Antes de empezar les cuento que la historia se ira contando en pequeños frangmentos de la vida de nuestro protagonistas, claro que todas seguiran una linea para poder tener centido.
Piedad
¿Por qué tanta obstinación a algo tan sencillo?
No importaba el como, él estaba dispuesto a conseguir una respuesta.
- ¡Dilo!...- dijo encerrando al pobre anciano en una estela de fuego -…dilo o será tu fin-
Pero el hombre no se movía, solo miraba con el pecho inflando al joven, con el orgullo que un padre es capaz de dar a su hijo, después de todo, la realidad no era tan lejana.
El maestro fuego lo miro a los ojos y no tardo en saber que todo era una perdida de tiempo.
- No vales ni mi tiempo - dijo dando la espalda y dejando que lo carcelarios cerraran nuevamente la puerta de la celda.
De fondo se escucho gritar al hombre. – Niega tu sangre Zuko, intenta cambiarla si quieres, pero lo que proviene de cenizas a las cenizas vuelve… terminaras como tu madre-
- adiós… padre- el señor del fuego ya había escuchado lo que nesesitaba oir.
