Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, sólo soy una fanficker más en este universo tan extenso, y J.K. Rowling es la propietaria y la que se lleva la pasta.
El primer drabble lo dedico al Señor Tenebroso, porque como todos, él también sueña.
Sueños
Vidrio y sangre
Soñaba con cristal esparcido por el suelo, roto y puntiagudo bajo sus pies; hincándose profundamente, surcándole la piel en mil cortes. La sangre le lamía los dedos y fluía acompasada con su respiración, aunque si lo que respiraba era realmente aire, lo desconocía. Los labios entreabiertos, temblorosos, advertían la tensión del ambiente; absorbían el gas denso que todo lo envolvía y sumía en una inquietante nube de presión y finalmente se comprimían en una mueca de dolor. Dolor seco, imperceptible.
Se doblegó y bajó el rostro. Cerró los ojos con fuerza y se sostuvo la cabeza con ambas manos. Un grito, que de emitirse hubiera sido ensordecedor, se ahogó en su garganta. Rechinó, luchó, forcejeó... pero nada era efectivo. Ante él, un espejo le devolvía su imagen: un pálido niño agazapado sobre el manto de vidrio y sangre; ropa demasiado grande y gastada, rostro afilado, nariz puntiaguda y, sobre ésta, unos profundos y aviesos ojos negros. Víctimas del abandono, rogaban una pizca de atención; rezaban por alcanzar el reconocimiento y deseaban obtener respeto en lugar de compasión. Pero, sobre todas las cosas, anhelaban fervientemente el tacto exquisito del poder; sus pequeñas manos casi palpaban la placentera sensación. En algún rincón de su ser, algo le decía que toda aquella sangre derramada jamás volvería a ser suya. Aquello le dio valor.
Se levantó impasible y en una milésima de segundo se halló frente a su reflejo. Un niño, después de todo. Un niño vulnerable; mezquino, pero inexperto y tal vez inocente. Un niño con cara de ángel y ojos de demonio.
Notó entonces que el pequeño clavaba en él su mirada y sus dudas se disiparon. Sin reflexionarlo, descargó el puño contra el cristal, eludiendo la visión de sí mismo al borde de la desesperación. Una lluvia de cristales voló por la hermética sala en un estallido disonante hasta alcanzar una de las paredes; y supo que había ganado. Toda imagen se consumió en un suspiro y Voldemort despertó en el más súbito silencio. No sonreía, y sin embargo, se sentía eufórico. Una vez más había realizado su cometido.
El pequeño Tom Riddle jamás volvería a observarlo con esa mirada lastimera tan cargada de dolor. Había roto el último espejo, el último fragmento de su alma. Por fin sería capaz de existir sin consciencia ni recuerdos tormentosos.
Pues no importa cuáles son las circunstancias. Lord Voldemort siempre gana la partida.
Lo sé, lo sé... ¿Qué fue de mis otros fics? Pero en fin, es que he tenido un momento de semi inspiración y se me ha ocurrido esto (tengo varios procesos en mente, y ninguno con final por el momento; nada, que soy la viva imagen de la poca organización).
Anécdota que sólo a mi me importa, pero así relleno un poco: Durante todo el tiempo que he estado escribiendo ésto, escuchaba Lithium de Evanescence. Por nada en especial, tenía ganas de escucharla, pero igual me ha inspirado un poco (aunque no tiene que ver con el fic... xD)
Qué más decir... como siempre, gracias por darle una oportunidad al fic, y que se agradecen los reviews de todas las formas y colores.
¡Hasta el próximo capítulo! (Espero...)
