de poder): 250.000.000

Kazimir(12 años): 1.000.000- Ssj: 50.000.000

Aiko: 8.000

Pepper: 25.000

Soldados zehoberei: 2.000-9.000

[3] Kazimir desatado vs Dr. Doom.

Dr. Doom (1% de poder): 250.000.000- 10%:2,500,000,000- 20%: 5,000,000,000

Kazimir(estado base real, el poder escondido dentro de él): 5,000,000- estado base bestia x10: 50,000,000- ssjxEBB: 2,500,000,000 – SsjLegendario (EBBx70): 3,500,000,000

Pepper: 25.000

Soldados zehoberei: 2.000-9.000

Lo del estado base bestia está basado en el modo oozaru de broly en la película; lo explicaré mejor más a futuro.