Era un día normal. La gente trabajaba, los vehículos se atascaban en las autopistas, las personas que iban por las calles pasaban empujando y hablando a los gritos por sus celulares.
Pero en lo más profundo de la ciudad se respiraba una especie de tensión. Luego de unos terribles asesinatos, los habitantes estaban asustados y veían a todos como enemigos.
Lo más preocupante era que el asesino no había sido capturado, ni identificado.
Cyborg estaba en la computadora observando mapas de la ciudad y pensando si el asesino sería un contacto de algún criminal local o alguien de afuera.
En eso ingresó Robin seguido de Raven.
-¿Estás buscando alguna pista?-Preguntó el líder.
-Sí, pero no hay nada en los alrededores. Lo único...-Pero fue interrumpido por un zumbido que indicaba que una comunicación sospechosa acababa de ser interceptada.
-¡Rápido!. ¡Que no se pierda!-Exclamó Robin mientras Cyborg trataba de evadir la seguridad de esa llamada para que el satélite siga captando el mensaje.
En eso se empezó a reproducir la conversación como si hubiera sido grabada. Lo primero que Robin reconoció fue la voz de Slade:
-Escuche Doctor. Las cosas están bajo control. El que cometió los asesinatos no parece estar en la ciudad, así que puedes venir. En mi cuartel hay bastante seguridad, como para que podamos trabajar.-
-Si, si, señor. Pero quiero que mi seguridad esté garantizada. No voy a arriesgarme.-
-No se preocupe. Lo único que podría interrumpirnos sería un ataque de los Titanes, pero después de todo ellos no se arriesgarían si supieran...-
-¿Esta línea es segura?-
-Si, Viktor.-
-Bien. Voy a ir en unas horas.-
Ahí se cortó. Robin se quedó pensativo. Cyborg y Raven intercambiaron miradas de desconcierto.
-¿Slade trajo a alguien de afuera?-Se preguntó Robin en voz alta.-¿Para qué sería?-
-No parece ser un mercenario o algo parecido. Le dijo "Doctor", y su voz me pareció la de un viejo.-Dijo Cyborg.
-¿Puedo revisar los archivos?. Quiero ver si tenemos algo sobre este Dr. Viktor.-Dijo Raven.
Robin asintió y su compañera se retiró. Cyborg volvió a tomar la palabra:
-Deberíamos llamar a Starfire y Chico Bestia.-
-Si. Ya estoy en eso.-Contestó Robin sacando su comunicador.
Minutos después sus compañeros estaban en la sala y eran puestos al corriente de los hechos.
-¿Viktor?-Preguntó Chico Bestia.
-No sabemos quién es. Pero está aliado con Slade.-Dijo Robin.
Starfire parecía preocupada. Cyborg seguía trabajando con la computadora esperando interceptar otra comunicación, pero no pasó nada.
Mientras todos hablaban sobre eso, Raven llegó y anunció que encontró algo, pero era demasiado pequeño:
-Su nombre figuraba en un párrafo de uno de nuestros archivos. Dice que trabajó con el Profesor Chang hace unos doce años.-Informó Raven.
-¿Decía su nombre completo?-Quiso saber Robin.
-Dr. Viktor Zkarkov.-Respondió la joven.
-¡En mi vida escuché ese nombre!-Exclamó Chico Bestia.-No sé quién es.-
-Ahora por lo menos tenemos el nombre completo. Cyborg, quiero que lo busques en la base de datos sobre criminales de todo el mundo.-Ordenó Robin.
Cyborg hizo un gesto afirmativo y comenzó a buscar. Raven fue a su lado a ver qué encontraba, porque de alguna forma le resultaba interesante.
-¿Nosotros que hacemos?-Preguntó Starfire.
-Por ahora no podemos hacer nada. Mejor esperemos los resultados.-Contestó el líder.
Robin, Starfire y Chico Bestia se sentaron en el sofá y estuvieron en silencio, cada uno pensando en lo que estaba pasando. Primero un asesino, luego un aliado de Slade... ¿acaso se preparaban para atacar la Torre?. Eso se preguntó Robin una y otra vez.
Varios minutos después, Cyborg se acercó a los tres. En sus manos llevaba unos papeles:
-Lo encontré. No fue fácil, este tipo es habilidoso para esconderse.-Dijo el titán.
Robin tomó las hojas y las puso de modo que todos puedan leer.
Había una foto de un individuo con poco cabello canoso, unas marcas en la cara, ojos oscuros y una nariz que parecía estar torcida.
El informe decía:
Dr. Viktor Zkarkov.
Fecha de nacimiento: 17/04/1944.
Especialidades: Experimentos con seres vivos, torturas y autopsias.
El Dr. Viktor Zkarkov nació en algún país de Europa del Este, probablemente Ucrania o Rumania. Hijo de un coronel soviético y una campesina.
