Disclaimer: Los personajes de Death Note no son de mi pertenencia, lo único que me pertenece es el argumento de la siguiente historia y posibles nuevos personajes que integrare más adelante.

Volvamos a vivir

Prólogo:

Las lágrimas no eran suficiente para sacar todo ese dolor que guardaba su pecho, se sentía débil mientras miraba aquella tumba... Nunca imagino que aquel día llegaría, nunca imaginó que ella estaría viva para ver tal cosa: hubiera estado mejor muerta para no ver aquella cruel realidad.

—Light... Estúpido— susurro Misa mientras mas lágrimas resbalaban de sus ojos, llevo una mano a su pecho. Sentía que el corazón en cualquier momento dejaría de latir por tanto dolor que sentía en el.

—Amane— una voz la llamo por atrás y Misa se apresuro a limpiarse las lágrimas que corrían por su rostro.

—Ya lo se Ryuuzaki, en un minuto estoy lista— contesto mientras limpiaba disimuladamente sus lágrimas.

—No tienes que fingir conmigo Amane— insistió Ryuuzaki quien se encontraba tras ella en su típica postura encorvada, con las manos metidas en las bolsas de sus pantalones azules, llevaba su típica camisa blanca.

Misa se volteo rápidamente con una mueca en los labios.

—Tu, ¿tu que sabes lo que yo siento Ryuuzaki?— pregunto molesta Misa mientras seguía limpiando sus lágrimas pero era en vano ya que mas continuaban saliendo. Ryuuzaki saco una mano de su bolsillo y le ofreció un pañuelo a la modelo.

Ella lo tomo resignada.

—Tienes razón, tal vez yo no pueda entender tus sentimientos— respondió Ryuuzaki mientras miraba a Misa secar sus lágrimas con el pañuelo que le había ofrecido, suspiro.

—Sin embargo no me gusta que te encuentres así Amane, es un sentimiento extraño— eso ultimo lo dijo mas para si que para alguien mas, Misa comenzó a reírse pero era una risa sin gracia alguna, amarga.

—¡Quien diría! Alguien como tu sintiendo preocupación por otra persona aparte de ti mismo— se burlo la rubia.

El silencio fue lo siguiente que se escucho, el viento no soplaba, las nubes no se encontraban en el cielo el cual estaba totalmente despejado presumiendo su hermoso color azul. Misa sintió un nudo en la garganta y un extraño sentimiento de culpa después de haber dicho aquellas palabras, bajo la mirada.

—Lo siento, tu solo quieres ayudarme— las lágrimas le nublaron la vista.

—No entiendo por que te disculpas Amane, si necesitas des ahogarte no dudes en hacerlo conmigo que al fin y al cabo no soy capaz de sentir nada— aquello ultimo le dolió en lo mas profundo a Misa, se mordió la lengua mientras dejaba que las lágrimas resbalaran para caer al piso.

Desde la muerte de Light, Ryuuzaki siempre había estado al pendiente de ella, el la había salvado de cometer una tontería como quitarse la vida. Aun no sabia como había averiguado que ella estaría a esas horas y en ese puente, tampoco sabia por que al mirarlo su corazón había sentido un pequeño alivio.

—Vamos Amane, tenemos que marcharnos— la voz de Ryuuzaki la saco de sus pensamientos, se seco las lágrimas y volvió a ver la tumba de su amado.

Se agacho un poco y acarició la cripta suavemente.

—Adiós Light, siempre estarás en mi corazón— susurro despacio a pesar de que Ryuuzaki logro oírla. Se levanto y miro a Ryuuzaki quien la esperaba pacientemente, miró su muñeca y descubrió ahí el ultimo regalo que Light le había dado antes de morir.

Era una pulsera de oro con pequeños rubis al rededor, su nombre estaba grabado atrás de la pulsera. Se la quitó cuidadosamente y la deposito encima de la tumba de Light murmurando un "Gracias"

Camino hacia Ryuuzaki sin mirar atrás, a pesar de que quería hacerlo.

—¿A donde me vas a llevar?— pregunto mas por hacer un poco de platica y no sentir ese vacío en su interior.

—Como no eres estable emocionalmente, me siento con la obligación de hacerme cargo de ti y ya que las libretas se han destruido no representas ningún peligro te llevare a la Wammy House en donde podre tenerte vigilada y así evitar que intentes otra vez suicidarte— explico Ryuuzaki.

—No soy una niña para tener niñera Ryuuzaki— se quejo molesta.

—De cualquier forma, además recuerda el trato que hicimos— Misa suspiro frustrada, el definitivamente conseguía sacarla de quicio.

—¡Ya lo se! Acordamos que tendría que vivir bajo tu vigilancia por diez años y así pagare un poco de mi condena— dijo como una niña pequeña siendo regañada por su padre.

Ryuuzaki sonrió de lado al ver el comportamiento de Misa, al menos había dejado de lado unos momentos su estado deprimido. El estaba seguro que la ayudaría mucho estar en la Wammy's.

Continuara...