Hola! debo decir que comenzará leve pero irá subiendo de tono. Gracias por entrar!
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Siempre fue frío, siempre fue reservado. Casi nunca decía lo que cruzaba en su cabeza. Para ella estaba bien, después de todo lo amaba.
La luz del nuevo día se comenzaba a hacer presente por su ventana. El reloj hacia su sonido habitual, las aves comenzaban a cantar, el aire soplaba como canción de cuna. Todo parecía en orden, un día normal, común y corriente… sólo que no lo era.
Miró a su lado derecho en la cama, y no se encontró con nada, palpó con miedo queriendo cerciorarse de que lo que veía no fuera real. Pasó su mano lentamente por el sitio vacío, acarició la almohada y su calor inexistente le creo lágrimas.
Él no podía haberle hecho esto. -¿Por qué, Sasuke-kun?- preguntó al aire mientras lagrimas comenzaban a resbalar por sus mejillas -¿Por qué?- volvió a preguntar antes de quedarse dormida de nuevo en su dolor.
Aquella era una mañana normal, se encontraba camino a la clínica con una montaña de papeles cargados frente a ella, cuando lo sintió. Era su aroma, su aroma rondaba en el aire de la Aldea. ¿Sería producto de su imaginación? Él se había ido hace apenas un 15 meses. Aun recordaba el día que ella y Kakashi-sensei lo despidieron en la puerta de la Aldea.
-¿y si te dijera que me llevarás contigo?- había preguntado nerviosa pero esperanzada.
-tal vez la próxima vez- le había contestado el pelinegro dando un pequeño golpe en su frente.
Lo había prometido, ¿verdad? Eso sonaba a una promesa, sobre todo viniendo de una persona como él, si no le hubiese parecido simplemente le hubiera dicho que no y era tema concluido. Pero le había dado una pequeña esperanza. O eso pensaba ella.
Entró rápidamente a la clínica para dejar la pila de informes que se había llevado a casa cuando lo vio parado frente a ella.
-Sa-Sasuke-kun— balbuceó
-Me dijeron que podía encontrarte aquí- le dijo el chico en tono serio.
Su voz sonaba tan relajante, tan serena. Sintió como si el suelo temblara un momento y el aire dejó de entrar correctamente a sus pulmones. Él debió darse cuenta pues frunció levemente el ceño sin dejar de verla -¿estás bien?- preguntó
-S-sí, estoy bien- atinó a contestar la pelirosa -es sólo que no te esperaba, mucho menos aquí. P-pero no me lo tomes a mal -movió frenéticamente sus manos frente a ella -es sólo que es inusual y…-
-¿a qué hora puedo venir a buscarte?- soltó la pregunta restando importancia al balbuceo anterior, su voz sonaba calmada pero Sakura alcanzó a notar que trataba de esconder un tono más urgido.
-Debo entregar unos informes y preguntar si hay citas. No creo que pasé más allá del medio día. Puedo arreglármelas- contestó torciendo sus manos con notable nerviosismo.
-Entonces vendré por ti después del medio día. Hay algo que debo hablar contigo- dijo el muchacho de cabello oscuro y salió del lugar.
Oh, por Dios, ¿lo haría? ¿habría vuelto por ella como lo había prometido?
Normalmente un día en la clínica pasaba rápido, no siempre había pacientes que atender pero los que tenía la mantenían ocupada lo suficiente para no pensar mucho en algo llamado "tiempo libre". Sin embargo, ese día había sido el más largo de todos.
Miró el reloj colgando de la pared del pequeño consultorio y comenzó a prepararse. Pasó sus dedos por su cabello como si fuese un cepillo. Mojó sus manos y las colocó sobre su rostro para despejarse un momento.
No quería ser presa fácil pero estar con él nunca le había resultado del todo fácil.
Era de admirarse más no de sorprenderse que al momento que el reloj marcó la 1 pm, Sasuke Uchiha estuviera listo esperando por ella en los terrenos del hospital.
Sakura lo vió a través de las puertas de cristal y se despidió con la mano de todos y emprendió camino hacia él.
Sentía que caminaba torpemente, y estaba segura que lo hacia. No pedía evitarlo, él la tenía enamorada de toda la vida.
-lamento hacerte esperar- le dijo cuando llegó hasta él.
-No fue mucho tiempo- contestó al momento que se giraba en sus talones -¿nos vamos? -.
Sakura asintió.
Nunca había tenido una cita con él. no una decente como tal. Habían pasado tantas cosas que no tenían forma de hablarlo.
Decidieron parar en una casa de té. No dijeron mucho, por no decir que casi no cruzaron palabra. Sin embargo sus silencios no parecían incómodos, más sus pensamientos parecían jugarle bromas pesadas, el suspenso la estaba matando.
Salieron a caminar y sin querer llegaron a aquel lugar donde por primera vez él decidió irse de la aldea. La primera vez que se despidieron y también la primera vez que le agradeció sinceramente.
El sol ya se había puesto. La incertidumbre la estaba matando. Tomó airé y lo dejó salir
—Sa-Sasuke-kun, ¿puedo preguntar que es lo que querías hablar conmigo?- soltó de golpe.
Él la miró en silencio y detenidamente, se acercó lentamente hasta ella sin dejar de mirarla, arrinconadola. No había lugar a donde correr. Colocó su mano al rededor de ella y la atrajo sutilmente hacía su cuerpo. Acercó su boca a su oído y susurro -Nos están observando-. Sakura se sobresaltó con lo que dijo y estuvo apunto de voltear alrededor cuando él detuvo su cabeza con su mano, y depositó un beso en sus labios.
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Hola! de nuevo yo intentando escribir algo sobre SasuSaku. Debo admitir que comenzó flojo pero va a ir subiendo de poco a poquito. Gracias por darle una oportunidad, sobre todo a mi otro fic one shot, y por sus amables reviews! gracias! Espero nos veamos en el próximo capitulo!
