- Lovi~ ha llegado el correo.

Dijo Antonio que se presentaba ante el italiano con un bulto de papeles que acababa de tomar del buzón.

-Toma, esta es tuya, los demás son recibos y cuentas que pagar.

Le mostró la carta que era expresamente para Lovino, notó que no era una carta del banco con un estado de cuenta de la tarjeta de crédito del menor; era un sobre blanco que tenía escrito a mano tanto el remitente como el destinatario, quizá una carta personal de la familia de Lovi... pero el tipo de letra inclinada a la derecha y chueca no podía ser del hermano del italiano. Dejó de tomarle importancia al sobre cuando el chico lo tomó, entones se distrajo en ver qué cuentas eran las que habían llegado.

Lovino con sobre en mano, comenzó a revisarlo posando sus ojos en el remitente, nada importante quizá, ya que después de leerlo empezó lentamente a abrirlo. La sorpresa fue cobrando vida en sus ojos a medida que avanzaba su lectura. Cuando terminó, dio un suspiro de satisfacción acompañado de una media sonrisa; Antonio volvió la vista hacia él cuando escuchó el suspiro, se le antojó prometedor de una buena señal.

-¿Buenas nuevas, Lovi?

-Supongo que sí… ¿nuestras visas estás vigentes?

-Así es, aún quedan 2 años para renovarlas… ¿es qué saldremos de España?

-Dentro de un mes… Esta carta es en realidad una invitación para una boda

-¿Una boda?

-Eso acabo de decir, bastardo sordo… ¿recuerdas al chico de la universidad? Aquel norteamericano que compartía piso conmigo solo porque había comida buena y que hablaba mal español combinado con italiano e inglés.

-Me parece que sí… Alfredo ¿verdad?

-Alfred, Antonio, Alfred. Si, es él y va a casarse. Quiere que sea uno de los padrinos

-¿De verdad? Ya que has hablado en plural, has de querer que te acompañe ¿a que sí? –no pudo evitar acercarse al italiano para abrazarlo, ese tipo de cosas pequeñas le ponían en extremo feliz. Era tanta la felicidad que además del abrazo, besó su mejilla con ternura- Entonces seremos padrinos~… presiento que va a costarme mucho.

- Y no solo la ropa, también el viaje, ya que la boda será en Estados Unidos

Era lo único malo que había con tener al lado a un italiano que gustaba de depender economicamente de tí aunque podía muy bien gastar su propio dinero: compraba ropa muy cara.

-Vale, veré que puedo hacer para esas fechas… ¿os había dicho que resultas más caro que una mujer signore Vargas?

-¿Y ya te había dicho que te retrasaste con la comida, señor Carriedo? Tengo hambre.

El español rió de buena gana, era muy difícil que el italiano tardara tanto en golpearle por ese tipo de bromas que siempre lo hacía exasperar. Soltó al italiano de ese abrazo después de robarle uno de los tantos besos que había en su boca, para dirigirse a la cocina.

-Ya va, ya va, ya te sirvo entonces. Así que iremos a Estados Unidos… que no diré que me emociona mucho, pero siempre es bueno conocer mundo.

-Tendrás tiempo de emocionarte y conocer, bastardo. Alfred quiere que viajemos en un mes, pero la boda será en mes y medio. Quiere que estemos allá 2 semanas antes para afinar detalles y que todo sea perfecto… creo que le haré un presente

- ¿El qué?

- Un viaje por Italia, es lo que me costará menos si puedo hacer que mi hermano me haga ese favor.

El español terminó de servir la comida de ambos, colocó la mesa y acercó el vino para acompañar ese trozo de cerdo con hortalizas cocidas. Para ese punto, el italiano ya estaba sentado en su lugar en la mesa, Antonio se sentó a su vez para servir el vino.

- ¿Y bien? ¿Quién es la afortunada? Oh es verdad… quizá no la conozcas, hace tiempo que Alfred no te escribía.

- Por carta no, pero aun tenemos contacto. Si conozco con quien se va a casar, solo que es un afortunado

-¿Ah sí?

-Sí, desde que le conozco, Alfred salía con un inglés que conoció en Nueva York ¿recuerdas que te conté eso?

