PROLOGO

El frió golpea mi cansado rostro, mis huellas quedan dibujadas en la nieve de aquel lugar, siento una parte de mi cuerpo como se embriaga con la tibia temperatura que la rodea, es mi sangre derramándose, mi cuerpo se siente cada vez mas y mas pesado, y la tormenta deja sus huellas sobre mis hombros, pero no… la unica persona que me importa me esta esperando, una pequeña sonrisa encuentra camino en mis labios, una imagen llega tibiamente a mi mente y me da fuerzas para seguir y caminar mas rápido en el medio de aquella tormenta.

- falta poco- digo dificultosamente siendo aquella tormenta mi unica y muda testigo.

Veo una luz a lo lejos muy opaca pero hay esta, cada paso se hace mas rápido solo quiero llegar y encontrarla, cubierta por mantas, con un chocolate caliente en sus manos y sentada alado de la fogata esperándome. Logro acercarme y veo borrosamente una puerta de roble bien tallada, me acerco y la toco con fuerza

-¡Voy!- es su voz y al abrir puedo sentir el calor de el hogar que me esperaba y me dejo caer vencida… veía muy borroso y lo ultimo que escuche fue su calida y preocupada voz nombrarme. –Jo resiste…-

Mi mente empieza a despertar levemente, siento un gran calidez rodeando mi cuerpo y unos brazos que me atrapan con fuerza, hasta que mi vista vuelve y la vi… era Meg, muy preocupada me mantenía abrazada alado de la fogata.

-¡te dije que no fueras sola!... nunca me haces caso- dijo en forma de reproche, yo solo cerré mis ojos y le dedico una sonrisa pero muy corta ya que un gran dolor se agudiza en la parte baja de mi pierna derecha

-¿Cuándo dejaras de ser tan testadura?- era Sei curando una de mis tantas heridas de bala

-cuando tus pechos dejen de ser tan grandes- fue lo único que me esforcé a decirle y no necesitaba abrir los ojos para saber que el calentamiento global se estaba alojando en todo su rostro

Silencio… mucho en realidad, solo las llamas de la fogata se escuchaban, no era usual así que abrí los ojos solo para ver a Sei con el rostro mas rojo que un tomate y mis otras dos compañeras tapando sus labios con sus manos intentando no reír a carcajadas pero a la final sin conseguirlo… las risas de Meg y Amy hacían eco por toda la habitación…pero fueron interrumpidas, alguien abrió la puerta central de un solo golpe y sin dejar que esta se terminara de abrir disparo hacia la cabeza de meg…