Esta historia ha sido editada. Después de estos años, no estaba conforme con mi manera de redactar. Por lo que he corregido ciertas cosas. Esto no afecta en nada la historia. A todos los que la han leído con todo y faltas ortográficas, mil disculpas.
DISCLAIMER: Digimon no me pertenece. Ni sus personajes. Tampoco la esencia de la historia. La idea le pertenece a un amigo que me sede sus derechos.
Advertencias: Esta historia no tiene nada que ver con la serie de Digimon. Algunos personajes diferirán de sus actitudes usuales y tanto sus personalidades o características serán algo diferentes de la serie.
Pensamientos: entre comillas ""
Recuerdos en negritas.
"Obsesionada por un Surfista"
Capítulo 1
Hoy presentamos:
"YO amo el Verano!"
Preparatoria de Odaiba. Hace 2 años. Auditorio de la preparatoria…
Una chica de ojos rubíes y cabellos de color naranja se hallaba de pie frente al enorme escenario. Su ropa era una especie de 'manta' de color verde que la cubría desde sus hombros hasta sus pies. Portaba un gorro de forma 'extraña' del mismo color verde que de un lado caía un lazo color blanco. ¿Nombre de aquel 'traje'? La Toga de graduación.
Así es. Ese día era el día más anhelado por todos los estudiantes de preparatoria. Y para Sora Takenouchi no era la excepción. Miraba con ojos anhelantes estar sobre aquel escenario recibiendo el maldito papel, denominado así por su amiga Zoe, por el que tanto había luchado.
— ¡Sora!
La peli naranja volteó para luego mostrar una hermosa sonrisa al chico que pronunció su nombre.
Allí estaba tan guapo cómo siempre. Taichi Yagami llegaba de gala. Junto a él su hermana, Hikari, que también iba muy preciosa, y detrás de ellos Yolei, Kouji, Takeru y Joe. La sonrisa de Sora se amplió. ¿Cuántas veces podías tener a todos tus amigos reunidos para celebrar una de tus noches más importantes?
...
—Sean bienvenidos a esta la XXIII graduación de la preparatoria Odaiba.
El evento acababa de iniciar. Todos los estudiantes se encontraban buscando sus posiciones para esperar la llamada de hacer acto de presencia en el gran escenario. Sora ya estaba en su posición, pero ¿Dónde estaba Mimi? La peli naranja se estaba empezando a preocupar. Su mejor amiga nunca pero NUNCA llegaba tarde a un lugar. ¿Dónde estaba?
Una castaña se miraba fijamente en un espejo. En ese reflejo se veía un rostro pálido que era ya muy propio de ella. Una pequeña nariz y unas enormes gafas de contornos negros que, detrás de ellos se hallaban unos ojos castaños opacados por el color de las gafas. Tenía aquel mismo atuendo verde, lo que podía entenderse que también era su noche de graduación. Pero ¿qué hacía allí escondida?
...
—¡Maldito Thomas!
Maldijo por enésima vez la castaña.
El alumno con mejor puntuación de todo el colegio, Thomás Norstein, no asistiría a la graduación por un viaje de familia a Inglaterra. Por lo que correspondía al segundo mejor estudiante de la clase dar el discurso de graduación y ella era el segundo puntaje más alto de todos los alumnos graduandos.
Temblaba el solo pensar en lo que debía hacer. ¿Por qué rayos Thomás no pudo venir a dar el maldito discurso de despedida? Mimi no quería salir de allí. Pararse frente a más de mil ojos, sin contar sus propios compañeros, era el sueño más aterrador que tenía. Tenía pánico escénico.
—Vamos lo harás bien Mimi.
Animaba Sora a su amiga que ya se había resignado a presentarse.
Mimi pasó los ojos por el auditorio y no pudo evitar abrirlos más grandes que sus propias gafas y mostrar los dientes de una forma de terror dejando ver los frenos grises sobre ellos. Tenía el presentimiento que todo sería un desastre.
—Ahora para presentar el discurso de despedida, con ustedes, la alumna Tachikawa Mimi —Aplausos y ovaciones no se hicieron esperar—.
