Ours.

Fairy Tail.


Gruvia Week 2018: Promise, Misunderstanding.


Era la primera vez que pasaba.

Habían discutido, un simple malentendido, Gray estaba cansado y no había reparado en su tono, que por primera vez había sido irreconocible para Juvia. Ella se había entristecido, y el corazón se había hecho chiquito en el pecho del moreno al ver su rostro.

Él no había querido desquitarse con ella y Juvia lo sabía en el fondo, pero eso no había evitado que le doliera. Cosa que Gray no se perdonó.

La buscó en su patio trasero, ella había salido luego de aquel incidente y se había sentado en su hamaca, aquella que Gray había colocado para ella bajo su árbol de cerezo, y para entonces admiraba como los pétalos de las flores se mecían con el viento.

Él se acercó, abrió su boca un par de veces, inseguro de que decir hasta que juntó el coraje y llamó.

—Juvia —Ella volteó a verlo.

—¿Si Gray-sama? —respondió, y Gray pudo apreciar que pese a su carencia de ánimo, no había resentimiento en su voz. Por el contrario, buscaba sonar animosa, como acostumbraba para él.

—Lo lamento.

Y lo lamentaba, con todo su corazón.

—No importa. Gray-sama seguro estaba abrumado y Juvia no debió presionar para que le contara. Juvia solo creyó que podía ayudar.

Él sabía que podía, pero no había querido involucrarla. A lo largo de su vida, abrirse había sido difícil para Gray, pero poco a poco lo había logrado con Juvia, y quería seguir haciéndolo.

Era consciente de que si iban a compartir sus vidas juntos, él debería aprender a… compartir. Él quería compartirlo todo con ella.

—Yo no quería atormentarte con mis problemas, pero mucho menos gritarte así.

Ella lo miró, y una sonrisa no tardó en formarse en sus labios. Se colocó en pie, lo suficiente para hallarse casi a la altura de Gray, quien yacía de pie frente a ella, y llevó una mano a su mejilla, reconfortándolo.

—Para Juvia no es molestia, Juvia quiere poder ser un apoyo para Gray-sama. Escucharlo y apoyarlo.

Ya lo era, más de lo que Gray quizá se hubiera arriesgado a admitir.

—Lo lamento —Llevó su mano sobre la de ella—. Prometo que de ahora en adelante no intentaré ocultarte mis preocupaciones, las compartiré contigo y lo resolveremos juntos.

—Está bien —aceptó ella.


Palabras: 387

Notas de autor: Primer vez que escribo Gruvia. Soy débil ante las prompts.