Jajsi asof aso. ¡No me maten! ¡Ya no lo resistía! Llevaba ideando este fic desde Agosto, antes de entrar a la escuela y no pude soportarlo más. Tenía que escribirlo ;_; ¡Ya tengo todo el desarrollo, todo lo que pasará, varias escenas, etc.! (Ahora el punto es escribirlo xD). Por favor no me maten, o entonces ya no podré terminar las otras historias que tengo pendientes. Por ahora…¿disfruten y no me asesinen? C:
Disclaimer: Todo lo relacionado a Fairy Tail es propiedad del troll Hiro Mashima.
Advertencia: Creo que habrá un poco de género escolar ._. Nunca creí que escribiría algo dentro de esta índole, pero parece que también caí. Espero que aún así les agrade.
Capítulo 1: Un gran día
Magnolia era una ciudad tranquila. Encontrándose cerca de una costa, tenía un buen clima la mayor parte del año. Era una mañana fresca. Había pocas nubes en el cielo y el Sol comenzaba a elevarse poco a poco en el firmamento, desprendiendo leves rayos que empezaban a calentar la superficie. Los pajarillos cantaban con alegría sobre las ramas de los árboles y el viento agitaba sus hojas con suavidad.
Levy McGarden caminaba con calma a través de las calles de la urbe. Llevaba un par de libros apretados contra su pecho y una pequeña mochila sobre su espalda. Portaba un delgado vestido naranja que le llegaba poco arriba de las rodillas y un ligero suéter café que protegía sus brazos de las repentinas ráfagas de aire frío. Su cabello azul resplandecía bajo la luz del día y sus grandes ojos avellana miraban animadamente los alrededores. Pasó por una tienda, comprando una manzana y comiéndola mientras se dirigía con paso ligero a su primera clase del día en la Universidad.
La Universidad de Magnolia era uno de los principales centros de educación superior de la villa. Se especializaba en gran cantidad de ramas de estudio, resaltando las Lenguas y Letras. Levy, con diecinueve años de edad, se encontraba estudiando Letras Hispánicas dentro de la misma. Divisó el edificio a pocas cuadras de distancia y una sonrisa iluminó su rostro. Hoy iba a ser un gran día.
—¡Levy! ¡Levy-chan!
La aludida se detuvo, virando hacia la voz que la llamaba. Detrás de ella apareció una rubia que venía corriendo en su dirección para alcanzarla. Era su mejor amiga, Lucy Heartifilia. Al igual que la peliazul, también se encontraba estudiando dentro de la Universidad de Magnolia. Actualmente cursaba la rama de Estudios Literarios y compartía muchas clases con Levy. Su más grande sueño era escribir una novela, en la que ya se encontraba trabajando y que la McGarden leía de vez en cuando. Poseía una gran cantidad de dibujos y diagramas de constelaciones de la galaxia, pues su hobbie favorito era la astrología.
Lucy alcanzó a la chica, deteniéndose sólo para inspirar grandes bocanadas de aire.
—Levy-chan —repitió una vez recuperado el aliento.
—Buenos días, Lu-chan —contestó ella alegre—. ¿Qué sucede? —cuestionó viendo el estado de su amiga.
La Heartfilia le sonrió y le extendió la mano, mostrándole un gafete y un pedazo de papel rectangular de color negro con letras plateadas. Levy los tomó entre sus dedos, sosteniendo sus libros con el otro brazo. Arqueó una ceja, confundida, y miró hacia la rubia con cara inquisitiva.
—Los gané en un concurso. Estuve todo el día al teléfono, pero valió la pena —le explicó feliz—. Son entradas para el concierto, ¡con acceso a camerinos! Y quiero que vayas conmigo. Es mañana. Por favor, Levy-chan, acompáñame.
La McGarden dirigió la vista de nuevo a los boletos que sostenía delante suyo. En efecto, el concierto era mañana, comenzando a las ocho de la noche, en el Auditorio de Magnolia, el lugar principal para los eventos más importantes de la ciudad, con capacidad de hasta diez mil personas. El diseño de las guitarras eléctricas a lo largo de los fragmentos de papel le hacía pensar que no sería un tranquilo concierto de Jazz. Buscó con la mirada el nombre del artista o del grupo del que Lucy hablaba, encontrándolo en el centro, con letra más grande que el resto del texto.