Mimi se hallaba frente a su peor pesadilla. Por eso había decidido pertenecer al club de ciencias, matemáticas, química y todo eso. Para NUNCA jamás estar frente a un auditorio que viera todos tus movimientos!
Mareos, malestar en su estómago, náuseas. Sostuvo su estómago por inercia y supo que era el fin. Arruinaría su noche más importante. Arruinaría su graduación.
Universidad de Tokio. Tiempo presente. En algún dormitorio del campus…
—Y así fue como Mimi arruinó nuestra graduación.
—¡Zoe! –replicaron Sora y Mimi que se hallaban oyendo el relato.
Relato que era narrado por una chica rubia de ojos color verde que sostenía un libro de gran tamaño, que tenía varias fotos de aquel día de graduación. El cual, mostraba a otra chica de cabellos marrones y ojos morados que escuchaba atenta la 'fascinante' historia que se narraba.
—¿Qué? —Replicó inocentemente la chica rubia— Lo que dije es cierto. Mimi vomitó el escenario y el caos apareció.
Mimi frunció el ceño. ¿Cómo era posible que Zoe hablara de eso como lo más sencillo del mundo? Se cruzó de brazos en una clara señal de enfado a la rubia. Ese día, ese maldito día había tratado de olvidarlo y Zoe sale con eso a su nueva compañera de dormitorio. ¿A quién demonios le interesaba lo que le pasó a ella el día de su graduación? Mimi dudaba que Nene Amano, nombre de su nueva compañera de cuarto, le importara un pepino el día más vergonzoso de su vida.
—¿Y qué pasó después? —una Nene muy curiosa preguntó—. ¿Terminaron llenos de vómito? ¿Cancelaron todo? ¿Echaron a Mimi?
¡Mierda!
Zoe era una insensible al contar con tantos detalles ese estúpido día.
Y muy mandada la rubia siguió contando el caos que se vivió aquel día por los vómitos de Mimi. Cosa que Nene escuchaba con suma atención. Y por otra parte, Sora solo le enviaba miradas matadoras a Zoe por su insensibilidad.
Mimi lanzó un suspiro. ¿A quién quería engañar? Habían pasado dos años y aún muchos de sus compañeros recordaban con suma claridad ese día. Lo pensó. Ella no había cambiado nada. Miró a Sora por un momento y la vio tan hermosa, incluso más que desde la graduación. Al igual que a Zoe, quién ahora tenía más 'atributos' que antes y era más divertida.
Ella por su parte seguía siendo la misma Mimi. Feos lentes, frenos en sus dientes, cabello maltratado, una nerd de laboratorio que se vestía con un pésimo gusto por la moda. Una torpe en todo lo que hace y con una enorme fobia a enfrentar un público.
Volvió a suspirar.
Ella seguía teniendo esa misma pobre luz.
—¡Mamá ya estoy aquí! —anunció Mimi al cruzar la puerta de la casa de sus padres.
—¡Hermana! —una voz se oyó desde otra habitación.
—¡Juri!
Una chica de cabellos castaños cortos y ojos verdes se lanzó a los brazos de Mimi. Esa era su pequeña hermana, bueno no tan pequeña, que le recibía al regresar a su casa a pasar unas buenas vacaciones de verano con su familia.
Ese semestre había culminado y ya era época de verano. La favorita para Mimi. Amaba el resplandeciente sol que iluminaba todos los días como si fueran los mejores. Le daba esperanzas para que pasara cualquier cosa. Y en todo su recorrido de la recepción de su casa a su habitación, la cual estaba en el segundo piso, se la pasó suspirando por el lugar dónde irían a vacacionar. Y nada mejor para pasar un verano que… ¡La casa en la playa de los Tachikawa!
Mimi solo había llegado a su habitación y no hizo nada más que imaginarse el maravilloso verano junto a su familia y seres queridos. Tiró sus enormes maletas sin ningún cuidado por su habitación y se lanzó a su cama con una enorme sonrisa en el rostro. Ya estaba imaginándose con su preciosa hermana haciendo castillos de arena. Corriendo con Tai, Sora, Zoe y Kouji por toda la playa. Fotografiándose con Takeru y Hikari. Y molestando a Yolei y Ken por su extraña relación aun no definida.
