Disclaimer: como ya saben, los personajes no son mios
Quiero dedicarle esta fick a Juliecent...
Espero que les guste
Pau Ruby
No puedes evitarlo:
Estas sentado en el Gran Comedor, terminando de hacer tus tareas, pensando en que desgraciadamente ya esta terminando el año escolar, cuando… la ves.
Ella entra caminando con paso firme, acercándose a donde tu estas, no puedes evitar pensar que parece un ángel, su paso te hipnotiza, no puedes dejar de verla aunque lo intentes, y de verdad lo intentas.
Su pelo perfecto moviéndose en el viento y sus mejillas rosadas, seguramente llegó corriendo, son lo más hermoso que has visto, es demasiado para ti, es demasiado para tu pobre corazón que amenaza con salírsete por la boca cada vez que se te acerca, cada vez que te habla.
Es tu maldición y tu bendición, porque sólo ella es capaz de hacerte sentir así, sólo ella es capaz de volverte tan débil, de hacerte sentir tan feliz con tan solo oírla reír.
- "¡Sirius basta! Deja de torturarte" – una voz en tu cabeza te grita que dejen de pensar en ella mientras que otra te hace recordar su voz. Tu mente esta dividida en dos y tu en el medio, sin saber a cual hacerle caso, no sabes si rendirte ante sus encantos o comenzar a olvidarla.
- Hola Sirius. – te saluda.
Estabas tan metido en tus pensamientos que no la viste acercarse, ahora estaba sentada a tu lado, mirándote fijo y sonriéndote.
- Hola. – respondes secamente, bajas la vista e intentas concentrarte en la mesa o en el pergamino que esta sobre ella o en cualquier cosa, en cualquier cosa menos en ella, menos en su rostro.
- ¿Has visto a James? – pregunta con esa voz melodiosa que te hace sentir que estas en el mismísima paraíso.
No puedes seguir mirando hacia abajo, te animas a mirarla, sigue sonriendo, es demasiado perfecta, no sabes que es lo que tiene, pero eso… eso que tiene te vuelve completamente loco.
- Si Lil, esta… esta afuera. – respondes sin poder dejar de mirarla. – Esta entrenando con el equipo.
- ¡Claro! Mañana hay partido, es verdad, no lo recordaba. – responde riendo ante su gran olvido.
¡Eso era! Eso era lo que la volvía tan perfecta, su sonrisa, su risa, la forma que tenía de hacerte sentir que te volvías diminuto cuando estabas a su lado, la fuerza de que tenían sus ojos verdes, sus labios que te provocaban besarla cada vez que se movían.
- Así es. – dices devolviéndole la sonrisa ampliamente gracias a tu reciente descubrimiento.
- Gracias. – responde y te da un beso en la mejilla.
Se levanta y se va con aire totalmente despreocupado… te deja ahí, mirándola como un idiota, totalmente hipnotizado, te deja ahí sintiéndote un maldito, sintiendo que no mereces nada de lo que tienes.
- "¿Qué clase de amigo soy?" – piensas. – "¡Soy un traidor!"
Porque sabes que no debes, que no puedes sentir nada por ella. Sabes que no es tuya y que, por mucho que lo desees, lamentablemente, nunca lo será, que Lily te ve como su amigo, hasta mejor amigo podría decirse, y que nada la hará cambiar de parecer, porque esta con James, porque esta enamorada de él, y tu sabes que son perfectos, el uno para el otro, pero… aun así, no puedes evitar mirarla, no puedes evitar el soñar con ella todas las malditas noches, no puedes evitar amarla.