—¿Gajeel Redfox? —volteó otra vez hacia su amiga, que asintió con la cabeza—. ¿Quién es ése?
La mandíbula de Lucy quedó colgando. Miró a la peliazul con los ojos muy abiertos y una expresión de incredulidad.
—¿Qué? —cuestionó con voz baja—. ¿Qué es eso de quién es ése? ¿No lo conoces?
—Pues no, no sé quién es —respondió con timidez.
—Levy-chan, ¿es que nunca escuchas música?
—¡Sí lo hago! —reclamó Levy con las mejillas infladas—. Es sólo que paso más tiempo leyendo algunos libros…
—Gajeel Redfox es una de las más grandes estrellas de Rock del país —comenzó a decir la rubia—. Nació y creció aquí en Magnolia, pero después de un tiempo se fue. Y mañana va a venir a dar el concierto de su segunda gira mundial. Por favor Levy-chan, ve conmigo.
—No lo sé Lu-chan. Tengo dos exámenes la próxima semana. Y la presentación del proyecto de Lengua Extranjera el Lunes. Además, Jet y Droy me pidieron ayuda con uno de sus trabajos.
—¡Pero si el concierto será en Viernes! Tendrás mucho tiempo para hacer todo eso el fin de semana. ¡Por favooooooooooor!
Lucy usó su arma secreta de ojos de cachorro triste y abandonado, implorando a Levy con las manos juntas a la altura de su pecho. La McGarden trató de ignorarla. Giró la cabeza hacia todos lados tratando de evitar su mirada, en vano. Se reprimió internamente por estar cediendo a la infame estrategiade su amiga.
—Lo pensaré —dijo al fin—. Aunque no conozco la música de ese Gajeel o como quiera que se llame.
—No te preocupes por eso. Puedo prestarte algunos de los discos que tengo. Estoy segura de que te gustará.
—Si tú lo dices…
Caminaron acompañándose hasta llegar a la entrada de la facultad. La Universidad de Magnolia contaba con varios complejos de edificios modernos agrupados a lo largo de una manzana completa. Lucy y Levy se separaron para asistir a sus diferentes asignaturas. La peliazul se dirigió hacia el bloque más cercano, subiendo un par de pisos para llegar al aula de su primera clase. El día pareció transcurrirle con lentitud. De vez en cuando observaba los boletos que la Heartfilia le había dado. No estaba segura de ir. Lucy era su mejor amiga, pero de verdad tenía tanto qué hacer…
Tomó algunas notas del profesor que estaba hablando en ese momento. Dirigió de nuevo su mirada hacia las entradas del concierto. Frunció el entrecejo, distinguiendo que debajo del nombre del artista, había unas letras en un tamaño más pequeño. Kurogane. Gracias a su conocimiento en varios lenguajes, Levy sabía que la palabra significaba Acero Negro. Arqueó una ceja, deseando saber el por qué de lo que pretendía ser ese apodo. Vencida por la curiosidad, se dirigió al laboratorio de cómputo más cercano, una vez terminada la hora.
Sentada frente a una computadora, tecleó con rapidez lo que buscaba y comenzó a leer entre los resultados. Gajeel Redfox tenía veintiún años de edad —casi veintidós—. La McGarden parpadeó varias veces, sorprendida. Él había crecido en Magnolia, tal como le había dicho Lucy. Pero por alguna razón desconocida, se había ido cuando aún era un niño. Descubrió que tenía talento para la música y se dedicó por completo a ella. Levy no localizó muchos de sus datos personales, pero logró encontrar lo que estaba buscando. Kurogane. En efecto, era un apodo, evocado al hecho de que él mismo fabricaba sus propias guitarras. Guitarras únicas hechas de hierro. Pero lo que más llamó su atención, y que también estaba relacionado con su sobrenombre, era que ese tal Gajeel tenía múltiples piercings de metal alrededor de todo el rostro, orejas y brazos. Agradeció al cielo que no dijera nada sobre otros lugares y se sonrojó terriblemente de sólo imaginárselo, absteniéndose de buscar imágenes suyas.