Mimi amplió su sonrisa ilusionada. Tenía el presentimiento que ese verano sería inolvidable.
—¿Soñando con el Verano?
Mimi giró su rostro a su hermana que la veía con una sonrisa recostada al marco de la puerta de su habitación.
—Sabes que AMO —enfatizó la palabra— el verano Juri.
Juri sonrió. Su hermana mayor siempre era soñadora. Su ejemplo a seguir.
—Mamá y Papá dicen que ya está la cena —se dio la vuelta— Yo también ansío volver a la playa Mimi.
Mimi vio como su hermana la dejaba otra vez perdida entre sus pensamientos. ¿Serían ciertos sus pensamientos? ¿Ese verano sería inolvidable? Y, si así era, ¿Qué sucedería? Ella ya estaba ansiosa por disfrutar su maravilloso verano.
Toda la familia Tachikawa se hallaba acomodando sus últimas maletas en su camioneta familiar. Habían quedado de acuerdo que se reunirían allí para llegar juntos a la playa.
Mimi y Juri compartían risas y carcajadas mientras ayudaban a sus padres con su equipaje. Justo en ese momento, un moreno de ojos achocolatados hacía su aparición. Llevaba lentes de sol de color Naranja. Unos bermudas de flores de colores naranja y amarillo y una camisa crema. Con brazos abiertos una enorme sonrisa corrió hacia las dos castañas con la idea de expresar todo su sentir.
—¡MIMI! ¡JURI! —las aludidas voltearon a ver a Tai— ¡Las Amo! Chicas las adoro, en serio que yo las amo por hacerme esta maravillosa invitación.
Y con un abrazo de oso agradeció a las dos hermanas castañas. Después de unas cuantas quejas de Mimi y Juri por la falta de aire, Tai las soltó y ellas pudieron ver a sus otros amigos allí presentes:
Sora con una enorme sonrisa cómo siempre y una Zoe que alzaba su mano en un efusivo saludo. Hikari que corrió hacia su mejor amiga, Juri, y también la abrazó en señal de agradecimiento. Tras de ella se vio a un sonriente TK y una mirada oscura y profunda de un Kouji. Más atrás, secreteándose quién sabe qué, venían unos muy sonrientes Yolei y Ken, que con más pasos cerca de Mimi se separaban más y más.
Mimi amplió su sonrisa. ¿Cuándo esos dos admitirían que se gustan? Bueno, ese no era el asunto. La cuestión era cuándo llegarían a la playa.
—¿Emocionada?
—¡Por supuesto que sí Sora! —respondió Mimi mientras observaba por la ventana del vehículo el paisaje que no veía en más de 5 años.
—¿Cómo convenciste a tus padres que nos trajeran aquí? —Ese era Taichi que desde el asiento de atrás mostraba su emoción por el verano— Hasta pensé que nos quedaríamos en ese parque viejo de Odaiba.
La queja del moreno fue causa que risas por todos.
—Tai, eres tú quién siempre quiere ir a ese parque con la excusa que te recuerda a tu edad de oro, para no decir tu niñez.
Taichi hizo una mueca de ofensa ante la declaración de su hermana. Cosa que volvió a causar más risas entre los presentes, hasta que la voz firme y suave del señor Tachikawa los interrumpió.
—No soy tan malo Taichi —el hombre miró al moreno por el espejo retrovisor— Si fuera malo no hubiera comprado otra casa más cerca de la playa ¿verdad?
Todos callaron. ¿Oyeron bien? El señor Tachikawa, Padre de Mimi, Amigo de sus padres y dueño de la Agencia de Publicidad más grande en Japón, ¿Había comprado otra casa en la playa?
Juri y Mimi se miraron entre sí. ¿Su padre había hecho qué?
—¿Que hizo qué? —La voz de Kouji sacó a todos de su shock y pasaron sus ojos de Kouji al Señor Tachikawa que empezaba a hablar.
—Si no me creen mírenla por si mismos.
Todos volvieron al shock cuando el Padre de Mimi señaló un poco hacia el frente de la carretera.
Una enorme casa, mejor dicho mansión se alzaba en una pequeña colina. Mimi contó los minutos. Solo llevaban 30 minutos de haber salido de casa. Quiere decir que ahora podía ir y venir a la playa cuántas veces quisiera por la cercanía. Y por esta razón pegó un grito de felicidad dentro del auto que fue seguido por más gritos de los otros chicos que también se hallaban emocionados.
