Hola espero que les guste esta historia


Harry y sus amigos se encontraban en su séptimo y último año en Hogwarts. Era su primer día de clases como alumnos de séptimo, para variar en la cena de bienvenido el profesor Albus Dumbledore dijo unas palabras para luego dar inicio al festín

-Harry ¿sabes quién será el profesor de defensa contra las artes oscuras?-pregunto Hermione, ya que en el discurso no nombro a Snape como habían pensado de camino al castillo, sino que según las palabras del director "será una grata sorpresa para algunos"

-no tengo ni la menor idea- dijo Harry mientras se perdía una vez más en los ojos de su amiga

-chicos saben lo que escuche sobre Malfoy- dijo Ron captando la atención de sus dos amigos

-¿hablas de la supuesta traición?- pregunto la menor de los Weasley

Ron al ver la cara de confusión de Harry decidió continuar- se dice que la madre de Malfoy y Malfoy decidieron revelarse y ya no son seguidores de Voldemort-

-no puedo creer que Lucius Malfoy pudo haber aceptado algo así- dijo Hermione con algo de asombro

-y vaya que no lo acepto, mientras madre e hijo escapaban Lucius lanzaba maldiciones, una de ellas llego a Narcissa provocándole la muerte. Solo Malfoy se salvó y Lucius lo negó como hijo- finalizo el Weasley

-es por eso que está sentado en un rincón solo en la mesa de los Slytherin. Ahora es un traidor y nadie se quiere acercar a él- acoto Ginny mientras miraba hacia la mesa de las serpientes, pero su vista era exclusivamente para el chico rubio de ojos grises.

-pobre Malfoy, debe estar devastado- hablo el chico con lentes mientras procesaba todo lo que su amigo había dicho.

La noche cayo y todos los alumnos y profesores se habían ido a sus habitaciones. Pero había alguien recorriendo los pasillos, una chica de pelo largo y de color rojo como el fuego. –Espero que los elfos aun estén despiertos y tengan algunas de sus deliciosas galletas- dijo la joven mientras se tocaba su estómago y entraba a la cocina

-señorita Weasley- dijo un elfo con mucha alegría

-hola Dobby y ya te he dicho que solo me digas Ginny. Somos amigos- el elfo se negaba a llamarla así y para la joven resultaba algo frustrante

-a Dobby le gusta llamarla señorita, señorita.- dijo el elfo mientras sonreía- ¿Qué puedo hacer por usted?-

La pelirroja estaba a punto de olvidar el objetivo de su visita- quería saber si tenían algunas de esas deliciosas galletas que preparan-

-claro, Dobby le dará muchas galletas. Dobby piensa que la señorita está muy delgada-

Después de unos minutos el elfo le entrego una bolsa llena de galletas, luego de agradecerle Ginny salió de la cocina y se dirigía hacia su sala común. En su camino algo provoco que tropezara, la chica cerro los ojos para sentir el golpe con en suelo, pero este nunca llego, en vez del golpe sintió una pecho fuerte y unas manos apoyadas en sus brazos. La chica abrió los ojos para ver quien había impedido que cayera.

-¿¡!TU?!- dijo muy sorprendida

-cállate comadreja, acaso quieres que nos atrapen- hablo el chico de ojos grises, pero su manera de hablar no era egocéntrica ni irónica, todo lo contrario era tranquila y pausada. Ginny por primera vez había sentido que Draco Malfoy no quería insultar a un Weasley, esto la dejo completamente desconcertada.

-deberías mirar por donde caminas Weasley- prosiguió el chico mientras miraba intensamente a la joven, pero inesperadamente se volteo dándole la espalda a Ginny- nos vemos pelirroja-

Ginny también salió de su trance- espera Malfoy- esto hizo que el chico detuviera su andar-Gracias- y Draco continuo con su camino

Al día siguiente Ginny iba entrando al gran comedor se sentía observada mientras caminaba para tomar asiento al lado de Ron. Esa penetrante mirada pertenecía a Draco quien al darse cuenta de haber capturado la atención con la chica sonrió de medio lado provocando el sonrojo de aquella chica pecosa.

-buenos días Ginny- dijo una alegre Hermione quien estaba sentada al lado de Harry y al frente de Ron

-buenos días Hermione, buenos días Harry- saludo la chica para luego mirar a su hermano- Ronald primero debes masticar los alimentos antes de tragarlos- regaño a su hermano quien estaba la boca llena de comida

-behos shias hgmañitag- el chico comenzó a hablar con la boca llena

-eso es asqueroso, traga antes de hablar- fue el turno de Hermione para regañarlo

-dije buenos días hermanita, ustedes dos nunca me dejan comer tranquilo- dijo Ron mientras seguía comiendo

-así nunca conseguirás una novia, eres un amargado- se burló su hermana, a veces pensaba que a este paso como cuñada tendría a un pollo asado o algo por el estilo. Se atrevía a decir que la relación que tenía la comida con su hermano era más fuerte que la que tiene el con ella.

-buenos días chicos- dijo una chica rubia que llevaba puesto el uniforme de Ravenclaw

-bhaugnos shiags lugha chdmo stag- dijo nuevamente el pelirrojo con la boca llena

-muy bien gracias por preguntar ¿Qué tal tu?- dijo Luna mientras que los 3 oyentes la miraban incrédulos- miren ya llego el correo- dijo la joven mientras miraba como las lechuzas entraban al comedor.

Todos los alumnos estaban felices con la llegada de la correspondencia, compartían las cartas que habían escritos sus familiares con otros amigos y había algunos que compartían hasta sus golosinas.

-¿Quién te escribió Harry?- pegunto Ron quien ya había parado de comer

-es de Sirius, quiere saber si está todo bien aquí en el catillo y nos dice que debemos disfrutar este ultimo año- dijo Harry con su carta aun en mano

-me alegro que se haya podido probar su inocencia - dijo Luna quien había conocido al padrino de su amigo y le cayó de maravilla, consideraba que era una persona muy astuta.

Luego de charlar unos minutos mas Ginny comenzó a ver que el gran comedor estaba quedando vacio –chicos creo que ya es hora de ir a clases. A nosotras nos tocas pociones y ¿ustedes?- dijo Ginny mientras se levantaba de su asiento junto con la Ravenclaw

-Defensa contra las artes oscuras ¿Quién será el nuevo profesor?- se preguntaba Hermione mientras hacía lo mismo que Ginny y Luna

El trió dorado entraron a la sala, pero para su decepción aun no llegaba el profesor. Decidieron tomas asiento y esperar a que la clase comenzara. De pronto todo se había puesto oscuro y se comenzaron a escuchar murmullos. Hasta que la sala se volvió a iluminar como si nada y todos los alumnos se miraban unos a otros.

-que decepcionante, como alumnos de séptimo que son esperaba que todos tuvieran sus varitas listas para defenderse de un ataque. Pero no fue así- dijo el hombre mientras caminaba y su vista se poso en Harry, Hermione y Draco quienes si estaban con sus varitas afueras- creo que me equivoque, felicito a los tres alumnos que si saben lo que hacen-

-Harry- susurro Hermione con una sonrisa- no lo puedo creer es…-


Espero que haya sido de su agrado, espero comentarios