Dispersó esos pensamientos de su mente y continuó leyendo con rapidez. Descubrió, boquiabierta, que el famoso artista había sido detenido ya varias veces por agresión física a fans que se habían infiltrado misteriosamente en sus camerinos o superado la barrera entre el público y el escenario durante sus conciertos. De la misma manera, había mandado al hospital a un fotógrafo, que terminó con varios huesos rotos.
—¿A Lu-chan en verdad le gusta la música de alguien como él? —se preguntó en voz alta, más que sorprendida, ciertamente asustada.
Dirigió su mirada hacia el reloj digital de la computadora y abrió los ojos con desmesura al darse cuenta de que ya era tarde y su siguiente clase ya había comenzado. Dando un grito, cerró la sesión lo más pronto que pudo y recogiendo sus libros, salió corriendo en dirección a otra aula.
La puerta se abrió con un estrepitoso choque de la madera contra el concreto de la pared. Levy apareció jadeando, inhalando grandes bocanadas de aire por la boca.
—Llegas tarde McGarden —le dijo el profesor Macao mientras continuaba escribiendo en la pizarra blanca con un marcador negro—. No lo tomaré en cuenta porque es la primera vez, pero que no vuelva a suceder. Siéntate.
La peliazul asintió con la cabeza y tomó lugar en el único asiento vacío de la clase, a lado de Lucy.
—Como les estaba diciendo, el idioma francés tenía una línea de separación. La langue d'oil se hablaba en la Zona Norte, ¿y en la Zona Sur se hablaba…?
Una alumna levantó la mano y comenzó a responder. Suspirando, Levy se dejó caer con pesadez sobre la silla, dejando los libros que venía cargando sobre la mesa que compartía con la rubia.
—Levy-chan, ¿por qué llegas tan tarde?
—Estuve más tiempo de lo planeado investigando sobre tu querido artista.
—¿Ah, sí? ¿Entonces irás conmigo?
—¡¿Estás loca?! —exclamó en forma de susurro—. No sé cómo es que te gusta su música. El tipo es un total demente.
—¿Por qué lo dices? —cuestionó Lucy arqueando una ceja.
—¡Mandó al hospital a un fotógrafo! Lo siento Lu-chan, pero no quiero ir a conocer a un sujeto que me golpeará.
La rubia sofocó una risa, cubriendo su boca con ambas manos.
—Levy-chan —dijo una vez que pudo hablar—. Sabes que miles de cantantes han golpeado a más de un paparazzi entrometido.
—¿Y también a sus propios fans? No gracias, Lu-chan. No pienso ir a un concierto en el que terminaré con un ojo morado.
—Bueno, sí. Gajeel tiene problemas de conducta según los medios. Pero no nos hará nada. Por favor Levy-chan, eres mi mejor amiga. Por favor, por favor, por favor. Ve conmigo.
—Pues…
—¡Heartfilia! —el profesor interrumpió la plática, mirando hacia la aludida—. ¿Podrías repetir lo que acaba de decir tu compañera?
Lucy miró con rapidez a su alrededor, sin haber escuchado nada.
—Emm, no la oí —dijo quedamente.
—Lo supuse —respondió Macao con cierta molestia—. ¿Le ofreces disculpas?
—¿A quién?
Todos los alumnos estallaron en carcajadas mientras Lucy se hundía con lentitud en su asiento. El profesor movió la cabeza de un lado a otro, en señal de desaprobación a la vez que se sujetaba la frente con una mano.
—Suficiente, Heartfilia. Te quedarás al final de la lección para discutir los problemas de tu comportamiento. Si no tienes interés en la clase de idiomas, puedes retirarte.
Se dio media vuelta y continuó explicando en la pizarra.
—Tch —la rubia puso el codo sobre la mesa, recargando la mejilla contra una mano—. ¿Para qué se aprenden idiomas si besando se conocen lenguas?*
—¡Lu-chan! —le reclamó la McGarden.
—Jaja, es broma Levy —sonrió su amiga—. Pero ya estoy castigada. Ahora deberías sentirte culpable y acompañarme al concierto.