Mimi saltó de la camioneta al suelo y acarició el pasto como si fuera lo más valioso del mundo. Sus amigos la miraban sonrientes, sabían cuánto la castaña amaba el verano y se unían a la felicidad de Mimi. Y ella aún no cabía de felicidad. Antes el recorrido duraba 1 hora con 30 minutos por que la casa que su padre tenía era al otro lado de la costa. Pero esta, estaba en el lado opuesto. ¡MAS CERCA!
No sabía cuánto llevaba allí acostada en el pasto. Pero por centésima vez volvió a sonreír con sus ojos cerrados mostrando así sus frenos. Sin duda estaba feliz.
—¿Puedo acompañarte?
Una voz varonil la sacó de sus sueños en la playa. Abrió sus ojos de golpe para ver la mirada azul oscuro de su amigo Kouji que la miraba con una sonrisa.
Se veía tierna. Kouji había salido exclusivamente para pasar tiempo con Mimi. Viéndola tan feliz lo hacía sentirse feliz. Y es que ese era su anhelo. Ver feliz a Mimi Tachikawa, su mejor amiga, había sido su propósito después de verla llorar por el suceso de la graduación. Aun recordaba ese día dónde la castaña había llorado hasta quedar si lágrimas. Eso le partió el corazón.
—¡Claro Kouji! —respondió la castaña mostrando su sonrisa, pero al hacer eso el sol hizo reflejo en sus frenos provocando que hicieran una especie de 'flash' en los ojos de Kouji.
Kouji se cubrió los ojos. —¡Oye, Calma! No quiero fotos. —bromeó con sus ojos todavía cubiertos.
Mimi se comenzó a reir. Ya estaba acostumbrada que Kouji bromeara así con ella. Extrañamente sus bromas en cuánto a sus frenos, lentes, ropa y demás no la ofendían para nada. Al contrario le hacían ver lo divertida que se veía y que hasta podía trabajar en un circo…
Mimi frunció el ceño de pronto.
—¿Qué? ¿Te ofendí? —preguntó Kouji imitando un puchero.
—Recordé que hace unos mese me mandaste a un circo —la castaña hizo un puchero que a Kouji le pareció adorable— ¿Soy un fenómeno de circo?
Kouji no aguantó y volvió a soltar en carcajadas. Cuando Mimi se proponía sonar inocente lo lograba. Cuando notó que la castaña aun seguía con esa expresión de tristeza comprendió que era en serio. Suspiró y se sentó al lado de la castaña y la miró directo a sus ojos, aunque ella estaba con la mirada gacha.
—Mimi, escucha. —Mimi alzó su cabeza para verle directo a los ojos— Sabes que lo dije para animarte. Recuerdas qué fue Rika la que te dijo fenómeno de circo. Discúlpame si te hice sentir mal diciéndote que podrías hacernos ricos con ese trabajo…
Mimi alzó una ceja castaña. ¿Esa era una disculpa? Bufó frunciendo el ceño. Si, ella recuerda que fue la presumida de Rika que le dijo, y dice, fenómeno de circo. Pero ¿en serio Kouji pensaba animarla diciéndole que el lado bueno era hacerse rica trabajando así?
—No sabes pedir disculpas —Mimi negó con su cabeza— Necesitas practicar esas disculpas Kouji.
El peliazul utilizó su arma mortal. Si Mimi no aceptaba sus disculpas tenía que recurrir a su último recurso: Sus ojos de gato.
Mimi miró a su amigo y no pudo evitar abrir sus ojos como platos al ver a Kouji con esa mirada. Maldita mirada de gato que la convencía de cualquier cosa.
—Está bien —suspiró— Te perdono.
Kouji no pudo evitarlo y se lanzó sobre Mimi abrazándola, provocando que él quedara sobre ella y que al levantar la mirada se encontraran a centímetros de su rostro. Mimi se sonrojó al instante. Kouji trataría de… ¿besarla? El horror corrió por sus poros. ¿Un beso con frenos?
