Los personajes pertenecen a sus creadoras Keiko Nagita Yumiko Igarashi.

ALBERTFIC.

"El Caballero Perfumador"

Por Lorelay Ardlay.

Capítulo 1

Chicago otoño de 1916.

Una oscurecida y nublada tarde de otoño, cuando el ocaso se hacía inminente, una joven de cuerpo esbelto y mediana estatura recorre las húmedas, empedradas y oscuras callejuelas con el fin de acortar camino a casa. Al llegar a las cercanías de la calle State, a las afueras de la Catedral del "Santo Nombre", una ráfaga de viento con muchas hojas bailando a su alrededor la entumecieron, ella detuvo su paso, subiendo el cuello de su abrigo, notó que no estaba sola, un hombre vestido de negro traje, sombrero de copa, bastón y capa negra seguía sus pasos con precisión a unos 50 metros, ella al verse intimidada optó por entrar a la Catedral, se quedó cerca de 40 minutos en su interior rogando para que al momento de salir el hombre no se encontrará afuera.

Se asomó con mucha cautela, no había ni un alma, todo parecía en calma, siguió su camino presurosa y asustada mirando a ambos lados, con su crucifijo en la mano rogando por su integridad hasta llegar a su hogar.

Al entrar todo estaba completamente en silencio, se sintió a salvo a pesar de la oscuridad, dejó sus llaves sobre el arrimo cercano a la puerta, sacó su abrigo y lo colgó en el perchero, al girarse se prendió la luz de la mesita junto al sillón, una figura alta y gallarda estaba parada junto a la ventana, ella dio un grito de terror ahogado.

- Hoy tardaste mucho, ya estaba a punto de salir a buscarte.

-Albert por el amor de Dios! no hagas eso, casi me matas de susto.

-Que pasa Candy, por que traes esa cara...

-Hooo Albert...-acortando distancia- venía de camino a casa y me siguió un hombre.

- Que !!! Quién?

- No lo sé Albert, sólo pude ver que estaba vestido completamente de negro, con capa, sombrero de copa y bastón se veía tenebroso...

-Candy, pequeña- Albert abrazando con infinita ternura- te he dicho que tengas cuidado cuando se hace tarde, es mejor que tomes un coche y vengas segura a casa.

-Pero Albert - agachando la cabeza- eso es un lujo que no podemos darnos.

-Pequeña no me importa tomar sopa de agua y sal o comer una rebanada de pan todo el mes, con tal de que estés bien.

-Albert...eres tan bueno conmigo. -cobijándose en su pecho-

-Mi pequeña enfermera debe estar a salvo de cualquier rufián que quiera hacerle daño - guiñándole un ojo y acariciando su pelo-

- Gracias Albert no sé que haría sin ti.

- Candy quiero que te cuides y tomes precauciones, sabes hay varias bandas de maleantes haciendo de las suyas... Además- con seriedad y sonrojo- yo entraré a doble turno desde el miércoles, cubriendo el turno de la tarde y vespertino en el restaurante, por lo que no quiero que te pase nada... Candy, yo no sé que haría si te pasará algo...

- Ella muy nerviosa y bajando la mirada- Albert por que dos turnos?

-Él toma su nuca y levanta su cabeza, sin dejar de perderse en el mar verde de sus ojos- Candy es para que estemos mejor, un poco de dinero extra para ahorrar en caso de emergencias o de...-él se sonroja, se observan detenidamente no importando el tiempo, deleitándose con el placer que les provoca la cercanía-

-De pronto, unos fuertes golpes en la puerta los perturban de su idílico momento -

-Candy...Candy.. Ayuda por favor, los gritos desesperados de la señora Sanders.

-Al abrir la puerta el par de rubios quedó horrorizado al ver que el Sr. Thomas estaba apuñalado.

-Santo Dios!!! que ocurrió?- dijo Candy, mientras ayudaba a cargarlo-

- Lo asaltaron en las cercanías del parque -repetía como un perico la señora Sanders, sin poder contener su nerviosismo-

- Ayúdeme a tenderlo en el sillón.

- Albert necesito agua hirviendo, por favor, señora Sanders consiga Whisky, Ginebra o algún trago fuerte, lo necesitaremos para que soporte el dolor.

Mientras todos corrían a hacer lo solicitado, Candy comenzó a rasgar su camisa, dejando al a vista una profunda y grave herida que sangraba de manera profusa .

-Necesito ayuda, Albert tú lo sujetas, Sra. Sanders usted déle a beber el whisky mientras yo limpio y cauterizo la herida.

- El hombre gritaba y se movía como poseído, los gritos se escuchaban hasta las afueras del Magnolia llamando la atención de los otros inquilinos, quienes al escuchar salieron a ver que sucedía.