La peliazul lo negó una vez más, pero otra vez, la mirada de cachorro abandonado y triste de Lucy finalmente la venció.
—¡Está bien, iré! —exclamó derrotada.
La Heartfilia cerró un puño en señal de victoria, con una gran sonrisa enmarcada en su rostro. Le agradeció y antes de poder lanzarse a su cuello para abrazarla, Levy la interrumpió.
—Con una condición.
—¿Eh? ¿Cuál? —la rubia se detuvo.
—Que me mandes una porción de los muffins de chocolate que hace Mirajane.
—¡¿Eh?! ¿Sabes cuánto se tarda uno para hacerle encargos a Mira-chan?
—Lo sé. Pero esa es mi condición.
Después de una lucha interna consigo misma, Lucy al fin aceptó, con la posibilidad de esperar dos horas en una fila para encargar los famosos muffins de su amiga peliblanca. Pero, ¿quién la podía culpar? Eran exquisitos.
—¡De acuerdo! Te los mandaré vía paloma. Si se pierde, no te encuentra, choca contra un semáforo o se come los muffins, ¡no será mi problema!
La McGarden sonrió con alegría. La campana que indicaba el final de la clase sonó por toda el aula y poniéndose de pie, se despidió de su amiga, deseándole suerte con su castigo mientras se despedía agitando la mano y cruzando la puerta. Las asignaturas del día habían terminado para ella. Con paso firme, salió de la Universidad con dirección a su residencia; Fairy Hills.
Fairy Hills era un complejo de departamentos sólo para chicas, que se encontraba cerca de la escuela de Levy. Por lo tanto, vivía con otras muchas jóvenes de más o menos su edad, y que eran sus amigas. Subió las escaleras hasta llegar al segundo piso, que era donde se encontraba su dormitorio. Abrió la puerta y entró con calma, dejando los libros y su mochila sobre el escritorio de madera que tenía en un extremo. Cruzó los múltiples estantes de libros que tenía por todo el cuarto y se tiró con pesadez sobre una cama de fundas de color lila. Miró los boletos que sostenía entre sus manos. ¿Cómo es que su gran día había acabado de esta manera? Tenía mucho que hacer si iba a ir con Lucy a ese concierto. Suspiró. Sólo esperaba que no terminara como aquel desafortunado fotógrafo.
Continuará…
*¿Para qué se aprenden idiomas si besando se conocen lenguas?*. Este…una amiga me había dicho esta frase. Supongo que ya varios pueden haberla escuchado.
(SPOILER 310. Genial la verdadera forma de Piscis [Aunque, ¿débiles contra el agua? Eso va en contra de la naturaleza ._.] *-* Buena combinación con Libra.
Oh por Dios es la primera vez que Acuario no le reniega nada a Lucy xD.
Lo mejor fue Mirajane con su cara de "Bitch, please". Perdonen mi vocabulario xD. Mira debería liberar su poder más seguido. Aunque pensaba que las peleas durarían un poco más -.- Pero bueno, ya por fin se vienen los juegos *-* ¿O eso espero? .-.)
Sí, lo sé. Como casi todos mis horribles fics…éste también tiene un inicio pésimo. Lo siento, se suponía que ya iba a integrar otras cosas, pero quise darle un poco de ambientación. Espero no haya estado tan aburrido como a mí me pareció. Emm, sigan leyendo cuando actualice. En el siguiente capítulo ya aparece Gajeel .-. Bueno, terminaré primero el de Halloween que tengo pendiente y continuaré con los otros que también tengo pendientes…en una semana. Que es cuando salgo de vacaciones. Así que paciencia por favor -.-
Y…deséenme suerte que mañana tengo un examen y no he estudiado nada. Me retiro. Au revoir!
P.D. Mashima acaba de hacer un dibujo de Gajeel que… :Q_ Chéquenlo en su twitter *-*
P.D. 2 Me enteré que el acero es hierro con carbono ._. Así que tuve que usar los dos términos porque Kurogane se traduce como acero. Pero en general, ya saben que la magia de Gajeel es de Hierro. (Aunque aquí no haya magia). En fin, dato curioso xD