Por otro lado, Kouji también se sonrojo ante su impulso. ¿Qué hacer? ¿Culminar el acto? Miró a Mimi con detenimiento y supo la respuesta. Ella estaba aterrada. Era mejor ir al plan B, cosquillas.
El susto y preocupación que sentía Mimi se esfumaron rápidamente al sentir como su amigo, sin compasión, empezaba a hacerle cosquillas y ella de inmediato comenzó a carcajear como nunca.
...
—Mimi y Kouji se llevan muuuuy bien —exclamó Hikari que miraba la escena con corazones en los ojos desde la ventana del inmenso salón que daba al jardín dónde Kouji y Mimi estaban.
—¿No creen que hacen una linda pareja? —Yolei habló, quién estaba junto a Hikari suspirando con una enorme sonrisa.
—¿Si verdad? —Habló Juri que estaba junto a Yolei sonriendo feliz por su hermana.
—Parece que Mimi quiere a Kouji —Ese era TK quién por su altura, observaba entre los rostros de Yolei y Hikari
—Si, pero Kouji es un imbécil —ese fue Tai— Le gusta Mimi y nunca se lo ha dicho.
—Tai, deja de empujarme que me caigo... —replicaba Sora quién estaba sobre un pequeño banco mirándo atenta igual que Hikari.
—Dile a Ken que deje de empujarme a mí, Sora. —se excusó Taichi que se hallaba demasiado pegado a Sora.
—¿Huh? ¡Yo no te estoy empujando! —habló el peliazul que miraba por un pequeño espacio que dejaba Tai para él.
—Si lo haces Ichijouji.
—Que No Yagami.
—¡Que si!
—¡Que no!
Sora puso los ojos en blanco. Otra vez esos dos peleando. Si no era Tai con Kouji o TK con Ken era Tai y Ken. ¿Acaso se daban turnos o pases para sortear las peleas?
—¡Cállense par de inmaduros!
Todos los presentes dirigieron su mirada a la persona que con voz firme paró la pelea entre Yagami e Ichijouji. La sorpresa no faltó. Una rubia se hallaba con los brazos en jarras mirándolos severamente a todos como si todo lo que estuvieran diciendo y haciendo fuera un pecado.
—Dejen de estar espiando a esos 'tórtolos' y muévanse a seguir ordenando.
Y dicho el regaño, Zoe salió de la habitación furiosa evidentemente. Ninguno de los presente entendía el comportamiento de la rubia ya que, al llegar Zoe estaba de lo más feliz. Y de pronto se ponía con ese humor de los mil demonios, solo porque ellos se ponían a mirar un rato el avance de la relación entre Kouji y Mimi.
Decidieron no darle vueltas al asunto y seguir con su 'mudanza' y ordenar sus cuartos. Luego averiguarían más acerca de Zoe.
Los rayos del sol traspasaron una habitación de colores rosa, golpeando directamente los ojos de una Mimi que dormía plácidamente. Hizo una mueca de molestia. ¿Quién se creía el sol para interrumpirla en su sueño placentero? Estaba cansada por estar ordenando su habitación en la nueva casa de playa, y ese endemoniado sol la viene a despertar en sus vacaciones… Esperen, ¿vacaciones?
Mimi abrió sus ojos de par en par, dejando ver el brillante color miel en ellos. De golpe quedo sentada en su cama con una imborrable sonrisa. Ya era de mañana en su primer día de verano y su meta era… ¡Pasar todos los días en la playa!
Con toda la velocidad que pudo pasó de la cama al baño y de esta, a buscar su bañador y la ropa que pondría sobre ella. Se vistió lo más rápido que pudo y salió con toalla, bloqueador, bronceador y sus sandalias corriendo escaleras abajo.
—Buenos días Mamá, buenos Papá, buenos días Juri, buenos días Sora, Tai, Kari, Kou… —se detuvo de golpe y los miró con una enorme sonrisa— ¡Buenos días todos!
Y ya resumido su saludo volvió a correr hacia la salida, topándose con el brillante sol. Se colocó velozmente sus sandalias y volvió a correr a la enorme playa que se hallaba a solo 2 minutos corriendo, sí, hasta tenía el tiempo contado.
