Disclaimer: ¿De verdad creéis que si los personajes fuesen míos quedaría alguno babeando por Haruhi? Pues eso, que todo pertenece a Bisco Hatori.
La ves llegar y sonríes de tal manera que con esa simple sonrisa podrías iluminar mi vida hasta el día de mi muerte. Pero mi vida seguirá estando dominada por el frío y la oscuridad a las que ya me he acostumbrado, porque esa sonrisa no es mía. Ya nunca más lo será.
Y cuando ella entra en escena sé que mi papel en la obra de tu vida tiene que desaparecer.
Porque sé que el juego ha terminado y que, como siempre, yo he perdido.
Puede que no haya perdido, puede que tan solo te haya dejado ganar, porque tu sonrisa siempre ha sido la importante, no la mía.
Así que me conformo con ver como poco a poco te alejas, como ese "nosotros" en que se ha resumido toda mi vida se transforma en un solitario "yo" al que tú tienes prohibido acercarte. Lo mejor es separarnos, por tu bien.
Y maquillo esa soledad con sonrisas falsas que saben tan sumamente mal que estoy a punto de vomitarlas. Sin embargo aguanto las arcadas y sigo sonriendo, porque sé que en algún momento tú mirarás hacia atrás, hacia un pasado que decidí enterrar entre las sábanas de la cama que tantas veces compartimos y sé que, cuando veas esa sonrisa que hace años nunca te habrías creído, te alegrarás. Y ante todo eso es lo quiero: que seas feliz.
Porque eres el ganador.
Porque te quiero, Hikaru.
Notas de la autora: No me gusta cómo ha quedado esto, ni tampoco sé por qué lo he escrito, pero es lo que hay.
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