- Ah ya, claro… no en verdad, Lovi

-Bien, pues él, se va a casar con él, o al menos eso creo. El nombre que venía en la invitación me suena y creo que es el mismo sujeto que me presentó en la universidad.

Instintivamente releyó la carta que había guardado en el bolsillo de su suéter, cuando dio con el nombre del otro novio, dejó el papel bajo la servilleta.

-Kirkland, Arthur Kirkland… sí, es el mismo nombre de aquella vez.

- Pero te lo presentó en la universidad… y eso fue hace casi 5 años, Lovi

- Y cuando me lo presentó ya tenía tiempo con él… vaya, que deben de estar juntos desde hace casi 8 años. Alf se tardó en decidirse, mira que su novio tiene un carácter… horrible.

- Arthur Kirkland ¿eh?... Tiene nombre de marca barata.

- Y tú tienes el nombre más común de todo un país, bastardo.

Comieron despacio para disfrutar los alimentos, el vino no era de los mejores que había escogido Antonio, ambos lo notaron, así que no pidieron más. Lovino pidió un vaso de jugo y el español fue al frigorífico por la bebida. Le sirvió al otro y después se sentó

- ¿Crees que será una gran boda?

- Considerando a ese par… será enorme y frívola. Un gran evento elegante e inesperado sin duda.

-Eso espero Lovi… Nos vamos a divertir

Le regaló una sonrisa a su amante, por lo que había contado el chico, sería una fiesta de las mejores a las que ambos hubieran asistido. Antonio, sobre todo, gustaba de ver que las personas hacían actos para celebrar su amor o la pasión humana sobre cuestiones artísticas o incluso sobre otra persona.

- La felicidad a veces está tan cerca que no la vemos… Me alegra en el alma que ellos la hayan visto aunque haya sido tarde.

Ese pensamiento salido de la nada, se le antojó a Lovino un poco melancólico. El español era débil a celebrar sentimientos, propios o ajenos, y siempre que hablaban de ese tipo de cosas, sabía que Antonio recordaba su propia boda. Miró sin pensar su dedo: la vista de ese anillo simple y brillante lo hizo sonrojar.

-Deberías buscar las visas, a ti no se te da bien tener las cosas a tiempo y no quiero que un día antes de salir estés haciendo maletas y buscando los documentos, idiota.

- Vale, ya voy cariño~

Antonio sabía que llamarle así al italiano le iba a causar problemas, a Lovino no le gustaba que le dijeran ese tipo de cosas… al menos no lo iba a admitir frente al español. Antonio, pues, se levantó de la mesa y caminando graciosamente se dirigió a las escaleras, subió algunos escalones y tomándose del barandal asomó su cabeza para llamar a Lovino.

- Yo, gracias a Dios, me alegro de no haber visto mi felicidad demasiado tarde. Te quiero, Lovi.

Sin esperar respuesta, continuó escaleras arriba para entrar a su habitación y buscar las visas.

Como ya no tenía a quien gritarle o a quien mandar, Lovino no hizo más que suspirar pesadamente.

- He de reconocer que esa es la única vez que no has llegado tarde, maldito Antonio

Dio un sorbo a su jugo

- … pero además de no saber escoger vino, tampoco sabes hacer jugo de naranja.


En vista del exito obtenido con mi anterior fic(?) comienzo a creer que el spamano no es lo mío.
Así que volví a lo que según los números me sale mejor: el SpUk.
Aqui tienen uno más de ellos, y ahora sí para variar NO ES DE UN SOLO CAPITULO~

Y adivinen que más~? Ya tengo terminado el siguiente capitulo del fic de Antonio Alatriste(?) Pero ya que este nuevo proyecto está fresco, haré que esperen más de lo años que llevan esperando la continuación del mencionado fic... chale, de neta chale wey ¬¬

Bien pues eso, espero que les haya gustado y espero que a este fic si le vean futuro,

Cualquier cosa, duda, queja, comentario, pedido, alegoría(?), sarcasmo, metafora, crítica constructiva y/o destructiva son bienvenidas. Sobre todo las críticas. Ayuden al mundo a escribir bien!

Gracias por leer