Llegó a las pequeñas barreras que se hallan en la orilla de la entrada de la playa y su sonrisa se amplió mucho más haciendo que sus frenos destellaran levemente. Ante sus ojos veía la arena cubrir metros y metros, qué hablamos de metros, no, kilómetros de arena cubrían el terreno y el azul del mar brillaba ante ella esplendorosamente.
Lanzó un pequeño chillido ahogado y soltó a correr nuevamente entre las personas que se hallaban ya en la playa como si fuera una niña que despierta en la mañana de navidad a abrir sus obsequios.
La playa ya estaba bastante concurrida. Por ser la época de verano muchos acudían allí a disfrutar del sol y el mar. Había chicos y chicas de todas las edades pero ninguno era tan atractivo como los que estaban haciendo su entrada:
Cinco chicas hicieron su aparición. Juri, Kari, Sora, Zoe y Yolei entraron a la playa 'posando para las cámaras', literalmente, ya que Kouji y Tai se encontraban fotografiándolas mientras que Takeru y Ken se dedicaban a buscar a Mimi, y en el trayecto, acaparando la vista de una que otra chica que se quedaba embobada con los guapos que eran.
Mientras, Mimi se hallaba gozando del sol. Estaba acostada en una toalla con su bronceador puesto y en su bañador, que no se le veía nada mal, tanto que los mismos Takeru y Ken frenaron en seco al ver a esa chica 'desconocida' acostada sin compañía…
—Preciosa… ¿Quieres compañía?
Susurró Ken sensualmente a la supuesta 'desconocida'. Que lo perdonara Dios y Yolei pero no aguantó hacer eso con 'semejante' chica allí.
Mimi abrió sus ojos detrás de los lentes de sol para toparse con los ojos coquetos de Tk y Ken… ¿De Quién?
—¿Ken? ¿Me dijiste qué….?
De un movimiento Mimi se quitó las gafas dejando a ver sus ojos y poniendo una cara de terror que dejaba a la luz sus frenos. Y esa misma cara fue imitada por Tk y Ken.
¿Le habían dicho a Mimi preciosa? Esperen… ¿Ken le dijo a preciosa a Mimi?
...
—¿Que le dijiste a Mimi qué…?
Gritó Yolei con ua expresión en su boca que dibujaba una perfecta 'O'.
Ken se sonrojó sin saber que decir, mientras TK se hacía el desentendido.
—¡Oye! TK también frenó para babear por Mimi —se defendió Ken.
—Con que babear… ¿eh? —enarcaba una ceja Kouji mirando divertido a los dos chicos que no sabían dónde poner la cara.
Kouji sabía que Mimi era preciosa. Que detrás de las gafas y frenos y su ropa desaliñada, Mimi era linda. No culpaba en lo absoluto a Ken y TK. Aunque, probablemente tengan que darle una mejor explicación a Hikari y a Yolei…
—Es de 7…
—No, Zoe yo pienso que se merece un 9.
—No Juri, míralo, le faltan cuadritos, es 7.
—9...
—¡7!
—¡9!
—¡Cállense! —Mimi decidió meterse a la conversación de su hermana y Zoe— Primero que todo dejen de estar 'calificando' a los chicos, eso es denigrante. Y… ¡Dejen de gritar que me estresa!
Zoe y Juri gruñeron y se cruzaron de brazos, pretendiendo obedecer a Mimi. Justo en ese momento vieron a un peli azul pasar y…
—¡10! —gritaron tres voces esta vez. Esperen, ¿Quién era la tercera voz?
Zoe, Juri y Mimi voltearon a ver a la peli naranja que hasta se había puesto de pie con tal de mirar al chico.
—¿Qué? El chico es sexy —se excusó Sora haciendo un gracioso puchero que fue acompañado de las risas de sus amigas.
Mimi debía admitirlo. Aunque no aprobaba que calificara a los chicos, era divertido hacerlo. Y más con Zoe y su hermana que siempre peleaban para ver quién tenía mejores gustos. Aunque si ella se ponía a pensar, a ella le gustarían más… cómo se dice… ¿Científicos?
Mimi sonrió de medio lado ante sus pensamientos. ¿Por qué ahora pensaba en chicos? ¿Cuándo ella le había importado la apariencia de un chico? Y más importante aún, ¿cuándo un chico se fijaría en ella?
