El sonido estruendoso y ensordecedor, la sensación de calambre en cada milímetro del cuerpo, el ardor inconmensurable en el pecho, la sangre en su boca...
Rin despertaba por enesima vez con el mismo sueño. Los ancianos de la aldea llegaron a la conclusión de que el sueño de Kakashi atravesando su corazón con un chidori era sólo producto de una ilusión creada por el recién despertado Mangekyō de su amigo. Era la ónica forma en la que podían explicar que ambos recordaran y contaran con los mismos detalles aquel incidente.
Sin embargo, las cosas no estaban tan claras en la memoria de la chica, y aunque se repetía a sí misma mil veces que eso no pudo pasar, de lo contrario ella no estaría viva, su mente le aseguraba que aquel dolor no pudo depender de una simple ilusión. No, debía haber mas... Y la ligera marca en forma de cicatriz blanquecina casi difuminada en su totalidad, que se extendía desde la superficie de su seno izquierdo hasta casi la mitad del mismo, la alertaba de que algo extraño pasaba allí.
Debían ser casi las cinco de la mañana cuando aquel sueño volvió a despertarla. Como de costumbre se levanto por algo caliente que la ayudara a calmar sus nervios. Taza en mano observó con detenimiento el salón. Todo tan pulcro, con colores pastel en las paredes, flores frescas en los jarrones de las repisas y aquel olor a incienso de lavanda que su madre solía ocupar para hacer el departamento mas agradable.
La foto familiar sobre la mesa de la esquina siempre le pareció graciosa. Fue tomada una tarde de febrero, despues del cumpleaños de su hermano menor; Ikari. Ella lucía una cara de felicidad infantil, todo el contraste con las caras estiradas de sus padres y hermana. Pero era parte de pertenecer al gran clan Nohara y ser hija del jefe. Su padre Anel Nohara, era todo lo que de un líder se pudiera esperar; temperamento fuerte, presencia de mando. Su madre, Narumi, era algo histérica para el ver de su hija, pero continuaba siendo una gran madre. Rin fue educada con todos los vitores que se esperan de la hija de un clan tan renombrado. Al crecer, sin embargo, mostró inclinaciones ninja. Su padre propuso disuadirle al principio, pero la voluntad de fuego ardía en ella, así que decidió darle el beneficio de la duda.
Ahora con catorce años recién cumplidos, la vida de kunoichi parecía favorecerle. Era una ninja médico eficaz. Ya realizaba misiones bastante complejas y peligrosas... Rin tenía claro su siguiente objetivo: ANBU. Pero le hacia falta oscuridad o al menos eso le dijo el viejo Hokage. Sea como fuere debía reponerse de cualquier decepción y continuar entrenando.
A un lado del jarrón con claveles estaba la foto de su equipo genin; el legendario equipo 7. Con el legendario Minato Namikaze y su sonrisa perfecta cuidando de ellos tres. Cuanto habían cambiado en tan sólo unos años. Desde la muerte de Obito, el temperamento de Kakashi sufrío una metamorfosis favorable. Pasó de ser un malhumorado y orgulloso Jōnin a ser un malhumorado y orgulloso Jōnin que era amable con ella. Sí; eran amigos y eso le agradaba a Rin. Mucho tiempo estuvo prendida de su presencia, pero eso cambiaba cada día que trascurría en sus vidas. Como si aquel sentimiento se desvaneciera junto con el recuerdo de Obito. Rin pensaba que en eso radicaba su desenamoramiento, en que el dolor por la falta de su amigo ocupaba todo el espacio que podía en su joven corazón . Dicho dolor no dejaba crecer ningún otro sentimiento romántico por Kakashi. "Menos mal" pensaba ella, era mejor dejar morir lo que no lleva futuro.
Con esos pensamientos en la cabeza se acurrucó en el sofá y dejó que el sueño la llevara a un lugar mós tranquilo, sin tanta melancolía en el aire.
—Te ves fatal —Fue el saludo que le dió Hatake Kakashi nada más verla llegar hasta el campo donde entrenaban siempre. —Debes dejar de desvelarte leyendo esos libros.
—Tú de libros ni me hables —lo señaló acusadoramente. —No me desvelé leyendo. Tuve pesadillas. —Sacó de su mochila varios pergaminos y los extendió en el césped analizando cuál debía ocupar. El joven caminó hasta ella y se sentó frente los pergaminos.
—¿Pesadillas? —preguntó sin entusiasmo —¿Dónde mueres? —esto último salió de sus labios con duda.
—Donde me asesinas —respondió. Un silencio tajante terminó la conversación. Rin llevó su mano hasta el pergamino gris. Kakashi miraba sin expresión las acciones de la chica. Era verdad; él tenía ese sueño y todo eso no le dejaba de dar vueltas en la cabeza. El razonamiento privilegiado que poseía afirmaba que aquello no era posible; Rin estaría muerta. Pero su instinto susurraba que buscara más al fondo.
El juego de kunais y shuriken comenzó tan grácil como era esperado. Ambos ninja jugaron las armas de forma inteligente... Con ferocidad de parte de ella, con cautela de parte de él. Al final no quería lastimarla. Despues de bastante rato de taijutsu efectivo Rin comenzaba a cansarse; le era difícil continuar el ritmo que su compañero marcaba. En un momento de desesperación por no atinar un golpe que estaba segura era certero, ocupó ninjutsu. Kakashi respondió igual y ahora la dominancion del chakra en sus estados elementales era lo que bailaba en la pista. Ambos preparados en el campo; Kakashi inclinado al doton y raiton y Rin mas al suiton y al fūton. Pelearon con sus mejores tecnicas, dando gala del entrenamiento que Minato había perfeccionado para ellos, hasta que todo se salió de control...
El Raikiri de Kakashi pasando sobre el hombro izquierdo de Rin fue lo que detonó el instinto de alerta dentro de ella. Una oleada de chakra azul golpeó a Kakashi como una ráfaga de fuerza que ardía en la piel, en la sangre. SuMangekyō se activó por inercia y lo que le reveló al Jōnin fue bastante brutal para su conciencia.
Un chakra bestial dentro de ella...
N/A: Me acabo de aventar de cabeza en este fanfic. Por donde comienzo...
Gracias a quién le haya dado la oportunidad a la historia y esté leyendo esta nota de autor. Mi proyecto consiste en un log-fic tal y como nace de mi cabeza. Sé que a muchos no les gustará; tendrá algunos detalles que quizá tachen (conjusta razón) de cliché y hasta Ooc. Pero si le dan otra oportunidad y no claudican, prometo una historia entretenida y con giros interesantes.
Una avalancha de besos y apapachos para quien sea que haya leido este primer capítulo.
Les recuerdo que los comentarios siempre son bien recibidos y animan a cualquier escritor (yo, en este caso) para que la actualización sea más rápida.
Besos con sabor a Cirene ;)
