Disclaimer: el potterverso pertenece a Rowling.

Nota: Debo decir que este personaje no me gusta nada y considero que la historia no me ha quedado bien, pero hoy es el cumpleaños de Roxy Scamander y sé que el personaje le gusta y bueno *se golpea el pecho al más puro estilo Bustamante* que sepas que esto lo he hecho por ti xDDD


Zacharias odia los lunes más que cualquier otro día, no es que los siguientes días de la semana le gusten especialmente, pero los lunes son diferentes. Porque cuando cree que todo ha pasado, después de pasar todo el fin de semana sin pisar el colegio, tiene que volver. Y entonces le parece que los dos últimos días han pasado rapidísimo.

También odia el colegio de muggles al que su madre le obligaba a ir hasta que cumpliera los once. Pero si algo que odia más que los lunes y el colegio juntos, es a sus compañeros de clase.

Son todos unos idiotas que le tienen envidia, seguro. Y todo por ese niñato que vio como hacía magia accidental y se lo contó a todos los demás.

Desde ese día ninguno de sus compañeros ha vuelto a acercarse a él para otra cosa que no sea intentar meterse con él. Y no es nada justo, porque, ¡jopé! Él no les ha hecho nada, ni tampoco tiene la culpa de que ellos no sepan hacer magia.

No es capaz de contárselo a sus padres, Zach no quiere que se pongan tristes porque no tiene amigos, así que finge que es feliz yendo a clases y ya está. Además seguro que dirían algo a los profesores y ya bastante tiene como pare que le tachen de chivato.

Pero hoy es diferente, a pesar de ser lunes, Zacharias está feliz. Porque es uno de septiembre y por fin va a ir a Hogwarts.

Se levanta con ganas porque por fin dejará de ser el chico raro. Ahí todos serán como él y podrá tener amigos. Se alejará de los muggles, aunque…

Quizás en Hogwarts también haya niños así, a lo mejor también intentan hacerle daño. Consigue retener las lágrimas de miedo y toma una decisión. No se hará ilusiones, no permitirá que le hagan daño e intentará no confiar en nadie. Puede que se quede solo, pero al menos no acabará herido.