—¡Chicas, chicas! —llamó Zoe a sus amigas de manera urgente— ¡Miren a ese adonis de allí!
Las tres amigas siguieron la mirada para toparse con un chico que ninguna de ellas podía creer que existiera. ¿Acaso no solo sale en Los Guardianes de la Bahía? O en otro de esos programas de TV donde salen guapuras inalcanzables.
Las cuatro no podían quitar sus ojos del rubio que salía del mar con el cabello empapado y cayéndole de una manera sexy sobre su frente. Alto, de unos 1.85 o tal vez más. De tez blanca y unos incomparables ojos azules que brillaban con el sol. Su pecho se veía muy bien marcado y por si fuera poco en un lado se veía la explicación del porqué de su cuerpo: Una tabla para surf.
Mimi no podía creer lo que veía. Sus gafas resbalaron de su nariz, su boca estaba abierta viendo al guapo rubio a metros de ella, su corazón empezó a latir muy fuerte, tanto que ella pensó que se le saldría por la boca, aunque ella sabía que eso era científicamente imposible.
Era absolutamente perfecto. Demonios si ella hubiera sabido que ese chico venía a esa playa, nunca hubiera dejado de venir, jamás, ¿Había nombre para semejante ser? ¿Ángel? ¿Dios?
No lo sabía. Pero algo si tenía entendido. Ya tenía respuesta a su pregunta. Su verano si que sería especial.
Continuará…
Notas de autora:
(Este capítulo ha sido revisado y editado al igual que las notas de autora)
Hola :D como están?
Bueno creo que lo mejor será presentarme para los lectores que no me conocen :)
Me llamo Yuly ^^ He aquí una nueva historia que me llegó a mis ojos (¿) porqué digo eso? Pues porque fue inspirada en un amigo mio! Él me contó algunas cosas y me urgió de ponerlo en un fic y pues salió esto XD jeje ya casi lo tengo TODO planeado. No será muy largo! :) creo que máximo 20 capitulos…
Bueno aclaremos varias situaciones aquí!
Primero Mimi. Mimi está en la universidad como vieron! Y en su dormitorio están Sora, Zoe y Nene pero ella entrará a escena cuándo volvamos al tiempo de Universidad jejeje… Ahora los capítulos trataran del verano.
Y en este verano ven que Los papas de Mimi tienen una casa en la playa (son ricos ... ) y se llevaron a sus amigos. Aquí puse a Juri como hermana de Mimi y posteriormente verán para qué… Sora y Mimi son las mejores amigas y son de la misma edad. Así que aquí pondré las edades actuales (según mi fic XD) de ellos.
Taichi y Kouji: 22 años (es necesario para que sea efectivo el fic)
Mimi, Zoe, Sora y Ken: 19 - 20 años (se graduaron juntos)
Yolei: 19 Años
Tk, Kari y Juri: 17 - 18 años (están en ultimo de preparatoria)
Y pues, les recomiendo que lo apunten por allí XD por si acaso. Este capítulo quizá lo vean enredado por los nombre pero es necesario. Es como la introducción. Pero desde YA les advierto que este fic es MIMATO! SOLO MIMATO!
NO habrá Taiora (bueno quizá algunas escenas que deberé poner) NI takari (este si de verdad NO habrá NADA ya que si no nos desviaremos del tema) NI kenyako (quizá Ken y Yolei nos ayuden con sus celos)
En fin! Pregunta para ustedes: Quién creen que es el sexy surfista? *o* recuerden que tanto Kiriha Aonuma, como Yamato Ishida y Thomás Norstein son rubios y ojis azules :3 adivinen XD!
Bueno ya que lo dejamos claro, dejo hasta aquí las notas que son las más largas que he escrito en mi vida de fics XDD
Concluyo pidiéndoles que si tienen comentarios sobre el fic, lo dejen en un lindo review. Pueden ser buenos o malos. Este es mi primer fic largo.
Gracias a los que lean! Los quiero y por allí volvemos a leernos con el próximo capitulo.
Nos veemos pronto y…
"Que el anime esté contigo" Patente pendiente :D
Atte:
*_Yuly_*