En su infancia asistió a los mejores colegios, y luego continuó sus estudios en unas universidades de Francia e Italia. Destacó en anatomía humana, virología y anatomía patológica.
En 1974 se unió al Dr. John White, al Profesor Vladimir Kerstrogor, al Dr. Heinrich Dönitz y al Profesor Robert Johnson para realizar investigaciones ilegales con seres humanos.
Fueron descubiertos pero ninguno quedó preso. El Dr. Zkarkov aprendió muchas cosas de sus compañeros y las puso en práctica en Francia, experimentando a las personas con deformidades en un laboratorio clandestino.
Después de ser descubierto, estuvo preso dos años hasta que fue liberado. En 1986 viajó a América y entró a trabajar con importantes criminales, pero siempre enfocado a la práctica de cirugías, autopsias y torturas.
Desde 1995 no se tienen noticias suyas. Se dice que está trabajando en Rusia dentro de laboratorios ocultos.
Robin le devolvió las hojas a Cyborg. "Conque es un científico..." pensó Robin.
-¿Para qué necesita Slade a un tipo así?-Preguntó Chico Bestia.
-No sabemos, pero aquí dice que aprendió muchas cosas de los otros. No dice qué cosas.-Observó Robin.
-Seguramente algo relacionado con lo que hace. Fíjate que tampoco detallan cómo eran sus experimentos.-Dijo Chico Bestia.
Robin se quejó de la escasa información que daba la base de datos. Hasta decían que posiblemente estaba en Rusia cuando acababan de interceptar una conversación que lo ubicaba en la mismísima ciudad.
-¿Vamos a atacar el cuartel de Slade?-Preguntó Chico Bestia luego de unos minutos.
-No. Debe estar repleto de defensas. Mañana podemos ir, pero haremos un plan.-Contestó Robin.
-¿Y no podríamos llamar a la Torre Este?-Preguntó Starfire.
-Mañana.-
Robin se fue a su cuarto de investigaciones para tratar de pensar.
Los otros se quedaron en la sala. De pronto Cyborg se puso de pie y fue a tratar de establecer contacto con la Torre Este.
Pasaron dos horas y no se lograba la comunicación.
-Deben haber apagado o desconectado su computadora.-Pensó Cyborg.
-No creo.-Se opuso Raven.-Seguro están holgazaneando como siempre y no contestan.-
El resto del día pasó lentamente mientras buscaban en la base de datos información sobre los otros que trabajaron con Viktor, pero no había demasiado. Así hasta la noche que decidieron irse a dormir.
El primero en levantarse a la mañana siguiente fue Robin. Estuvo en la sala caminando de un lado a otro esperando que los demás se levantasen. Uno por uno fueron entrando en la sala, saludando y dirigiéndose a tomar el desayuno.
Cuando terminaron, Robin expuso su plan:
-Vamos a llamar a la Torre Este...-
-Ya lo intenté. No responden.-Interrumpió Cyborg con restos de pan en la boca.
-No importa. Lo intentarás de nuevo. Bueno, cuando estemos todos vamos a dirigirnos al cuartel de Slade para ver qué está pasando. No intentemos desbaratar nada, porque no sabemos qué nos espera.-
Todos hicieron gestos afirmativos y Cyborg se fue a intentar llamar a la otra Torre.
Eran las once de la mañana. Estaban todos preparados, y en eso Cyborg regresó diciendo que nadie contesta. Ya se estaba poniendo sospechoso.
-No importa. Iremos nosotros.-Declaró Robin.
Los cinco estuvieron avanzando por la ciudad. El cielo estaba de color gris y había un frío viento arrastrando basura por las calles.
Finalmente llegaron a una zona con escombros donde se encontraba un pequeño edificio con paredes de hormigón.
Se desplazaban cuidadosamente, pero no parecía haber nadie en los alrededores. Con la aprobación de Robin, Cyborg y Raven avanzaron primero hasta las puertas y entraron.
El interior estaba frío y oscuro. Unos tubos fluorescentes colgaban del techo y otros estaban en sus sitios. Cyborg encendió la linterna de su hombro y buscó algún interruptor.
En cuanto lo vio, lo accionó y hubo algo más de luz.
Los demás titanes se acercaron y juntos empezaron a explorar. No había absolutamente nadie.
-Slade no es tonto. Debe haber cambiado la ubicación de su cuartel por seguridad.-Dijo Robin.
Por las dudas investigaron el piso inferior pero no había nada más que objetos oxidados y polvorientos.
-Vámonos. Intentemos verificar algo en la Torre.-Les dijo Robin con una gran frustración.
Minutos después regresaron a la Torre. Estuvieron buscando intensamente en los archivos de la Academia Hive, por si algún alumno habría contactado con Viktor, o si había ayudado al Hermano Sangre en algún momento. Pero no había nada.
Pasaron dos días. Y habían transcurrido veinte minutos de las cuatro de la tarde cuando la alarma de la computadora empezó a sonar...
Continuará