Una vez que todo se calmó, la policía tomo declaración a la Sra. Sanders y la ambulancia se llevó al Sr. Thomas.- Candy cerró la puerta y se apoyó en esta dando un gran suspiro, al levantar su cabeza lo llama- Albert...Albert...ALBERT!!! - él permanecía mirando por la ventana, absolutamente hipnotizado con los puños recogidos en señal de rabia-

- Perdona Candy, es que me da impotencia, todo está mas revuelto cada día, los bandidos no miden consecuencias, ni se apiadan de nadie.

- Vamos a dormir Albert, es muy tarde- tomándole el brazo lo conduce hasta su habitación- buenas noches princesa, buenas noches - besando su frente -ella muy sonrojada- solo musita buenas noches...príncipe...-ella lo mira una vez más y se dirige a su habitación-.

-Albert no podía dormir, pensaba en Candy, en él, en sus amigos y vecinos. Recordó una nota que vio en el periódico días atrás...

" El comisionado de la ciudad ofrece una recompensa de 1500 dólares a quién colabore con antecedentes para la detención del delincuente que utiliza el seudónimo George Nelson o Baby Face Nelson (así apodado por su apariencia juvenil y de poca estatura), se le busca por ser atracador de bancos y asesino.

Las últimas pistas indican que estaría en Chicago o en sus inmediaciones".

-Albert sentado en su cama pensaba- No sería malo... Estaré atento, Candy no notó que era yo quién la seguía...Princesa no te quise asustar, es para protegerte...Siempre te fías de todos y andas tan despistada...

- Mirando sonriente a Pupe y tomándola en sus manos le dice- tendremos que estar alerta para que a nuestra hermosa princesa no le pase nada.

-Así Albert todos los días después de su trabajo se transformaba en el hombre de capa negra, siempre en la clandestinidad velaba por que Candy llegara bien a casa, después de asegurarse que ella estuviese en el remanso de su departamento, daba rondas por el vecindario, comenzó a cazar a ladrones de poca monta,pero no estaba sólo, él y Pupe eran la dupla perfecta, su porte gallardo, su habilidad con los puños y el excelente manejo del bastón, esto sumado a que Pupe ayudada de su color negro, salía de la oscuridad mordiendo, rociando y aterrando a cuanto delincuente encontraba, así después de un tiempo y en completo anonimato comenzaron a llamarlo " El caballero perfumador", ya que su marca era dejar a los maleantes amarrados y fétidamente aromatizados.

-Con el tiempo y debido a que el jefe de policía y el comisionado comían a diario en el restaurante donde laboraba Albert, conocieron la identidad del " Caballero Perfumador", así como también conocieron su condición de amnésico y lo buen muchacho y horrado que era, por eso, siempre respetaban su anonimato, prestando atención a cada movimiento y sospecha que él tenía.

Una noche Candy salió muy tarde del hospital, debido a una emergencia por un gran incendio que dejó una cincuentena de heridos, cansada espero por un coche, pero no logró ninguno, no quedándole más remedio que caminar, hacía frío, la calle mojada hacía que sus zapatos le jugaran una que otra mala pasada, las luces iluminaban sólo algunos metros al rededor, lo demás estaba a oscuras. Sin percatarse que un auto la seguía con sus luces apagadas, en su interior 3 hombres seguían atentamente sus pasos.

- Bill estas seguro que es la chica?

- Si baby face, estoy seguro.

- No creo Bill.. Creo que si fuera una niña rica haciendo caridad, por lo menos vendrían a buscarla y esta pobre diabla no tiene ni para un coche.

- Pero no me van a negar que está muy bonita, sigámosla a ver donde vive - dijo Jack-

-Desde un rincón oscuro unos ojos azules destellaban ira, los siguió sigilosamente, Candy llegó al Magnolia sin percatarse de sus acompañantes.

-Los hombres se estacionaron en la acera del frente, esperaron hasta que vieron encender la luz del segundo piso, identificando cual era el departamento de la enfermera.

- Que te perece Baby face - dice un repugnante seboso Bill, con ojos lujurioso y dientes completamente roídos-

- Ya veremos, no es la niña rica que buscamos, pero está muy bonita, podríamos usarla jajaja y venderla en México, nos darían muy buen precio por la rubiecita, pero debemos hacerlo bien, Jack tú te encargaras de seguirla esta semana y averiguarás con quién vive...en una de esas tiene más hermanas y vendemos un paquete - dijo baby face escupiendo por la ventana- después de unos minutos se fueron en la misma clandestinidad en que la siguieron.

-Albert desde el callejón aledaño observó la escena consternado y paralizado.

-En cuanto se fueron, emprendió rumbo a la comisaría a buscar al jefe de policía, no jugaría a ser héroe, no con ella, jamás la pondría en peligro, una cosa era agarrar ladrones de poca monta, pero otra cosa muy diferente era lidiar con asesinos, mafiosos y armados que actualmente eran intensamente buscados.

Continuará...

Hola chicas este mini fic de 2 capítulos esta hecho para el especial de súper héroes.